Al entrar en una iglesia evangélica, uno de los temas más predicados es el diezmo. En este articulo queremos tratar este tema a la luz de las enseñanzas
de Jesús y los apóstoles para verificar si es correcto o no exigir el diezmo.
Al examinar todas las enseñanzas de Cristo y los apóstoles en el Nuevo Testamento podemos notar que no hay ningún mandamiento acerca del diezmo. En el Nuevo Testamento, el diezmo ya no existe, al igual que otros mandamientos del Antiguo testamento, como: guardar el sábado, no comer ciertos alimentos, y ofrecer holocaustos.
¿Estamos diciendo entonces que no tenemos que compartir lo que tenemos? Al contrario, lo que podemos encontrar en el Nuevo Testamento, son mandamientos
y ejemplos que nos enseñan cómo debemos dar. En el Nuevo Testamento, Jesús y los apóstoles nos enseñan vez tras vez que debemos compartir nuestros bienes
y dar de lo que tenemos.
En este tratado queremos mostrar entonces, estas enseñanzas para dar respuesta a las preguntas: ¿Para quién y con qué propósito son estas ofrendas? y ¿cuánto
nos exige? Así puede usted evaluar si su iglesia está enseñando lo correcto o no. Pero sobre todo la pregunta personal que usted debe hacerse es: ¿Estoy
yo haciendo lo que Cristo me ordena hacer con mis bienes o hago sólo lo que mi pastor dice?
LO QUE ENSEÑÓ JESÚS
Empezamos con lo que enseñó nuestro Señor Jesús… “Uno de los jefes preguntó a Jesús: -Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?
Jesús le contestó: -¿Por qué me llamas bueno? Bueno sólo hay Uno: Dios. Ya sabes los mandamientos: no cometas adulterio, no mates, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, y honra a tu padre y madre.
El hombre le dijo: -Todo esto he cumplido desde joven. Al oír esto Jesús le contestó: – Todavía te falta una cosa: – Vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme. Pero cuando el hombre oyó esto se puso muy triste porque era muy rico.” Lucas 18:18-23.
Noten a quiénes mandó Cristo que el joven debía dar la ofrenda: a los pobres. ¿Qué pidió Cristo de este hombre rico? ¿Acaso le pidió que le ofrendara la
décima parte de sus bienes a Él o a sus discípulos? ¿Acaso Cristo le pidió una ofrenda especial para Él mismo? Como podemos ver, en todas sus enseñanzas, Cristo en ninguna ocasión Pidió una ofrenda o diezmo para Él mismo.
¿Cómo entonces podemos dar una ofrenda a Cristo?
Permita que este pasaje aclare la pregunta…Cristo dijo: – “Cuando el Hijo del hombre venga rodeado de esplendor y de todos sus Ángeles, se sentará en su trono glorioso. La gente de todas las naciones, reunirá delante de Él, y Él separará unos de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Y dirá el Rey a los que están a su derecha: vengan ustedes los que han sido bendecidos por mi padre; Reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo. Pues tuve hambre y ustedes me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber; Anduve como forastero y me dieron alojamiento. Estuve sin ropa, y ustedes me la dieron; estuve enfermo y me visitaran; estuve en la cárcel y vinieron a verme. Entonces los justos preguntarán: Señor, ¿Cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer? ¿O cuándo te vimos con sed y te dimos de beber? ¿O cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o sin ropa y te la dimos? , ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? El rey les contestará: Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por Mí mismo lo hicieron. Entonces dirá también a los de la izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles, porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis”. Entonces también ellos le responderán diciendo: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te servimos?” Entonces les responderá diciendo: “De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis”. Irán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna,” Mateo 25:31-40 Como podemos ver: dar a los pobres es como dar directamente a nuestro Señor.
¿CÓMO ENTONCES DEBEMOS DAR A LOS POBRES?
“No hagan sus buenas obras delante de la gente para ser vistos de ellos. Si lo hacen así, su padre que está en los cielos no les dará ningún premio. Por
eso cuando ayudes a los necesitados, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha. Hazlo en secreto. Y tu Padre que ve lo que haces en secreto, te dará
tu premio.” Mateo 6:1-4. En muchas iglesias que exigen diezmos los pastores tienen bien controlado para que todos saben quien está diezmando y quien no lo esta. Según lo que Cristo enseño, nadie debe saber que usted ha dado ni el pastor ni nadie.. Hazlo en secreto…
de Jesús y los apóstoles para verificar si es correcto o no exigir el diezmo.
Al examinar todas las enseñanzas de Cristo y los apóstoles en el Nuevo Testamento podemos notar que no hay ningún mandamiento acerca del diezmo. En el Nuevo Testamento, el diezmo ya no existe, al igual que otros mandamientos del Antiguo testamento, como: guardar el sábado, no comer ciertos alimentos, y ofrecer holocaustos.
¿Estamos diciendo entonces que no tenemos que compartir lo que tenemos? Al contrario, lo que podemos encontrar en el Nuevo Testamento, son mandamientos
y ejemplos que nos enseñan cómo debemos dar. En el Nuevo Testamento, Jesús y los apóstoles nos enseñan vez tras vez que debemos compartir nuestros bienes
y dar de lo que tenemos.
En este tratado queremos mostrar entonces, estas enseñanzas para dar respuesta a las preguntas: ¿Para quién y con qué propósito son estas ofrendas? y ¿cuánto
nos exige? Así puede usted evaluar si su iglesia está enseñando lo correcto o no. Pero sobre todo la pregunta personal que usted debe hacerse es: ¿Estoy
yo haciendo lo que Cristo me ordena hacer con mis bienes o hago sólo lo que mi pastor dice?
LO QUE ENSEÑÓ JESÚS
Empezamos con lo que enseñó nuestro Señor Jesús… “Uno de los jefes preguntó a Jesús: -Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?
Jesús le contestó: -¿Por qué me llamas bueno? Bueno sólo hay Uno: Dios. Ya sabes los mandamientos: no cometas adulterio, no mates, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, y honra a tu padre y madre.
El hombre le dijo: -Todo esto he cumplido desde joven. Al oír esto Jesús le contestó: – Todavía te falta una cosa: – Vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme. Pero cuando el hombre oyó esto se puso muy triste porque era muy rico.” Lucas 18:18-23.
Noten a quiénes mandó Cristo que el joven debía dar la ofrenda: a los pobres. ¿Qué pidió Cristo de este hombre rico? ¿Acaso le pidió que le ofrendara la
décima parte de sus bienes a Él o a sus discípulos? ¿Acaso Cristo le pidió una ofrenda especial para Él mismo? Como podemos ver, en todas sus enseñanzas, Cristo en ninguna ocasión Pidió una ofrenda o diezmo para Él mismo.
¿Cómo entonces podemos dar una ofrenda a Cristo?
Permita que este pasaje aclare la pregunta…Cristo dijo: – “Cuando el Hijo del hombre venga rodeado de esplendor y de todos sus Ángeles, se sentará en su trono glorioso. La gente de todas las naciones, reunirá delante de Él, y Él separará unos de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Y dirá el Rey a los que están a su derecha: vengan ustedes los que han sido bendecidos por mi padre; Reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo. Pues tuve hambre y ustedes me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber; Anduve como forastero y me dieron alojamiento. Estuve sin ropa, y ustedes me la dieron; estuve enfermo y me visitaran; estuve en la cárcel y vinieron a verme. Entonces los justos preguntarán: Señor, ¿Cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer? ¿O cuándo te vimos con sed y te dimos de beber? ¿O cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o sin ropa y te la dimos? , ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? El rey les contestará: Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por Mí mismo lo hicieron. Entonces dirá también a los de la izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles, porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis”. Entonces también ellos le responderán diciendo: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te servimos?” Entonces les responderá diciendo: “De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis”. Irán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna,” Mateo 25:31-40 Como podemos ver: dar a los pobres es como dar directamente a nuestro Señor.
¿CÓMO ENTONCES DEBEMOS DAR A LOS POBRES?
“No hagan sus buenas obras delante de la gente para ser vistos de ellos. Si lo hacen así, su padre que está en los cielos no les dará ningún premio. Por
eso cuando ayudes a los necesitados, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha. Hazlo en secreto. Y tu Padre que ve lo que haces en secreto, te dará
tu premio.” Mateo 6:1-4. En muchas iglesias que exigen diezmos los pastores tienen bien controlado para que todos saben quien está diezmando y quien no lo esta. Según lo que Cristo enseño, nadie debe saber que usted ha dado ni el pastor ni nadie.. Hazlo en secreto…
¿CUÁNTO ENTONCES DEBEMOS DAR?
“No tengan miedo, ovejas mías; ustedes son pocos, pero su Padre en su bondad ha decidido darles el reino. Vendan lo que tienen, y den a los necesitados;
procúrense bolsas que no se hagan viejas, riqueza sin fin en el cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruir. Pues donde esté tu riqueza,
allí estará también tu corazón”. Lucas 12:32-34. Como podemos ver, seguir a Jesús nos cuesta mucho más que sólo la décima parte de nuestra ganancia. Si todavía hay duda de esto, Cristo también dijo: -“Si alguien te demanda y te quiere quitar la camisa, déjale que también se lleve tu capa. Si te obligan a llevar carga una milla, llévala dos. A cualquier que te pida algo, Dáselo; y no le vuelvas la espalda al que te pida prestado. Yo les digo amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen. Así ustedes serán hijos de su Padre que está en el cielo…” Mateo 5:40-42 y 44-45. Aquí vemos que seguir a Jesús nos puede costar todo, hasta nuestra vida en manos de nuestros enemigos.
¿COMO SEGUÍAN A JESÚS LOS APÓSTOLES?
“Todos los creyentes que eran muchos pensaban y sentían de la misma manera. Ninguno decía que sus cosas fueran solamente suyas, sino que eran de todos…
…No había entre ellos ningún necesitado, porque quienes tenían terrenos y casas, los vendían, y el dinero lo ponían a disposición de los apóstoles para
repartirlo entre todos, según las necesidades de cada uno” Hechos 4:32-34.
¿Será que los apóstoles se aprovechaban de estas ofrendas? “Un día, Pedro y Juan fueron al templo para la oración de las tres de la tarde. Allí en el templo, estaba un hombre paralítico de nacimiento, al cual llevaban todos los días y lo ponían junto a la puerta llamada la Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban. Cuando el paralítico vio a Pedro y a Juan,
que estaban a punto de entrar en el templo, les pidió una limosna. Ellos lo miraron fijamente, y Pedro le dijo: – Míranos. El hombre puso atención, creyendo
que le iban a dar algo. Pero Pedro dijo: – No tengo oro ni plata, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.” Hechos 3:1-6. Noten que Pedro y Juan, a pesar de ser los apóstoles principales, no tenían ni un centavo en esta ocasión.
¿QUIÉNES ENTONCES APROVECHABAN (RECIBÍAN) ESTAS OFRENDAS?
“En aquel tiempo el número de los creyentes iba aumentando, los de habla griega comenzaron a quejarse de los de habla hebrea, diciendo que las viudas griegas
no eran bien atendidas en la distribución diaria de ayuda”. Hechos 6:1. Noten que había una distribución diaria para ayudar a las viudas.
PABLO Y LAS OFRENDAS.
Ahora vamos a examinar lo que enseñó el apóstol Pablo acerca del tema.
“Pero ahora voy a Jerusalén, a llevar socorro a aquellos hermanos. Porque los de Macedonia y Acaya decidieron voluntariamente hacer una colecta y mandársela
a los hermanos pobres de Jerusalén. Lo decidieron voluntariamente, e hicieron bien, porque así como los creyentes judíos han compartido sus bienes espirituales
con los no judíos, estos, a su vez, deben socorrer con sus bienes materiales a los creyentes judíos. Así que, cuando yo termine este asunto y les haya entregado la colecta, saldré para España, y de paso os visitaré.” Romanos 15:25-18. Noten en el versículo 26 para quiénes era esta ofrenda: para los Hermanos Pobres. También vemos que era voluntaria. “En cuanto a la colecta para los del pueblo santo, hacedla según las instrucciones que di a las iglesias de la provincia de Galacia. Los domingos, cada uno de vosotros debe apartar algo, según lo que haya ganado, y debe guardarlo para que cuando yo vaya no tengan que hacerse colectas. Cuando llegue, daré cartas de recomendación a las personas que hayáis escogido, y las mandaré a Jerusalén para que lleven vuestra colecta.” I Corintios 16:1-3. Aunque muchos pastores utilizan este pasaje para justificar el pedir diezmos y ofrendas para sus propios fines económicos, noten en el versículo 1, que se trata de la misma ofrenda que Pablo menciona en Romanos 14, la cual era para los pobres en Jerusalén.
“No tengan miedo, ovejas mías; ustedes son pocos, pero su Padre en su bondad ha decidido darles el reino. Vendan lo que tienen, y den a los necesitados;
procúrense bolsas que no se hagan viejas, riqueza sin fin en el cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruir. Pues donde esté tu riqueza,
allí estará también tu corazón”. Lucas 12:32-34. Como podemos ver, seguir a Jesús nos cuesta mucho más que sólo la décima parte de nuestra ganancia. Si todavía hay duda de esto, Cristo también dijo: -“Si alguien te demanda y te quiere quitar la camisa, déjale que también se lleve tu capa. Si te obligan a llevar carga una milla, llévala dos. A cualquier que te pida algo, Dáselo; y no le vuelvas la espalda al que te pida prestado. Yo les digo amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen. Así ustedes serán hijos de su Padre que está en el cielo…” Mateo 5:40-42 y 44-45. Aquí vemos que seguir a Jesús nos puede costar todo, hasta nuestra vida en manos de nuestros enemigos.
¿COMO SEGUÍAN A JESÚS LOS APÓSTOLES?
“Todos los creyentes que eran muchos pensaban y sentían de la misma manera. Ninguno decía que sus cosas fueran solamente suyas, sino que eran de todos…
…No había entre ellos ningún necesitado, porque quienes tenían terrenos y casas, los vendían, y el dinero lo ponían a disposición de los apóstoles para
repartirlo entre todos, según las necesidades de cada uno” Hechos 4:32-34.
¿Será que los apóstoles se aprovechaban de estas ofrendas? “Un día, Pedro y Juan fueron al templo para la oración de las tres de la tarde. Allí en el templo, estaba un hombre paralítico de nacimiento, al cual llevaban todos los días y lo ponían junto a la puerta llamada la Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban. Cuando el paralítico vio a Pedro y a Juan,
que estaban a punto de entrar en el templo, les pidió una limosna. Ellos lo miraron fijamente, y Pedro le dijo: – Míranos. El hombre puso atención, creyendo
que le iban a dar algo. Pero Pedro dijo: – No tengo oro ni plata, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.” Hechos 3:1-6. Noten que Pedro y Juan, a pesar de ser los apóstoles principales, no tenían ni un centavo en esta ocasión.
¿QUIÉNES ENTONCES APROVECHABAN (RECIBÍAN) ESTAS OFRENDAS?
“En aquel tiempo el número de los creyentes iba aumentando, los de habla griega comenzaron a quejarse de los de habla hebrea, diciendo que las viudas griegas
no eran bien atendidas en la distribución diaria de ayuda”. Hechos 6:1. Noten que había una distribución diaria para ayudar a las viudas.
PABLO Y LAS OFRENDAS.
Ahora vamos a examinar lo que enseñó el apóstol Pablo acerca del tema.
“Pero ahora voy a Jerusalén, a llevar socorro a aquellos hermanos. Porque los de Macedonia y Acaya decidieron voluntariamente hacer una colecta y mandársela
a los hermanos pobres de Jerusalén. Lo decidieron voluntariamente, e hicieron bien, porque así como los creyentes judíos han compartido sus bienes espirituales
con los no judíos, estos, a su vez, deben socorrer con sus bienes materiales a los creyentes judíos. Así que, cuando yo termine este asunto y les haya entregado la colecta, saldré para España, y de paso os visitaré.” Romanos 15:25-18. Noten en el versículo 26 para quiénes era esta ofrenda: para los Hermanos Pobres. También vemos que era voluntaria. “En cuanto a la colecta para los del pueblo santo, hacedla según las instrucciones que di a las iglesias de la provincia de Galacia. Los domingos, cada uno de vosotros debe apartar algo, según lo que haya ganado, y debe guardarlo para que cuando yo vaya no tengan que hacerse colectas. Cuando llegue, daré cartas de recomendación a las personas que hayáis escogido, y las mandaré a Jerusalén para que lleven vuestra colecta.” I Corintios 16:1-3. Aunque muchos pastores utilizan este pasaje para justificar el pedir diezmos y ofrendas para sus propios fines económicos, noten en el versículo 1, que se trata de la misma ofrenda que Pablo menciona en Romanos 14, la cual era para los pobres en Jerusalén.
Más adelante en II Corintios Pablo habla más acerca de la misma ofrenda. “Ahora pues, dentro de vuestras posibilidades, terminad lo que habíais comenzado, y terminadlo con la misma disposición que mostrasteis al principio, cuando decidisteis hacerlo. Porque si de veras alguien quiere dar algo, Dios le aceptará la ofrenda que él haya hecho según sus posibilidades. Dios no pide lo que uno no tiene. No se trata de que por ayudar a los demás paséis vosotros necesidad. Se trata más bien de que haya igualdad. Ahora tenéis vosotros lo que a ellos les falta, y en otra ocasión tendrán ellos lo que os falte a vosotros, y de esta manera habrá igualdad. Además, las iglesias lo escogieron para que viajara con nosotros y ayudara en esta obra de caridad que estamos prestando para honrar al Señor y en prueba de nuestros deseos de ayudar.” II Corintios 8:11-15, 19
Vemos de nuevo que era una obra de amor.“Porque al llevar esta ayuda a los hermanos, no solamente les llevamos lo que les hace falta, sino que los movemos a dar muchas gracias a Dios.” II Corintios 9:12
¿Acaso estaba Pablo recogiendo algo para él mismo? Vemos que toda la exhortación que Pablo da en estos libros tiene que ver con esta obra de amor y no como los pastores corruptos de hoy en día lo malinterpretan para justificar sus propios intereses económicos y su avaricia.
Con todo, Pablo no recogió nada para él mismo. Si todavía queda duda acerca de esto veamos lo que él mismo dice acerca del asunto…”Ahora, hermanos, los encomiendo a Dios y al mensaje de su amor. Él tiene poder para hacerlos crecer espiritualmente y darles todo lo que ha prometido a su pueblo santo. No he querido para mí mismo ni el dinero ni la ropa de nadie; al contrario, bien saben ustedes que trabajé con mis propias manos para conseguir lo necesario para mí y para los que estaban conmigo. Siempre les he enseñado que así se debe trabajar y ayudar a los que están en necesidad, recordando aquellas palabras del Señor Jesús: ‘Hay más dicha en dar que en recibir.‘ “Hechos 20:33-35
¿Cuántos pastores hoy en día pueden decir como el Apóstol Pablo.. No he querido para mí mismo ni el dinero ni la ropa de nadie..? ¿Cuántos pastores hoy en día pueden decir como el Apóstol Pablo.. “Mi recompensa es la satisfacción de anunciar el evangelio sin cobrar nada; es decir, sin hacer valer mi derecho a vivir de mi trabajo en el anuncio del evangelio.” I Corintios 9:18?
Pablo mismo testificó aquí que él no cobró nada por anunciar el evangelio. ¡Qué contraste con lo que se escucha hoy día en los mensajes de los pastores
que predican para luego pedir una ofrenda! De estos pastores que toman las cosas de Dios como fuente de ganancia Pablo también habló…“…de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad (nuestra fe) como fuente de ganancia. Apártate de los tales.” I Timoteo
6:5.
En resumen, los que quieren seguir a Cristo y el ejemplo de los apóstoles, si se encuentran en iglesias así que toman las cosas de Dios como fuente de Ganancia,
tienen que apartarse de ellos para estar dispuestos a dar mucho más que la décima parte a los que realmente necesitan. Así que les animo a buscar a los
líderes que en verdad están predicando el mensaje que Jesús y los Apóstoles predicaron acerca de ayudar a los necesitados. “Por lo cual, Salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo impuro; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor todopoderoso.” II Corintios 6:17-18
Si Desea estudiar más acerca de cómo vivían los apóstoles y cómo apoyaban sus ministerios, aquí hay algunas citas para estudiar: I Corintios 12:16-17; II
Corintios 6:3-13; I Tesalonicenses 2:5-10; I Tesalonicenses4:10-12; II Tesalonicenses 3:6-12; Hechos 18:1-4.
El diezmo “era” de la ley (Mt.23:23). “Según la ley” (Heb.7:5).
Vemos de nuevo que era una obra de amor.“Porque al llevar esta ayuda a los hermanos, no solamente les llevamos lo que les hace falta, sino que los movemos a dar muchas gracias a Dios.” II Corintios 9:12
¿Acaso estaba Pablo recogiendo algo para él mismo? Vemos que toda la exhortación que Pablo da en estos libros tiene que ver con esta obra de amor y no como los pastores corruptos de hoy en día lo malinterpretan para justificar sus propios intereses económicos y su avaricia.
Con todo, Pablo no recogió nada para él mismo. Si todavía queda duda acerca de esto veamos lo que él mismo dice acerca del asunto…”Ahora, hermanos, los encomiendo a Dios y al mensaje de su amor. Él tiene poder para hacerlos crecer espiritualmente y darles todo lo que ha prometido a su pueblo santo. No he querido para mí mismo ni el dinero ni la ropa de nadie; al contrario, bien saben ustedes que trabajé con mis propias manos para conseguir lo necesario para mí y para los que estaban conmigo. Siempre les he enseñado que así se debe trabajar y ayudar a los que están en necesidad, recordando aquellas palabras del Señor Jesús: ‘Hay más dicha en dar que en recibir.‘ “Hechos 20:33-35
¿Cuántos pastores hoy en día pueden decir como el Apóstol Pablo.. No he querido para mí mismo ni el dinero ni la ropa de nadie..? ¿Cuántos pastores hoy en día pueden decir como el Apóstol Pablo.. “Mi recompensa es la satisfacción de anunciar el evangelio sin cobrar nada; es decir, sin hacer valer mi derecho a vivir de mi trabajo en el anuncio del evangelio.” I Corintios 9:18?
Pablo mismo testificó aquí que él no cobró nada por anunciar el evangelio. ¡Qué contraste con lo que se escucha hoy día en los mensajes de los pastores
que predican para luego pedir una ofrenda! De estos pastores que toman las cosas de Dios como fuente de ganancia Pablo también habló…“…de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad (nuestra fe) como fuente de ganancia. Apártate de los tales.” I Timoteo
6:5.
En resumen, los que quieren seguir a Cristo y el ejemplo de los apóstoles, si se encuentran en iglesias así que toman las cosas de Dios como fuente de Ganancia,
tienen que apartarse de ellos para estar dispuestos a dar mucho más que la décima parte a los que realmente necesitan. Así que les animo a buscar a los
líderes que en verdad están predicando el mensaje que Jesús y los Apóstoles predicaron acerca de ayudar a los necesitados. “Por lo cual, Salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo impuro; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor todopoderoso.” II Corintios 6:17-18
Si Desea estudiar más acerca de cómo vivían los apóstoles y cómo apoyaban sus ministerios, aquí hay algunas citas para estudiar: I Corintios 12:16-17; II
Corintios 6:3-13; I Tesalonicenses 2:5-10; I Tesalonicenses4:10-12; II Tesalonicenses 3:6-12; Hechos 18:1-4.
El diezmo “era” de la ley (Mt.23:23). “Según la ley” (Heb.7:5).
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