Rafael Salinas V.
Apocalipsis 3:17 “PORQUE TÚ DICES: YO SOY RICO, Y ME HE ENRIQUECIDO, Y DE NINGUNA COSA TENGO NECESIDAD; Y NO SABES QUE TÚ ERES UN DESVENTURADO, MISERABLE, POBRE, CIEGO Y DESNUDO”.
Los apostatas que hoy en día fungen de: “pastores”, “profetas”, “evangelistas”, “apóstoles” y hasta de “maestros”. Tienen la cualidad de exaltar todo lo relacionado al dinero y al confort terrenal. Y realmente esa predica del amor a lo terreno y en especial el amor al dinero, les trae muchos dividendos o ingresos. Aquí en Perú existen un sin fin de sectas: carismáticas, pentecostaloides o neo-pentecostales; “apostólicas y proféticas”; entre otras más. Las mas grandes y que cuentan con muchos miembros; cuentan con toda una maquinaria de extracción de dinero de los fieles. Esto con el fin de mantener todo ese imperio de error y de adoctrinamiento anti-bíblico que le permite al hombre que está en la cúspide de esa pirámide poder engañoso: vivir a cuerpo de rey. Lo cierto es mi querido lector, que la mentira religiosa y apostata hoy es un “buen” negocio.
Conocí en algún momento de mi vida a un grupo de “hermanitos” provenientes del interior de mi país. Ellos llegaron a la capital, con pocos ingresos e iniciaron un negocio (“iglesia cristiana”) que contaba con una librería “cristiana” y una predica que consistía en remarcar siempre las frases:
- “…bendecido…”;
- “…bendecida…”;
- “…príncipe…” ;
- “…princesa…”, etc.
- La hermana del “ungido” es pastora y profeta.
- El hermano del “ungido” también es “pastor”, “profeta” y “apóstol”.
Mientras los jerarcas de esta secta ya disfrutan de las fabulosas “unciones financieras de multiplicación y rompimiento nunca antes visto en lo sobrenatural de acuerdo con los diseños divinos” (Típica Verborrea de los actuales ladrones de cuello corbata anillo apostólico y Biblia en mano) Curiosamente la mayoría de miembros de esta secta viven en grandes necesidades económicas pues la mayoría son de bajos ingresos. Eso si, siempre tienen que diezmar, y sobre todo “pactar y sembrar”
Al igual que estos mercaderes de ese falso evangelio dominionista y de la “prosperidad” muchos asalariados que poseen el título de “pastor”, aspiran a tener también su imperio propio para poder hurgar en los bolsillos de sus presas, con sus ya famosos:
-Diezmos obligatorios.-
Que si no los das te vas al infierno según ellos.
-Sus ofrendas de amor, pero obligatorias.-
Que en muchos casos se usan para las frivolidades como por ejemplo: “ofrenda de amor para celebrar el cumpleaños del pastor y comprarle su respectivo regalito”
-Las primicias obligatorias.-
para engordar al falso “ungido”
-Y el último grito de la moda en cuanto a latrocinio sistemático se refiere.-
Los “pactos y las siembras”
Ante este escenario triste y lamentable, la palabra de Dios, nos trae el mensaje certero y contundente, que cae como anillo al dedo a estos hombres que ven en las almas que les siguen, un buen recurso económico. Veamos:
“TU CREES QUE ERES RICO”. —
Basta con verlos vía TV o escucharlos para saber que ciertamente se sienten ricos, pues llenan sus bolsillos engañándole a la gente con quimeras y falsas profecías.
“Y me he enriquecido”. —
Tan solo oiga sus peroratas dominicales para percibir como estas destilan el orgullo y la egolatría a raudales. Cuales pavos reales despliegan su ego sideral al ver como son seguidos por miles de cómplices y esclavos al mismo tiempo; a través de los cuales esto campeones del orgullo, se enriquecen.
“Y de ninguna cosa tengo necesidad”—
En las mentes de estos siervo del infierno, el ostentar trajes caros; departamentos de estrenos; casas y propiedades; cuentas bancarias “ungidas”; un anillo “apostólico” de veinticuatro quilates; un grueso reloj carísimo y muy pesado; entre otros bienes, les hace pensar de que no tienen necesidad de ninguna cosa mas, aunque su espíritu necesite resucitar de la muerte espiritual.
MAS DIOS DECLARA LA VERDADERA CONDICION ESPIRITUAL DE ESTOS OBRADORES DE MALDAD.
Dios les dice: “Y NO SABES”. —
Desconoces tu estado espiritual por tener la mente embotada con lo terrenal y bajo la inspiración demoníaca, “QUE TÚ ERES UN DESVENTURADO, MISERABLE, POBRE, CIEGO Y DESNUDO.”
Triste destino triste la condición de aquellos que juegan a seré dioses montando su negocio personal de latrocinio sistemático a la que sin vergüenza alguna y con cero temor de Dios llaman “iglesia cristiana”
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