jueves, 3 de julio de 2014

ESTAFAS PIRAMIDALES: UN MAL TAN VIEJO COMO LA CODICIA


(Considerando que muchas iglesias evangélicas, como el G-12 han introducidos  técnicas piramidales lucrativas en sus métodos, deseo transcribir un estudio sobre la estafa piramidal, tome nota   M.F.)
estafas-piramidesEstas empresas no cuentan con el respaldo de los organismos del estado (Superintendencia de Bancos ni Superintendencia de Valores), de manera que los afectados no podrán recuperar todo el capital invertido.
Cada cierto tiempo se escucha de boca en boca, una oferta maravillosa que con solo entrar he invertir poco dinero y mucho menos tiempo podrás recuperar lo invertido y mucho más. Las personas motivadas por el dinero fácil terminan invirtiendo su dinero en un negocio que consideraban seguro y que les ofrecía elevados intereses, con un resultado funesto, pierden su capital y arrastran consigo a conocidos, familiares o amigos que habían confiado en obtener unas ganancias similares a las conseguidas por esta persona que les convenció a participar.
Es entonces cuando las victimas al no poder recuperar su inversión, culpan a los gobiernos e instituciones por la falta de regulación. Sin embargo, al no tener estos negocios un respaldo de los organismos del estado, la mayoría de los inversionistas no pueden recuperar su inversión, y aunque se juzgue a los responsables, no es alivio ya que el dinero nunca se recupera.
TODO EL MUNDO LO SABIA
Inmediatamente cae la empresa piramidal, todos se preguntan: ¡y cómo es posible que los estafados no se hayan dado cuenta de la evidencia del engaño¡. Solo unos cuantos  Hasta hace poco tiempo se pensaba que este tipo de fraudes eran sufridos por personas con pocos conocimientos financieros, pero el caso Madoff, se ha encargado de desnudar ese mito.
COMO FUNCIONA
Muy sencillo: es igual que una pirámide, en la parte superior está el creador de la compañía. Es una persona o un grupo que, basándose en sus supuestos conocimientos sobre inversión o economía, invita a otras formar parte de su lucrativo negocio. Para ello prometen beneficios increíbles, muy superiores es a los que se podrían obtener invirtiendo en productos financieros, como los que ofrecen los bancos y asociaciones de ahorros.
Muchas de estas estafas piramidales siguen el “esquema Ponzi”, que lleva este nombre, por Carlo Ponzi, el primero en utilizar este tipo de estafas, prometiendo elevadísimos rendimientos en su empresa, convirtiéndose en una de las mayores estafas de la historia en los Estados Unidos durante. El creador de la empresa recibe las aportaciones de los inversores iniciales. Lo cierto es que las primeras personas que participan en el negocio sí que reciben los elevados beneficios prometidos, ha pero aquí comienza la pirámide, por una parte, se les encomienda la labor de captar a nuevas personas que inviertan en el producto, algo que, por otro lado, no les resulta difícil debido a los espectaculares intereses obtenidos. Quienes rodean a estos primeros inversores quieren participar ya que pueden constatar que en poco tiempo, estas personas  han conseguido beneficios que no obtendrían en ningún producto financiero tradicional. Por lo que desean formar parte de esta nueva empresa y,  sin pensarlo dos veces invierten su dinero.
Como cada cliente inicial va captando grupos de personas, el dinero se multiplica y con el que van aportando los nuevos inversores se va pagando al propietario de la empresa y a los primeros socios -que son los que más cobran- y después a los siguientes, según la estructura piramidal, con lo cual los beneficios siguen creciendo. Cuanto más cerca estén de la cima de la pirámide, más dinero reciben. El problema es que sólo en la cúpula saben que no se está invirtiendo el dinero sino que el único negocio consiste en pagar a los sucesivos socios con el dinero que van invirtiendo los últimos en llegar. El producto en el que se invierte, en realidad, no tiene valor.
De esta manera la pirámide va creciendo, porque cada nuevo integrante va captando a otros grupos de personas. Además, como al principio funciona y reciben su dinero, los inversores dan cantidades cada vez mayores y en principio siguen con su elevada rentabilidad. Eso sí, es necesario seguir atrayendo gente porque cuantas más personas participen, mayor es el negocio para los que se sitúan más arriba en la pirámide.
Un truco muy usado es tener grandes sedes con numerosos trabajadores o informar que X o Y empresa ha invertido en la compañía, que siempre tendrán respuestas para los inversores  y un  trato personalizado, para generar mayor credibilidad.
LAS PRIMERAS REUNIONES
En las primeras reuniones a las que se asiste, se recalca la idea de que la actividad es el complemento ideal del trabajo y que se puede hacer en el tiempo libre, mínimo esfuerzo y una remuneración increíble.
Podemos afirmar que lo que se presenta como una ‘excelente oportunidad’, es solo un gran negocio del que se benefician unos pocos, y la inmensa mayoría de los participantes se perjudica económicamente, sufre un impacto psicológico considerable, se resienten sus relaciones sociales, y cuando finalmente se desengaña, queda afectado anímica y moralmente.
Los métodos de adoctrinamiento (seminarios, eventos, reuniones, convenciones etc.), apuntan directamente a moldear la psiquis del inversionista de turno. Como si fuesen una ‘secta comercial’, sometiendo a una manipulación psicológica a sus miembros con el propósito de motivarlos, muy parecida a la que utilizan las sectas religiosas.
Los que ingresan, tienden a cambiar su personalidad, hábitos de vida, amistades y hasta comienzan a utilizar modismos de lenguaje propios del grupo de la pirámide. Expresiones como ‘fantástico ante cualquier suceso beneficioso, o ‘hay que cerrar el paso a lo negativo’, son de uso frecuente. Cuando una persona de afuera, intrigada por ese negocio tan maravillo y le advierte que debe haber algo raro por tantos beneficios, se alejan y llegan al punto apartarse de sus amistades, porque solo traen energía negativa. Estas empresas ofrecen ganancias excepcionales y en dólares, bajo la comodidad de trabajar en su casa y sin esfuerzo alguno, “sin tener que afiliar a nadie o vender nada”, (no les suena una conocida).
DONDE ESTÁ EL TRUCO
Simple, es un modelo del negocio el cual se basa en la captación masiva de otros promotores, ya que cada uno debe pagar como mínimo X cantidad de dólares de suscripción, ¡para poder trabajar con ellos!. Hay comprar uno de los diferentes planes por suscripción.
Sustentan la razón de los pencos beneficios de la compañía con una mezcla de datos y cifras reales sobre el mercado del Internet y con simples expectativas de ventas, basándose en estadísticas, para confundir a los inversores.
CUANDO COMIENZA EL PROBLEMA
Estas pirámides pueden funcionar durante años e incluso durante décadas y habrán ido aportando ganancias a los inversores. Para que funcionen, tiene que haber más clientes nuevos que antiguos y en el momento en que esto no ocurre, el sistema se empieza a desplomarse, los últimos en participar son los más perjudicados porque han invertido su dinero y no sólo no recibirán los intereses prometidos sino que tampoco obtendrán la inversión inicial. Estas empresas piramidales pueden durar décadas funcionando, pero al final caen porque no están respaldadas con un sistema solido de inversión, si fuera tan sencillo los bancos invertirían su dinero en ellas y obtendrían más beneficios que prestándolo a los usuarios.
Cuando los inversionistas reclaman, es cuando se dan cuenta de que la empresa no tenía el respaldo para responder ante las responsabilidades contraídas con los inversionistas, que todo era una ilusión y que perdieron su dinero, solo les quedara asociarse y entablar demandas por estafa y daños y perjuicios.
No podrán reclamar ante el estado ya que estas empresas en su mayoría, no tienen domicilio en los países en los cuales captan a sus víctimas o simple y llanamente como Madoff, el dinero desapareció y solo queda los bienes de algunos de los inversionistas iniciales.
En conclusión, Mientras existan personas dispuestas a correr riesgos para multiplicar su dinero de manera fácil, seguirán las “Estafas Piramidales”, estas son el producto de la debilidad humana: la codicia y el ansia de enriquecerse rápidamente.

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