miércoles, 10 de julio de 2013

ALERTA; QUE SE ESCONDE DETRAS DEL EVENTO “UNA NACIÒN, UN DÌA”


una nacion 2Mario E. Fumero
Es ilusorio el creer que con la visita de unos iluminados, y en un día, Honduras pueda nacer de nuevo de forma masiva, porque la Palabra de Dios enseña que la verdadera conversión es un acto individual, personal, no colectivo y mediante la obra del Espíritu Santo, que según la Biblia, tiene que reargüir de pecado. Es triste ver como en un año político, y con el apoyo de muchos eminentes políticos y líderes religiosos se proponga convertir a Honduras en un Israel de Centro América en tan solo un día, y proclamas una estrategia dominianista, con el apoyo de la llamada red apostólica. Dicha campaña obedece más a una estrategia publicitaria y emocionalista, para exalta a ciertos hombres mercantilistas, que a un verdadero llamado al arrepentimiento. Basta ver quiénes son los actores de este evento, y lo que proclaman desde una perspectiva lógica y teológica, para entender que es toda una estrategia publicitaria, ecuménica y de marketing, porque jamás una nación ha podido convertirse en un día, como proponen estos falsos profetas modernos. ¿Cuándo ha ocurrido esto en la historia del cristianismo?
Al ver el enfoque de esta convocatoria, tenemos que pensar seriamente que tan en serio es esta propuesta. Veamos lo que dicen la propaganda; “¿Puede una nación cambiar en un día? ¿Puede un país ser salvo en un día? Todo puede cambiar en un momento. Así es como cambia una nación. A finales de 2011, el Presidente Lobo Sosa de Honduras firmó una resolución que declara “1Nation1Day” una fiesta nacional. También dio absoluto respaldo al firmar la autorización legal y el pleno apoyo a toda iniciativa “1Nation1Day”. El Presidente también ha accedido a aparecer en la televisión internacional que promueve los acontecimientos y ha garantizado personalmente su asistencia en la última noche. El 19 de julio de 2013, cientos de líderes políticos de Honduras asistirán en una conferencia política en el corazón de la capital del país, Tegucigalpa. Además, de contar con influyentes estadounidenses y hondureños que se ocupan de los temas centrales de la nación y se concluirá con un mensaje de salvación”[1].
Bajo esta propaganda, y en un año de efervescencia política, se conjuga un evento que utópicamente propone cambiar una nación en un día, sin pasar primero por un proceso de arrepentimiento y nuevo nacimiento. ¿Cuál será el resultado de todo este evento? Un espectáculo mediático y político, en donde se mezclara política y evangelio, porque a la larga, todo seguirá igual, reinando la corrupción, la violencia y la división política y social, pues la iglesia evangélica y creciente en esta nación, no ha podido impactar a fondo el corazón de la sociedad, razón por lo cual, requieren que vengan iluminados a hacer lo que ella debería haber hecho en los últimos diez años.
Tristemente la mayoría de las iglesias nacionales se ha enrolado en la prosperidad, política, arrogancia y prepotencia, olvidando la justicia, la solidaridad y la proclamación del evangelio confrontativo con el pecado. Además de lo anterior,  existen dos razones de fondo para afirmar que todo esto es un espectáculo mediático;
Primero: El hecho escatológico de que estamos en los últimos tiempo, y la apostasía y decadencia moral debe prevalecer (Mateo 24:37) como señal de la venida de Jesús, según enseña la Palabra.
Segundo: Porque es anti bíblico, ilógico y fuera de contexto, el texto que usan y la proclamación de una conversión masiva, como proponen, esperando que Honduras experimente el nuevo nacimiento, sin el proceso de regeneración que se produce por medio de la Palabra a través de una conversión individual y personal.
Se gastaran millones, se hará mucho ruido publicitario, se producirá una propaganda mediática a nivel mundial en donde los políticos buscaran llevar agua a su molino, y ¿después qué? Todo seguirá igual; las luchas políticas, los descalificativos, la violencia, la corrupción, la impunidad etc. ¿Y por qué? Porque para que haya un cambio nacional, se necesita un cambio individual, una nueva criatura, una conversión, y esto no es un milagro colectivo, sino una decisión personal, que produzca en el individuo convicción de pecado. Lo triste de todo este escandaloso evento será el ver los resultados,  muchos quedaran frustrados, porque todo seguirá igual o peor, ya que las profecías de segunda de Timoteo capitulo tres tiene que cumplirse, aunque proclamemos tiempos mejores, porque cielo y tierra pasara, pero su Palabra no pasara Mateo 24:35.

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