sábado, 4 de agosto de 2012

LA VIGENCIA DE LOS APOSTOLES ¿QUE DICE LA BIBLIA?

 
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¿Qué es un apóstol?
La palabra apóstol proviene del griego y significa “enviado”. En el contexto de las Sagradas Escrituras, la palabra apóstol es aplicada a aquellos hombres que fueron escogidos, enviados y comisionados directamente por Jesús para una función específica, cual es, predicar el evangelio de la gracia.
“Finalmente se apareció a los once mismos... Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura... Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén” Marcos 16: 14-28
Esta misión fue desarrollada por los apóstoles a partir del cumplimiento de la promesa hecha por el mismo Señor Jesucristo de que enviaría al Espíritu Santo que vendría a morar en ellos y en cada nuevo creyente, y ese hecho ocurrió en el día de Pentecostés

Como bien sabemos, los comisionados, antes de la llegada del Espíritu Santo, fueron solo once de los doce discípulos que Cristo escogió, porque el doceavo fue Judas Iscariote que lo traicionó y posteriormente se ahorcó.
Una vez que el Señor Jesucristo resucita y se les aparece durante cuarenta días, le da una clara instrucción:
“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” Hechos 1: 8
¿Matías fue un apóstol de Jesucristo?
La ordenanza era esperar la llegada del Espíritu Santo para comenzar la comisión apostólica, en otras palabras, los apóstoles no debían hacer nada sino hasta que se cumpliese la promesa del Señor Jesucristo, la cual se hizo claramente visible el día de Pentecostés.
No obstante, y pese a que en un inicio todos estaban unánimes orando, algo ocurrió en las decisiones y claridad de los apóstoles, que los llevó a elegir al sucesor de Judas Iscariote.
“En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo: Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio... Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección. Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías.
Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por trasgresión, para irse a su propio lugar. Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles” Hechos: 1: 15-26
Hay varias posturas que enseñan que la decisión de elegir al sucesor de Judas fue la correcta y dirigida por Dios, pero hay otras que señalan que Pedro y los demás hermanos se apresuraron en hacer algo antes de la llegada del Espíritu Santo.
Sin elevar una posición dogmática al respecto, es necesario considerar lo siguiente:

1. Los apóstoles fueron escogidos directamente por el Señor Jesucristo. Como veremos más adelante un requisito indiscutible para ser llamado apóstol, es haber visto y haber sido enviado directamente por el Señor Jesús. En el caso tratado, no fue así. Los apóstoles tomaron una decisión que solo le correspondía al Señor Jesucristo.

2. Los apóstoles señalaron a dos, a José (Barsabás justo) y a Matías. Esto revela aún más la poca claridad respecto a lo que estaban haciendo. La elección soberana de Dios jamás se manifiesta de este modo debido a que anulamos la proyección eterna que esta tiene. El apóstol que debía asumir como el número doce, estaba de antemano señalado por Dios y no por hombres.

3. Ante la indecisión de señalar al definitivo sucesor de Judas, los apóstoles acudieron a un método bastante típico entre los judíos. (Números . 33:54; 1 Samuel. 14:42; 1 Crónicas. 24:5), echaron suertes para la elección..
Sin embargo, la labor de escoger a un apóstol siempre fue una prerrogativa del Señor Jesucristo y no de los discípulos. Si bien, el método de echar suertes fue utilizado por el pueblo de Dios, el objetivo que motivó a los discípulos a practicarlo en ese momento, no estaba autorizado por el Señor. Lo que ellos debían esperar, era la llegada del Espíritu Santo.

4. La persona de Matías, el apóstol elegido mediante el método judío de echar suertes, jamás se aparece en la labor apostólica en los registros de las Sagradas Escrituras. Por otra parte, mas tarde con el aparecimiento de apóstol Pablo, cuyos relatos bíblicos y argumentos, sí lo validan como el apóstol doceavo escogido directamente por El Señor.
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El Apóstol Pablo
Las Escrituras confirman indiscutiblemente que Pablo fue un legítimo apóstol de Jesucristo., escogido directamente por Dios y no por hombres según el mismo lo presenta a los Gálatas:
“Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos)” Gálatas 1:1
Algunas razones a considerar:

1. Casi todas las cartas de Pablo son encabezadas con un saludo apostólico “Pablo, apóstol, de Jesucristo...”.

2. Pablo reconoce que su apostolado lo recibió directamente por Jesucristo:
“Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo” Gálatas 1:11-12
3. Pablo reconoce que su apostolado proviene de la elección soberana desde antes de la fundación del mundo:
“Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre” Gálatas 1: 15-16
4. Pablo eleva sus derechos como apóstol de Jesucristo:
“¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor” 1 Corintios 9: 1-9
5. Pablo presentaba las credenciales de apóstol con señales, prodigios y milagros
“Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros” 2 Corintios 12:12
Estas, entre muchas otras razones, demuestran que Pablo fue un legítimo apóstol de Jesucristo. Escogido, llamado, comisionado directamente por el Señor y respaldado con las señales apostólicas. Este abundante argumento en comparación con la situación de Matías, nos debe permitir extraer la enseñanza definitiva a nuestra pregunta inicial: ¿Matías fue un apóstol de Jesucristo?

de lo contrario, debemos aceptar que hubo trece apóstoles, porque negar el apostolado de pablo, sería absurdo. En resumen los apóstoles fueron solo doce:
Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo + Pablo (Saulo de tarso)
¿Existen apóstoles en la actualidad?
Para responder a esta pregunta es necesario analizar lo siguiente:
Como hemos visto hasta ahora, los requisitos de un apóstol son categóricos. El apóstol, debía ser comisionado directamente por el Señor Jesucristo en un encuentro real y tangible, además, el ministerio apostólico tenía señales distintivas que lo autorizaban como tal. Las señales, milagros y prodigios que los apóstoles mostraban en cada intervención y experiencia ministerial, no revestían fraude ni fenómenos de espectacularidad farandulera o extravagante. El poder que Cristo le legó a los apóstoles tuvo un solo propósito: confirmar el mensaje del evangelio. Veamos:
“Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén” Marcos 16: 20
Este pasaje proviene de un contexto que nos enseña que los apóstoles fueron comisionados directamente por el Señor Jesucristo. Además, y una vez que llega la promesa del Espíritu Santo, ellos son envestidos de poder de lo alto y predicaban en todas partes y “confirmaban” la Palabra con las señales de apóstol.
El período de confirmación fue la esencia del ministerio de los apóstoles. Ellos llevaban el bendito mensaje del evangelio de Cristo y lo garantizaban con las señales de confirmación. La carta a los Hebreos dice:
“¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad” Hebreos 2: 3-4
En este texto aparecen básicamente tres generaciones desde los inicios del ministerio de Cristo. En primer lugar aparece el Señor, en segundo lugar “los que oyeron” y en tercer lugar los que oyeron a “los que oyeron”.
En otras palabras, el orden señala a Cristo, los apóstoles y a los que oyeron a los apóstoles. Lo importante de este análisis, es que el ministerio de confirmación de la Palabra fue encargada a “los que oyeron”, es decir, a los apóstoles.
Ellos llevaban la Palabra y la confirmaban con “con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo”, y la iglesia lo que hacía era perseverar en la enseñanza apostólica (Hechos 2:42).
Era necesario abordar este análisis debido a que en la actualidad hay muchos que se han autoproclamado “apóstoles” y es común ver que le han agregado apellido a su “apostolado”. Hoy se encuentran “apóstoles de la prosperidad”, “apóstoles de las comunicaciones” , “apóstoles de sanidades”, etc. etc.. Todo esto esta lejos de lo que la Escritura enseña. respecto a los apóstoles, su misión y el respaldo con las credenciales ( poder ) que solo Cristo entrega.
La Escritura enseña que fueron doce los apóstoles escogidos por el Señor Jesucristo para propagar y confirmar el evangelio por todas partes. Nosotros, recibimos la enseñanza apostólica y ya no necesitamos una segunda confirmación. Lo que fue confirmado una vez ( por los apóstoles ) no necesita una re confirmación.
Respecto a la pregunta que encabeza esta parte: ¿Existen apóstoles en la actualidad?, la respuesta es NO luego de considerar lo que la Biblia nos enseña.
Es cierto que hay muchos misioneros que son “enviados” por iglesias y cuyo propósito es evangelizar lugares remotos, fundar nuevas iglesias, levantar obras de avanzada, etc., y que alguien los pudiera catalogar de “apóstoles”, sin embargo, aquello no es un argumento como para autoproclamarse ni menos incorporarlos dentro del ministerio apostólico de los doce.

Lamentablemente, en la actualidad la apostasía también ha afectado los ministerios dentro de la iglesia. La antigua idea de distinguir al clero del laicado, herencia nicolaíta, ha llevado a algunos personeros vanidosos a estar desconformes con el solo título de hermano, y en sus razonamientos se ha encumbrado por sobre los demás auto proclamándose apóstoles, como si aquello fuera un grado dentro del escalafón o jerarquía eclesiástica. Todo esto no es más que una de las tantas facetas de las falsas enseñanzas y apostasía reinante dentro del pueblo de Dios.

Finalmente, es propicio y oportuno hacer un llamado a retornar a la sencillez en Cristo. La Biblia es clara y no amerita debate ni discusión respecto a que los apóstoles solo fueron los doce anteriormente señalados. Lo que debemos hacer es perseverar en la doctrina apostólica y someter nuestro intelecto e innovadoras ideas, a la voluntad de Dios escrita en Su Palabra, y alejarnos de toda esta oleada de vanidades, extravagancias y espectáculos actuales. Que así sea. Amén. Maranata.

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