Estos “apóstoles” viven como príncipes, afirmando que son hijos de un rey. Algunos abusan de la autoridad, explotando a sus ovejas o feligreses, los cuales deben darles más que el diezmo, suntuosos regalos. Visten trajes costosos, andan en carros lujosos, y algunos hasta tienen guardaespaldas con el cuento de que son sus “escuderos”. De ellos habló el Apóstol San Pablo cuando dijo “Porque estos son falsos apóstoles, son obreros fraudulentos, transfigurándose en apóstoles de Cristo” 2 Corintio 11:13.
Este elite privilegiada, como tienen el poder económico, controlan las emisoras y los canales de televisión evangélicos, haciendo maratones en donde diezman, como dice la Palabra, la menta el eneldo y el comino. ¿Por qué no leemos Mateo 23:23? “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello”. Estos nuevos ministros, promotores de la apostasía, son idénticos a los fariseos y escribas de la época de Jesús. No permiten ideas contrarias, y mantienen sus congregaciones entretenidas con falsas promesas e incluso, con perspectiva de inmiscuirse en la política, considerando que ellos pueden sanear la sociedad. Si alguien se les opone o rebate sus ideas, proclaman maldición y juicio sobre él, y no permiten ideas contrarias a las que ellos tienen.
Uno de esos apóstoles y político corrupto fundó un canal cristiano que término involucrándose en política. No solo se convierte en exclusivos poseedores de una nueva revelación, sino que con palabras lisonjeras y mensajes motivacionales, llevan a muchos incautos creyentes a cometer errores de conducta que son condenados por la Palabra de Dios (Daniel 11:32). Uno de esos apóstoles, usando supuestas revelaciones, afirmó una vez que iba a ser presidente de Honduras, pero ni siquiera se le permitió aspirar a un curul en el congreso. ¿A dónde nos lleva esta corriente apostólica?
Su teología está fundamentada en la prosperidad, en sus propias revelaciones anti bíblicas en el terrible doctrina del dominianismo, lo cual les lleva indudablemente a caer en los mismos errores que cometió la Iglesia católica en la Edad Media, cuando gobernó y controló la política, la ciencia y la religión llegando a matar a los que no se sometían a Roma. Estos ignoran que el reino de los cielos no se puede mezclar con los reinos terrenales (Juan 18:36). Ignoran que no se puede servir a dos señores (Lucas 16:13). Niegan en esencia la venida de Jesús, y su futuro reinado, apoyados por el concepto de que ellos pueden gobernar las naciones y sanearla. Esta es la aspiración del anticristo, con el cual se aliaran, formando parte del eje del nuevo orden mundial. Su doctrina dominianista es completamente contraria a la enseñanza de los verdaderos apóstoles bíblicos.
No nos dejemos engañar por esos predicadores que aparecen por ahí afirmando que son ungidos y apóstoles con poderes sobrenaturales. Seamos sabios y entendido de lo que es verdadero de lo falso, porque el mundo esta plagado de parásitos que engañan a los incautos, para vivir de ellos. Cuidado con los tales.
mariofumero@hotmail.com
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