martes, 4 de septiembre de 2012

BENNY HINN Y LA NECROMANCIA:1




Paul Crouch, otro famoso y multimillonario tele-"evangelista" amigo de Hinn con su "recatada" mujer
Parte del trabajo de la Corporación Disney en Orlando, Florida, es sorprender con parques temáticos nuevos y originales atracciones con las cuales cautivar e impactar a los turistas. Disney tiene que conseguir no sólo nuevos clientes, sino clientes fieles para sobrevivir.
El mundo de los tele-evangelistas parece hacer casi lo mismo
Mantener los engranajes del “ministerio” bien lubricados con las donaciones y las ofrendas de los fieles, requiere que casi cada mes tenga que haber una atracción nueva, "una profecía" nueva, una nueva "palabra del Señor" o alguna nueva “obra de Dios”. Estas reclamaciones y revelaciones sirven para sostener a flote a la siempre deseosa de emociones y fácilmente descontenta población Carismática.
Las “estrellas” de las “superpromesas” del tele-evangelismo se dirigen a una audiencia que ellos saben voluble, de corta atención y poco comprometida con uno u otro ministerio. Aquél que es popular este mes puede no serlo el mes que viene. A quién se considera “avivado” o a la “última” y a quién no, es algo que depende mayormente de la creatividad del líder y su organización. Crecientes fortunas e imperios económicos basados en mantener fiel a la audiencia, pueden comenzar a disminuir si nuevos centros “de poder o unción” o nuevos “traficantes de influencias espirituales” ofrecen algo novedoso y más excitante: la atracción o la innovación.
Pero, ¿qué es lo que Benny Hinn tiene que ofrecer?

Como ha sido repetidamente documentado en el libro “El Mundo Confuso de Benny Hinn” (en inglés) el sanador de Orlando ha ido generando progresivamente nuevas visiones, nuevos testimonios, una pretensión nueva, un truco nuevo, una nueva panacea, y una nueva vuelta de tuerca sobre el viejo esquema de “liberación” durante los últimos años.

En resumen, el mundo del tele-evangelismo se ha hecho tan desenfrenado como el de los profesionales de la lucha libre, con Hinn coronado como “campeón reinante”.
Profecías que con el tiempo han resultado falsas, doctrinas manifiestamente heréticas (y en su caso reconocidas como tales por el mismo Hinn), curaciones demostradas falsas, un modo de vivir desorbitado y lujosísimo e historias personales inventadas, no han sido capaces de destronar a Hinn como el gurú principal de los neocarismáticos.
A mediados de los años 1990, las donaciones para Hinn de los asistentes a sus “cruzadas” y de los espectadores de sus transmisiones diarias en directo por TV por cable y cadenas televisivas fueron a la par de las recibidas por las hot-lines de sanadores y otros charlatanes ocultistas. Las donaciones que él recibió permitieron a sus esfuerzos evangelísticos el reducir la extensión y el éxito del ocultismo difundido por TV en los hogares de los norteamericanos. Pero aún hoy, estas líneas directas psíquicas están más desarrolladas y son más intensas que nunca y Hinn se ha hecho su compañero de viaje en el mundo de lo oculto.

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