“Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no limpio”(Ezequiel 44 : 23)
Amada Iglesia:
Escuchaba por la radio una predicación evangélica de la cual el auditorio debía estar divirtiéndose mucho, tal vez riendo a carcajadas, pues los pasajes bíblicos eran ilustrados con imitación gutural de sonidos de las espadas y de los caballos, así como en algunos pasajes con la imitación de una música de fondo o de suspenso. El predicador se esforzaba en ser más que ameno, trataba de ser divertido y aún chistoso. Sí, chistoso, pues hacía chistes de ciertos detalles del relato bíblico. Todo ello ilustraba los consejos de autoayuda y superación sicológica, para tener éxito. El predicador, con acento argentino, se llamaba Dante Gebel. Recordé haberlo visto en televisión haciendo gestos también llamativos y chistosos en su rostro y en sus movimientos, como el imitar la cojera del personaje bíblico Mefiboset, aludiendo a las cojeras sicológicas que no nos permiten tener éxito material en esta vida. Claro, este predicador famoso y gracioso, que hace reír a un estadio, nos da el secreto sicológico-bíblico de la seducción masiva y del éxito en este mundo. Muy apropiado en estos días de campañas políticas que compiten por seducir a las masas con la apariencia más atractiva.
Ese evangelista Gebel ha establecido junto con la empresa Vida-Zondervan la competencia por el premio “G” entre otros cantantes cristianos que siguen su misma linea de espectáculos divertidos y hasta cómicos, estando nominados grupos de rock como Rescate y Kiosko, de rock metal como Boanerges y Templo, de Folklor el album “Fiesta quebradera”, grupos de cumbia y de otros espectáculos de la farándula del entretenimiento cristiano.
Sobre la actuación de esos grupos musicales para divertir, preguntábamos en Julio 13/2006, en nuestro mensaje titulado “Payasadas mañaneras”:
¿Es válido entre cristianos, hacer payasadas y relajo, usando el nombre de Cristo?
Esa línea de predicación chistosa y divertida o graciosa, también es llevada por muchos otros pastores y evangelistas de hoy, como el cantante Marcos Witt, centro de la atracción en escenarios, con sus gestos y movimientos al cantar. Como el evangelista Ricardo Hernández, a quien he visto por televisión haciendo un show ante jóvenes, a quienes hace reír no solo con sus gestos escénicos, sino hablándoles de temas como la “manola”, como le llama a la masturbación. Creyendo él que la emoción, la risa y la atracción que produce en esos jóvenes sea una verdadera conversión a Cristo.
En Colombia tenemos un famoso “Cuentachistes” recién convertido en cristiano, quien ha pretendido seguir haciendo chistes “cristianos” desde los púlpitos, donde lo contratan, con un “ministerio” que se llama “Ordóñese de la risa”. Increíble. Parece que el fin justifica los medios, para estos ministros cristianos. Hagamos chistes desde el púlpito, porque así retemos en la congregación a quienes estaban acostumbrados a divertirse con chistes en el mundo.
He visto en algunos púlpitos no solo el hacer movimientos burlones de imitación a cojos y a defectuosos físicos, sino aún corriendo por el altar imitando a un caballo, mientras la iglesia reía a carcajadas, como en el caso del ahora recién auto-nombrado “apóstol” Guillermo Maldonado, hasta hace poco pastor.
También hemos visto muchas veces en televisión (en los canales que les gusta este tipo de exhibición, diversión o entretenimiento) la exhibición de chistes y burlas del multimillonario pastor afroamericano, Creso Dólar, con frecuencia dedicada a consejos cristianos de cómo agradar y someter al esposo o esposa.
Incluso llegué a ver a un predicador costarricense que hacía exhibición de sus destrezas marciales, blandiendo un cuchillo en el púlpito y haciendo un teatro divertido de cómo mataba a los diablos figuradamente, vestido con uniforme camuflado del ejército, mientras todo el púlpito o escenario estaba invadido con sacos o costales de arena y otros accesorios militares.
Hemos visto también usar el Evangelio para presentar en púlpitos-escenarios a títeres, a obras de teatro, a bailarines de ballet disfrazados, a cantantes de rock metal haciendo maromas chistosas, etc.
Viendo estas actuaciones graciosas y cómicas, que llegan a ser grotescas y patéticas muchas veces, surgen estas preguntas:
¿Es el humor risible lo mismo que el gozo de Cristo?
¿Es agradable a Dios usar la chanza y el chiste para predicar su Evangelio?
¿Es el Evangelio adaptable a la frivolidad y el entretenimiento, por no decir, a la diversión?
El tercer Mandamiento de la Ley de Dios dice:
“No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano” (Exodo 20 : 7)
Tomar en vano, no solo es tomar inútilmente, sino también frívolamente, en juego, en chiste, en poco, profanamente.
Lo santo no es para tomarse como lo profano. Debe haber una diferencia, marcada por el respeto, la reverencia y el temor de Dios.
“Sus sacerdotes violaron mi ley, y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio; y de mis días de reposo apartaron sus ojos, y yo he sido profanado en medio de ellos” (Ezequiel 22 : 26)
Dios les siga bendiciendo mucho más.
Por Vicente Mercado Santamaría.
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