Señor perdóname por no ser millonario
Señor,
he trabajado arduamente, pero no logro ahorrar para comprarme un
Mercedes Benz como ese hermanito de mi iglesia. Diezmo hasta la menta y
el comino, y las hojitas de perejil que nacen en mi
maceta. Ofrendo hasta lo que no tengo, y a pesar de que hice ese pacto
contigo, me han dicho que me hace falta fe porque sólo tengo para cubrir
mis necesidades. Trato de ser bueno, pero debo estar fallando en algo,
porque no me han subido el sueldo. Ya no tengo cara para entrar a la
iglesia con la misma ropa de siempre. Mi viejo carrito demuestra que no
sé discernir tus buenos planes para mí. Sé que debo estar en pecado
porque me han enseñado que tú quieres que seamos prosperados y que el
pecado detiene la bendición. Tú has jurado por ti mismo que me vas a
bendecir, y como tú no mientes, exijo que me lo cumplas. ¿O el error es
mío? Perdóname, Señor, ten misericordia de mí. Perdóname, Señor, por mi
falta de fe. Perdóname, Señor, por no ser millonario…
Aunque
esta introducción podría parecer un poco jocosa, lamentablemente
describe la cruda realidad de muchas personas que han recibido
enseñanzas torcidas que se dan ahora en iglesias, libros, predicaciones,
música, etcétera. En la actualidad se mide la “espiritualidad” o el
“nivel de compromiso cristiano” de la misma forma en la que se mide el
“éxito” en el mundo secular. La cantidad de tu dinero te da autoridad,
respeto, poder, admiración, ministerio, etcétera. Si te falta dinero,
entonces estás en pecado, hay algo con tu vida, y no eres digno de las
cosas anteriormente mencionadas. A continuación, les muestro unos
poquísimos ejemplos de falsas enseñanzas, porque es impresionante la
cantidad de iglesias que están comenzando a abrazar estas doctrinas:“Ser pobre es un pecado”.Robert Tilton, Tele evangelista internacional y pastor del Word-of-Faith Family Center en Dallas, Texas.“Si agradamos a Dios seremos ricos”.Jerry Savelle, Maestro y autor de varios libros sobre prosperidad.“Dios
quiere que sus hijos usen las mejores ropas. Quiere que conduzcan los
mejores automóviles y quiere que tengan lo mejor de todo: basta con
pedir lo que necesitemos. Pocas personas saben hoy que pueden escribir
su propia ‘orden de compra’ a Dios”.Kenneth Hagin, Maestro y presidente del Seminario Rhema en Oklahoma.
Realmente
no pueden existir mayores mentiras que las descritas arriba. No existe
sustento bíblico serio que apoye estas afirmaciones. Al contrario, como
veremos a continuación, la Palabra nos advierte en contra de la avaricia
y el querer hacernos ricos. En la Biblia encontramos ejemplos de
creyentes que sentían remordimiento cuando fallaban a Dios porque
conocían lo que a Él le ofende, según lo que está en la Biblia, que es
la Palabra Profética más segura. Ahora, en cambio, el remordimiento
surge cuando no se alcanza un cierto nivel económico, un milagro de
sanidad o la adquisición de un bien, y se cree que esta es la evidencia
de estar en pecado. Antes de seguir, queremos aclarar que tenemos la
convicción de que Dios no quiere que pasemos miseria. Dice la Biblia : Yo fui joven, y ya soy viejo, y no he visto al justo desamparado, ni a su descendencia mendigando pan. Salmo 37:25 El Señor nos ha prometido darnos sustento y abrigo. Por
tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o
qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es
la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las
aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y
vuestro Padre celestial las alimenta… Y por el vestido, ¿por qué os
afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni
hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así
como uno de ellos… No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué
beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas
cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas
estas cosas. Mateo 6:25-32
Es
por eso que si estamos con los ojos en Dios, no nos debemos preocupar
sobre cómo vamos a suplir nuestras necesidades. Si buscamos primeramente
el reino de Dios, todo lo demás estará bien. Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas
os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque
el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal Mateo
6:33-34 aquí
debemos aclarar que “todas estas cosas”, en el contexto se refiere
específicamente a comida y vestido. No está hablando de carros, casas,
lujos, deleites y todos los anhelos carnales que cada uno de nosotros
podría tener en mente
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