domingo, 11 de enero de 2015

SALVACIÓN ETERNA Y CONDENACIÓN?


Marcos Andrés Nehoda
salvacion 2Hay un concepto que se está esparciendo por el mundo evangélico, el cual hace hincapié en los beneficios aquí y ahora, menospreciando los beneficios eternos de la Obra que Jesucristo realizó en la Cruz del Calvario en forma completa y perfecta.                                                                                                                          Tal es así, que un creyente escribe: “La Iglesia se ha preocupado con la pregunta, ‘¿Qué pasa con el alma después de la muerte?’. ¡Como si la razón de la venida de Jesús se resumiera así, que ‘Jesús busca llevar más almas al Cielo, para que ellos no vayan al Infierno después que mueran!’. Yo sí creo que una lectura clara de los Evangelios descarta esta posibilidad. “Yo no creo que el Mensaje completo y la vida de Jesús pueden resumirse con esta conclusión”. (Brian McLaren cited on PBS Special on the Emerging Church (Religion and Ethics Weekly, 15 de Julio de 2005). No podemos menos que horrorizarnos ante estas palabras.
Jesucristo dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el Nombre del Unigénito Hijo de Dios”. (Juan 3.16-18).
Precisamente, el nudo del Evangelio es Salvación Eterna o Condenación Eterna; no hay claroscuros en la proclama evangélica. Tiene que ser una Salvación Eterna porque “Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración [compasión, lástima] de todos los hombres”. (1º Corintios 15.19).
Dios dice claramente en Su Palabra que, si no hay arrepentimiento verdadero, no hay perdón; y éste, únicamente sobre la base del Sacrificio Perfecto de Jesucristo en la Cruz. Así de simple. Dios no hará ninguna excepción: ni uno solo entrará en el Cielo sin estar arrepentido de veras y sin haber pasado por la Cruz.
El arrepentimiento verdadero conlleva un cambio de vida; si no hay cambio de vida, no hay verdadero arrepentimiento. Así como se niega el carácter eterno o trascendente del Evangelio del Reino de Dios, así también se procura minimizar el aspecto tan claramente expuesto en La Palabra de Dios sobre la Condenación Eterna.
En un reportaje televisivo realizado en vivo por Larry King a Joel Osteen, se desarrolló la siguiente conversación:                                                                                  King: ¿Qué si tú eres judío o musulmán, y no aceptas a Jesucristo del todo?
Osteen: “Tú sabes, yo tengo mucho cuidado en decir quién puede o quién no puede ir al Cielo. Yo no sé…”
King: Si tú crees que tienes que creer en Cristo, ¿Ellos están equivocados, no es cierto?
Osteen: “Bueno, yo no sé si creo que ellos están equivocados. Yo creo que aquí está lo que la Biblia enseña y esto es lo que creo acerca de la fe cristiana”. Dice La Palabra de Dios en Mateo 25.46: “E irán éstos al Castigo Eterno, y los justos a la Vida Eterna”.
Nuevamente, en otra parte del reportaje:
King: ¿Qué acerca de un ateo?
Osteen: “Sabes qué, yo voy a dejar que alguien… yo voy a dejar que Dios sea el Juez en cuanto a quién va al Cielo o al Infierno. Yo sólo -nuevamente- yo presento la verdad, y yo lo digo cada semana. Tú sabes, yo creo que es una relación con Jesús. ¿Pero sabes qué? Yo no voy a andar por todos lados diciendo a todos los demás, si ellos no quieren creer eso, qué es lo que será su decisión. Dios tiene que ver tu propio corazón, y sólo Dios sabe eso”.
La Palabra de Dios ya se ha expedido sobre este tema: “El que en Él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el Nombre del Unigénito Hijo de Dios”. (Juan 3.18).  La Condenación Eterna no es un estado de destrucción del alma y del espíritu en el Lago de Fuego, en donde ya no sufren porque han dejado de existir.
La Santa Biblia dice claramente: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el Lago de Fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos… y el que no se halló inscrito en el Libro de la Vida fue lanzado al Lago de Fuego”. (Apocalipsis 20.10, 15).

!!EL PASTOR DE LA IGLESIA MÁS GRANDE NIEGA A JESUCRISTO COMO ÚNICO SALVADOR!!


JOEL OSTEEN ”VERDADERO O FALSO” ? JOEL OSTEEN DICE; ”Yo creo a mi manera de todo corazón’.

Joel Osteen es el pastor de Lakewood Church, Texas. USA. Una iglesia con más de 30.000 miembros; la más grande de los Estados Unidos. Entrevistado en uno de los Shows en vivo más famosos a nivel nacional, llamado Larry King Live, se atrangantó y no pudo citar Juan 14:6 para decir que solo en Cristo hay salvación.
A continuación parte de la entrevista a Joel Osteen;
KING: Hemos tenido aqui ministros que dicen..Si crees en Cristo vas al cielo y si no crees en Cristo, no importa lo que hagas en tu vida sin Cristo no vas al cielo…
OSTEEN: Si, no se, creo que es un balance entre los dos, creo que debes conocer a Cristo, pero creo que si conoces a Cristo eres un creyente en Dios, harás buenas obras…
KING: Pero ¿Qué si tu eres judío o musulmán, y no aceptas a Jesucristo del todo?
OSTEEN: ”Tú sabes, yo tengo mucho cuidado en decir quién puede o quién no puede ir al Cielo. Yo no sé…”
KING: Si tú crees que tienes que creer en Cristo, ¿Ellos están equivocados, no es cierto?
OSTEEN: “Bueno, yo no sé si creo que ellos están equivocados. Yo creo que aquí está lo que la Biblia enseña y esto es lo que creo acerca de la fe cristiana. Pero yo creo que solamente Dios puede juzgar el corazón de una persona. Pasé bastante tiempo en la India con mi padre. Yo no sé todo acerca de la religión de ellos. Pero sé que aman a Dios. Y no sé; he visto su sinceridad. Así que, no sé. Yo sé por mí, y lo que La Biblia enseña; yo quiero tener una relación con Jesús”.
Después se abrieron las líneas de teléfono, y un cristiano aparentemente sorprendido por la declaracion de Joel le pidió que se explicara mejor:
PERSONA AL TELÉFONO: Aló, Larry. Tú eres el mejor, y gracias, Joe -Joel- por su mensaje positivo y su libro. Me pregunto, aún así, ¿por qué se salió usted de la pregunta fácil que le hizo Larry anteriormente acerca de ¿cómo podemos llegar al Cielo? La Biblia nos dice claramente que Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y que el único Camino al Padre es por medio de Él. Ése no es realmente un mensaje de condenación, sino de verdad.
OSTEEN: “Sí, yo estoy de acuerdo con esta persona, yo creo eso…
KING: Entonces, ¿un judío no va al Cielo?
OSTEEN: “No; eso es lo que digo, Larry; yo no puedo juzgar el corazón de nadie. -Tú sabes. Sólo Dios puede ver el corazón de alguien, y entonces, yo no sé. Para mí, no es mi asunto el decir (tú sabes), éste sí es o éste no. Yo sólo digo: ‘esto es lo que la Biblia enseña y yo voy a poner mi fe en Cristo’. Y yo pienso solamente que no está bien cuando alguien anda diciendo, o tú estás diciendo: ‘tú no vas, tú no vas, tú no vas; porque no es exactamente mi manera. Yo sólo…”
KING: Pero tú crees a tu manera.
OSTEEN: “Yo creo a mi manera. Yo creo a mi manera con todo mi corazón”.
KING: ¿Pero si alguien no cree como tú, está mal, no es cierto?
OSTEEN: “Bueno, sí. Bueno; yo no sé si lo veo de esa manera. Yo voy a presentar mi manera, pero yo sólo voy a dejar que sea Dios el Juez de eso. Yo no sé. Yo no sé”.
KING: ¿Así que tú no juzgas a nadie?
OSTEEN: “No. Pero yo…”
KING: ¿Y qué acerca de un ateo que desafía a Dios, qué acerca de un ateo?
OSTEEN: “Sabes que, yo voy a dejar que alguien – Yo voy a dejar que Dios sea el Juez en cuanto a quién va al Cielo o al Infierno. Yo sólo -nuevamente- yo presento la verdad, y yo lo digo cada semana. Tú sabes, yo creo que es una relación con Jesús. ¿Pero sabes qué? Yo no voy a andar por todos lados diciendo a todos los demás, si ellos no quieren creer eso, que es lo que será su decisión. Dios tiene que ver tu propio corazón, y sólo Dios sabe eso”.
Amigos y hermanos, la Biblia es clara. Hay UNO, y solamente un Camino para salir de un Infierno Eterno; y es la Sangre de nuestro Señor Jesucristo. La resistencia de Osteen para confesar la única forma Redentora de Salvación por medio del Señor Jesucristo envió olas de impacto entre muchos de los seguidores de Osteen. Y debido a la cantidad de correspondencia electrónica y cartas cuestionando sus declaraciones, Osteen escribió una disculpa en su sitio de Internet. Asi que consciente, consistente y claramente, rechazó que el Señor Jesucristo es ¡el ÚNICO Camino de Salvación!
Se que muchos lo han disculpado y hasta defendido, pero no estamos hablando de un ‘bebé’ en Cristo. Estamos hablando del pastor de ¡la iglesia más grande en los Estados Unidos!
(El pastor jefe del cantante Marcos Witt) Y eso no es todo, muchas otras declaraciones de Osteen durante la entrevista con Larry King fueron vergonzosamente opuestas a la Palabra de Dios:
KING: ¿Pero tú no eres fuego y azufre, verdad? ¿Tú no golpeas el púlpito predicando del infierno y de la condenación?
OSTEEN: “No. Ese no soy yo. Nunca he sido así. Yo siempre he sido un animador del corazón. Y cuando tomé el lugar de mi padre él vino de un trasfondo de los Bautistas del Sur; y hace 40, 50 años atrás sí había mucho de eso (infierno, fuego y azufre). Pero, tú sabes, yo sólo -yo no creo en eso; yo no creo- Tal vez, lo creí por un tiempo. Pero ahora, no tengo en el corazón condenar a la gente. Estoy aquí para animarlos. Me veo a mí mismo como más que un entrenador, como un motivador; para ayudarles a ellos a experimentar la vida que Dios tiene para nosotros”.
Debido a las repuestas vagas y confusas de Osteen, Larry King un pecador le pregunta a Osteen si él cree en La Biblia. ¿No cree usted que es muy extraño hacer esa pregunta a un MEGA PASTOR?
KING: ¿Tú crees literalmente en La Biblia?
OSTEEN: “Yo sí; yo sí”.
KING: ¿Qué acerca de asuntos hacia los cuales la iglesia está en contra? ¿Aborto? ¿Matrimonios del mismo sexo?
OSTEEN: “Bueno. ¿Sabes qué, Larry? Yo no me meto en eso. Yo sólo…”
KING: Tienes tu opinión, ¿No?
OSTEEN: “Yo tengo mis opiniones. Yo sólo, tú sabes; yo no creo que matrimonios del mismo sexo es la manera que Dios quiso que fuera. No creo que el aborto sea lo mejor. Creo que hay otra, tú sabes, una mejor manera de vivir tu vida. Pero no voy a condenar a esas personas. Yo les digo todo el tiempo que nuestra iglesia está abierta para todos”.
Otra vez, Larry se ve sorprendido de la indecisión de Osteen. Larry le permite a Osteen el clarificar su confusa posición. Y otra vez, Osteen abiertamente contradice las palabras de nuestro Señor Jesucristo.
KING: ¿Tú no los llamas pecadores?
OSTEEN: “No; yo no”.
KING: ¿Es esa una palabra que tú no usas?
OSTEEN: “No; yo no la uso. Nunca pensé al respecto. Pero yo probablemente no. Muchos ya saben que lo que están haciendo es erróneo. Cuando vienen a la iglesia, yo quiero decirles que pueden cambiar. Que puede haber una diferencia en su vida. Así que, yo no voy en el camino de andar condenando”.
!!!HIJOS DEL DIOS VERDADERO, HAY QUE ALEJARSE DE JOEL OSTEEN, PREDICADOR DEL EVANGELIO LIBERTINO Y DE AUTO-ESTIMA.!!!
HERMANOS: Sea hallado Dios veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso, ROMANOS 3:4
Dios Les Continue Bendiciendo.
Nota: El escrito completo en idioma inglés puede ser leído en la siguiente página Web:www.av1611.org/osteen.html
Noticia Reciente: QUE DESPRAVADOS SON. Lunes 11 de Enero, 2010
Joel Osteen ora por alcaldesa lesbiana quien estaba acompañada por su pareja en ceremonia de posesión, Mientras el pastor Osteen oraba por la alcaldesa Parker, esta tenía la mano izquierda sobre la Biblia que perteneció a sus abuelos, la cual era sujetada por su pareja íntima, Kathy Hubbard.

¿YO DECLARO? UNA RESEÑA DEL LIBRO DE JOEL OSTEEN?


Joel OsteenPor Edgar R. Aponte
Reseña del libro “Yo declaro, 31 promesas para proclamar sobre su vida”, Joel Osteen, (New York, NY: Hachette Book Group, Inc., 2013). 174 páginas.
Es muy probable que usted haya escuchado a varias personas que profesan ser cristianas decir: “Yo declaro”. Este tipo de expresiones son comunes en las iglesias pentecostales. En las próximas líneas haré un análisis del libro de Joel Osteen titulado “Yo declaro”.
El libro está compuesto por 31 capítulos, donde cada uno es el desarrollo de una de las 31 promesas que el autor invita al lector a declarar sobre su vida para que así pueda cumplir sus sueños y tener éxito. En la introducción, Osteen dice que “nuestras palabras tienen poder creativo. Cuando declaramos algo, ya sea bueno o malo, damos vida a lo que estamos diciendo (v)”. Él dice que las personas no se dan cuenta que cuando hablan de ellas mismas están profetizando su futuro. “Si yo profetizo mi futuro, quiero profetizar algo bueno (vii)”. El autor desea que las personas usen “este libro como su guía para declarar su victoria cada día. Declare salud. Declare favor. Declare abundancia (ix)”.
Un ejemplo de ese ejercicio de declaración es pararse frente al espejo y decir: “Buenos días, guapa. Buenos días, bendito, próspero, exitoso, fuerte, talentoso, creativo, confiado, seguro, disciplinado, enfocado y muy favorecido hijo del Dios Altísimo (xii)”. En resumen, los 31 capítulos son el desarrollo de estos adjetivos y otros sueños. Cualquier lector curioso se preguntaría dónde da Dios esas 31 promesas, cosa que Osteen no menciona.
En lo que resta, mi intención es analizar algunos puntos importantes que pude notar durante la lectura del libro. Pero antes de eso quiero explicar el origen de la tan usada expresión “Yo declaro”.
EL ORIGEN DE “YO DECLARO”
No creo que la expresión “yo declaro” sea original de Osteen, ya que el libro no tiene un año de ser publicado y yo particularmente escuché la expresión años antes. Lo que sí tengo claro que no es original de Osteen es la idea de que “nuestras palabras crean realidades”. En Estados Unidos y América Latina es común escuchar a líderes religiosos, regularmente asociados al llamado “evangelio de la prosperidad”, afirmar que nuestra mente y nuestras palabras tienen el poder de crear cosas materiales y hacer que los sucesos ocurran. Esa es la tesis de este libro. Este concepto tiene su origen en una corriente filosófica denominada “Nuevo Pensamiento” (“New Thought” en inglés).
El “Nuevo Pensamiento” comenzó en el siglo XIX, y ganó mucha popularidad en los Estados Unidos en las primeras décadas del 1900. También se le conocía como “Mente Sanadora” o “armonialismo”. Aunque el movimiento nace en el siglo XIX, sus orígenes se encuentran en las ideas del inventor sueco Emanuel Swedenborg, que en su búsqueda del alma humana dijo que Dios se le reveló y lo declaró “Revelador de Dios”. Swedenborg decía que hablaba con el apóstol Pablo, con Martín Lutero y en ocasiones con Moisés. Negó las verdades del cristianismo y enseñaba que el mundo físico era una extensión de la mente y que por lo tanto la mente podía formar y dictar cosas materiales.
Estas ideas fueron desarrolladas en Estados Unidos por Phineas Quimby quien se conoce como el padre del “Nuevo Pensamiento”. Quimby decía que lo que alguien cree es realidad, incluyendo las enfermedades. Los proponentes del “Nuevo Pensamiento” tomaron ideas de diferentes religiones, especialmente del cristianismo.
Las ideas del “Nuevo Pensamiento” fueron popularizadas por el gurú Ralph Waldo Trine quien publicó un libro en 1897 que vendió millones de copias. Trine decía que lo que uno afirmaba con la mente y con palabras ocurría; que las razones de las enfermedades en las personas eran porque hablaban o pensaban sobre ellas. Pero las enseñanzas no llegaron claramente a las iglesias de mano de Trine —quien negaba la Biblia y la deidad de Cristo—, sino a través del pastor E. W. Kenyon. Kenyon fue compañero de estudio de Trine en la escuela de oratoria Emerson College en Massachusetts. El predicador Kenyon es conocido por su idea del “pensamiento positivo”. Él enseñó que las confesiones positivas eran la clave para una vida próspera. También se le conoce como el padre del “evangelio de la prosperidad”. Kenyon influenció a personas como Kenneth Hagin y Oral Roberts, este último fundador de la universidad que lleva su nombre donde estudió Joel Osteen.
En resumen, la idea del “yo declaro” no es más que la representación de las ideas paganas originalmente conocidas como el “Nuevo Pensamiento”, que luego popularizaron algunos pastores con el término “pensamiento positivo y próspero”.
EL “YO-ISMO” DE “YO DECLARO”
El cristianismo bíblico es cristocéntrico, mientras que el libro “Yo declaro” es “hombrecéntrico” (antropocéntrico). La Biblia enseña que Cristo es el centro de la Biblia, y que el Antiguo Testamento atestigua de Él (Lc. 24:44). La Palabra de Dios nos enseña que Jesucristo es Dios encarnado, el Hijo obediente, el ultimo Adán, el verdadero Israel, y el heredero del trono de David (cf. Jn. 1:14Mt. 1:12:15Ro. 5:12-211 Co. 15:20-28Fil. 2:6-11); y que al mismo tiempo es Yahweh, el Señor (Jn. 8:58Hch. 2:36). Cristo vino a vivir la vida que nosotros no pudimos vivir, a recibir la muerte que nosotros merecemos, y resucitó al tercer día declarando victoria sobre la muerte, para que todo aquel que se arrepienta de sus pecados y ponga su fe en Él como Señor y Salvador, sea salvo y tenga vida eterna. El Cordero de Dios murió como sustituto de todos los que en Él crean.
En cambio, este libro es estrictamente “hombrecéntrico”. Todo es acerca de mí, y nada acerca de Cristo y lo que Él hizo en la cruz. Expresiones como estas son comunes: “yo declaro que las personas serán buenas conmigo (59)”, “éste es mi tiempo de brillar (141)”. Y llega al punto de decir que el hombre está en control. “Yo tengo el control (166)”.
LA HERMENÉUTICA DE “YO DECLARO”
Algo claro en las páginas de “Yo declaro” es la pobre hermenéutica del autor. Osteen trata la Biblia como si fuera un libro mágico de la novela Harry Potter y, en los mejores casos, la moraliza de una forma triste. Por ejemplo, cita Salmos 2:8, donde Dios dice: “pídeme, y te daré por herencia las naciones”. Osteen aplica este versículo a su lector, diciéndole, ves, pídele a Dios y te dará tus sueños (148). Cualquiera que haya leído con detenimiento su Biblia sabe que el Salmo 2 es un texto mesiánico. El libro de Hechos aplica este Salmo a Jesús (Hechos 4:23-27). El versículo que Osteen usa en realidad habla sobre la soberanía de Cristo sobre las naciones. Dios Padre le dio a su Hijo las naciones como herencia. Esto habla del alcance del evangelio a los gentiles. Es un versículo que los misioneros han usado por años. Es por eso que algunas traducciones, como la King James en inglés, no usan la palabra naciones, sino “paganos”.
Osteen hace algo similar con Job 3:25 (139), usando ese versículo para decir que las calamidades de Job le llegaron porque él las llamó con su mente, ignorando totalmente el contexto y todo lo que el capítulo 1 dice sobre esas calamidades. Lo mismo hace con otros versículos del Nuevo Testamento, donde solo cita la mitad de un versículo para usar algunas palabras para decir algo diferente a lo que el texto enseña. Por ejemplo, después de narrar la historia del milagro donde Jesús convirtió el agua en vino en Juan 2, Osteen concluye lo siguiente: Este vino era excelente. Un buen vino toma entre veinte y treinta años. Jesús aceleró el proceso del vino. Y luego añade: “Quizás normalmente le costaría veinte años pagar su casa, pero la buena noticia es que a Dios le gusta acelerar los procesos (56-7)”. En fin, el uso de la Biblia en este libro es un recordatorio de la popular expresión de que “todo texto usado fuera de contexto es un pretexto”.
PONIENDO PALABRAS EN LA BOCA DE DIOS
La Biblia es bastante clara prohibiendo añadir o quitar palabras (Dt. 4:2Ap. 22:19). Dios nos da eso como mandamiento; desobedecerle es condenatorio. Tristemente, eso es lo que Osteen hace en su libro cuando pone palabras en la boca de Dios cuando la Biblia no las expresa (cf. 10, 52, 68, 84, 148, 156), trayendo condenación sobre su alma. Y no es que use palabras a modo de ilustración, sino que cita usando comillas. Por ejemplo, en la página 148, inmediatamente después de citar Salmos 2:8, Osteen añade: “Dios dice: Pídeme cosas grandes, pídeme acerca de esos sueños ocultos que yo he puesto en tu corazón, y pídeme por esas promesas que en lo natural parecen imposibles de cumplir”. En ninguna parte la Biblia dice eso. Esto es herejía.
EL PANENTEÍSMO DE “YO DECLARO”
El panenteísmo enseña que la creación es una extensión de lo divino. El término significa “todo en dios”. Esto está ligado a la idea de que todo está cambiando, incluyendo “dios” y los seres humanos, lo cual es totalmente opuesto a lo que la Biblia enseña. Lamentablemente, entre los maestros del evangelio de la prosperidad es común encontrar ideas panenteístas y panteístas (todo es dios). Por ejemplo: Paul Crouch ha dicho públicamente: “yo soy un pequeño dios. Críticos, ¡aléjense!” Otro predicador de la prosperidad, Kenneth Copeland, ha dicho: “Usted no tiene a Dios en usted, usted es uno”. Osteen es un poco más sofisticado y sutil. Él usa el lenguaje de ADN. Dice que los humanos tenemos el ADN de Dios, que nuestra sangre es real porque somos hijos del Rey (118-120). Y ¡claro! sí tenemos la sangre de realeza divina, debemos andar, vestir y hablar como reyes, concluye Osteen (120).
Yo me pregunto si el supuesto hecho de que los humanos tengan el ADN de Dios es lo que le permite a Osteen igualar la Palabra de Dios a la palabra humana. Esto es lo que hace cuando motiva a su lector a que crea en el poder de su propia palabra y le diga al cáncer “te derrotaré”. Para ilustrar esto, él hace una analogía con el poder de la Palabra de Dios en la creación cuando dijo “sea la luz” y la luz fue (170-171).
CONCLUSIÓN
Permítame ser claro en algo, este libro no es cristiano. Estas “promesas” son cosas que cualquier libro espiritista, místico y de auto ayuda le dirían. Estamos ante un libro religioso motivacional, pero no es un libro cristiano.
La motivación de hacer esta reseña es la cantidad de personas que han creído estas distorsiones. Me preocupa que algunas personas entiendan que son salvas por estar de acuerdo o por agradarle lo que leen en este libro, cuando quizás no lo sean. “Yo declaro” es un libro con un carácter universal, que cualquier religioso o pagano puede afirmar. Aquí no hay evangelio, no hay cruz, no hay pecado, y mucho menos hay perdón y reconciliación con el Dios trino y verdadero. El “dios” que se presenta en este libro se parece más a la imagen de un abuelo tierno que está en la grada del estadio animando y gritándole a su nieto que siga corriendo, que todo va bien en la carrera. No es el Dios santo, omnipresente, omnisciente, verdadero, justo y misericordioso que se reveló en la Biblia, el que “de tal manera amó al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.
DATOS DEL AUTOR:
Edgar R. Aponte es el Director de Desarrollo de Liderazgo Hispano en elSoutheastern Baptist Theological Seminary en Wake Forest, NC donde cursa su Ph.D. en Teología Sistemática, y donde vive junto a su esposa y dos hijos. Edgar puede ser seguido en Twitter.

ERRORES DEL EVANGELIO DE LA PROSPERIDAD


Por David W. Jones
prosperidadHace más de un siglo, hablando a la entonces congregación más grande en toda la cristiandad, Charles Spurgeon dijo: Creo que es anti-cristiano y profano para cualquier cristiano vivir con el objeto de acumular riqueza. Usted dirá: “¿No debemos esforzamos todo lo posible para conseguir todo el dinero que podemos?” Usted puede hacerlo. No puedo dudar, excepto que, al hacerlo, usted puede hacer un servicio a la causa de Dios. Pero lo que dije fue que vivir con el objeto de acumular riqueza es anti-cristiano. [1]
Con los años, sin embargo, el mensaje que se predicó en algunas de las iglesias más grandes en el mundo ha cambiado-de hecho, un nuevo evangelio está siendo enseñado a muchas congregaciones hoy. Este evangelio se le ha atribuido muchos nombres, tales como evangelio de “nómbrelo y reclámelo,” el evangelio de “parlotee y agárrelo,” el evangelio de “salud y riqueza,” el “evangelio de la prosperidad,” y la “teología de la confesión positiva.”
No importa cuál sea el nombre que se utilice, la esencia de este nuevo evangelio es el mismo. En pocas palabras, esta egocéntrico “evangelio de la prosperidad” enseña que Dios quiere que los creyentes sean de buena salud, estar materialmente ricos, y personalmente felices. Escuche las palabras de Robert Tilton, uno de los portavoces más conocidos del evangelio de la prosperidad: “Creo que es la voluntad de Dios que todos prosperen porque lo veo en la Palabra, no porque se ha tenido efecto fuertemente en otra persona. No pongo mis ojos en los hombres, sino en Dios que me da el poder para hacer las riquezas.” [2] Los maestros del evangelio de la prosperidad alientan a sus seguidores a orar por e incluso demandar prosperidad material de Dios.
CINCO ERRORES TEOLOGICOS DEL EVANGELIO DE PROSPERIDAD
Recientemente, Russell Woodbridge y yo escribimos un libro titulado Salud, Riqueza y Felicidad para examinar las afirmaciones de los defensores del evangelio de la prosperidad. [3] Mientras que nuestro libro es demasiado amplio para resumirlo aquí, en este artículo me gustaría revisar cinco doctrinas que cubrimos en nuestro libro –doctrinas en las que los defensores evangelio de la prosperidad se equivocan. Al discernir estos errores con respecto a las doctrinas fundamentales, espero que los lectores de este artículo vean claramente los peligros del evangelio de la prosperidad. Las doctrinas que voy a cubrir son el pacto de Abraham, la expiación, la ofrenda, la fe y la oración.
  1. El pacto de Abraham es un medio para el derecho material.
El primer error vamos a considerar es que el evangelio de la prosperidad considera al pacto de Abraham como un medio para el derecho material.
El pacto de Abraham (Gn 12151722) es una de las bases teológicas del evangelio de la prosperidad. Es bueno que los teólogos de la prosperidad reconozcan que gran parte de las Escrituras es el registro del cumplimiento del pacto de Abraham, pero es malo que no mantengan una visión ortodoxa de este pacto. Ellos tienen una visión incorrecta de la creación del pacto, más significativamente, sostienen una visión errónea sobre la aplicación del pacto.
Edward Pousson declaró mejor la perspectiva de la prosperidad en la aplicación del pacto de Abraham, cuando escribió: “Los cristianos son hijos espirituales de Abraham y herederos de las bendiciones de la fe. . . . . . . Esta herencia abrahámica se descomprime todo en términos de los derechos materiales “. [4] En otras palabras, el evangelio de la prosperidad enseña que el propósito principal del pacto de Abraham era para que Dios bendiga a Abraham materialmente. Puesto que los creyentes son ahora hijos espirituales de Abraham, que han heredado estas bendiciones financieras.
El maestro de prosperidad Kenneth Copeland escribió: “Puesto que la Pacto de Dios se ha establecido y la prosperidad es una disposición de este pacto, es necesario darse cuenta de que la prosperidad le pertenece a usted ahora!” [5]
Para apoyar esta afirmación, maestros de la prosperidad apelan a Gálatas 3:14, que se refiere a “las bendiciones de Abraham [que] pueden alcanzar los gentiles en Cristo Jesús.” Es interesante, sin embargo, que en sus apelaciones a Gal. 3:14, los maestros de la prosperidad ignoran la segunda mitad del versículo que dice: “… para que recibiéramos la promesa del Espíritu mediante la fe.” En este versículo Pablo estaba recordando claramente los Gálatas de la bendición espiritual de la salvación, no las bendiciones materiales de la riqueza.
  1. La expiación de Jesús se extiende hasta el “pecado” de la pobreza material.
Un segundo error teológico del evangelio de la prosperidad es una perspectiva defectuosa de la expiación.
Teólogo Ken Sarles escribe que “el evangelio de la prosperidad afirma que tanto la sanidad física y las prosperidad financiera se han previsto en la expiación”. [6] Esto parece ser una observación precisa a la luz del comentario de Kenneth Copeland que “el principio básico de la vida cristiana es saber que Dios puso nuestro pecado, la enfermedad, la tristeza, el dolor y la pobreza sobre Jesús en el Calvario.”. [7] Este malentendido sobre el alcance de la expiación se debe a dos errores que los proponentes del evangelio de la prosperidad hacen.
En primer lugar, muchos de los que sostienen la teología de la prosperidad tienen una idea errónea fundamental de la vida de Cristo. Por ejemplo, el profesor John Avanzini proclamó: “Jesús tenía una bonita casa, una casa grande,” [8] “Jesús estaba manejando grandes cantidades de dinero,” [9] y hasta “llevaba ropa de diseñador”. [10] Es fácil ver cómo una visión tan distorsionada de la vida de Cristo podría llevar a un malentendido igualmente deformado de la muerte de Cristo.
Un segundo error que conduce a una visión errónea de la expiación es una mala interpretación de 2 Corintios 8:9, que dice: “Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, sin embargo por amor a vosotros se hizo pobre, para que vosotros por medio de su pobreza llegarais a ser ricos.” Aunque una lectura superficial de este versículo puede llevar a creer que Pablo estaba enseñando acerca de un aumento de la riqueza material, una lectura contextual revela que Pablo estaba enseñando en realidad el principio opuesto exacto. De hecho, Pablo estaba enseñando a los corintios que puesto que Cristo logró tanto para ellos a través de la expiación, debe vaciarse de sus riquezas al servicio del Salvador. Es por ello que sólo cinco cortos versículos después, Pablo le instaría a los corintios a desprenderse de su riqueza por sus hermanos necesitados, escribiendo “en el momento actual vuestra abundancia suple la necesidad de ellos” (2 Cor. 8:14).
  1. Los cristianos dan a fin de obtener una compensación material de Dios.
Un tercer error del evangelio de la prosperidad es que los cristianos deben dar a fin de obtener una compensación material de Dios. Una de las características más llamativas de los teólogos de la prosperidad es su fijación aparente con el acto de dar. Se insta a los estudiantes del evangelio de la prosperidad a dar con generosidad y son confrontados a tales declaraciones piadosas como, “La verdadera prosperidad es la capacidad de utilizar el poder de Dios para satisfacer las necesidades de la humanidad en cualquier ámbito de la vida” [11] y, “hemos sido llamados a financiar el evangelio al mundo.” [12] Si bien estas declaraciones parecen ser loables, este énfasis en la entrega se basa en motivos son nada amas que filantrópicos. La fuerza impulsora detrás de esta enseñanza sobre el dar es lo que el maestro de prosperidad Robert Tilton conoce como la “ley de compensación.” De acuerdo con esta ley, que se basa supuestamente en Marcos 10:30, [13] Los cristianos tienen que dar generosamente a los demás, porque cuando lo hacen, Dios les da más a cambio. Esto, a su vez, conduce a un ciclo de creciente prosperidad.
Como Gloria Copeland dijo, “Usted da $ 10 y recibes $ 1.000, Das $ 1,000 y recibirás $ 100.000 … en fin, Marcos 10:30 es un muy buen negocio” [14] Es evidente, entonces, que la doctrina del evangelio de la prosperidad de dar es construido sobre motivos erróneos. Mientras que Jesús enseñó a sus discípulos a “dar sin esperar nada a cambio” (Lucas 10:35), los teólogos de la prosperidad enseñan a sus discípulos a dar porque obtendrán mas a cambio.
  1. La fe es una fuerza espiritual autogenerada que conduce a la prosperidad.
Un cuarto error de la teología de la prosperidad es su enseñanza de que la fe es una fuerza espiritual autogenerada que conduce a la prosperidad. Considerando que el cristianismo ortodoxo entiende la fe es la confianza en la persona de Jesucristo, los maestros de la prosperidad defienden una doctrina bastante diferente. En su libro Las Leyes de la Prosperidad,Kenneth Copeland escribe: “La fe es una fuerza espiritual, una energía espiritual, un poder espiritual. Esta es la fuerza de la fe que hace que las leyes del mundo de los espíritus funcionen. . . . . . . Hay ciertas leyes que gobiernan la prosperidad revelada en la Palabra de Dios. La fe les hace funcionar.” [15] Esto es, obviamente, una falsa, tal vez incluso herética, comprensión de la fe.
Según la teología de la prosperidad, la fe no es algo otorgado por Dios, un acto centrado en Dios de la voluntad. Más bien es una fuerza espiritual humanamente forjada, dirigida a Dios. De hecho, cualquier teología que ve la fe solamente como un medio para obtener beneficios materiales y no la justificación ante Dios debe ser juzgada como defectuosa e inadecuada.
  1. La oración es una herramienta para obligar a Dios que conceda prosperidad.
Por último, el evangelio de la prosperidad trata a la oración como una herramienta para obligar a Dios que conceda prosperidad. Los predicadores del evangelio Prosperidad menudo notan que nosotros “no tenemos porque no pedimos” (Santiago 4:2). Los defensores del evangelio de la prosperidad animan a los creyentes a orar por el éxito personal en todas las áreas de la vida. Creflo Dollar escribe: “Cuando oramos, creyendo que ya hemos recibido lo que estamos orando, Dios no tiene más remedio que hacer que nuestras oraciones lleguen a pasar. . . . . . . Es una clave para conseguir resultados como un cristiano.” [16]
Ciertamente las oraciones por bendiciones personales no son intrínsecamente malas, sino el énfasis excesivo del evangelio de la prosperidad en el hombre hace de la oración una herramienta que los creyentes pueden utilizar para obligar a Dios a conceder sus deseos.
Dentro de la teología de la prosperidad, el hombre – no Dios –se convierte en el punto focal de la oración. Curiosamente, los predicadores de la prosperidad a menudo ignoran la segunda mitad de la enseñanza de Santiago sobre la oración que dice: “Pedís y no recibís, porque pedís con malos propósitos[a], para gastarlo en vuestros placeres.” (Santiago 4:3). Dios no responde a las peticiones egoístas que no honran su nombre.
Ciertamente, se deben hacer todas nuestras peticiones a Dios (cf. Fil. 4:6), pero el evangelio de la prosperidad se centra tanto en los deseos del hombre que puede llevar a la gente a orar oraciones egoístas y poco profundas y superficiales que no traen gloria a Dios. Por otra parte, cuando se combina con la doctrina de prosperidad de la fe, esta enseñanza puede conducir a la gente a tratar de manipular a Dios para conseguir lo que quieren, una tarea inútil. Esto está muy lejos de orar que se haga la voluntad de Dios.
UN EVANGELIO FALSO
A la luz de la Escritura, el evangelio de la prosperidad es fundamentalmente erróneo. En el fondo, el evangelio de la prosperidad es en realidad un falso evangelio, debido a su visión defectuosa de la relación entre Dios y el hombre. En pocas palabras, si el evangelio de la prosperidad es verdad, la gracia es obsoleta, Dios es irrelevante, y el hombre es la medida de todas las cosas. Ya sea que estén hablando del pacto de Abraham, de la expiación, la ofrenda, la fe, o la oración, los maestros de la prosperidad vuelven la relación entre Dios y el hombre en una transacción quid pro quo.Como señaló James R. Goff, Dios está “reducido a una especie de ‘botones cósmicos’ atendiendo a las necesidades y deseos de su creación.” [17] Se trata de un punto de vista totalmente inadecuado y no bíblico de la relación entre Dios y el hombre.

¿QUÉ ESTÁ MAL CON EL EVANGELIO?


Por Keith Green
evangelioYo sé que el título de este artículo provocará algunas cejas fruncidas. A primera vista, algunos dirán a sí mismos: “Oh no, ¡Keith ha ido demasiado lejos esta vez!” Pero déjeme tranquilizar estas posibles reacciones. A la pregunta ¿Qué está mal con el evangelio? – yo puedo responder sin problema: “¡Absolutamente nada!” – Esto es, por supuesto, si Ud. está hablando acerca del evangelio de la Biblia – el mismo mensaje que predicó Jesús – y al cual los apóstoles Pedro, Pablo, Juan, y los demás, dedicaron sus vidas (y sus muertes). (Fil.1:20-21)
No, nada en absoluto está mal con este mensaje del cielo. ¿Pero qué de lo que se predica hoy? Los evangelistas que predican en las iglesias y estadios, en la radio y en la televisión – ¿predican ellos lo que Jesús llamó el evangelio? (Mat.4:23; Marc. 1:14-15; Luc.3:16-18) ¿Y qué de las montañas de “literatura evangelística” moderna? Los tratados, folletos y libritos ilustrados, etc. – ¿contienen ellos realmente el mismo mensaje – el mensaje entero – acerca de la salvación que Jesús ofreció? ¿Cómo respondemos nosotros a esta pregunta asombrosa que la gente sigue preguntándonos, como preguntaron en Pentecostés: “Varones hermanos, ¿qué debemos hacer para ser salvos?” (Luc.3:10,12,14Hechos 2:37,16:30)
¿Es nuestro evangelio el Evangelio?
Yo creo con todo mi corazón que Jesús estaría avergonzado de la mayoría de los mensajes “evangelísticos” y prédicas que se predican hoy, porque les faltan casi todos los puntos importantes que El mismo predicó. (Marc.8:38,Rom.1:162 Tim.1:8). ¿Cómo nos atrevemos a cambiar el Evangelio? Le quitamos casi todas sus partes vitales, y los remplazamos con miembros artificiales fabricados por nosotros mismos (Gál.1:6-7).
¿No es Jesús el Evangelista maestro? ¿No deberíamos juzgar nuestra evangelización por Su ejemplo? (Ef.5:11 Pedro 2:211 Juan 2:6) ¿Fue Su mensaje en alguna manera parecido a lo que escuchamos hoy? Quiero cubrir brevemente en la Sección 1 cada una de las partes mayores del evangelio que han sido quitados “por cirugía” de casi toda la predicación actual. Y en la Sección 2 pasaremos por las “nuevas adiciones” que se han hecho parte de nuestro evangelio moderno.
Las partes removidas del Evangelio
La sangre de Jesús. Es un hecho que la misma palabra sangre les asusta a la gente. Y es también un hecho que la sangre de Jesús le asusta al diablo, porque es lo único que limpia un alma enferma. (Mat.26:28Hechos 20:28;Rom. 3:255:9Ef.1:72:13Col.1:20Heb.9:14,2210:1913:121 Pedro1:21 Juan 1:7Apoc.1:55:912:1119:13.) ¿Puede Ud. imaginar cómo hubieran sido las prédicas y cartas de Pablo, si él hubiera sido tan evasivo como nuestra generación de predicadores en la proclamación del poder magnífico y la hermosura de la sangre de Jesús? ¡Lo que tenemos ahora, es un evangelio sin sangre!
Hoy, la gente tiene miedo de pensar, y los predicadores tienen miedo de hacerles pensar. El concepto completo de Jesús como Cordero de la Pascua según el Antiguo Testamento se ha perdido. (Ex.12:23-24Is.53:7Luc.22:15;Juan 1:29,361 Cor. 5:71 Pedro 1:19Apoc.5:6,127:1422:1,3.) “Toma demasiado tiempo y reflexión explicarlo”, dirán algunos. (Heb.5:11-14) “Tenemos que simplificar el evangelio para alcanzar las masas.” ¡Oh, qué lógica! Quite la sangre de la predicación del evangelio, ¡y Ud. le quita el poder de conquistar al diablo por las almas de los hombres!
La cruz de Jesús. Pablo dijo: “Me decidí a no saber nada entre ustedes excepto a Jesucristo, y a El crucificado.” (1 Cor.2:2) Hoy en día es “Jesucristo y lo que él puede hacer por ti”. No hay polos más opuestos que el Evangelio Bíblico centrado en Cristo (Mat.10:38Luc.14:271 Cor. 1:17-18Gál.6:14;Ef.2:6Col.1:201 Pedro 2:24), y nuestro evangelio moderno sin cruz, centrado en “mí”.
Hoy en día, si alguien predica el negarse a sí mismo como una condición del discipulado, Ud. puede escuchar los comentarios después: “fuera de moda”, “duro”, “legalista”. Me atrevo a decir que nuestro Señor sería tan difícilmente aceptado por nuestros predicadores hoy, como lo fue por los líderes religiosos de sus propios días.
Esto es lo que A.W.Tozer dice acerca de la cruz:
“La cruz es lo más revolucionario que alguna vez apareció entre los hombres. La cruz de los tiempos romanos no hizo concesiones a nadie. Ganó todos los argumentos, matando a su opositor y silenciándolo para siempre. No escatimó a Cristo, sino le derribó como a los demás. El estaba vivo cuando le colgaron en aquella cruz, y completamente muerto cuando le sacaron de allí. Así fue la cruz la primera vez que apareció en la historia cristiana.
En perfecto conocimiento de todo esto, Cristo dijo: ‘Si alguien quiere ir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y sígame.’ Entonces la cruz no solamente puso fin a la vida de Cristo; pone fin también a la primera vida, la vida antigua,d e cada uno de Sus seguidores verdaderos … esto y nada menos es el cristianismo verdadero. Tenemos que hacer algo acerca de la cruz, y podemos hacer solo una de dos cosas – ¡huir de ella o morir en ella!”
La amenaza y los terrores del infierno, y la culpa de los pecadores. A menudo escuchamos a personas que dicen: “¡Estoy cansado de las prédicas de fuego y azufre del infierno!” “Bien”, yo respondo a menudo, “¿cuándo fue la última vez que usted escuchó una?” Es cierto, muy poca gente predica todavía acerca del infierno – esto ya no está de moda. No debemos asustar a los pobres pecadores, esto no sería bueno. Ellos son solamente almas desafortunadas y mal guiadas, ¿cierto? – ¡No es cierto! La Biblia dice claramente que ellos son rebeldes que robaron y deshonraron al Dios vivo, y le ofendieron infinitamente. (Juan 8:44Hechos 13:9-111 Cor. 6:9Gál.4:16:Ef.2:1-3; Stgo.4:4; 2 Pedro 2:12-19.) Ellos no tienen derecho a mirarse a sí mismos de una manera diferente.
Pero nosotros, inteligentes como somos, hemos decidido ayudarle a Dios, porque El no comprende a nuestra generación. “Lo que Jesús enfatizaba en su prédica era bueno para los judíos de entonces, pero nuestra generación necesita un tono más suave y amable. ¡Hábleles del cielo!” Hablamos sobre el cielo y sobre “las recompensas del nacer de nuevo”, pero descuidamos completamente el otro lado de la “espada de dos filos” (Hebr.4:12). ¿Qué derecho tenemos de quitar del Evangelio cosas que Jesús mismo enfatizó mucho? (Mat.5:228:1210:2813:41-4249-5022:11-1423:13,3324:48-51,25:30,46Luc.13:26-28.)
La Ley de Dios para convencer del pecado. Podría escribir muchas páginas sobre esto, pero solo tengo lugar para un único ejemplo. Cuando el joven rico vino a Jesús, le hizo una pregunta muy directa: “Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?” – ¿Qué le responderían los predicadores de hoy? “Solo admite que eres un pecador, acepta a Jesús como tu salvador personal, asiste a la iglesia, paga tus diezmos, intenta ser bueno, y lo tienes!” – ¿Pero cuál fue la respuesta de Jesús? – “Tú conoces lo mandamientos… si quieres entrar a la vida, guarda los mandamientos.” (Mat.19:17, Marc.10:19) ¿¿ Los mandamientos ?? ¿No es esta la era de la gracia?
La verdad es que Jesús predicó los mandamientos no como el camino de la salvación; El usó los mandamientos para convencerle específicamente de su pecado particular – la avaricia. Ese joven amaba el dinero, y Jesús sabía cómo sacarlo a la luz – ¡predicando la Ley! Y la Ley es exactamente para esto – “porque por la Ley viene el conocimiento del peecado” (Rom.3:20), esto es lo que dijo Pablo. La Ley tiene que predicarse – no como un camino a la salvación, pero como una luz que escudriña el corazón del pecador, para que pueda ver cuán podrido está por dentro, en comparación con lo que Dios requiere de él (Gál. 3:24).
Pero hoy, nuevamente, creemos ser más sabios que Dios. En nuestra predicación no decimos lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer, porque no queremos asustar a la “generación liberada”. Si dijéramos que la fornicación está mal, o las drogas, o los abortos, o cualquier otro pecado específico, ¿no se sentirían todos condenados, y entonces cómo podrían ser salvos? Pero esto es exactamente por qué Jesús predicó la Ley al joven rico: para que él se sintiera condenado por su avaricia, y entonces pudiera volverse a Jesús y obedecerle y encontrar el verdadero tesoro celestial. “Anda y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; y ven, sígueme.” (Marc.10:21). Sin que la gente sea realmente convencida de su pecado, sin que vean claramente que son totalmente condenados por los requisitos de la Ley de Dios, sin esto es prácticamente imposible mostrarles su necesidad de un Salvador. ¿De qué tendrían que ser salvos? ¿De la diversión?
Por tanto, el evangelio moderno enfatiza “todas las cosas buenas que Dios hará por ti si tan solamente le aceptas”. No podemos convencer a un pecador de su necesidad de salvación, si le hacemos admitir solamente: “Bueno, en general, sí, soy un pecador.” El tiene que ver como la Ley de Dios le condena totalmente por sus pecados (Rom.2:12,203:20-214:155:13,2010:41 Cor. 15:56Gál. 2:16,193:10-11; Stgo.2:9-11.), y entonces la hermosura del Evangelio, la gloria de la cruz, el poder maravilloso de la sangre de Cristo podrá penetrar su mente y corazón ansiosos. Solo con la prédica de la Ley puede una persona desear ser completamente salvo de su pecado. “Yo no hubiera conocido el pecado, excepto por la Ley” (Rom.7:7).
El temor de Dios y el trono de juicio de Cristo. En vez de la majestad asombrosa de Jehová, hoy se le presenta al Señor como una especie de “heladero y papá Noel”. Y la iglesia es la “tienda de dulces” donde puedes conseguir “cada beneficio que tu corazón desea”. Jesús mismo es presentado como un “dulcecito”, tan amoroso, tan perdonador, y tan suave, que casi puedes escuchar al predicador susurrar: “Oh, él no podría herir ni a una mosca…” – ¿Y qué pasó con “Cosa espantosa es caer en las manos del Dios vivo” (Heb.10:31), o “El temor de Dios es el principio de la sabiduría” (Prov.9:10)?
Los nuevos maestros de homilética han borrado cada referencia a la severidad del Todopoderoso, y enfatizan solamente su bondad. Ellos ignoran el punto de vista equilibrado de Pablo: “He aquí, la bondad y la severidad de Dios” (Rom.11:22).
El arrepentimiento como requisito del perdón. Siempre me asombré de como la iglesia pudo llegar hasta el estado donde está ahora, teniendo una enseñanza tan clara y directa de parte del Señor Jesús acerca de lo que es necesario para estar bien con Dios. Por favor lea los primeros versos deLucas 13. A Jesús le comentaron acerca de algunos galileos que fueron ejecutados por los romanos. El dice: “Si ustedes no se arrepienten, ustedes todos perecerán de la misma manera.” Y usando un segundo ejemplo, repite esta misma declaración.
No hay conversión sin arrepentimiento. Las enseñanzas de Jesús y los apóstoles están llenas de “¡Arrepiéntanse y sean salvos!” (Sal.7:12Is.30:15;Ez.18:32Mat.3:2; Marc.1:5, 6:7,12; Hechos 2:383:198:2217:3026:19-20;Apoc. 2:5,163:3,19) El arrepentimiento es no solamente “lo siento” – esto es solamente convicción. El arrepentimiento es no solamente un cambio del corazón y de la mente, ¡es además un cambio de acción! Dios requiere que nos apartemos del pecado y nos volvamos a Dios, y nos comprometamos a ya no participar en actos pecaminosos. Dios bendice tales decisiones y compromisos con abundante gracia. Y es por esta gracia que podemos cumplir los deseos del Espíritu en nosotros.
Pero con tan poca verdadera convicción del pecado que la prédica moderna trae, ya no podemos requerir arrepentimiento. Si lo hiciéramos, nadie en absoluto “pasaría adelante”. El arrepentimiento es fácil para aquel que puede ver cuán feo y horrible es el pecado; pero el arrepentimiento es imposible donde la Ley no convence al pecador de su corazón malvado, obligándolo a apartarse de sus pecados y volverse hacia los brazos de Dios quien le espera con compasión.
Ve usted, todas estas partes removidas del evangelio están conectadas. En la sabiduría de Dios, cada aspecto del camino diseñado hacia la salvación es indispensable.
Es verdad que no podríamos ser salvos si Dios no nos hubiera amado primero. El dio el primer paso, y El siempre lo hace. Pero El no hará lo que El requiere que el pecador mismo lo haga – ¡y esto es arrepentirse!
La tristeza y el corazón quebrantado de Dios por el pecado. Los evangelistas de hoy presentan una imagen de Dios como un optimista – un buen chico con pensamientos positivos que vive en el cielo, lejos de todos los problemas de la tierra, donde todo es de color rosa, “y el cielo no está nublado todo el día.” ¿Podría alguna cosa molestar al Dios vivo? El realmente no está preocupado por todo este caos aquí abajo, ¡El tiene todo bajo control!
Pero la Biblia presenta un cuadro diferente de nuestro Rey. Mira como Jesús lloró sobre Jerusalén (Luc.19:41), o como Dios suplica a Su pueblo por medio de los profetas como Isaías o Ezequiel (Is.1:1854:7Ez.18:23,3233:11Oseas 11:8). Este Dios Bíblico continuamente contiende con el hombre por Su Espíritu. En Proverbios dice: “Los ojos del Señor están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos.” (Prov.15:3). Esto significa que Dios vio cada violación que se cometió hoy; El vio cada asesinato, cada persona que murió de hambre, cada película y libro pornográfico, cada niño abusado y maltratado. ¿Cómo puede alguien creer que Dios mire todo esto sin entristecerse? Por supuesto que Dios se entristece. ¿No nos implora la Biblia a “no entristecer el Santo Espíritu de Dios”? (Ef.4:30)
Dios es la persona más entristecida y más deshonrada en el universo. El podría parar todo este caos, toda la perversión y delincuencia y corrupción, en cualquier momento que desearía, ¡pero no lo hace! ¿Por qué? Porque El espera las almas de los hombres y mujeres. “Entiendan que la paciencia del Señor es para nuestra salvación” (2 Pedro 3:15). Pero la iglesia, que no tiene ni la millonésima parte de la compasión que tiene Dios, se ha apartado y ha creado a un dios según su propia imagen. Un dios alegre, sin preocupaciones, que flota por encima de todo. Y entonces la iglesia removió convenientemente de su “evangelio” toda referencia al dolor y la tristeza en el corazón de Dios. La iglesia no quiere a un Dios entristecido por el pecado, porque entonces este Dios estaría entristecido por ellos mismos… ¡y lo está! (Sal.78:40-41; Marc.3:5.)
La necesidad de santidad para agradar a Dios. “Sin santidad nadie verá al Señor” (Heb.12:14). Jesús nos manda ser perfectos (Mat.5:48). Muy probablemente Ud. nunca se encontró con una persona perfecta, y muy probablemente Ud. mismo nunca espera ser perfecto. Sin embargo, tenemos estas palabras incómodas del Señor: “¡Sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto!”
Para escapar de este dilema, hemos inventado algunas doctrinas interesantes … y muy tergiversadas. Algunos cristianos han dicho: “Bueno, cuando Dios nos mira, El en realidad ya no nos ve a nostros, El ve a Jesús en nuestro lugar. Y si hay un pecado en nuestro corazón, y sucede que Dios mira allí en el momento equivocado, El verá allí la cara sonriente de Jesús, en vez de nuestro pecado. Entonces Dios me ve como a un santo, aunque no lo soy.” (Yo no creo que Dios se deje engañar tan fácilmente, ni siquiera por un cristiano.)
Otra doctrina extraña es ese bendito refugio de los apóstatas que se llama “el cristiano carnal”. Esta lógica extraviada nos hace creer que cualquier “creyente” que no “camina con el Señor” y que está entregado a las cosas del mundo y a los placeres de la carne, puede sin embargo considerarse un cristiano, aunque no un cristiano de primera, sino un cristiano de segunda clase… “un cristiano carnal”. Esto sería un caso de un “creyente” que no cree. Oh, él sigue creyendo que Dios es Dios, y que el cielo y el infierno existen, etc. (pero no se olvide, ¡el diablo también cree todo esto! – Stgo.2:19). El sabe decir las cosas correctas para convencer a su abuela y al pastor y a sus amigos cristianos que él sigue perteneciendo a ellos, y de alguna manera lo cree él mismo. Parece que exitosamente engañó a todos – ¡excepto a Dios! La Biblia dice claramente que “si decimos que tenemos comunión con él, pero caminamos en la oscuridad, mentimos y no practicamos la cerdad.” (1 Juan 1:6)
(Estas son solo algunas de las muchas Escrituras que dicen esto vez tras vez, de la manera más clara posible: Sal.5:4,6Mat.7:22Juan 3:20-212 Cor.6:141 Juan 2:4,9-113:104:20)
En nuestros tiempos, el insulto más grande contra el evangelio ha sido el descuido casi total de la prédica de santidad para el cristiano. Jesús no quiere aparentar que somos santos; El quiere impartirnos su santidad por medio del Espíritu Santo. Pero cuando la gente no está siendo llevada a la cruz, convencida por Su Ley a arrepentirse y realmente nacer de nuevo, entonces tenemos que pasar muchas horas en nuestros seminarios para encontrar maneras convenientes y complicadas de negar las enseñanzas obvias de las Escrituras.
A todo esto usted podría decir: “¿Pero qué es de toda esta gente que se salva por los esfuerzos de buenos hombres y ministerios por allí? Ellos no están predicando de la manera que usted dice que deben, ¡pero ellos siguen teniendo convertidos!” – Bien, la respuesta inmediata a esta pregunta es: “La gente se salva no por causa de estos mensajes; ellos se salvan a pesar de ellos.” – Pero desafortunadamente, muchas de estas personas que hacen “decisiones para Cristo” en estas grandes cruzadas evangelísticas, ni siquiera asisten a alguna iglesia regularmente en los años que siguen. (Y como usted probablemente sabe bien, aun “asistir a una iglesia regularmente” no garantiza que se trate de un verdadero creyente.) Pero miremos más de cerca, qué clase de “convertidos” produce normalmente el evangelio de hoy.
¿Qué específicamente está mal con nuestro evangelio moderno?
Está centrado en “mí”, en vez de ser centrado en Cristo. Primero y sobre todo, es un evangelio que complace a los egoístas. En vez de honrar a Dios, coloca al pecador en el centro del amor y del plan de Dios. Pero la Biblia coloca a Jesús en el centro del plan de Dios, no al pecador.
Una de las frases mejor conocidas del evangelismo moderno es: “Dios te ama y tiene un plan maravilloso para tu vida.” Pero la verdad sobria de la Biblia que el pecador necesita escuchar, es: “Tú te has hecho un enemigo de Dios, y en tu estado actual de rebelión no hay absolutamente ninguna esperanza para ti.” De hecho, el “plan” de Dios para el pecador en ese punto de su vida es separarle de Su presencia para siempre, en el infierno. No importa cuan poco popular o poco amable suene esto, es la única verdad y realidad acerca de alguien que es un enemigo de Dios por el pecado.
La línea de razonamiento en el evangelio moderno continúa en esta forma equivocada: “El pecado te ha separado de Dios y de ‘Su plan maravilloso para tu vida’. Jesús vino y murió en la cruz, para que tú puedas experimentar ‘Su plan maravilloso para tu vida’. Tú tienes que aceptar a Jesús ahora, para que no te pierdas ‘Su plan maravilloso para tu vida’.” ¡¡ Tú, tú, tú, tú !! ¡Todo es para TI! No siento decirlo, pero Jesús lo hizo todo en obediencia, para la gloria del Padre.(Fil.2:8-11). Por supuesto que esto beneficia también infinitamente a aquellos que le aman, sirven, y honran a El; pero esta fue una consideración secundaria. (Por favor lea Ez.36:22-32). Si la gente viene a Jesús solamente para recibir una bendición, o para recibir perdón, ellos al final de cuentas estarán desilusionados. Pero si vienen para dar su vida en honra y adoración al Señor, entonces tendrán verdaderamente perdón y gozo – ¡más de lo que podrían imaginarse! (1 Cor.2:9)
Es superficial, barato, y se ofrece como un “negocio”. Nuestro evangelio reduce las Buenas Nuevas a una venta de “ven y recíbelo mientras puedes”. Hacemos todo esfuerzo para quitarle todos los huesos – todo lo que podría ofender a alguien, hacer vacilar a alguien, o hacer que alguien postergue su decisión. Jesús no hacía esto. El nunca rebajó los requisitos para nadie. Uno tenía que ser completamente sincero, totalmente humillado, haber considerado el costo, dispuesto a dejar atrás todo, su familia y propiedad, “dar todas las cosas como perdidas”, para que puedan “ganar a Cristo” (Fil.3:7-8). Cuando ese mismo joven rico “se fue triste, porque tenía muchas posesiones” (Mat.19:22), Jesús no corrió detrás de él gritando: “¡Eh, espera un minuto! Volvamos a conversar, no es tan mal como suena. ¡Quizás fui un poco demasiado duro!”
Quizás estamos tan afanados por “ver convertidos”, por publicar “cuántos fueron salvos en nuestro último concierto”, que haremos cualquier cosa para apurar a alguien en una “decisión”, antes que tuviera una oportunidad de realmente decidirse. El problema es, si lo apuramos, él probablemente cambiará de parecer más tarde. Como un amigo mío dice: “Si alguien les puede persuadir con palabrarías para que entren, alguien más les puede persuadir con palabrerías para que salgan.” (1 Cor.1:7)
La salvación se presenta como un trueque o negocio, en vez de ser el resultado de la obediencia por fe. Ofrecemos el perdón de los pecados como la última oferta especial. Incluso escuché: “Dale a Jesús tus pecados, y en cambio El te dará salvación.” Nadie en la Biblia jamás despreciaba tanto la gracia de Dios como para hablar del don de la vida eterna como si fuera un negocio. ¡Es un don! No lo puedes ganar, ni comprarlo, ni dar algo a cambio de ello. Cuánto le debe ofender al Espíritu Santo escuchar a la gente hablar así de Jesús. (Hechos 8:18-23)
Produce “convertidos” egoístas, orientados hacia la bendición y hacia las emociones. Cualquiera que es inducido a creer que se volvió cristiano bajo esta clase de prédica, no producirá los frutos de un convertido verdadero. Permanecerá tan egoísta como era siempre, solo que ahora su egoísmo asumirá una forma religiosa. Cuando él quiere algo, dirá que “tiene una carga” por algo, o que “es el deseo de su corazón”, o alguna otra frase religiosa. Orará de manera egoísta, deseando bendiciones para él mismo; y aun cuando ora por otros, normalmente será por razones egoístas. Por fin, cuando él “aceptó al Señor”, le dijeron cuánto Jesús quería bendecirle, y cuán grandes cosas Dios tenía preparado para él, y que la Biblia era “como un talonario de cheques lleno de promesas, esperando a ser cobrados”.
Una tal persona siempre quiere “sentirse bendecido” acerca de sí misma, acerca de su propia iglesia, su propio pastor, etc.. Nunca le mostraron que él fue creado para bendecir a Dios… pero que Dios no fue creado para bendecirle a él. (Sal.149:4Fil.2:13)
Como Ud. ve, esta clase de “convertidos” no son como aquellos que encontramos en el libro de Hechos, cuando la iglesia estaba todavía llena del fuego de Dios. Lea Hechos 2:41-47 y 4:31-35, y verá el tierno espíritu de amor, y el poderoso espíritu de poder, que prevalecía entre los hermanos en aquellos días. “Y sobrevino temor a toda persona” (Hech.2:43), porque “perseveraban en la doctrina de los apóstoles … y en las oraciones” (v.42). Creo que Pedro y los demás hicieron mucho esfuerzo para transmitir el mensaje entero del Evangelio, y por tanto el Espíritu de Dios pudo ungir y bendecir a los nuevos convertidos de manera tan poderosa – ¡Dios siempre unge la verdad! (Is. 55:11)
Keith Green fue un cantante y compositor estadounidense de música cristiana, originario de Sheepshead Bay, Brooklyn, Nueva York. Más allá de su música, Green es especialmente conocido por su devoción a la evangelización de la fe cristiana y el llamado que hacía a otros.