Por
Fred R. Coulter
www.iglesiadedioscristianaybiblica.org
Nota: Todas las Escrituras han sido traducidas de The Holy Bible In Its
Original Order (La Santa Biblia en Su orden Original), primera
edición.
Dedicación
Este libro es dedicado a todos los verdaderos
cristianos que aman a Dios el Padre y Jesucristo con todo el corazón, toda la
mente, toda el alma y todas las fuerzas; que buscan la justicia, la santidad, fe,
amor, paciencia y mansedumbre de Dios; y que están peleando la buena batalla de
la fe, por la esperanza de vida eterna.
El apóstol
Juan fue inspirado a escribir del máximo amor de Dios el Padre y la esperanza
que Él nos ha dado a través de Jesucristo. “¡He aquí! ¡Que glorioso amor nos ha dado el Padre,
que deberíamos ser llamados los hijos de Dios!… Amados, ahora somos los hijos
de Dios, y no ha sido revelado aún lo que seremos; pero sabemos que cuando El
sea manifestado, seremos como El, porque Lo veremos exactamente como El es. Y
todo el que tiene esta esperanza en El se purifica a si mismo, incluso como El
es puro.” (I Juan 3:1-3).
Reconocimientos
El autor ofrece su personal agradecimiento y
gratitud a John W. Wyatt, cuya preocupación y amor por los hermanos de
Jesucristo lo movieron a hacer las preguntas que guiaron a la escritura de este
libro.
El autor también extiende su sentido agradecimiento
y gratitud a todos los hermanos de Jesucristo que están asociados con la
Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica cuyas amorosas oraciones, trabajo, regalos
y donaciones han hecho posible la publicación de este libro.
Señor, ¿Qué debería hacer?
Las iglesias de Dios están siendo atacadas
por una corriente arrasadora de cambio doctrinal. Doctrinas que anteriormente
eran condenadas por las autoridades de la iglesia como paganas y no bíblicas
ahora están siendo sancionadas y aceptadas como “nuevo entendimiento.”
Ministros y líderes de las iglesias locales son a menudo los primeros en
caer en esta sutil, persuasiva y poderosa subversión de la Verdad de Dios.
Muchos hermanos en Jesucristo están confundidos y desorientados por los cambios
mayores en las enseñanzas de la iglesia, pero tienen miedo de cuestionar la
autoridad de la iglesia. Aquellos que objetan estos cambios doctrinales son
amenazados con pérdida de la salvación por resistir “¡el gobierno de Dios!”
Pero, ¿qué debemos de hacer cuando vemos que las iglesias de Dios están
cambiando la Verdad eterna de
Su Palabra por doctrinas falsas de origen pagano? ¿Qué debemos hacer cuando vemos
a las iglesias de Dios desmoronándose por dentro? ¿Debemos mantenernos en
silencio y continuar atendiendo, confiando que Dios nunca permitiría que Sus
iglesias sean vencidas por falsas doctrinas? ¿O debemos defender la verdad? ¿Sí
hablamos fuerte y somos forzados a salir, perderemos nuestra salvación? ¿Qué
dice la Palabra de Dios? SEÑOR, ¿QUÉ DEBERIA DE HACER?
Introducción
Todos los verdaderos cristianos están siendo
atacados por Satanás el diablo en una conspiración sutil para destruir su fe y
creencia en Jesucristo. ¡Satanás es el Adversario! ¡Él es el Destructor! ¡Él es
el enemigo implacable de Dios el Padre y Jesucristo y cada hijo engendrado de
Dios!
En un artículo de Agosto 1993, escribí, “Satanás ha
lanzado una gran batalla espiritual por los corazones y mentes del pueblo de
Dios. No está limitado a una sola organización. ¡Es un gran ataque espiritual
para destruir el conocimiento del plan de Dios! Es un ataque mayor para hacer
caer en la trampa a los hijos de Dios con el engaño de palabras religiosas
persuasivas en un intento de que ellos acepten doctrinas las cuáles niegan a
Jesucristo y Dios el Padre, y por causa de esto haciendo que pierdan su
salvación.
Los verdaderos cristianos no son los únicos que
están bajo este ataque. Satanás está afuera para atacar a cualquiera que
mencione el nombre de Jesucristo, sin importar si él o ella es un verdadero
convertido. ¡Satanás desea deshacerse de cada vestigio del nombre de Jesucristo
y de cualquier forma de Cristianismo!
Los objetivos de Satanás incluyen cada denominación
fundamental protestante. Aquí tenemos una cita de una publicación fundamentalista
protestante evangélica: “¡La Iglesia en América [las iglesias protestantes]
están bajo ataque! La raíz de este ataque no es principalmente el humanismo,
secularismo, o agnosticismo de afuera, sino el liberalismo desde adentro. El
liberalismo en la iglesia está destruyendo el punto central de las doctrinas
fundamentales de la fe Cristiana. El Cristianismo hoy en América está
confrontando la misma degradación que la Iglesia de Inglaterra
confrontó 100 años atrás en los días de Charles Spurgeon.
“Spurgeon dijo: ‘Vivimos en tiempos peligrosos:
estamos pasando por un período muy lleno de incidentes; el mundo Cristiano está
convulsionado; existe una gran agitación de las fundaciones antiguas de la fe;
una gran revisión de las antiguas enseñanzas. La Biblia es hecha para hablar
hoy en un lenguaje el cual para nuestros padres seria una lengua desconocida.
Las enseñanzas del Evangelio, la proclamación del cuál hizo a los hombres temer
al pecado, y temer del pensamiento de la eternidad, están siendo olvidadas. El
Calvario está siendo robado de su gloria, el pecado de su horror, y es dicho
que estamos evolucionando en un reino del sentimentalismo vigoroso y bendecido,
en el cual el cielo y la tierra, Dios y el hombre llegan a ser un montón de
emociones sensacionales; pero en el proceso de evolución ¿no está el poder del
evangelio debilitado? ¿No están nuestras capillas vacías? ¿No esta creciendo
entre los hombres una mayor indiferencia a las declaraciones de Cristo? ¿No han
sido las teorías de evolución dañinas en su efecto en el tiempo? ¿Dónde está el
celo ardiente por la salvación de los hombres el cual marcó la no-conformidad
del pasado? ¿Dónde está el entusiasmo noble que hizo héroes y mártires por la
verdad? ¿Dónde está la fuerza que cargó la no-conformidad adelante como una avalancha
poderosa? Ay, ¿dónde?’
“Si algo no es hecho para hacer frente a la marea,
la ola de liberalismo hundirá nuestra nación como lo hizo con Inglaterra en el
fin del siglo pasado. La evidencia de la gran victoria liberal es rampante,
pero unos pocos ejemplos recientes resaltan su intensidad creciente. En Newsweek
(8/9/93) un artículo titulado ‘¿Un fin muerto para Mainline?’ registró el
fallecimiento de las denominaciones principales en América” (The Prophetic
Observer [El Observador Profético], Noviembre 1993, Iglesia del Radio
del Suroeste, Oklahoma City).
El ataque contra toda forma de Cristianismo ha sido
bien organizado. Aproximadamente 100 años atrás, la sinagoga de Satanás
finalizó e implementó su plan maestro para destruir todo vestigio de
Cristianismo y conquistar el mundo a través de sus tácticas subversivas de
control monetario de todos los gobiernos. La meta principal es gobernar finalmente
el mundo y destruir todas las religiones Cristianas. Lo que le ocurrió a
Inglaterra—en su gobierno y su religión protestante durante los últimos 100
años—fue planeado deliberadamente y orquestado por los agentes de Satanás.
Inglaterra ha sido reducida de ser el imperio más grande en los tiempos
modernos a una nación menor muriendo de privación moral porque Dios ha sido
sistemáticamente eliminado de todos los asuntos públicos y también de casi toda
vida privada.
Además, los cambistas de dinero han destruido su
riqueza a través de guerras, deudas y la subversión de su gobierno. Hoy en día,
Inglaterra es simplemente un estado vasallo controlado por la “mano no vista”
de la sinagoga de Satanás. En el tiempo presente, los Estados Unidos están
experimentando el más grande cerco por todas las fuerzas de la sinagoga de
Satanás. Cada tipo de religión cristiana está bajo ataque. Nuestro gobierno en
todos los niveles es dominado y controlado por las fuerzas de la sinagoga de
Satanás. Lo que ha ocurrido en Inglaterra en los últimos 100 años está
ocurriendo en America hoy. Sin embargo, no tomará 100 años para completar la
esclavitud de América. En sólo unos pocos años más, los grilletes de esclavitud
gubernamental y religiosos serán puestos en su lugar.
En América hoy, Satanás está atacando con furia
completa cualquier organización religiosa que enseñe alguna Verdad de la
Palabra de Dios. Ahora que él casi ha completado la subversión del protestantismo,
esta enfocando todos sus esfuerzos en los cristianos que guardan el Sábado y
sus organizaciones. Su meta principal es la aniquilación de todos los
cristianos—los que son los hijos engendrados de Dios el Padre y los verdaderos
hermanos de Jesucristo.
Los verdaderos cristianos necesitan estar en alerta
de las maquinaciones de Satanás. Necesitan despertar y percibir lo que está teniendo
lugar dentro de las Iglesias de Dios. El engaño sutil de Satanás está siendo cumplido—no
por un ataque directo desde afuera, sino por una conspiración astuta e
insidiosa trabajando desde las mismas oficinas principales. Satanás está
lanzando su ataque con una avalancha de falsas doctrinas a través de las
autoridades principales y los ministros de más alto rango dentro de las Iglesias
de Dios. Estos ministros, que pretenden hablar la Verdad de Dios, han en realidad
errado de la Verdad y han sido pervertidos por Satanás en aceptar falsas
enseñanzas. Intencionalmente o no, han llegado a ser agentes de Satanás por
promulgar estas falsas doctrinas desde adentro.
Este libro revela como los supuestos eruditos y
ministros egoístas dentro de las centralmente organizadas Iglesias de Dios
están siendo usados por Satanás para socavar y destruir la fe de los verdaderos
cristianos, ministros y también los miembros. Los apóstoles originales de
Jesucristo fueron confrontados con los mismos ataques sutiles por falsos
maestros y los que se llamaban apóstoles. El Nuevo Testamento está lleno de
advertencias contra estos “falsos apóstoles” y “obreros fraudulentos.”
Usted, sus hermanos en Cristo y la iglesia con la cual
está afiliado pueden estar experimentando tales ataques. Este libro está
diseñado a contestar la pregunta, “Señor, ¿Qué debería hacer?”
Jesucristo inspiró y preservó en el Nuevo
Testamento lo que cada verdadero cristiano necesita saber para vencer el engaño
sutil e ingenioso siendo perpetrado por Satanás. Dios nos ha provisto con el
conocimiento de Su Palabra y el poder del Espíritu Santo para repeler todos los
fuertes ataques de Satanás el diablo. La batalla es por la vida eterna.
Jesucristo está de nuestro lado, y Él ha prometido estar con nosotros hasta el mismo
fin de esta era presente. Podemos hacer todas las cosas a través de Jesucristo
quien nos fortalece. Tenemos que luchar esta batalla de fe—aún hasta la muerte.
“Y oí
una gran voz en el cielo decir, ‘Ahora ha venido la salvación y el poder
y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de Su Cristo porque el acusador de
nuestros hermanos ha sido echado abajo, quien los acusa día y noche delante de
nuestro Dios. Pero ellos lo vencieron… [a Satanás el
diablo]… a través de la sangre del Cordero, y a través
de la palabra… [el mensaje de ellos]… de su
testimonio; y no amaron sus vidas hasta la muerte. Por tanto, alégrense ustedes
cielos y aquellos que viven en ellos. ¡Ay de aquellos que viven en la
tierra y el mar! Porque el diablo ha caído a ustedes, teniendo gran ira porque
sabe que tiene solo un tiempo corto.’ ” (Apocalipsis 12:10-12).
En estos tiempos difíciles, nuestro amor y fe están
siendo probados para ver si verdaderamente amamos a Dios el Padre y Jesucristo
con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente, con toda nuestra alma, y con
todas nuestras fuerzas. Dios el Padre ha probado Su gran amor para nosotros a
través de la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, Su único Hijo engendrado.
Que este libro pueda ser una herramienta para fortalecerlo en su amor y fe
hacia Dios y en su decisión de ser fiel a Su Palabra.
Capítulo Uno
¿Qué le está ocurriendo a las Iglesias de Dios?
Hoy, Satanás está hábilmente y sutilmente usando
una de sus más poderosas armas espirituales contra las Iglesias de Dios, ¡sin importar
el tamaño de la organización! ¡Es una de las armas más antiguas y efectivas de
Satanás, la cual ha usado hábilmente de tiempo en tiempo con tremendo triunfo!
¡Esta arma es la instigación y promulgación de
falsas doctrinas dentro de las Iglesias de Dios! Estas antiguas y mentiras
recicladas de Satanás siempre son mostradas como “nueva verdad” o “nuevo
entendimiento.” Pero la verdad es que las mentiras sutiles de Satanás consumen
y destruyen espiritualmente. ¡Tal como el cáncer, cuando empieza a tomar raíz,
no es ni notado! Estas enseñanzas malignas rodean y lentamente destruyen la
vitalidad espiritual de una iglesia, así como el cáncer consume el cuerpo físico.
Sus tentáculos mortales llegan hasta los órganos espirituales vitales de
esperanza, fe y amor, buscando estrangular, destruir y matar. Así como la gente
ha aprendido a vivir con el cáncer, muchos hermanos se están permitiendo ser
sujetados a ola tras ola de falsas doctrinas, acercándolos más y mas a la
muerte espiritual. Mientras ellos pueden sentir que “algo esta mal,” no se dan
cuenta que Satanás los está atacando con un asalto mayor contra su fe y amor a
Dios. ¡Su meta diabólica es destruir su entendimiento de la Palabra de Dios y
su regalo de la salvación a través de Jesucristo!
En muchas iglesias locales, ministros y miembros
están aceptando estas “nuevas enseñanzas.” ¡Alarmante como pueda parecer,
muchos de estos ministros y hermanos han admitido que saben que estas
enseñanzas son falsas! Y aun están siguiendo con estos cambios doctrinales. Están
tan espiritualmente letárgicos que ignoran su responsabilidad espiritual
personal para con Dios el Padre y Jesucristo. ¿Cómo puede ser que muchos de los
hermanos de Jesucristo, los hijos espiritualmente engendrados de Dios el Padre,
se hundan en tan peligroso estado de ceguera y sueno espiritual?
Dos errores fundamentales
El fundamento para esta condición espiritual
degenerada fue inevitablemente establecido cuando las iglesias de Dios
empezaron a seguir dos enseñanzas fundamentales las cuales parecen estar en
acuerdo con las Escrituras pero en realidad son enormes malas aplicaciones de
las Escrituras. La primera enseñanza errónea que ha corrompido muchas iglesias
de Dios es aceptar y practicar una forma de gobierno de iglesia que es en
realidad contrario a las palabras de Jesucristo en el Nuevo Testamento. Esta
falsa enseñanza es la asunción que Dios trabaja a través de un gobierno
jerárquico, tal como lo vemos en las naciones y corporaciones en el mundo. Basados
en esta creencia, los líderes de la iglesia han seguido el ejemplo de los
gobiernos de este mundo organizándose a si mismos en una jerarquía de
ministros. Los miembros de la iglesia han aceptado esta jerarquía ministerial
porque se les dijo que ésta era la forma del gobierno de Dios tal como es enseñado
en las Escrituras.
Al aceptar esta forma de gobierno, los hermanos de
Jesucristo abandonaron su responsabilidad dada por Dios de guardar las verdaderas
enseñanzas de la Palabra de Dios “probando todas las cosas.” En vez de esto,
permitieron que una jerarquía de ministros fuese puesta sobre ellos. Ellos miraban
esta “línea de autoridad” para que les dijeran lo que debían creer. El triste
resultado es abrumadoramente evidente en las congregaciones locales hoy.
Oficiales de la iglesia de varios cargos y rangos se han exaltado sobre sus
hermanos y están ejercitando completa autoridad no solamente en asuntos
doctrinales sino en todos aspectos de las vidas de sus hermanos.
Iglesias enteras han sido guiadas a creer que este señorío
jerárquico ejercido por el ministerio es “el gobierno de Dios” (Para un
estudio mas profundo, ver también “¿Es
el Ministerio el gobierno de Dios?”). Basado
en esta reclamación, se espera que todos den obediencia incondicional a
ministros ordenados de cualquier rango y especialmente al “líder más alto.”
¡Todos deben obedecer sus enseñanzas y mandatos como las enseñanzas y mandatos
de Dios! A los hermanos, diáconos y ministros de “menor rango” se les dice que
los hombres a cargo han sido escogidos por Dios. ¡Solo Dios esta personalmente
dirigiéndolos en todo lo que hacen! Seguramente Dios no permitirá que cometan
errores o pequen. Sin embargo, si ellos cometen errores o pecan, solamente Dios
los puede corregir porque los líderes escogidos son los “ungidos de Dios.” Si
cualquiera se atreve a cuestionar su autoridad y sus enseñanzas, o se atreve a
exponer sus errores y pecados, esa persona es llamada rebelde contra “la
autoridad escogida por Dios.”
Esta enseñanza está firmemente atrincherada en
muchas de las Iglesias de Dios. Ministros ejercen autoridad absoluta sobre las
vidas de sus hermanos. Cualquier reto a su autoridad es confrontado con
amenazas severas y arrogantes de des-asociación y ultimadamente la pérdida de la
salvación. Se ha conocido de ministros que dicen a los hermanos, “¡No sabe que
tengo el poder y la autoridad de mandarle a pecar, y si no me obedece, usted va
contra Dios!”
Para perpetuar su autoridad, ministros repetidamente
amenazan e intimidan a sus hermanos. Cuando los grandes pecados de un “líder muy
alto” de una Iglesia de Dios grande estuvieron a punto de ser expuestos, él excorió
e intimidó una iglesia entera diciendo con alta voz, “¡Hermanos, ustedes son un
montón de ovejas tontas. Ningunos de ustedes va a entrar en el Reino de Dios sino
yo, y quizás unos pocos otros ministros, y hasta dudo de ellos!” Este tipo de
abuso ministerial, en efecto, niega que las iglesias de Dios son compuestas de
hermanos y hermanas de Jesucristo, quienes son los hijos de Dios el Padre. En
vez de ser nutridos e inspirados a crecer espiritualmente, los hermanos de
Jesucristo son comerciados y arrogantemente se les dice que su única obligación
es “pagar y orar y apoyar esta obra. Esta es la única razón por la que Dios lo
llamó en primer lugar.”
¡Donde este tipo de “gobierno de iglesia” es
ejercitado, los hombres a cargo han ilegalmente usurpado el poder absoluto y
autoridad de Dios! ¡Dios el Padre y Jesucristo nunca han soltado su poder
absoluto y autoridad a ningún hombre! Cuando un líder de la iglesia reclama que
todas sus palabras y acciones contienen la autoridad absoluta de Dios, ha puesto
el fundamento para la subversión de la iglesia por Satanás. Este es el mismo reclamo
que Satanás usó para levantar la Iglesia Católica, y por el cuál ha mantenido
el poder absoluto y autoridad de los papas y sacerdotes por siglos. Aun el
“líder más alto” de la denominación más grande de una Iglesia de Dios alabó a los
Católicos por su “gobierno de iglesia de arriba hasta abajo.” Él repetidamente
dijo, “Si existe una cosa que los Católicos tienen correcto, es el gobierno de
la iglesia de arriba hasta abajo.” Nadie se le ocurrió preguntar, “¿Por qué
Dios usaría la forma jerárquica de gobierno de Satanás en Su Iglesia?” La Verdad
de las Escrituras es que Dios nunca deseó esta forma de gobierno para Su
Iglesia.
La asunción de que Dios trabaja a través un gobierno
jerárquico ha dirigido a algunas de las iglesias de Dios al segundo error
fundamental. Sus miembros han sido enseñados que Dios trabaja exclusivamente a
través de una sola jerarquía de ministros y por consiguiente una sola
organización de iglesia constituye la ÚNICA VERDADERA IGLESIA DE DIOS EN LA
TIERRA. ¡Esta falsa reclamación es un astuto mecanismo de Satanás, el cual los
líderes de la iglesia usan libremente para su propia ventaja! Esta enseñanza esta
falsamente basada en las Escrituras que hablan de una “iglesia de Dios,”
refiriéndose al cuerpo espiritual de creyentes engendrados, no a una
organización corporativa de iglesia. Decir que estas Escrituras están
describiendo una sola organización corporativa de iglesia es una aplicación
engañosa de las Escrituras.
La verdadera Iglesia de Dios es espiritual
Cuando el Nuevo Testamento habla sobre la “iglesia
de Dios,” esta hablando de aquellos que son espiritualmente engendrados de Dios
el Padre. No está designando ninguna organización de iglesia particular “como
la única Iglesia de Dios en la tierra.”
¿Cómo es que la Iglesia de Dios espiritual es
diferenciada de una organización corporativa de iglesia? La Iglesia de
Dios espiritual no está limitada por las leyes de cualquier estado o país. Es
gobernada por las leyes y mandamientos de Dios tal como fueron magnificados por
Jesucristo. Además, la Iglesia de Dios espiritual no está restringida a ninguna
organización corporativa. ¡Es la “Iglesia de Dios” entera tal como Dios el
Padre en los cielos ha identificado a Su pueblo, los hermanos de Jesucristo! Esta
compuesta de cada individuo a quien Dios el Padre ha personalmente llamado y
seleccionado y que ha sido bautizado y ha recibido el engendramiento del
Espíritu Santo. Además, incluye a todos los que tienen la fe de Jesucristo y
quienes están guardando los mandamientos de Dios (Apocalipsis 14:12). La
Iglesia de Dios espiritual consiste de cada individuo que tiene el Espíritu
Santo morando en él o ella y cuyo nombre ha sido personalmente escrito en el
libro de vida por Jesucristo mismo.
De otra manera, una iglesia en organización
corporativa, o asociación, consiste de individuos que han decidido reunirse
juntos bajo un nombre corporativo o asociado. En la mayoría de los casos, tales
organizaciones están registradas con el estado(s) o país(es) en el cual
conducen sus negocios. El estado o país en el cual la “iglesia corporativa”
conduce sus negocios puede requerir tal incorporación o registro.
En el mundo hoy, hay muchas mas de 400 “iglesias de
Dios” que guardan el Sábado las cuales son organizaciones corporativas
separadas. Muchas de estas organizaciones que guardan el Sábado también
observan servicios en los días santos anuales ordenados por Dios en las
Escrituras. Cualquier cristiano que tiene el Espíritu Santo de Dios puede escoger
compartir y afiliarse con una organización corporativa particular. La Iglesia
de Dios espiritual está compuesta de todos aquellos individuos que tienen el
Espíritu Santo de Dios, sin importar la afiliación corporativa.
¡Dios no asignó una jerarquía ministerial!
Ningún lugar en la Biblia enseña que Dios trabaja a
través de solamente una organización de iglesia o ministerio. El Nuevo
Testamento claramente enseña que existen diferencias de “ministerios” o
“administraciones.” Las diferentes administraciones son dones espirituales que
son dados por Jesucristo, quién es la Cabeza de la Iglesia espiritual de Dios.
“Entonces hay diferencias de dones,
pero el mismo Espíritu; y hay diferencias de administraciones, pero el mismo
Señor. Y hay deferencias de operaciones, pero es el mismo Dios Quien esta
trabajando todas las cosas en todo.” (I Corintios 12:4-6).”
Dios no se limita a trabajar por medio de una sola
iglesia de organización corporativa.
¡Dios el Padre da el engendramiento de Su Espíritu Santo a cualquiera que Él
desea! Él nunca puede ser limitado por las organizaciones de hombres. ¡No
existe ninguna verdad en la reclamación de que una particular organización de iglesia
es “la única verdadera Iglesia de Dios en la tierra!” Dios no da autoridad
absoluta a un “alto líder” en alguna organización de iglesia. Dios nunca deseó
que Su pueblo fuera gobernado por un ministerio jerárquico con una línea de
“sucesión apostólica.” ¡Este tipo de gobierno de iglesia es contrario a la
orden expresa de Jesucristo!
“Y hubo
también una disputa entre ellos, incluso esta: cual de ellos debería ser
considerado el más importante. Y El les dijo, “Los reyes de las naciones
señorean sobre ellas, y aquellos que ejercen autoridad sobre ellas son llamados
benefactores. Pero no sea de esta forma entre ustedes; mas bien, aquel
que es mas destacado entre ustedes sea como el mas nuevo, y aquel que esta
liderando como el que esta sirviendo. Porque, ¿Quien es mas destacado,
aquel que está sentándose a la mesa, o aquel que está sirviendo? ¿No es
aquel que se sienta a la mesa? Pero yo estoy entre ustedes como uno que
esta sirviendo.” (Lucas 22:24-27).
Contrario a esta enseñanza de Jesucristo, ministros
en muchas iglesias de Dios han gobernado las vidas de sus hermanos con
autoridad absoluta “de arriba hasta abajo.” Añadiendo error tras error, han
convencido a los hermanos que su salvación es asegurada mientras ellos se sometan
a esta forma de autoridad. Aquellos que han aceptado y creído esta falsa
reclamación han sido arrullados en complacencia espiritual. Este letargo
espiritual hace muy fácil para Satanás introducir falsas doctrinas las cuáles traen
ceguera espiritual. ¡Con el tiempo, aquellos que no despiertan de su letargo
espiritual son vencidos por oscuridad espiritual! Ellos han cambiado la “luz”
de Jesucristo por la “oscuridad” de Satanás el diablo.
“Y este
es el juicio;... [y es un juicio continuo]… que la luz ha venido al mundo, pero los hombres
amaron la oscuridad en vez de la luz porque sus obras eran malignas.
Porque todo el que practica maldad odia la luz, y no viene a la luz, para que
sus obras no puedan ser expuestas; pero aquel que practica la verdad viene a la
luz, para que sus obras puedan ser manifestadas, que ellas son logradas por el
poder de Dios.’ ” (Juan
3:19-21).
Cuando un verdadero cristiano—ya sea ministro o
miembro de la iglesia o no afiliado con cualquier organización—está
continuamente amando a Dios el Padre y Jesucristo, guardando los mandamientos
de Dios y caminando en la luz de la Palabra a través del poder del Espíritu
Santo de Dios, él o ella está caminando en la luz. Cuando un verdadero
cristiano se aparta de Dios y no está amando a Dios, ni caminando en la luz de
la Palabra de Verdad, y no está guardando los mandamientos de Dios, él o ella está
caminando de nuevo hacia la oscuridad.
Un pastor autoritario, quien no quería ser más
molestado cuando era confrontado con la verdad, replicó, “¡A mi no me importa
cuáles cambios doctrinales son hechos! Esta [organización corporativa] es la única
iglesia de Dios. Yo me quedaré aquí. ¡Sus líderes no pueden estar equivocados!
Ellos son los expertos; yo dejaré los asuntos doctrinales a ellos. Lo que me
digan que tengo que predicar, aceptaré y predicaré, sin importar.” Satanás
puede aprovechar esta condición espiritual muy exitosamente, y podrá dirigir a
tal persona hacia tinieblas.
En otro caso se le preguntó a un ministro, “¿Cómo
puede vivir usted mismo delante de Dios, cuando sabe de todo acerca de la
corrupción, falsas doctrinas y los pecados gravosos, y continúa con esto? Su
respuesta fue muy reveladora: “Yo simplemente me pongo las anteojeras de acero
sobre mis ojos, para no ver nada.” Un poco de inflexible auto-justificación
para perpetuar su propia posición de poder. Él estaba más que deseoso de olvidarse
del pecado y corrupción. Él estaba más que deseoso de abrazar falsas doctrinas
y enseñanzas satánicas. Él estaba más que deseoso de continuar recibiendo su
sueldo. Este tipo de persona se ha engañado a si mismo. Esta es la clase de
actitud que Satanás desea usar. Y es cierto lo dicho por Jesucristo, “y si el
ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.”
¿Cómo está su visión espiritual? ¿Lo han cegado
parcialmente las tinieblas? ¿Puede ver usted suficiente de la luz de Verdad
para entender lo que está ocurriendo? ¿Ha puesto usted “anteojeras espirituales”
para que no tenga que ver la luz de la Verdad de Dios? ¿Abrirá sus ojos a la
Verdad de Dios, o aceptará las interpretaciones perversas siendo presentadas
como “nuevo entendimiento”? ¿Qué escogerá creer? ¡Su salvación eterna está en riesgo!
Capítulo Dos
¿Cómo los falsos profetas y falsos maestros trabajan dentro de una iglesia?
La mayoría de la gente hoy piensa de un falso
profeta como alguien que trae una supuesta revelación de eventos futuros cuando
en realidad Dios no lo ha enviado. En el uso moderno, la palabra “profeta”
generalmente se refiere a uno que predice el futuro. En el uso escritural, sin
embargo, la palabra “profeta” tiene un significado mucho más amplio. Aquellos
que predican la Palabra de Dios como pastores, ministros o evangelistas son
todos “profetas” de acuerdo al uso del termino en el Nuevo Testamento.
En el Nuevo Testamento, la palabra “profeta” es
traducida de la palabra griega propheetees. Esta palabra griega es raramente
usada en el Nuevo Testamento en referencia a una persona que predice eventos
futuros. Es a menudo usada para referirse a aquellos que predican la Palabra de
Dios bajo la inspiración del Espíritu Santo, o “aquellos que proclaman el
mensaje divino con preparación especial y con una misión especial” (Arndt y
Gingrich, A Greek-English Lexicon of the New Testament [Un Léxico
Griego-Inglés del Nuevo Testamento].
La Biblia revela que no todos los “profetas”—no
todos los que reclaman “predicar la Palabra”—son verdaderos “profetas”
de Dios. Existen numerosas referencias en ambos el Antiguo Testamento y el
Nuevo Testamento de falsos profetas. En los tiempos del Antiguo
Testamento, un falso profeta era aquel que reclamaba inspiración divina pero no
estaba hablando la Verdad de Dios (I Reyes 22:10-14, 17). Falsos profetas eran
a menudo directamente inspirados por Satanás el diablo o uno de sus demonios (I
Reyes 22:20-22). El Nuevo Testamento nos advierte que habrán falsos profetas
obrando engaño y enseñando mentiras hasta el fin de la era presente, cuando
Jesucristo mismo regresará para terminar su maligno engaño.
Las advertencias personales de Jesucristo
Cuando Jesucristo empezó Su ministerio, Él advirtió
a Sus seguidores de cuidarse de aquellos que reclamarían hablar la Verdad pero que
traerían falsas enseñanzas. “Pero tengan cuidado de los falsos profetas quienes vienen a ustedes
en ropa de oveja porque por dentro ellas son lobos rapaces. Los
conocerán por sus frutos…” (Mateo
7:15-16).
Los verdaderos cristianos deben buscar a Jesucristo
y seguirlo en todo momento. Jesús dijo de Si mismo, “Yo soy la puerta. Si cualquiera entra a
través de Mi, será salvo, y entrará y saldrá, y encontrará pasto. El ladrón… [falso
profeta]… no viene excepto para robar y matar y destruir.
Yo he venido para que puedan tener vida, y puedan tenerla más abundantemente.” (Juan 10:9-10).
En los últimos días antes de Su crucifixión, Jesús
de nuevo advirtió fuertemente contra los falsos profetas que vendrían
predicando sus mensajes engañosos. “Entonces
Jesús respondió y les dijo, “Estén
en guardia, para que nadie los engañe.
Porque muchos vendrán en Mi nombre,
diciendo, ‘Yo soy el Cristo’; y engañarán
a muchos... Porque
se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y
maravillas, para engañar, si es posible, AUN A LOS ELEGIDOS.” (Mateo 24:4-5, 24).
¡Apocalipsis 12:9 nos dice que Satanás está
activamente engañando al mundo entero! “Y el gran dragón fue echado fuera, la serpiente antigua que
es llamada el Diablo y Satanás, quien está engañando al mundo entero;
fue echado abajo a la tierra, y sus ángeles fueron echados abajo con él.” El texto griego claramente muestra que éste
engaño es activo y continúo; el tiempo verbal en el griego significa “está
engañando.”
Satanás está engañando al mundo entero—todas las
naciones, gobiernos y religiones. ¡Al mismo tiempo Satanás está usando falsos
maestros y falsos profetas en un intento por destruir la fe de ministros y
hermanos dentro de las iglesias de Dios! Tan poderoso es el engañó de Satanás
que Jesús dijo, “Si es posible, [LOS FALSOS PROFETAS DE SATANÁS, ENGAÑARÁN] ¡ AUN A LOS ELEGIDOS!”
¿Cómo son los falsos maestros de Satanás capaces de
hacer esto? ¿Cómo es que casi tendrán éxito en engañar a los propios elegidos?
La respuesta es revelada en las palabras de Jesús a
Sus discípulos. Hemos leído las advertencias personales de Jesús contra estos
falsos profetas en los pasajes de arriba de los Evangelios de Mateo y Juan. En
estas Escrituras, Jesús describe dos tipos de “falsos profetas,” o “falsos
maestros”. El primer tipo es el lobo vestido de oveja. El segundo tipo es el
ladrón que viene sin disfraz pero de sorpresa. Ambas clases de falsos profetas
buscan explotar, robar, matar y destruir las ovejas de Dios. Pero hay una marcada
diferencia entre estos dos tipos de falsos maestros. El ladrón puede ser
fácilmente identificado, y sus motivos malignos son obvios para todos. Del otro
lado, el lobo se manifiesta como uno del rebaño, y sus motivos son ocultos. Su
propósito maligno no es reconocido por el rebaño.
El tipo más peligroso de falso profeta
Los apóstoles de Jesucristo fueron repetidamente
confrontados por falsos profetas quienes como el lobo, pretendían ser parte del
rebaño de Dios. Los falsos profetas de este tipo son los más peligrosos porque
ellos trabajan desde adentro de la organización de iglesia. En muchos casos son
aceptados y aprobados como ministros y maestros y les son dados estatus
oficial. Ellos hacen su obra sutilmente y secretamente.
En el primer siglo, mientras la mayoría de los
apóstoles originales de Jesucristo todavía estaban vivos y ministrando las
iglesias de Dios, estos falsos maestros se abrieron camino en las
congregaciones locales. Ellos sutilmente tomaron control, expulsaron a los
verdaderos ministros de Dios, y cambiaron el Evangelio de Jesucristo por un
evangelio diferente.
A través de los siglos, falsos profetas han sido
usados por Satanás para corromper las iglesias de Dios. Estos falsos profetas,
o falsos ministros, no están interesados en servir a Dios ni obedecerlo. Están
motivados por sus propias codicias y la lujuria humana por posiciones de poder
y prestigio. Ya que no son guiados por el Espíritu de Dios, sino por la codicia
humana, Satanás es capaz de influenciarlos y usarlos para sus propósitos
diabólicos.
El apóstol Pablo llamó a Satanás el “…príncipe del poder del aire, el espíritu que esta
ahora trabajando dentro de los hijos de desobediencia” (Efesios 2:2). Satanás es capaz de usar efectivamente sus
dardos de fuego para inspirar pensamientos de vanidad, codicia y engaño
(Efesios 6:16). Satanás tiene sus propios poderes espirituales demoníacos y
fuerzas en lugares altos para influenciar a los hombres en posiciones de poder a
través de sus lujurias humanas y vanidad. Pablo describió esta influencia
maligna: “Porque no estamos luchando
contra carne y sangre, sino contra principados y contra poderes, contra
los gobernadores del mundo de la oscuridad de este siglo, contra el poder
espiritual de maldad en lugares altos.” (Efesios 6:12).
La obra de estos espíritus engañosos es evidente en
todas las iglesias en todo lugar hoy. ¡Los propios ministros de Satanás, que parecen
ministros de justicia, están enseñando sus mentiras! No están siguiendo a
Jesucristo. Han incluso trabajado su camino dentro de las iglesias de Dios y se
han sentado ellos mismos en comités doctrinales y han asumido posiciones de
enseñanza en las escuelas de las iglesias. Trabajan desde adentro como parte
oficial de la organización de la iglesia. Usando tácticas subversivas, los
ministros de Satanás han sutilmente y diestramente tomado control. Bajo su
control, la Verdad de Dios es cambiada poco a poco por mentira. Las doctrinas
son tan astutamente redactadas y diestramente presentadas que aun cristianos firmes
están siendo pervertidos.
¿Cómo usan los falsos maestros la Palabra de Dios?
Las tácticas de Satanás no son nuevas. Él y sus
ministros han usado los mismos métodos muchas veces a través de la historia. La
iglesia en Corinto, la cual levantó el apóstol Pablo, fue confrontada con estas
mismas influencias subversivas. Pablo advirtió a los cristianos de Corinto de
estos métodos engañosos siendo usados por estos falsos maestros.
Estos engañadores impíos estaban usando tácticas
astutas. ¡El apóstol Pablo revela que estaban obrando su corrupción dentro de
las iglesias de Dios aún mientras él estaba vivo! En su segunda epístola a los
Corintios, expone exactamente cómo estos falsos maestros estaban logrando su
obra engañadora.
“Por
tanto, teniendo este ministerio… [la verdad del Evangelio de Jesucristo]…,
de acuerdo a como hemos recibido misericordia, no somos pusilánimes. Porque
hemos renunciado personalmente a las cosas escondidas de ganancia
deshonesta, no caminando en mañosa astucia… [tácticas
sutiles y diabólicas]…, NI MANIPULANDO LA PALABRA
DE DIOS ENGAÑOSAMENTE… [esto es
exactamente lo que esta pasando hoy—los falsos maestros y falsos ministros
están manipulando la Palabra de Dios engañosamente]…;
sino por manifestación de la verdad… [el
uso correcto de las Escrituras al estudiar precepto sobre precepto y comparando
verdad con Verdad]…, nos estamos… [Pablo y los verdaderos ministros de Dios]… encomendando nosotros mismos a toda conciencia de hombre
delante de Dios [a diferencia de los ministros de Satanás, quienes obran
su engañó en secreto]. ”
“Pero si
nuestro evangelio es escondido, es escondido para aquellos que están
pereciendo; en quienes el dios de este mundo ha cegado las
mentes de aquellos que no creen,
no sea que la luz del evangelio de la gloria de Cristo....” (II Corintios 4:1-4).
Satanás ha sido exitoso en cegar las mentes de los
no creyentes, pero él también desea seducir y engañar a todos aquellos que
creen el Evangelio. Para alcanzar este propósito diabólico, Satanás inspira a
los falsos maestros y falsos ministros a cegar las mentes de los verdaderos
creyentes con falsas doctrinas a través de la manipulación hábil y engañosa de
la Palabra de Dios.
¡Porque las Escrituras han sido usadas, sus falsas
doctrinas parecen y suenan bendecidamente correctas! ¿Pero qué puede ser más astuto?
Sí, la Palabra de Dios es la Verdad. Pero manipulándola engañosamente produce
error.
Sus interpretaciones engañosas de la Palabra de
Dios son respaldadas por argumentos astutos de filosofía y teología con
palabras que suenan intelectuales. Por encima, sus falsas doctrinas parecen ser
palabras de sabiduría y lógica, ¡pero en realidad son satánicas y diabólicas!
Estos maestros engañosos no están “dividiendo
correctamente la Palabra de la verdad”
(II Timoteo 2:15). Sí, ellos usan las Escrituras, pero la dividen incorrectamente.
El resultado final de tales enseñanzas es que ellos están cegados a la Verdad
de Dios. Creen una forma de doctrina que suena Bíblica porque las Escrituras
han sido engañosamente usadas e interpretadas. Pero ellos en verdad creen y
enseñan mentiras. Esto es exactamente lo que ciertos hombres están haciendo,
quienes se han sentado en comités doctrinales y han asumido posiciones de
enseñanza dentro de las iglesias de Dios. Usando los mismos métodos errantes, Satanás
y sus ministros desde hace tiempo han sido exitosos en apostatar las iglesias del
mundo que profesan ser cristianas.
Todos los cristianos hoy necesitan estar
conscientes de los métodos sutiles que Satanás usa para cumplir su engaño malicioso.
Necesitamos estar en guardia contra estos ingeniosos mecanismos. Como el
apóstol Pablo advirtió, “Para que no
podamos ser engañados por Satanás, porque no somos ignorantes de sus
maquinaciones.” (II Corintios 2:11).
Cuando el ciego guía al ciego
¿Qué ocurre cuando los verdaderos creyentes voluntariamente
siguen a ministros y maestros que se han cegado a la Verdad de Dios y están
enseñando doctrinas de hombres? Jesús nos da la respuesta en el Evangelio de
Mateo. Jesucristo advirtió a Sus seguidores “Cuídense, y estén en guardia contra la levadura de los
Fariseos y Saduceos” lo que significa
sus doctrinas, o enseñanzas (Mateo 16:6-12). ¡Estos líderes judíos enseñaban
que sus tradiciones humanas eran más grandes que los mandamientos de Dios!
Jesús los denunció, diciendo, “…Y han hecho nulo el mandamiento de Dios… [la verdad de Dios]… por amor a su
tradición. ¡Hipócritas!
Isaías ha profetizado bien concerniente a ustedes, diciendo, ‘Esta gente se
acerca a Mi con sus bocas, y con sus labios Me honran; pero sus corazones están
lejos de Mi.’ Pero ellos Me adoran en vano, enseñando por doctrina los
mandamientos de hombres… Entonces
Sus discípulos vinieron a El y dijeron, “¿Te das cuenta que los fariseos fueron
ofendidos cuando oyeron este dicho?”
13. Pero El respondió y dijo, “Toda planta que Mi
Padre celestial no ha plantado será desarraigada. Déjenlos solos. Ellos
son líderes ciegos de ciegos. Y SI EL CIEGO GUÍA AL CIEGO, AMBOS
CAERÁN DENTRO DEL HOYO.’ ” (Mateo
15:6-9, 12-14).
Al manipular la Palabra de Dios engañosamente, los
falsos maestros atraen a sus seguidores a ceguera espiritual. Y porque todos
están caminando en la cegadora oscuridad, no saben que están dirigiéndose hacia
una caída peligrosa. ¡La fosa gigante de apostasía está delante de ellos, y la
caída será terrible!
Muchos creyentes en los tiempos del Nuevo
Testamento tontamente siguieron a líderes ciegos hacia la oscuridad espiritual
y la apostasía. Pablo advirtió a los Corintios que ellos estaban siendo
alejados del verdadero Evangelio por estos engañadores. Al mismo tiempo que los
creyentes de Corinto estaban aceptando las falsas enseñanzas de falsos
apóstoles, estaban empezando a rechazar al apóstol Pablo y las verdaderas
enseñanzas de Jesucristo. ¡Las verdaderas enseñanzas del Evangelio de
Jesucristo estaban siendo echadas a un lado en favor de “nuevas enseñanzas
maravillosas,” las cuales indudablemente eran pregonadas como una gran mejora
comparada con las enseñanzas de Pablo! ¡Pero eran falsas enseñanzas de falsos
apóstoles, quienes fueron identificados por Pablo como los ministros de
Satanás!
En su segunda epístola a los Corintios, Pablo les advirtió
que su locura espiritual ¡los estaba dirigiendo al desastre! Pablo incluso usó
sarcasmo cuando se esforzó para avergonzarlos por su aceptación de falsos
apóstoles con sus falsas enseñanzas y su evangelio corrompido, ¡el cual los
Corintios estaban siguiendo ciegamente! Pablo escribió a los tontos Corintios,
“Ojala pudieran tener conmigo un
poco de tontería; pero ciertamente, la tienen conmigo. Porque
estoy celoso por ustedes con el celo de Dios porque los he desposado con un
esposo, para que pueda presentarlos como una virgen casta para Cristo. Pero
me temo, no sea que por cualquier medio, como la serpiente engañó a Eva con
su astucia... [las
mentiras sutiles de Satanás, que suenan como verdaderas bendiciones]…, así sus mentes puedan ser corrompidas de la
simplicidad que es en Cristo. Porque
ciertamente, si alguien viene predicando otro Jesús, a quien nosotros no
predicamos, o reciben un espíritu diferente… [de Satanás el diablo]…, el
cual no recibieron... [originalmente]…, o un evangelio diferente, el cual no aceptaron… [originalmente]…, ustedes se
contentan con esto como algo bueno [y maravillosamente
mejorado sobre lo que originalmente les enseñamos]. Pero no me considero a mi mismo en ninguna forma
inferior a aquellos altamente exaltados y así llamados apóstoles...
Porque tales son falsos apóstoles—trabajadores engañosos que están
transformándose a si mismos en apóstoles de Cristo. Y no es
de maravillarse, porque Satanás mismo se transforma a si mismo en un ángel de
luz. Por tanto, no es gran cosa si sus siervos también se
transforman a si mismos en ministros de justicia...” (II Corintios 11:1-5, 13-15).
¡Qué peligroso estado espiritual el que los
Corintios habían alcanzado! ¡La iglesia de Dios en Corinto estaba a punto de
perder la Verdad de Dios por abrazar falsas doctrinas! Estaban empezando a
rechazar al apóstol Pablo, un verdadero siervo de Dios quien les había traído
las verdaderas enseñanzas de Jesucristo. A cambio, ¡estaban aceptando falsos
apóstoles con sus engañosas enseñanzas! ¡Qué locura espiritual!
¿Cuál es el estado espiritual de su iglesia?
¿Cuáles son las enseñanzas doctrinales en su iglesia? ¿Está siendo enseñado
falsas doctrinas sutiles las cuales suenan verdaderas? ¿Está cayendo usted en
la trampa de Satanás? ¿Podrá usted estar engañado al negar la Verdad de Dios y
perder su salvación?
La advertencia poderosa de Judas
Judas, el hermano de Jesucristo, ¡escribió su
epístola urgente a las iglesias de Dios porque estaban en gran peligro de ser atrapadas
por los poderosos engaños de Satanás obrando insidiosamente dentro de ellas! ¡Estaban
experimentando la perversión de la Verdad de Dios por hombres impíos que
estaban en posiciones de autoridad dentro de las iglesias de Dios y que estaban
usando las Escrituras engañosamente para promover sus falsas doctrinas!
Para combatir estos falsos maestros, Judas fue
movido por el Espíritu de Dios a escribir su advertencia urgente, “…ciertos hombres se han deslizado sigilosamente, aquellos de quienes hace tiempo ha sido
escrito, condenándolos a este juicio. Ellos son hombres impíos,
quienes están pervirtiendo la gracia de nuestro Dios, convirtiéndola en
libertinaje, y están personalmente negando al único Señor Dios y a nuestro
Señor Jesucristo.” (Judas 4).
Estos falsos maestros y falsos apóstoles habían
sido exitosos al infiltrarse en las iglesias de Dios y estaban activamente
cambiando las verdaderas enseñanzas de Jesucristo a un evangelio
pervertido. ¡Estaban negando al Señor Jesucristo al rechazar Sus
enseñanzas! ¡Le estaban robando el poder a la Palabra de Dios!
Estas Escrituras no fueron escritas solamente para
las iglesias del Nuevo Testamento. ¡Las palabras de Pablo y Judas han sido
preservadas como una profecía y advertencia para nosotros hoy! El apóstol Pablo
declaró que en los días postreros habrían hombres quienes parecerían
piadosos pero que negarían el verdadero poder de Dios (II Timoteo 3:1, 5).
¡Nosotros en las iglesias de Dios hoy, debemos tener
en cuenta la advertencia y tomar acción decisiva! ¡Debemos rechazar a todos los
engañadores malignos y sus falsas doctrinas! Debemos volver a la plena verdad
de Dios tal como está contenida en las Escrituras. ¡Debemos hacerlo con todos
nuestros corazones y todas nuestras mentes, en plena fe y en el amor de Dios,
antes que sea muy tarde y lleguemos a ser víctimas impotentes de las
enseñanzas engañosas de Satanás! Pasivamente haciendo nada sólo nos llevará a
estar totalmente cegados.
Capítulo Tres
¡El engaño resultará en apostasía!
El apóstol Pablo nos da una advertencia poderosa en
su segunda epístola a la iglesia de Tesalónica. Pablo escribió esta epístola en
el primer siglo, cuando el engaño de Satanás estaba ya en marcha, y las
verdaderas iglesias de Dios ya estaban siendo infiltradas por falsos maestros a
través de espíritus engañosos. Pablo seriamente advirtió, “No permitan que ninguno los engañe por ningún
medio...” (II Tesalonicenses 2:3).
¿Cuáles eran las tácticas que estos falsos maestros
estaban usando para engañar a los hermanos? La respuesta se encuentra en los
primeros dos versículos del mismo capítulo. “Ahora les suplicamos, hermanos, concerniente a la venida de
nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión con El…[él está rogando por amor de su llamamiento y
salvación eterna a través de Dios el Padre y Jesucristo]…, que no sean prontamente sacudidas sus mentes,
ni estén angustiados—ni por espíritu… [de
Satanás]…, ni por palabra… [un mensaje o enseñanza]…, ni por epístola como si fuera nuestra,… [cartas falsamente
escritas en el nombre de Pablo, alegando ser suyas o de otro verdadero apóstol
de Jesucristo]…, diciendo que
el día de Cristo esta presente.” (II
Tesalonicenses 2:1-2).
¡Qué agalla presuntuosa usar tales tácticas!
¡Satanás es atrevido! Él desea destruir. ¡No es sorprendente que sea llamado el
Adversario de Dios! ¡Sus falsos ministros estaban en realidad usando el nombre
de Pablo para promover sus falsas doctrinas! Estaban astutamente escribiendo
cartas para desencaminar a los hermanos y estaban reclamando que sus falsas
enseñanzas eran autorizadas por Pablo y los otros apóstoles de Jesucristo. ¡Por
esto es que Pablo escribió enérgicamente, instando a los hermanos a no dejar
que nadie los engañe por ningún medio—¡por espíritu, por palabra o por
epístola!
La advertencia de Pablo no fue solamente para los
Tesalonicenses del primer siglo. ¡Es una advertencia para los verdaderos
cristianos de cada generación! Pablo reveló que el engaño de Satanás
continuaría por los siglos y llegaría a su punto culminante en la última
generación un poco antes del regreso de Jesucristo. ¡Note! ¡La apostasía debe
venir primero, antes del día del Señor! “No permitan que ninguno los engañe por ningún medio porque ese día no vendrá… [el día del Señor]… a menos que la
apostasía venga primero, y el hombre de pecado sea revelado—el hijo de
perdición, aquel que se opone y exalta a sí mismo sobre todo lo que es llamado
Dios, o que es objeto de adoración; que entra al templo de Dios y se sienta
como Dios, proclamando que él mismo es Dios.” (II Tesalonicenses 2:3-4).
Pablo nos advierte que el resultado final del viejo
engaño de Satanás será una apostasía horrible. La palabra griega
literalmente significa apartarse de Dios, o empujar a Dios a un lado. Apostasía
es definido como “abandonar lo que uno cree, como fe” (Webster’s New World
Dictionary [Diccionario de Webster del Nuevo Mundo]). Para poder
abandonar la fe, uno tiene que primero haber sido un creyente. Una persona no
puede abandonar algo que no tiene.
Ser engañado es el primer paso hacia la apostasía.
La apostasía no es el principio del mal, es la culminación de ola tras de ola
de engaños mentirosos. Es por esto que el apóstol Pablo advirtió enfáticamente,
“No permitan que ninguno los
engañe por ningún medio…”
Las palabras de Pablo son una advertencia que
aplica a los verdaderos cristianos en estos tiempos del fin. La apostasía que
fue profetizada está ocurriendo muy evidentemente en el mundo de hoy. En su
sistema educacional, en su religión, en su gobierno, el conocimiento de Dios
está siendo empujado a un lado y eliminado. Valores morales básicos fundados en
la Palabra de Dios, los cuales el mundo anteriormente había aceptado, están
siendo sistemáticamente eliminados o anulados de cada aspecto de vida. En su lugar
esta la impía filosofía humana satánica de la “Nueva Era.”
Para controlar completamente esta apostasía,
¡Satanás está provocando el amalgame de las religiones del mundo hacia una
iglesia unida global! Se convertirá en la nueva religión mundial. En un
mundo largamente desprovisto de la Verdad de Dios, este nuevo amalgame de
religiones será recibida como un “avance espiritual” maravilloso. En realidad
será un gran panteón de religiones satánicas y sus dioses. Esta “nueva” unión
de todas las religiones será la profetizada “Misterio, Babilonia la Grande, la
madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra (Apocalipsis 17:5).
Tal como Satanás está inspirando un movimiento ecuménico entre las religiones
del mundo, él también está llevando todas las naciones y gobiernos a aceptar un
gobierno mundial. Este gobierno mundial será la bestia que “Babilonia la
Grande” montará (Apocalipsis 17:1-6).
Al mismo tiempo que la apostasía profetizada esta desenvolviéndose
en el mundo, una apostasía está enraizándose dentro de las iglesias de Dios.
¡Satanás está ocupado donde sea posible dentro de las iglesias de Dios! ¡Su meta
es destruir la Verdad de Dios y la iglesia espiritual de Dios! Él desea
engañar y destruir a todo hijo engendrado de Dios por cualquier medio posible.
Ya que él no puede matar a todo verdadero cristiano físicamente, él usa sus
engaños seductores para corromperlos y destruirlos espiritualmente. El método
más efectivo y menos detectable que Satanás usa para engañar los verdaderos
creyentes es la promulgación de falsas doctrinas dentro de sus propias
organizaciones de iglesia.
Satanás está usando con éxito esta táctica
insidiosa en las iglesias de Dios hoy. ¡De acuerdo a la profecía de Pablo,
aquellos que una vez aceptaron y creyeron la Verdad de Dios están abandonando
la Verdad por falsas doctrinas! Este abandono de la Verdad de Dios ocurre
gradualmente y sutilmente. Una por una, las falsas doctrinas se arrastran hacia
adentro y empiezan a remplazar las verdaderas enseñanzas de la Palabra de Dios.
Poco a poco, la apostasía dentro de las iglesias de Dios toma control, y la
Verdad y la fe son abandonadas. Igualmente como “un poco de levadura leuda la
masa entera,” así también la aceptación y creencia de falsas doctrinas actúan
como levadura espiritual que leuda la congregación entera.
Al hornear, el proceso de levadura empieza
lentamente e imperceptiblemente mientras la poca cantidad de levadura se abre
camino por toda la masa. Pero una vez la levadura ha impregnado la masa entera,
su efecto penetrante es claramente visible, cuando leuda completamente la masa
entera. La masa original es completamente cambiada a un total pan leudado.
La levadura espiritual trabaja en la misma manera. Cuando
un poco de levadura de falsa doctrina entra en una iglesia, debe inmediatamente
ser rechazada. Si se le permite permanecer como una enseñanza de la iglesia,
solamente resultará en la dispersión del error. Lentamente e insidiosamente, más
y más falsas doctrinas serán introducidas, hasta que estas engañosas enseñanzas
penetren la iglesia entera. Entonces esta levadura espiritual explotará en un
cambio doctrinal gigante, transformando una iglesia de Dios en una iglesia
totalmente diferente—reteniendo ninguna de las enseñanzas originales de
Jesucristo.
El peligro espiritual de la levadura de falsas
doctrinas ha existido desde que Jesucristo empezó Su verdadera Iglesia. Exactamente
como Jesucristo advirtió a Sus discípulos para estar alerta de la levadura
doctrinal de los fariseos y saduceos, el apóstol Pablo advirtió a los
cristianos de la iglesia primitiva del Nuevo Testamento estar alerta de los
falsos maestros trayendo falsas doctrinas para alejar a los creyentes del
verdadero evangelio de Jesucristo. Hemos leído la amonestación de Pablo a los
Tesalonicenses, instándolos a no dejar que nadie los engañe por espíritu, por
enseñanzas, o por una carta. Pablo también advirtió a los Colosenses,
exhortando a los hermanos a no dejar que ningún hombre los engañe con astutas
doctrinas de filosofía.
“Entonces
esto digo para que NADIE PUEDA ENGAÑARLOS con palabras persuasivas… Estén en
guardia para que nadie los tome cautivos… [como uno caza un animal para matarlo]… a través de filosofía y vano engaño, de acuerdo a las
tradiciones de hombres, de acuerdo a los elementos del mundo, y no de acuerdo a
Cristo.” (Colosenses 2:4, 8).
Un animal que se convierte en una presa es acechado
inadvertidamente hasta que el cazador está en una posición para atacar. Cuando
la presa ha sido muerta, es arrastrada para ser devorada como una comida. En la
misma manera, Pablo nos está advirtiendo de estar alerta contra aquellos que
nos destruirían espiritualmente involucrándonos en filosofías y doctrinas y
mandamientos de hombres, y ultimadamente la adoración de ángeles caídos, de
este modo arrastrándonos hacia la muerte espiritual.
El apóstol Pedro advirtió, “¡Sean sobrios! ¡Sean vigilantes! Porque su
adversario el diablo está merodeando como león rugiente, buscando a
cualquiera que pueda devorar. A quien RESISTEN, firmes en la fe, sabiendo que
las mismas aflicciones están siendo cumplidas entre sus hermanos que están
en el mundo.” (I Pedro 5:8-9).
Aquellos que desean seguir las verdaderas
enseñanzas de Jesucristo tienen que estar constantemente en guardia contra
Satanás y sus enseñanzas seductoras por medio de falsos profetas y falsos
apóstoles. Todo verdadero creyente debe prestar atención a las urgentes advertencias
de los verdaderos apóstoles de Jesucristo tal como esta registrado en el
Nuevo Testamento. Estas palabras inspiradas fueron escritas para todos los
verdaderos cristianos, “…sobre
quienes los fines de los siglos vienen”
(I Corintios 10:11). Como verdaderos cristianos, cada uno de nosotros tiene una
responsabilidad personal con Dios—¡NO DEBEMOS PERMITIR QUE NADIE NOS ENGAÑE POR
NINGUN MEDIO!
Las falsas doctrinas niegan a Dios el Padre y a Jesucristo
Muchos en las iglesias de Dios en el Nuevo
Testamento fallaron en tener en cuenta las advertencias de Pablo y los otros
apóstoles de Jesucristo. Congregaciones enteras gradualmente cayeron ante la
progresiva levadura de falsas doctrinas siendo esparcida por falsos ministros
de Satanás trabajando dentro de las mismas iglesias. La apostasía insidiosa ganó
momento después de la muerte de los apóstoles Pablo y Pedro. Juan, el último de
los doce apóstoles originales, escribió sus tres epístolas contra los males y
sutilezas de la apostasía que se desarrollaba, la cual fue encabezada por
falsos maestros y falsos apóstoles. Después de su muerte, las iglesias de Dios
fueron barridas por un mar de falsas doctrinas. ¡El resultado final fue la
Iglesia Católica!
¿Cuáles fueron estas doctrinas engañosas que tan
efectivamente alejaron a las iglesias de Dios en el primer siglo de las
verdaderas enseñanzas de Jesucristo? Dos de las falsas doctrinas que fueron
principales en la apostasía del primer siglo son las mismas falsas enseñanzas
que Satanás está promoviendo hoy.
Una de estas falsas enseñanzas es la negación de
que Jesucristo, el Hijo de Dios, Quien era el Señor Dios del Antiguo
Testamento, se despojó a Si mismo de Su poder divino y gloria y se convirtió en
un ser humano. Esta falsa doctrina niega que Jesucristo llevó sobre Si mismo la
misma carne humana pecaminosa que nosotros tenemos (Romanos 8:3 y también
Hebreos 4:14-15).
El apóstol Juan nos dio esta advertencia: “Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben
los espíritus, si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al
mundo. Por esta prueba ustedes pueden
conocer el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiese que Jesucristo ha
venido en la carne es de Dios.
Y todo espíritu que no confiese
que Jesucristo ha venido en la carne no es de Dios. Y este es el espíritu
de anticristo, el cual oyeron que
iba a venir, e incluso ahora ya está en el mundo.” (I Juan 4:1-3).
Necesitamos entender que los espíritus demoniacos
influencian e inspiran a falsos profetas y a falsos maestros. En verdad, cuando
probamos el mensaje de un predicador, estamos probando si el predicador es
inspirado por el Espíritu Santo de Dios o por el espíritu satánico de los demonios—el
espíritu del anticristo.
El apóstol Juan claramente llama a cualquiera que
niega que Jesucristo vino en la carne como siendo del espíritu del anticristo.
¡El resultado final de negar que Jesús verdaderamente vino en carne humana es
la falsa creencia de que Él nunca murió verdaderamente! Es reclamado que porque
Él era Dios, nunca pudo morir realmente. Por tanto, se razona, ¡que Su muerte
solamente fue simbólica! ¡Pero la Biblia claramente enseña que Yahweh,
el Dios del Antiguo Testamento, se despojó a Si mismo de Su poder divino y
gloria para llegar a ser un ser humano para el explicito propósito de morir! ¡Negar
la naturaleza humana de Jesucristo es negar la realidad de Su sacrificio por el
pecado! ¡Es una negación del amor y gracia de Dios!
La segunda falsa enseñanza, la doctrina de la
Trinidad, viene en muchas variaciones. Pocas personas caen en cuenta que casi
toda religión “cristiana” en el mundo tiene alguna forma de deidad trinitaria
como una creencia doctrinal fundamental. Menos aun tienen alguna idea de que la
doctrina esotérica judía cabalista enseña una deidad trinitaria dentro de la así
llamada creencia monoteísta del judaísmo. ¡Sin duda, creer en una doctrina trinitaria
es una característica de casi toda religión en el mundo! Esta doctrina mayor
fue pasada directamente a los pueblos del hemisferio oriental por místicos de
la antigua Babilonia, llamados magos. (Lea Las dos Babilonias por Alexander Hislop). Nuestras naciones occidentales heredaron esto indirectamente
a través de los filósofos de Grecia y la influencia de la Roma pagana.
¡Creer en una deidad trinitaria ha cegado las
naciones de este mundo al plan de Dios! La doctrina trinitaria de la deidad restringe
a Dios a solamente tres personas o tres manifestaciones de una persona. Con una
deidad trinitaria, no puede existir la Familia de Dios. Esta falsa doctrina niega
completamente la verdad del evangelio de que todos los que son engendrados
espiritualmente por Dios el Padre han de llegar a ser los hijos espirituales
nacidos de Dios.
El apóstol Juan fuertemente declaró, “¡He aquí! ¡Que glorioso amor nos ha dado
el Padre, que deberíamos ser llamados los hijos de Dios! Por esta misma razón,
el mundo no nos conoce porque no lo conoce a El. Amados,
ahora somos los hijos de Dios, y no ha sido revelado aún lo que seremos; pero
sabemos que cuando El sea manifestado, seremos como El, porque Lo veremos exactamente como El es. Y
todo el que tiene esta esperanza en El se purifica a si mismo, incluso como El
es puro.” (I Juan 3:1-3).
Los verdaderos cristianos que son espiritualmente
engendrados por Dios el Padre y quienes crecen y maduran en la mente y carácter
de Jesucristo, serán nacidos en la Familia de Dios, compartiendo Su poder y
gloria como Sus hijos para siempre. Este es el plan glorioso y fantástico de
Dios el Padre y Jesucristo. ¡Qué asombroso destino ha planeado Dios el Padre
para cada uno de los que Él llama a través de Jesucristo!
Dios ha dado y preservado Su Palabra, la Santa
Biblia, para revelarnos Su maravilloso plan y propósito. Dios el Padre nos ha
dado Su Espíritu Santo para que podamos saber y entender. Dios desea que
entendamos Su amor y Su salvación a través de Jesucristo. ¡Podemos saber Su
propósito para nosotros! ¡Nosotros hemos de ser Sus propios hijos—los hijos de
Dios nacidos de espíritu!
Pero la doctrina de la Trinidad niega el verdadero
plan y propósito de Dios. Aquellos que promueven esta falsa doctrina nos harían
creer que es imposible entender la naturaleza de Dios, o el verdadero propósito
de Dios el Padre y Jesucristo. ¡Satanás es el espíritu detrás de esta
subversión! Él es el que desea mantener el verdadero conocimiento de Dios y Su
propósito como un misterio a través de la falsa doctrina de la Trinidad.
Cualquier organización religiosa que mantenga la doctrina de la Trinidad entre
sus creencias esta claramente marcada como habiendo sido derribada por Satanás a
través de sus falsos maestros.
La Trinidad siempre tiene que permanecer como “un
misterio desconocido” para aquellos que la aceptan y la creen. Satanás no quiere
que la gente sepa que él blasfemamente se enalteció a si mismo como un tercer
“Dios” en una deidad trinitaria inventada en su propia mente maligna y rebelde.
¡Él es el dios de este mundo! ¡Ese es el secreto diabólico del tercer miembro
de una misteriosa Trinidad!
Hoy, Satanás está usando las mismas engañosas y
mentirosas doctrinas de demonios que usó para pervertir las iglesias de Dios en
la apostasía del primer siglo. ¿Están siendo promulgadas estas doctrinas
seductoras en su iglesia? Si están siendo enseñadas, ¡tenga mucho
cuidado! ¡El hoyo profundo de la apostasía espera adelante! Si usted
acepta y cree la doctrina satánica de una deidad trinitaria, está negando a
Dios el Padre y a Jesucristo, y terminará en oscuridad espiritual total.
Advertencia contra los falsos maestros que niegan a Jesucristo
Cuando falsos maestros se han exaltado en
posiciones de poder y autoridad dentro de una iglesia, empiezan a introducir
sus doctrinas seductoras. Al mismo tiempo, empiezan hablar mal de las
verdaderas doctrinas de la Palabra de Dios. Tan pronto como las mentes de los
creyentes han sido pervertidas y las primeras falsas doctrinas han sido
aceptadas, entonces más y más herejías detestables son introducidas.
El apóstol Pedro fuertemente condenó a los falsos maestros
quienes furtivamente hacen su obra maligna dentro de las iglesias de Dios. Él
advirtió, “Pero hubo también falsos
profetas entre el pueblo, como en verdad habrán falsos maestros entre
ustedes… [dentro de las congregaciones]…, que sigilosamente introducirán herejías destructivas...
[la negación de la naturaleza humana
de Jesucristo, la doctrina de la Trinidad, la cruz, adoración de ídolos, que la
iglesia es el reino de Dios, que uno ha nacido de nuevo ahora, la Navidad y
Easter (domingo de resurrección)]…, negando
personalmente al Señor que los compró, y trayendo rápida destrucción
sobre si mismos. Y mucha gente seguirá sus caminos destructivos; y
a causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado. También, a través
de insaciable codicia los explotarán con mensajes tentadores para obtener ganancia…” (II Pedro 2:1-3).
¡Estas mismas palabras están siendo cumplidas hoy!
Estamos viendo con nuestros propios ojos y oyendo con nuestros propios oídos el
cumplimiento exacto de estas advertencias proféticas. ¡FALSOS MAESTROS ESTÁN
BLASFEMANDO DE LA VERDAD! ¡ESTÁN NEGANDO A JESUCRISTO! ¡ESTÁN EXPLOTANDO A
LOS HERMANOS A TRAVÉS DE CODICIA INSACIABLE!
Cuando una persona blasfema de la Verdad, y el
camino de la Verdad, él está blasfemando del que trajo la Verdad, ¡Jesucristo!
Jesús dijo, “YO SOY EL CAMINO, Y LA
VERDAD, Y LA VIDA” (Juan 14:6).
Cuando alguien blasfema de la Verdad, ¡está juzgando la Palabra de Dios! Está
juzgando las leyes y mandamientos de Dios, las cuáles son verdad, como algo poco
confiable. Está juzgando la salvación de Dios a través del sacrificio de
Jesucristo como algo indigno. Se está exaltando a si mismo y sus
opiniones sobre el Legislador y el Dador de vida. En efecto, está negando a
Dios el Padre y a Jesucristo.
Santiago, el hermano de Jesucristo, ¡fuertemente
condenó a aquellos que están juzgando a Dios y Sus leyes! “…Pero si usted juzga la ley… [y al Legislador y todo
lo que Él es]…, no es hacedor de la
ley; sino, un juez. Pero hay solo un Legislador, Quien tiene el
poder para salvar y para destruir. ¿Quienes son ustedes que presumen juzgar a
otro?”
(Santiago 4:11-12).
¡Dios no es juzgado por ningún hombre! Pero cuando
los hombres blasfeman de la Verdad, ellos están juzgando a Dios. Están
blasfemando la Palabra de Dios y a Dios mismo como el Legislador. ¡Al juzgar la
ley, ellos están presumiendo sentarse en la silla de Dios! ¡Eso es lo que
Satanás siempre ha intentado hacer! ¡No existe algo más arrogante y vano que
juzgar a Dios!
Aquellos que no aman la Verdad serán juzgados
Cuando la gente no ama la Verdad de Dios, ¡Dios los
entrega a creer las mentiras! La gente que se vuelve a las mentiras las creen
con la misma convicción e intensidad con la cual ellos anteriormente creyeron
la Verdad. Cuando eso ocurre, ¡ellos se han rendido a si mismos al engaño de
Satanás! ¡Ellos son sus cautivos! Eso es exactamente lo que Satanás quiere—engañarlos
para aceptar falsas doctrinas y poder entramparlos en su último engaño.
¡Aquellos que se alejan de las verdaderas
enseñanzas de la Palabra de Dios y ciegamente siguen a falsos maestros, caerán presa
del engaño mas diestro de Satanás cuando él venga con todas sus poderosas y
mentirosas maravillas! Cuando ese tiempo venga, ¡estarán tan engañados que se
unirán a las masas engañadas del mundo en su adoración a Satanás! Satanás,
quien ha engañado al mundo entero con sus mentiras, será bienvenido con brazos
abiertos y adorado como Dios en el engaño final de la Gran Apostasía
(Apocalipsis 13:4).
Solamente amando la Verdad y permaneciendo
aferrado a las verdaderas enseñanzas de la Palabra de Dios, podremos
esperar escapar de esta apostasía diabólica. Pablo declaró, “Porque el misterio… [el secreto
del Satanismo]… de ilegalidad esta ya trabajando… Y entonces el ilegal… [el gobernador
mundial poseído por Satanás mismo]… será
revelado (a quien el Señor consumirá con el aliento de Su boca, y destruirá con
el brillo de Su venida); aquel cuya venida… [la venida
del dictador poseído por Satanás]… esta
de acuerdo al trabajo interno de Satanás, con todo poder y señales y maravillas
engañosas, y con todo engaño de injusticia en aquellos que están pereciendo
PORQUE NO RECIBIERON EL AMOR DE LA VERDAD, para que pudieran ser salvos. Y
por esta razón, Dios enviará sobre ellos un engaño poderoso que les hará creer la
mentira, para que PUEDAN SER JUZGADOS TODOS los que no creyeron
la verdad, sino se complacieron en la injusticia.” (II Tesalonicenses 2:7-12).
Pablo claramente declara que aquellos que no aman
la Verdad serán juzgados porque se deleitan en la injusticia. No se deleitan
en guardar los mandamientos de Dios, los cuáles son justicia (Salmo
119:172). Por esto es que se vuelven a las falsas doctrinas. Quieren ser libres
para practicar su corrupción moral y luego cubrir su injusticia con doctrinas
que dan una apariencia de piedad (II Timoteo 3:5).
Pablo previó un tiempo cuando muchos en las
iglesias de Dios caerían en decadencia moral. Empezarían a deleitarse en
injusticia y se desviarían de la Verdad, rechazando la sana doctrina. Pablo
advirtió, “Porque vendrá un tiempo
cuando ellos no tolerarán la sana doctrina; sino de acuerdo a sus
propias lujurias acumularán para si mismos un gran numero de
maestros, teniendo picazón de oídos por oír lo que satisfaga sus antojos… [“nuevo entendimiento”
que en realidad es de origen Babilónico]; y alejarán sus propios oídos de la verdad; y
serán desviados hacia mitos… [religiosos].” (II
Timoteo 4:3-4).
¿Ha apartado usted su oído de oír la Verdad? ¿Está
rechazando la sana doctrina? ¿Ha aceptado falsas doctrinas de mitología
religiosa como verdad? ¿Qué de la doctrina de la Trinidad y la negación de la
naturaleza humana de Jesús? ¿Están siendo predicadas estas falsas doctrinas por
ministros y maestros en su iglesia? ¡Todos aquellos que se aparten de la
Verdad y abracen el mito de la Trinidad y otros mitos religiosos terminarán en
ceguera espiritual y no se darán cuenta que están adorando a Satanás!
Iglesias de Dios enteras están siendo atacadas por
fábulas y mitos religiosos y falsas doctrinas de toda clase, todas siendo
promovidas por falsos maestros que profesan estar trayendo “nuevo
entendimiento.” En muchas iglesias, nadie está alzando sus voces en objeción, y
estas falsas enseñanzas se están convirtiendo en las nuevas doctrinas oficiales
de la iglesia.
La Palabra de Dios nos enseña que cuando los
líderes de cualquier organización de iglesia rechazan la Verdad, están juzgando
la Palabra de Dios como indigna de su aceptación y creencia. Al juzgar a Dios,
han usurpado las prerrogativas de Dios, tal como Satanás lo hizo en su
rebelión. Se han cortado a si mismos de Dios y se han convertido en líderes
ciegos de los ciegos. Si estos ministros y líderes continúan sin
arrepentimiento en sus errores, ¡el juicio de Dios es seguro sobre ellos!
Después de un período de advertencia, el cual Dios siempre permite, Él
ejecutará Su juicio contra ellos y su organización—ministros así como también
los miembros. El apóstol Pedro escribió, “Porque el tiempo ha venido para comenzar el
juicio con la familia de Dios; y si primero comienza con nosotros, ¿cual
será el fin de aquellos que no obedecen el evangelio de Dios?” (I Pedro 4:17).
¡El juicio seguro va a venir sobre todos los
miembros y ministros que se apartan de la Verdad en las iglesias de Dios y
siguen los mitos de las religiones de este mundo! ¡Pero Dios nos dice en Su
Palabra que Él desea misericordia y no juicio! Cualquiera que verdaderamente se
arrepiente delante de Dios tendrá sus pecados puestos bajo la sangre de
Jesucristo y obtendrá misericordia. ¡Pero si no hay arrepentimiento después de
varias advertencias, entonces el juicio vendrá—Dios no será burlado! ¡Aquellos
que abandonan la justicia y van detrás de la injusticia cosecharán la
recompensa de injusticia!
“¡No sea engañado! Dios no es burlado; porque cualquier cosa que un hombre
siembre eso también cosechará. Porque aquel que siembra para su propia carne
cosechará corrupción de la carne; pero aquel que siembra para el Espíritu
cosechará vida eterna del Espíritu.”
(Gálatas 6:7-8).
Es el deseo de Dios que todos los verdaderos
cristianos siembren del Espíritu para vida eterna. Debemos sembrar las semillas
del carácter y amor de Dios en nuestras vidas para que podamos llevar los
frutos del Espíritu, los cuáles son “amor,
gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fe, mansedumbre, autocontrol” (Gálatas 5:22-23). Solo entonces podemos cosechar
la recompensa de vida eterna.
Capitulo Cuatro
Nadie puede servir a dos señores
Cuando las iglesias de Dios se entregan a los mitos
religiosos de este mundo y las abrazan como doctrinas, es el tiempo para aquellos
que aman la Verdad de escoger a quien servirán. Jesucristo mismo nos dio
esta verdad profunda: “Nadie es capaz de servir a dos maestros; porque odiará a uno y amará al otro, o
se sujetará a uno y despreciará al otro. No pueden servir a Dios y a mamon.” (Mateo 6:24).
¿Está usted sirviendo a dos maestros? Usted está intentando
servir a dos maestros si continúa escuchando a ministros y líderes de la
iglesia quiénes se han apartado de la Verdad de Dios. Usted no puede servir a
Dios en Espíritu y Verdad si está siguiendo a aquellos que están enseñando como
doctrinas los mitos religiosos de este mundo. Dios nos ha llamado a salir de
las tinieblas de este mundo hacia la gloriosa luz de Su Verdad. No podemos estar
conformados al mundo sino ser transformados por la renovación de nuestras
mentes (Romanos 12:1-2).
¡USTED NO PUEDE SERVIR A DIOS Y CONFORMARSE A ESTE
MUNDO! ¡NO PUEDE MANTENER LA VERDAD DE DIOS MIENTRAS ABRAZA EL ERROR SATÁNICO!
¡NO PUEDE AMAR A DIOS SI AMA AL MUNDO!
Aquellos que aman el mundo y se conforman con sus
prácticas no pueden amar a Dios y hacer Su voluntad. Los caminos de este
mundo son hostiles a Dios (Romanos 8:7). La Palabra de Dios ordena, “No amen al mundo, ni las cosas que están
en el mundo. Si cualquiera ama al mundo, el amor del Padre no esta en él. Porque
todo lo que esta en el mundo—la lujuria de la carne, y la lujuria de los
ojos, y el orgullo pretencioso de la vida física—no es del Padre, sino del
mundo. Y el mundo y su lujuria esta desapareciendo, pero aquel que hace la voluntad
de Dios permanece para siempre.” (I
Juan 2:15-17).
La amistad con el mundo lo hace enemigo de Dios
Si amamos a Dios y Su Verdad, no oiremos a los
falsos maestros que aman al mundo y sus caminos. El apóstol Juan fue inspirado
a escribir, “Ellos son del mundo;
por esto, hablan del mundo, y el mundo los escucha.” (I Juan 4:5). ¡Jesucristo declaró que Sus
seguidores no son de este mundo! Él dijo en Su oración al Padre,
“Les he dado Tus palabras, y el
mundo los ha odiado porque no son del mundo, así como Yo no soy del mundo.” (Juan 17:14).
Aun cambios doctrinales masivos están siendo hechos
por las oficinas principales de una de las más grandes iglesias de Dios en un
esfuerzo total por librarse de una “apariencia de culto” y ser más aceptable
para el mundo. ¡Piense en esto! Si usted se conforma a los estándares del mundo
para ser aceptado por esta sociedad, está conformándose a los caminos del “dios
de este mundo.”
El apóstol Santiago escribió muy dogmáticamente que
los verdaderos creyentes no pueden ser amigos con el mundo. Fuertemente condenó
a aquellos que comprometieron la Verdad para conformarse con este mundo,
diciendo, “Ustedes adúlteros y adúlteras… [en un sentido espiritual, refiriéndose a su
aceptación y enseñanza de doctrinas de demonios]… ¿no saben que la amistad… [Griego philoo, una afinidad amorosa como
de hermano]… del mundo es enemistad con
Dios? Por tanto, quien quiera que desee ser un amigo del mundo se
hace así mismo un enemigo de Dios”
(Santiago 4:4).
Cuando las iglesias de Dios comiencen a adoptar y
practicar las doctrinas de Satanás y sus demonios, entonces Jesucristo, la
Cabeza de la Iglesia espiritual, ¡será forzado a pelear contra ellos! Todos los
que adopten las doctrinas de Satanás están haciéndose a si mismos Sus enemigos.
¡Jesucristo les ordena arrepentirse! Él personalmente reprendió la iglesia en
Pergamo por este mismo error, y ordenó al apóstol Juan a escribir Sus palabras
como una advertencia a Sus iglesias en todos los siglos. Aquí está Su ultimátum
a la iglesia en Pergamo: “Pero tengo
unas pocas cosas contra ti porque tienes allá a aquellos que retienen… [observan y practican]… la enseñanza de Balaam, quien enseñó a.... los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a
ídolos y a cometer fornicación… [fornicación espiritual con los sistemas religiosos de
este mundo—Babilonia la Grande (Apocalipsis 17:1-7)].
“Mas
aun, también tienen a aquellos que retienen la doctrina de los
Nicolaítas… [imponiendo
un ministerio jerárquico y dictatorial sobre los hermanos]…, tal cosa Yo odio. ¡Arrepiéntanse!
Porque si no se
arrepienten… [un ultimátum]…, vendré a ustedes rápidamente, y haré guerra contra ellos con
la espada de Mi boca. Aquel que tenga oído, oiga lo que el Espíritu
dice a [todas] las iglesias…” (Apocalipsis 2:15-17).
¡Muchos en la iglesia de Dios en Pergamo estaban en
un estado degenerado! Ellos habían regresado muy lejos dentro del mundo con su
sistema satánico de religión que Jesucristo advirtió que pelearía contra ellos.
¡Piense acerca de esto! ¡A menos que ellos se arrepientan, su Salvador vendría
rápido para pelear contra ellos! Ellos se habían hecho a si mismos los enemigos
de Dios al abrazar falsas doctrinas y cometer fornicación espiritual.
Hoy, muchas iglesias de Dios están cayendo en los
mismos errores pecaminosos como Pergamo y recibirán el mismo reproche severo de
Jesucristo. Todos que acepten los mitos religiosos del mundo de Satanás están
rechazando y negando el señorío de Jesucristo y se están haciendo a si mismos
Sus enemigos. ¡Jesucristo peleará contra ellos con la espada de Su boca—¡los
juicios asombros de la Palabra de Dios!
¿Será usted intimidado y forzado a aceptar estas
doctrinas impías y hacerse a si mismo un enemigo de Dios? ¿Forzará a Cristo a
pelear contra usted por su infidelidad a Él? ¡Él ha dado Su ultimátum—Peleará
contra todos aquellos que rehúsen arrepentirse de su fornicación espiritual con
este mundo! ¡Peleará contra ellos con la espada de Su boca, la cual es la
poderosa Verdad de la Palabra de Dios!
“Porque
la Palabra de Dios es viva y poderosa, y mas afilada que
cualquier espada de dos filos, penetrando incluso a los pedazos divididos de
alma y espíritu, de coyunturas y médula, y es capaz de discernir los
pensamientos e intenciones del corazón. Y no hay una
cosa creada que no sea manifiesta en Su vista; pero todas las cosas están
desnudas y descubiertas delante de Sus ojos a Quien debemos dar cuenta.” (Hebreos 4:12-13).
Deje que la Verdad pura de la Palabra de Dios
penetre profundamente en su mente y corazón, para que pueda verdaderamente arrepentirse
para que se deshaga del cáncer de falsa doctrina. ¡Eso es mucho mejor que tener
a Jesucristo usando la espada de Su Palabra para pelear contra usted!
Los verdaderos cristianos necesitan armarse a si
mismos con “la espada del Espíritu, la
cual es la Palabra de Dios” (Efesios
6:17). Ellos necesitan usar esta arma poderosa espiritual para
defenderse a si mismos de todo asalto de Satanás con sus arreglos de falsas
doctrinas seductoras. Únicamente ejerciendo activamente la espada poderosa de
la Palabra de Dios puede vencer las doctrinas engañosas de Satanás.
El apóstol Pablo supo como combatir a Satanás con
la espada de la Palabra. Pablo a menudo citaba las Escrituras del Antiguo
Testamento en su batalla contra los falsos maestros que estaban engañando a los
hermanos con sus doctrinas seductoras. En su epístola a los Hebreos, Pablo
suplicó a los cristianos judíos en Jerusalén que estaban sucumbiendo a la
influencia de falsos maestros y estaban siendo alejados por los de la religión
Judía. Ellos estaban regresando a los ritos del templo y a los sacrificios de
animales y estaban, en efecto, rechazando la verdadera justificación a través
de la sangre de Jesucristo. ¡Esta práctica se sumó al repudio absoluto del
sacrificio de Jesucristo! ¡Pablo advirtió a estos cristianos primitivos que
ellos estaban negando a Jesucristo y estaban en peligro de cometer el pecado
imperdonable!
Aceptar falsas doctrinas a sabiendas es pecado voluntario
El mensaje inspirado de Pablo a los cristianos
Hebreos es una advertencia interminable para todos los que se apartan de la
Verdad y empiezan a creer y practicar falsas doctrinas. Pablo señaló a estos
cristianos primitivos que alejarse a sabiendas de la Verdad y aceptar
falsas doctrinas que niegan a Jesucristo es pecado voluntario, y
traerá la retribución justa de Dios. Él declaró, “Porque si voluntariosamente seguimos pecando después de
recibir el conocimiento de la verdad, ya no hay ningún sacrificio por los
pecados, sino una expectativa espantosa de juicio inevitable y de
fuego feroz, el cual devorará los adversarios de Dios. Consideren
esto: cualquiera que rechaza la
ley de Moisés muere sin misericordia bajo el testimonio de dos o tres
testigos. ¿Cuanto peor castigo piensan que merecerá quien haya pisoteado
al Hijo de Dios, y haya considerado la sangre del pacto, con la cual fue
santificado, como una cosa profana, y haya desdeñado al Espíritu de
gracia? Porque conocemos a Quien ha dicho, “ ‘¡La venganza
Me pertenece. Yo recompensaré!’ dice el Señor.” Y otra vez, “El
Señor juzgará su pueblo.” Es una cosa terrible caer en las manos
del Dios vivo. (Hebreos 10:26-31).
¡Ningún cristiano puede permitirse ignorar esta
solemne advertencia! Si negamos a Jesucristo y Sus enseñanzas por inclinarnos
hacia falsas doctrinas, y a sabiendas continuamos en nuestra
infidelidad, ¡estamos removiéndonos de la gracia de Dios y nos estamos poniéndonos
bajo Su juicio! ¡Es una cosa sorprendente y terrible el enfrentar el juicio del
Dios vivo y el prospecto del lago de fuego! Es mucho mejor arrepentirse humildemente
y buscar la misericordia y gracia de Dios antes que sea muy tarde.
Aquellos que no se arrepienten rápidamente de su
infidelidad están en peligro de ser endurecidos en su propio engaño. Pablo
advirtió, “Tengan cuidado, hermanos,
no sea que de pronto haya en alguno de ustedes un corazón malo de incredulidad,
apostatando del Dios vivo. Mas bien, sean animados unos a otros cada
día, mientras es llamado “hoy,” para que ninguno de ustedes llegue a estar
endurecido por el engaño del pecado. Porque somos compañeros de
Cristo, si verdaderamente retenemos la confianza [fe] que tuvimos al comienzo
firme hasta el final. Como esta siendo dicho, “Hoy, si escucharan Su voz, no
endurezcan sus corazones, como en la rebelión.” (Hebreos 3:12-15).
Cuando aquellos que una vez creyeron la Verdad llegan
a estar totalmente endurecidos en sus corazones, ya no son mas redargüidos por
el Espíritu para buscar arrepentimiento. Allí no permanece más la gracia para
ellos, sino solamente el juicio de Dios. Así como Dios destruyó aquellos que
pecaron en la provocación en el lugar desolado, Dios destruirá a todos los
pecadores que no oigan Su Palabra y que desprecian el Espíritu de gracia.
Dios destruirá a aquellos que no se arrepientan
Dios, en Su abundante misericordia, no ejecuta Su
juicio inmediatamente sobre los pecadores, sino siempre les advierte de ante
mano del castigo venidero y les permite un tiempo para arrepentirse. Él
misericordiosamente detiene Su juicio cuando ve frutos de arrepentimiento,
¡pero Su ira cae sobre aquellos que rehúsan arrepentirse!
En Sus mensajes a las sietes iglesias, registradas
en el libro de Apocalipsis, Jesús reprendió a aquellos que habían pecado cometiendo
fornicación espiritual. Les advirtió que los castigaría severamente por su
infidelidad a menos que se arrepintieran y dejaran a un lado sus falsas
doctrinas. En Su advertencia a la iglesia de Tiatira, Él revela el juicio
terrible que les espera a aquellos que no se arrepienten. Aquí está Su reprensión
cortante: “Pero tengo unas pocas
cosas contra ustedes, porque permiten a la mujer Jezabel… [sacerdotisa de la
adoración a Baal, un símbolo de la ramera Babilonia la Grande con todas sus
doctrinas seductoras]… quien se
llama a si misma una profetisa, enseñar y seducir a Mis siervos a
cometer fornicación… [espiritualmente]… y a comer cosas sacrificadas a ídolos. Y le di
tiempo para arrepentirse de su fornicación, pero no se
arrepintió. He aquí, Yo la
echaré en una cama, y a aquellos que cometen adulterio con ella… [compañeros de cama que están bebiendo del vino de la
fornicación espiritual de la copa dorada de Babilonia la Grande]… a gran tribulación, a menos que se arrepientan de
sus obras. Y mataré a sus hijos con muerte; y todas las iglesias
sabrán que Yo soy Quien busca riñones y corazones; y le daré a cada uno
de ustedes de acuerdo a sus obras.”
(Apocalipsis 2:20-23).
Estas palabras de Jesucristo demuestran
enfáticamente que cada cristiano será juzgado personalmente e individualmente
de acuerdo a su fidelidad o infidelidad a las verdaderas enseñanzas de la
Palabra de Dios. Sabiendo que individualmente enfrentaremos el juicio de
Jesucristo, cada uno necesita preguntarse, “¿Cuáles son mis obras? ¿Es mi vida
fundada en el amor y fe de Dios? ¿Estoy aferrándome a las verdaderas enseñanzas
de Jesucristo y Dios el Padre? ¿O estoy cometiendo fornicación espiritual volviéndome
a falsas doctrinas? ¿Estoy rindiéndome a la influencia de falsas enseñanzas en
la iglesia con la cual estoy afiliado?”
El Nuevo Testamento claramente enseña que
sucumbiendo al engaño de falsas doctrinas y falsas enseñanzas seguramente
terminará en apostasía. El paso final en el proceso del engaño es la negación
de Jesucristo. Nadie puede servir a dos maestros. Nadie puede amar a la
Verdad de Dios y abrazar las doctrinas de Satanás. Cada verdadero cristiano debe
ser fiel a la Verdad de la Palabra de Dios. Aquellos que aman a Dios el Padre y
Jesucristo con todo su corazón y con toda su mente rechazarán las falsas
doctrinas engañosas y las falsas enseñanzas de los ministros de Satanás.
Capitulo Cinco
¿Cómo saber si usted está en la Verdad y en Dios?
¿Cuál es la señal de identificación y la prueba Bíblica de un verdadero
cristiano?
Encontramos la respuesta en las propias palabras de
Jesús en el Evangelio de Juan. Jesús declaró que Sus verdaderos discípulos son
aquellos que continúan en Sus enseñanzas. Hablándoles a los judíos en el
templo, Jesús hizo absolutamente claro que Sus seguidores deben permanecer fieles
a Sus enseñanzas. Él dijo, “Si continúan... [permanecer y vivir]… en Mi Palabra, son verdaderamente Mis discípulos. Y conocerán la verdad, y la verdad los
liberará.” (Juan 8:31-32).
Jesús le explicó a los judíos que conociendo la
Verdad y viviendo por ella los haría libres de la esclavitud de sus pecados.
Porque algunos no creyeron, Jesús dijo, “Verdaderamente, verdaderamente les digo, todo el que
practica pecado es siervo del pecado.”
(versículo 34).
Cualquiera que sirve al pecado está en esclavitud para
pecar. ¿Quién y qué los tiene en esclavitud a sus pecados? Satanás y sus
mentiras los mantiene en esclavitud (versículos 43-45). El único escape de esa esclavitud
es a través de Jesucristo.
Si permanecemos y vivimos en la Verdad de
Jesucristo, seremos libres de la esclavitud a los caminos de Satanás y su
mundo. Seremos capaces de reconocer las mentiras de Satanás y rechazar sus
falsas doctrinas. Cuando tenemos este entendimiento espiritual, sabemos que
estamos permaneciendo en Jesucristo. El apóstol Juan escribió, “Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero se encuentra en poder
del maligno. Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y
nos ha dado un entendimiento, para que podamos conocerlo a El Quien es
verdad; y estamos en El Quien es verdad, y en su Hijo,
Jesucristo. El es el verdadero Dios, y la vida eterna.” (I Juan 5:19-20).
Juan hace absolutamente claro que aquellos que
verdaderamente conocen a Jesucristo estarán guardando Sus mandamientos y
caminando como Él camino. “Y por
este estándar sabemos que Lo conocemos: si guardamos Sus mandamientos. Aquel
que dice, “Lo conozco,” y no guarda Sus mandamientos, es un mentiroso, y la
verdad no esta en él. De otro lado, si cualquiera esta guardando
Su Palabra, verdaderamente en aquel el amor de Dios está siendo perfeccionado.
Por este medio sabemos que estamos en El. Cualquiera que
reclame vivir en El esta obligándose a si mismo también a caminar incluso como
El mismo caminó.” (I Juan 2:3-6).
El apóstol Juan aquí está confirmando las propias
palabras de Jesús para los judíos en el templo. La señal inconfundible y
estándar que identifica a los verdaderos cristianos es guardar fielmente los
mandamientos y enseñanzas de Jesucristo. Cuando guardamos los mandamientos y
enseñanzas de Jesucristo, estamos mostrando que somos guiados por el Espíritu
Santo, y sabemos que estamos en Cristo Jesús y Él en nosotros. “Y aquel que guarde Sus mandamientos esta viviendo
en Él, y Él en él; y por esto sabemos que Él esta viviendo en nosotros: por el
Espíritu el cual El nos ha dado.” (I
Juan 3:24).
Somos santificados a través de la Verdad perfecta
de la Palabra de Dios—No a través de verdades a medias
Jesucristo le pidió a Dios el Padre santificar a todo
creyente a través de Su Verdad. El oró, “Santifícalos en Tú verdad; Tú Palabra es la verdad... Y por su amor Me santifico a Mí mismo, para que
también puedan ser santificados en Tú verdad.” (Juan 17:17,
19).
¡Estas palabras de Jesús son profundas! Recuerde,
Jesús también dijo que Él es “el Camino, la Verdad y la Vida” (Juan 14:6). Ya
que Jesús es la Verdad, somos santificados en Él (I Corintios 1:2) y a través
Su nombre (I Corintios 6:11) por Dios el Padre (Judas 1).
Solo a través de Jesucristo podemos ser
santificados por la Verdad de Dios. Es a través de Jesús que recibimos el don
del Espíritu Santo, llamado “el Espíritu de la Verdad, el cual procede del
Padre” (Juan 15:26). El Espíritu Santo es el poder por cual Dios el Padre y
Jesucristo son capaces de enseñarnos “todas las cosas” a través de la Palabra
de Verdad (Juan 14:26). Somos sellados con el Espíritu Santo (II Corintios
1:22) y santificados a través del poder del Espíritu Santo (Romanos 15:16).
¡Note! El Espíritu Santo de Dios es llamado “el
Espíritu de Verdad,” no “el Espíritu de verdades a medias.” No podemos ser
santificados al Dios de la Verdad absoluta, ni a Jesucristo, quien es la Verdad,
por falsas doctrinas y verdades a medias. Verdades a medias son mentiras a
medias. Verdades a medias y mentiras a medias no nos pueden revelar la
Verdad de la Palabra de Dios. ¡Si mezclamos mentiras con la Verdad de Dios, no
podemos ser santificados a Dios! Una mentira nunca puede santificarlo a Dios el
Padre, quien es la Verdad absoluta.
¡Los mentirosos no tendrán parte con Dios! Los
mentirosos están excluidos de la presencia de Dios. ¡Ellos serán
expulsados de Su venidero reino y destruidos! “Pero el cobarde, e incrédulo, y abominable, y
asesinos, y fornicarios, y hechiceros, e idólatras, y todos LOS
MENTIROSOS, tendrán su parte en el lago que quema con fuego y azufre; el
cual es la segunda muerte.”
(Apocalipsis 21:8).
¡Dios destruirá a todos los falsos maestros de mentiras!
¡Aquellos que enseñan mentiras son los siervos y seguidores de Satanás el
diablo, quién es el originador de las mentiras! Satanás el diablo es aquel que
inspira doctrinas que son una mezcla de verdades a medias y mentiras a medias.
Tales doctrinas engañosas han sido usadas por Satanás desde el principio.
En los días de Jesús, los líderes religiosos del
Judaísmo tenían disponible la Verdad de la Palabra de Dios en las Escrituras.
De hecho, a los judíos les fue confiado el preservar las Escrituras del Antiguo
Testamento. Más importantemente, ellos tenían acceso directo a la Verdad de
Dios en la persona de Jesucristo. Él era la Palabra viva de Dios, su Salvador y
Redentor, viviendo en la carne entre ellos, pero ellos lo rechazaron (Juan
1:11).
¿Cuántas veces Jesús les dijo, “Nunca han leído [en
la Palabra de Dios]...?” o “Escrito está [en la Palabra de Dios]....” En vez de
creer la Palabra de Dios, la cual es la Verdad, prefirieron creer las mentiras
de Satanás el diablo. En vez de vivir por la Verdad de Dios, practicaron sus
tradiciones impías, las cuales retuvieron en mas alta estima que la Palabra de
Dios. Ellos escogieron mantener sus tradiciones y sus posiciones de poder en
vez de humillarse a si mismos y aceptar al Hijo de Dios. Rehusaron a
arrepentirse, aun cuando Jesús advirtió que estaban en realidad siguiendo a
Satanás el diablo. Jesús declaró enérgicamente, “Ustedes son de su padre el diablo, y la
lujuria de su padre desean practicar. El fue un asesino desde el
principio, y no se ha estado en la verdad porque no hay verdad en el. Cuando el
habla una mentira, esta hablando de si mismo; porque es un mentiroso, y el
padre de esto. Y porque Yo hablo la verdad, ustedes no Me creen.” (Juan 8:44-45).
¡Como estos líderes judíos de la antigüedad, la
mayoría de la gente en el mundo hoy está siguiendo mentiras en vez de la
verdad! ¡Piense acerca de esto! ¿No son los festivales religiosos del mundo—Navidad,
Easter [domingo de resurrección], Halloween—todos fundados en mentiras? ¡Sí, los
son! Estos engaños religiosos son algunos de los mitos y fábulas que Satanás ha
usado para engañar al mundo entero. Los verdaderos cristianos ni enseñan ni siguen
tales mitos. El apóstol Pedro escribió, “Porque no seguimos mitos inteligentemente inventados [fábulas], cuando les hicimos saber el
poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, sino que fuimos testigos
oculares de Su magnifica gloria.”
(II Pedro 1:16).
El mundo se adhiere a los mitos de sus festivales mas
que amar la realidad de la Palabra de Dios y Sus mandamientos. Este amor a las
mentiras es una razón para que la apostasía en el mundo está progresando en tan
alarmante rata. La gente ha sido preparada con anticipación para aceptar y
creer mentiras. Cuando la apostasía se acerca a su clímax y las más grandes
mentiras son enseñadas, las gentes de todas las naciones las aceptarán con mentes
abiertas. ¡Ese GRAN ENGAÑO ESTÁ JUSTO A LA VUELTA DE LA ESQUINA! El engaño final
será un gobierno mundial con una religión mundial—un gran sistema gubernamental
y religioso babilónico establecido en rebelión contra Dios. ¡Este engaño a
nivel mundial será la más grande apostasía por siempre perpetuada! El gran
final del engaño de Satanás será la “marca de la Bestia,” acompañado por una abierta
alabanza y adoración a Satanás como si fuera Dios. Todos aquellos que rechacen
adorar a Satanás y la Bestia serán sentenciados a muerte (Apocalipsis 13:7). El
GRAN ENGAÑO de Satanás será tan poderoso y tan impuesto que los ejércitos del
mundo literalmente lucharán contra Jesucristo cuando Él regrese (Apocalipsis
16:13-16, 19:11-19).
Mientras la “Gran Apostasía” está desarrollándose
en el mundo, una apostasía también está rápidamente echando raíz dentro de
muchas de las iglesias de Dios. Esto es visiblemente muy evidente en unas de
las más grandes organizaciones iglesia de Dios. ¡Las viejas doctrinas falsas de
Satanás están siendo introducidas y llamadas como “nuevo entendimiento” en
doctrina, aunque este “nuevo entendimiento” claramente contradice las
verdaderas enseñanzas de las Escrituras! Como resultado, ¡mas y mas hermanos
que pertenecen a esta organización de iglesia están confundidos! ¡Tomar ventaja
de la confusión es unas de las tácticas más viejas de Satanás! La confusión
prepara el camino para la apostasía, haciendo a los cristianos dudar de las
verdaderas enseñanzas de las Escrituras para que las mentiras y falsas
doctrinas puedan reemplazar la Verdad.
El bombardeo de cambios doctrinales ha causado tal
confusión de mentes adormecidas que muchos miembros de la iglesia han dejado de
retener la Verdad. Con tantas nuevas enseñanzas, ha llegado a ser demasiado
difícil y muy complicado “probar toda las cosas” como la Palabra de Dios
ordena. Ellos simplemente aceptan lo que se les dice que crean, razonando,
“Después de todo, ¿no es esta organización de iglesia la única verdadera
Iglesia Dios en la tierra? Por consiguiente, debemos aceptar lo que se nos
enseña. Esto tiene que estar bien, porque Dios está guiando e inspirando a los
líderes de esta iglesia.”
Es difícil justificar el error y tener una doctrina
coherente. Por esto es que hay confusión. Mezclando mentiras con verdad produce
confusión. Esta condición espiritual existe en las iglesias cuando ministros y
miembros no están humildemente y fervorosamente orando y estudiando la Palabra
de Dios. En demasiados casos, aquellos que asisten a una iglesia no han estado
estudiando y orando en absoluto—quizás por unos buenos años. Se han engañado a sí
mismos creyendo que su presencia física en los servicios de adoración y su lealtad
a una organización corporativa de iglesia es todo lo que es necesario para la
salvación. Ahí es precisamente donde Satanás y sus falsos ministros quieren que
estén los hermanos. Cuando los miembros de una iglesia caen en esta condición,
Satanás tiene tierra fértil, en verdad, para hacer crecer las semillas de su
apostasía.
¡Cuando tales actitudes perezosas prevalecen, es fácil
traer falsas doctrinas! Los maestros sutiles de mentiras doctrinales saben que
no tendrán mucha resistencia. Por un adiestrado uso de argumentos astutos
durante un periodo de tiempo, la fe y creencia en la Verdad será erosionado y
cualquier resistencia será solo una suave protesta, en lugar de ser una
denuncia ardiente de sus mentiras diabólicas.
Tristemente, muchos ministros y hermanos están temerosos
de resistir las “nuevas” falsas enseñanzas. Ellos han sido convencidos por sus confiables
líderes que Dios les negará la salvación si rehúsan aceptar estas nuevas
doctrinas de la iglesia. Otros están tan espiritualmente paralizados y
debilitados que no pueden defender la Verdad. No tienen la fortaleza espiritual
para resistir la presión creciente de las falsas doctrinas. Algunos pueden sentir
que por continuar pasivamente asistiendo a los servicios de la iglesia y
esperando un tiempo, por así decirlo, el problema eventualmente se irá—pero no
será así. Todos aquellos que continúan pasivamente coexistiendo con falsas
doctrinas están comprometiendo su amor a Dios y su amor a la Verdad.
Cada cristiano que es verdaderamente parte de la
Iglesia espiritual de Dios es ordenado por la Palabra de Dios a asegurarse que
él o ella está en la verdadera fe. “Examínense a si mismos para ver si están en la fe; pruébense a si
mismos. ¿No saben de si mismos que Jesucristo esta en ustedes? De otra
forma, están reprobados.” (II
Corintios 13:5).
Los verdaderos Cristianos deben defender la verdad y el amor de Dios
Cuando estaba confrontado por fuerzas malignas,
David preguntó, “Si
los fundamentos son destruidos, ¿que puede hacer el justo?” (Salmo 11:3)
Esta es la pregunta que muchos cristianos están
preguntándose hoy. Es evidente que los fundamentos de la Verdad dentro de las
iglesias de Dios están siendo destruidos. ¿Qué deberían hacer los verdaderos
cristianos en estas circunstancias? ¿Cómo podemos combatir este asalto de engaño
y maldad? ¿Cómo podemos permanecer fieles a Dios el Padre y a Jesucristo?
¡Debemos ponernos toda la armadura de Dios! “Por tanto… [Satanás y todos las huestes espirituales de maldad
en los lugares altos, versículos 11-12]…, tomen toda la armadura de Dios para que puedan ser
capaces de resistir en el día malo, y habiendo resuelto todas las
cosas, estar de pie [firmes]. ESTÉN
POR TANTO, teniendo sus lomos ceñidos con VERDAD, y vistiendo la coraza de
JUSTICIA.” (Efesios 6:13-14).
¡Debemos defender la Verdad de Dios en el fundamento
de Jesucristo! ¡La Iglesia espiritual de Dios debe permanecer como el pilar y fundamento
de la Verdad de Dios en medio de una generación perversa y maligna! El apóstol
Pablo escribió a Timoteo, “Estas
cosas te estoy escribiendo, esperando venir a ti prontamente; pero si me
demoro, tienes estas cosas por escrito, para que puedas saber como uno
esta obligado a conducirse a si mismo en la casa de Dios, la cual es la
iglesia del Dios vivo, EL PILAR Y FUNDAMENTO DE LA VERDAD.” (I Timoteo 3:14-15).
El apóstol Juan nos muestra como combatir contra
todos los engañadores con la Verdad y el Amor de Dios. Toda su
segunda epístola es dedicada a contrastar la Verdad y el Amor de
Dios con los “muchos engañadores” y sus falsas doctrinas. Aquí
está la traducción del autor de la segunda Epístola de Juan. Verdad y
Amor han sido resaltadas en negrilla para contrastar con los engañadores
y anticristos:
1. El anciano a la señora escogida y a sus
hijos, quienes amo en verdad, y no yo solamente, sino también
todos aquellos que han conocido la verdad;
2. Por amor de la verdad que esta viviendo en nosotros,
y estará con nosotros para siempre;
3. Gracia, misericordia, y paz estará con nosotros de
Dios el Padre, y del Señor Jesucristo, el Hijo del Padre, en verdad y
amor.
4. Me alegro sobremanera de que he encontrado entre
sus hijos aquellos que están caminando en verdad, exactamente como
recibimos mandamiento del Padre.
5. Y ahora le ruego, señora, no como si le estuviera escribiendo
un nuevo mandamiento, sino eso que hemos observado desde el principio,
que nos amemos unos a otros.
6. Y este es el amor de Dios: que caminemos de
acuerdo a Sus mandamientos. Este es el mandamiento, exactamente como lo escuchó
desde el principio, para que pudiera caminar en el.
7. Porque muchos engañadores han entrado en el
mundo—aquellos que no confiesan que Jesucristo ha venido en la carne.
Este es el espíritu del engañador y el anticristo.
8. Cuídense a si mismos de no perder las cosas que hemos
logrado, sino que podamos recibir una recompensa completa.
9. Cualquiera que transgrede y no continua en la doctrina
de Cristo no tiene a Dios. Pero aquel que continua en la doctrina de
Cristo tiene ambos el Padre y el Hijo.
10. Si cualquiera viene a ustedes y no trae esta doctrina,
no lo reciban en su casa, y no le digan, “¡Bienvenido!”
11. Porque cualquiera que le diga, “¡Bienvenido!” esta
participando de sus malas obras.
12. Tengo muchas cosas que escribir, pero no deseo transmitirles
estas cosas en papel y tinta; pero espero venir a ustedes y hablar cara a
cara para que nuestro gozo pueda ser completo.
13. Los hijos de su hermana escogida los saludan. Amen.
¡Las advertencias de Juan dejan claro que éstos
engañadores ya estaban operando dentro de las iglesias de Dios mientras él
todavía estaba vivo! Juan claramente prohíbe a los cristianos recibir cualquier
engañador, incluyendo aquellos que obran dentro de una iglesia de Dios. Si
recibimos a estos engañadores, somos participes con ellos en su engaño y
pecado. Como seguidores de Jesucristo, debemos aferrarnos a las doctrinas puras
de Verdad y Amor.
¡Si los hermanos fueron ordenados a no recibir ningún
engañador, mucho menos sus doctrinas! Considere esto: Juan no le dice a los
hermanos que perderán la salvación si rehúsan aceptar falsas doctrinas las
cuáles aquellos engañadores estaban enseñando. Al contrario, ¡la pérdida de
salvación seguramente sería el resultado final si los hermanos aceptaban estos
engaños y abandonaban las enseñanzas de Jesucristo!
Hoy, los engañadores están nuevamente levantándose
dentro de las iglesias de Dios y están promulgando sus falsas doctrinas
satánicas. Están blasfemando de la Verdad, justo como el apóstol Pedro
advirtió. “Pero hubo también falsos
profetas entre el pueblo, como en verdad habrán falsos maestros ENTRE
USTEDES… [desde adentro de sus congregaciones]…, que sigilosamente introducirán herejías…
[negación de la naturaleza humana de
Jesucristo, la doctrina de la Trinidad, la Cruz, la adoración de ídolos, que la
iglesia es el Reino de Dios, que uno ha nacido de nuevo ahora, Navidad y Easter
(domingo de resurrección)]… destructivas, negando personalmente al
Señor que los compró, y trayendo
rápida destrucción sobre si mismos. Y mucha gente seguirá sus caminos
destructivos; y a causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado.
También, a través de insaciable codicia los explotarán con mensajes tentadores…” (II Pedro 2:1-3).
¿Está usted aceptando y creyendo los argumentos astutos
y la fraseología convincente de estos falsos maestros persuasivos? ¡Si se
encuentra a si mismo dándose a la presión, debería mejor pedirle a Dios fortaleza
espiritual y valor para pararse por Jesucristo y la Verdad de Dios!
Fe y justicia a través del poder del Espíritu Santo
son dos defensas poderosas que Dios le dará para conquistar el engaño y las
falsas doctrinas y mantenerlo a si mismo en compañerismo con Jesucristo y Dios
el Padre.
Capítulo Seis
Los Cristianos no deben tener compañerismo con
aquellos que se apartan de la doctrina de Jesucristo
¡El Nuevo Testamento claramente muestra que falsos
apóstoles estaban obrando dentro de las iglesias de Dios mientras los
verdaderos apóstoles de Jesucristo todavía estaban vivos! Habían “muchos
engañadores” trayendo falsas enseñanzas inventadas por medio de manipulación
engañosa de la Palabra de Dios. Estas enseñanzas que sonaban como si fuesen
benditamente verdaderas eran cubiertas en la terminología de “nuevo
entendimiento” o “nueva luz,” pero en realidad eran enseñanzas que se originaron
en la oscuridad espiritual antigua de Satanás el diablo.
¡El mismo engaño está teniendo lugar dentro de las
iglesias de Dios hoy! Los proveedores del engaño están bebiendo directamente de
la “copa dorada” de fornicación espiritual de la mano de esa antigua ramera,
“Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra.”
Mientras estos engañadores beben el vino de falsas doctrinas, y proclaman las
antiguas fábulas de Satanás como “nueva luz,” ellos están guiando a los
hermanos de Jesucristo a oscuridad espiritual.
¡Dios nos ha llamado fuera de esa oscuridad! ¡No debemos
volver a ella! El apóstol Pablo dijo que él fue llamado para predicar el
verdadero Evangelio de Dios, “....Para
abrir sus ojos, para que ellos puedan volver de la oscuridad a la
luz y de la autoridad de Satanás a Dios....” (Hechos 26:18).
Jesucristo nos advirtió no participar de la oscuridad
de Satanás al permitir que nuestras mentes sean corrompidas con falsas
enseñanzas. Él sabe que creyendo las mentiras de Satanás nos robará nuestro
entendimiento espiritual. Él advirtió, “La luz del cuerpo es el ojo. Por tanto, si
su ojo esta sano, su cuerpo entero estará lleno de luz. Pero si su ojo es malo, su cuerpo entero estará lleno de oscuridad.
Por tanto, si la luz que esta en ustedes es oscuridad, ¡CUAN GRANDE ES
ESTA OSCURIDAD!” (Mateo 6:22-23).
Muchos cristianos en tiempos del Nuevo Testamento
fallaron en prestar atención a las advertencias de Jesucristo y Sus apóstoles
contra engañadores que traerían falsas doctrinas. En su epístola a los
cristianos primitivos, el apóstol Judas advirtió de falsos hermanos que “se
habían arrastrado encubiertamente.” Estos falsos maestros eran aquellos que
volvieron la verdad del Evangelio de Jesucristo completamente en otro evangelio
por sus doctrinas perversas. Estos engañadores hicieron su camino en posiciones
de poder e influencia en las iglesias y luego sutilmente empezaron a pervertir
los hermanos. Después de la muerte de los apóstoles, la corrupción de la
iglesia apostólica de Dios fue tan repentina, tan completa y cabal que Jesse
Lyman Hurlbut escribió en su libro La Historia de la Iglesia Cristiana
de los vastos cambios en la iglesia, “Nombramos la última generación del primer
siglo, desde el 68 hasta 100 d.C., ‘La era de Sombras’...Por 50 años después de
la vida de San Pablo, una cortina cuelga sobre la iglesia, a través de la cuál nos
esmeramos vanamente en mirar; y cuando al fin se levanta alrededor del 120 d.C.
con los escritos de los padres de la iglesia primitiva, encontramos una iglesia
en muchos aspectos muy diferente de aquella en los días de San Pedro y San
Pablo” (pág. 42).
Las iglesias de Dios fueron vencidas por la oscuridad
espiritual de falsas doctrinas. ¡Demasiados cristianos fueron engañados al
aceptar las “nuevas” doctrinas que aquellos que se negaron fueron vistos como
herejes! Aquellos cristianos que fueron fieles al verdadero Evangelio de
Jesucristo fueron sacados de las iglesias locales (III Juan). Ellos dejaron las
organizaciones de los hombres para amar y servir a Dios en la luz de
Jesucristo.
Solamente la iglesia en Efeso fue capaz de resistir las
enseñanzas engañosas de los falsos apóstoles. Jesús le dijo a los cristianos de
Efeso, “Conozco sus obras, y su
trabajo, y su resistencia, y que no pueden soportar a aquellos que son
malos; y que probaron a aquellos que se proclaman a si
mismos ser apóstoles, pero no lo son, y los encontraron mentirosos.” (Apocalipsis 2:2).
¡Como los hermanos en Efeso, debemos probar y
comprobar las enseñanzas de ministros y apóstoles que reclaman traernos la doctrina
de Dios! Si fallamos en reconocer a los falsos apóstoles y sus enseñanzas,
sucumbiremos a sus influencias malignas y seremos apoderados por la oscuridad
espiritual. El apóstol Juan advirtió que no podemos tener compañerismo con
Dios si estamos caminando en oscuridad espiritual. “Y este es el mensaje que hemos oído de Él y
estamos declarándoles; que Dios es luz, y no hay en absoluto oscuridad en Él.
Si proclamamos que tenemos compañerismo con Él, pero estamos caminando en la
oscuridad, estamos mintiéndonos a nosotros mismos, y no estamos
practicando la Verdad.” (I Juan
1:5-6).
Solamente caminando en la luz de la Verdad podemos
tener compañerismo con Dios el Padre y Jesucristo. Aquellos que reclaman
conocer a Dios pero no practican la Verdad se están solamente engañando a ellos
mismos.
¿Por qué Dios permite el engaño y la apostasía?
Numerosos pasajes en el Nuevo Testamento describen el
engaño insidioso que llevó a las iglesias primitivas de Dios a apostatar de la
verdad. La apostasía es el resultado final de rechazar la luz de las verdaderas
doctrinas de Jesucristo y abrazar las falsas doctrinas de oscuridad espiritual.
Esta condición espiritual degenerada es permitida desarrollarse cuando una
iglesia llega a ser espiritualmente floja y letárgica. Los cristianos que han
perdido su amor por la Verdad y que fallan en “probar todas las cosas” por la
Palabra de Dios, pueden fácilmente ser engañados por las doctrinas falsas de
Babilonia. Cuando estas falsas doctrinas son presentadas como “nuevo
entendimiento” por los así llamados apóstoles y ministros de alto rango, la
mayoría de los miembros de la iglesia las aceptan obedientemente como las
doctrinas de Jesucristo. Esta obediencia leal a la autoridad de la iglesia es
exigida en las iglesias donde el ministerio ejerce señorío sobre los
hermanos. Sin darse cuenta, los hermanos han cambiado su amor a Dios y su fe y
lealtad a Su Palabra, por una falsa fe en hombres corruptibles que prometen la
salvación a todo el que acate sus enseñanzas y sea leal a su organización.
Tal lealtad y obediencia extraviada es en realidad
idolatría. La reverencia servil exigida por ministros arrogantes en las
iglesias organizadas corporativamente ha reemplazado el verdadero amor y
adoración a Dios el Padre y a Jesucristo en Espíritu y Verdad. Estos líderes
exaltados de iglesias se han puesto ellos mismos entre los hermanos y Dios y
han engañado a ministros de menor rango y a hermanos acerca de confiar en las
palabras y acciones de hombres, en vez de confiar en la Palabra de Dios y Su
poder. Tal como las Escrituras proclaman, “Teniendo una apariencia exterior de piedad, pero negando el
poder de la verdadera piedad. Pero en cuanto a ustedes, aléjense
de todos esos.” (II Timoteo
3:5).
El apóstol Pablo personalmente advirtió a los
ancianos de Efeso que engañadores entrarían en la iglesia después que él se
fuera. En una reunión especial con los ancianos en Mileto, Pablo también
declaró que incluso algunos de ellos, quienes habían sido ordenados como
ministros de Jesucristo, empezarían a pervertir a sus hermanos en la
iglesia (Hechos 20:28-30).
Luego, cuando Pablo estuvo en prisión, escribió una
carta para advertir a la iglesia entera en Efeso acerca de hombres engañosos
que intentarían apartarlos. Él los exhortó, “No dejen que nadie los engañe con vanas palabras; porque por
causa de estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia. Por
tanto, NO SEAN COPARTICIPES CON ELLOS.” (Efesios 5:6-7).
Las palabras de Pablo muestran que estos hombres
estaban trabajando dentro de la iglesia. Ellos incluso pueden haber sido altamente
confiados por la congregación. Pero Pablo fue inspirado por Dios para advertir
a los hermanos de no participar de los errores de estos engañadores. Aquellos
que no prestaron atención a las advertencias de Pablo fueron alejados de
Jesucristo y de Dios el Padre hacia la oscuridad de la apostasía.
¿Por qué permitió Dios que las iglesias del Nuevo
Testamento cayeran en apostasía? ¿Por qué Dios no intervino para impedir que
los falsos maestros y falsos apóstoles pervirtieran a los hermanos?
El apóstol Pablo da la respuesta en su primera
epístola a los Corintios: “Porque es
necesario que herejías estén entre ustedes, para que aquellos que son
aprobados puedan manifestarse entre ustedes.” (I Corintios 11:19).
Pablo nos dice muy claramente que Dios permite que
falsas doctrinas se levanten dentro de Sus iglesias para probar quién está
verdaderamente sirviéndolo. Los cristianos que están cimentados y construidos
en la Palabra de Dios serán capaces de discernir a los falsos maestros y los
rechazarán. Ningún engañador será capaz de seducirlos a rechazar la Verdad de
Dios.
En su epístola a los Efesios, Pablo instó a los
hermanos a crecer en el conocimiento de Jesucristo y no ceder a las doctrinas
de falsos maestros. “Para que no
seamos mas niños, sacudidos y llevados con todo viento de doctrina por las
artimañas de hombres… [sus palabras solapadas y doctrinas engañosas]… en astucia, con vista a la sistematización del
error”
(Efesios 4:14).
Esta traducción de las palabras de Pablo trasmite
el significado literal del texto griego. Estos engañadores estaban siendo
inspirados por Satanás a organizar sus falsas enseñanzas hacía doctrinas
“autoritarias” incluso desde antes de la muerte de Pablo. Este cuerpo de
creencias más tarde llegó a ser el credo oficial de la Iglesia Católica.
La manera para que los verdaderos cristianos eviten
ser engañados por estas doctrinas falsas es estar “…manteniendo la verdad en amor, [para
que] podamos crecer en todas las cosas en Quien es la
Cabeza [de la Iglesia], Cristo” (Efesios 4:15).
Debemos refutar la herejía con sana doctrina
Pablo ordenó a Tito, un ministro compañero, a
resistir las falsas doctrinas y a ¡refutarlas con sana doctrina! En su
epístola a Tito, Pablo escribió que un verdadero ministro de Dios debe estar “Sosteniéndose firmemente a la palabra fiel… [la Verdad de Dios]…, de acuerdo a las enseñanzas de Jesucristo… [tal como fueron enseñadas
por el apóstol Pablo]…, para
que pueda ser capaz de animar con sana doctrina y condenar a
aquellos que contradicen. Porque hay muchos rebeldes y vanos habladores y
engañadores, especialmente aquellos del partido de la circuncisión.
Cuyas bocas deben ser calladas; quienes están corrompiendo familias enteras,
enseñando cosas que no deberían, por amor de ganancia egoísta...Este testimonio
es verdadero. Por esta razón debes reprenderlos severamente, para que
puedan ser sanos en la fe; no prestando atención a mitos judíos… [filosofía Judeo/Egipcia,
tal como enseñaron Filo y otros filósofos, lo cual incluía una deidad
trinitaria]… y mandamientos de hombres, los cuales alejan de la verdad.
Para los puros, todas las cosas son puras; pero para aquellos que
son profanos… [con
falsas doctrinas]… e incrédulos,
nada es puro; sino que ambas, sus mentes y conciencias son
profanas. Ellos personalmente profesan conocer a Dios, pero en sus
obras Lo niegan, siendo abominables y desobedientes, y reprobados hacia toda
buena obra… [de
crecimiento espiritual, Efesios 2: 8-10].” (Tito 1:9-16).
Los verdaderos ministros y hermanos fieles en las
iglesias de Dios deben estar preparados para refutar las falsas doctrinas con
sana doctrina de la Palabra de Dios. Los falsos maestros no serán capaces de pervertir
aquellas iglesias de Dios donde los ministros y los hermanos los resisten.
Estos engañadores buscarán que los sigan en otras congregaciones donde los
hermanos no están tan bien arraigados en la Palabra de Dios.
En el primer siglo hubo falsos maestros con
doctrinas anti-cristianas que dejaron las congregaciones fieles de Dios porque
no pudieron pervertir a los hermanos. El apóstol Juan escribió, “Pequeños hijos, es el ultimo tiempo; y
exactamente como han oído que el anticristo viene, incluso ahora muchos
anticristos se han levantado, por lo cual sabemos que es el
ultimo tiempo. Ellos salieron de entre nosotros, pero no eran de
nosotros porque si fueran de nosotros, hubieran permanecido con nosotros; sin
embargo, se fueron para que pudieran ser expuestos y mostrar que
todos ellos no eran de nosotros.”
(I Juan 2:18-19).
Estos engañadores continuaron predicando sus falsas
doctrinas en congregaciones donde los hermanos no los resistieron ni los
refutaron. Cuando los maestros anticristo habían obtenido posiciones de poder y
autoridad en estas iglesias, expulsaron a los verdaderos creyentes. Esta
apostasía diabólica estaba bien en marcha durante la vida del apóstol Juan,
quien fue inspirado por Dios a escribir, “Yo escribí a la iglesia, pero Diótrefes, aquel
que ama ser jefe entre ellos, no nos acepta. Por esta misma cosa, si vengo, lo
llamaré a cuentas por las acciones que esta practicando con palabras
malignas—reprendiéndonos maliciosamente; y no esta satisfecho con estas cosas, porque
el mismo ni recibe a los hermanos, ni les permite a aquellos que
desean recibirlos, sino que les prohíbe y los
echa de la iglesia.” (III Juan 9-10).
¡Que paradoja! ¡Los falsos ministros de Satanás,
reclamando ser ministros de justicia, ahora estaban ejerciendo control sobre
las iglesias de Dios! ¡Los verdaderos hermanos de Jesucristo estaban siendo excomulgados
por estos falsos apóstoles! ¡Los hermanos que eran fieles a las enseñanzas
originales de Jesucristo y Sus apóstoles no pudieron tener mas compañerismo en
sus congregaciones locales!
Dios permitió que esta apostasía ocurriera en Sus
iglesias del primer siglo para separar a aquellos que retenían Su Verdad de
aquellos que seguirían las mentiras de Satanás. Aquellos hermanos fieles que se
oponían a los engañadores y sus falsas doctrinas fueron expulsados forzadamente.
Esta acción sirvió para separar a los verdaderos creyentes y guardar su fe de ser
erosionada por las influencias sutiles de las falsas doctrinas.
Cuando falsas doctrinas empiezan entrar en las
iglesias de Dios, es responsabilidad de todo cristiano que ama a Dios y Su
Verdad, rechazar las falsas enseñanzas y refutarlas con la sana doctrina de
Jesucristo. Pero cuando falsos maestros y falsos ministros ganan control sobre
una iglesia de Dios y ellos no pueden ser expulsados, removidos o reemplazados
con ministros y maestros justos, entonces somos ordenados por la Palabra de
Dios a alejarnos de ellos.
En su primera epístola a Timoteo, Pablo muestra que
los verdaderos cristianos deberían retirarse a si mismos de aquellos que no
enseñan y practican la verdadera doctrina de Jesucristo. Pablo declaró, “Si cualquiera enseña cualquier doctrina
diferente, y no se adhiere a palabras sanas, aquellas de nuestro
Señor Jesucristo, y a la doctrina que es de acuerdo a la piedad… [de acuerdo a la Verdad
de Dios]…, el es un orgulloso
y no sabe nada. Más bien, tiene una morbosa atracción a cuestiones y discusiones
sobre palabras… [argumentos
desviados]…, de las cuales
vienen envidias, argumentos, blasfemias, sospechas malignas… [falsas suposiciones]…, vanos razonamientos…
[argumentos desviados]… de hombres que han sido corrompidos…
[por filosofía y falsa teología]… en sus mentes y están destituidos
de la verdad… [porque
creen y aceptan mentiras, y manejan la Palabra de Dios engañosamente]…—hombres que creen que ganancia… [grandes membresías,
edificios, catedrales, colegios, poder político]… es piedad. DE TALES RETÍRATE TU MISMO.” (I Timoteo 6:3-5).
¿Se ajusta esta descripción a la iglesia que usted
asiste? ¿Tiene la iglesia que usted asiste ministros vanos, orgullosos y
pretenciosos, quienes usan altos términos teológicos pero en realidad no entienden
la Biblia? ¿Está su iglesia llena de preguntas y contiendas doctrinales que
están resultando en intimidación y amenazas? ¿Está siendo mal guiado por falsas
suposiciones y argumentos desviados de hombres de mente corrupta? ¿Tiene su
iglesia maestros que están destituidos de la Verdad? ¿Mide su iglesia la
posición espiritual con Dios por el número de miembros, edificios y colegios?
¿Están siendo predicadas y aceptadas por su iglesia falsas doctrinas como
“doctrinas oficiales de la fe”? ¿Está siendo reemplazada la Verdad y el amor de
Dios, las sanas palabras y doctrinas de nuestro Señor Jesucristo con las medio
verdades y medio mentiras de Satanás?
Cuando cualquiera iglesia de Dios se hunde en este
estado degenerado espiritual, ¡los verdaderos cristianos son ordenados por Dios
a retirarse por si mismos! ¡Somos ordenados por Dios a rechazar todos los
falsos maestros! ¡Se nos prohíbe por la Palabra de Dios a recibirlos! ¡No debemos
ni escuchar sus falsas doctrinas ni tener compañerismo con ellos!
Sí, estos falsos ministros y falsos maestros tienen
apariencia de piedad, y sus enseñanzas suenan como verdaderas. Pero, tal como
Pablo escribió, ellos tienen una “apariencia
exterior de piedad, pero negando el poder de la verdadera piedad. Pero en
cuanto a ustedes, ALÉJENSE DE TODOS ESOS” (II Timoteo 3:5).
Los verdaderos ministros de Dios no predican falsas
medias verdades por doctrina. Pablo escribió, “Porque no predicamos a nosotros mismos… [nuestras propias ideas,
basadas en filosofía o falsa teología]…, sino a Cristo Jesús el Señor, y
nosotros mismos sus siervos por amor de Jesús. Porque es
Dios Quien ordenó a la luz brillar fuera de la oscuridad, Quien
brilló en nuestros corazones la luz del conocimiento de la gloria de
Dios en la cara de Jesucristo.”
(II Corintios 4:5-6).
Pablo enseñó únicamente la Verdad de Dios y el
verdadero Evangelio de Jesucristo. Él nunca se comprometió con medias-verdades
o medias-mentiras. Él nunca fue corrompido por los falsos apóstoles y los falsos
maestros de sus días. Por el contrario, ¡se les opuso con toda su fuerza! Pablo
describe su confrontación con estos falsos maestros: “...por causa de falsos hermanos traídos en
secreto, quienes entraron a escondidas para expiar nuestra libertad la cual
tenemos en Cristo Jesús, para que ellos pudieran traernos a esclavitud; A
quienes no cedimos en sujeción… [a
su así llamada autoridad]…, ni siquiera por una hora, para que la verdad del
evangelio pudiera continuar con ustedes.”
(Gálatas 2: 4-5).
Cada verdadero cristiano debería seguir el ejemplo
de Pablo. No deberíamos ser intimidados por falsos maestros que intentan ejercitar
autoridad sobre nosotros. No debemos someternos a estos falsos maestros, ¡sino
oponernos a ellos con todo nuestro poder!
Si somos verdaderos cristianos, imitaremos a
nuestro Señor y Maestro, Jesucristo, Quien rechazo comprometerse con Satanás y
someterse a sus caminos malignos. Jesucristo se permitió a Si mismo ser
crucificado porque Él amaba a Dios el Padre y Su justicia.
Esteban, el primer verdadero mártir cristiano, rechazó
comprometerse durante su juicio por el Sanedrín judío. Después de escuchar su valiente
testimonio, los furiosos líderes religiosos tapaban sus oídos y rechinaban sus
dientes a él y le gritaban en un frenesí de odio satánico. Luego lo atacaron y
lo arrastraron fuera de la ciudad, donde lo apedrearon hasta la muerte. ¿Cuál
fue su crimen según ellos? ¡Él rechazó comprometer el Evangelio de Jesucristo y
la Verdad de Dios sometiéndose a su autoridad y siguiendo sus enseñanzas! Él
prefirió morir en Cristo Jesús en vez de comprometer y aceptar sus mentiras
religiosas y aprobación política.
Todos los verdaderos apóstoles de Jesucristo se
mantuvieron en la Verdad. Muchos de los apóstoles originales murieron a través
de martirio. Ellos soportaron muertes tortuosas porque verdaderamente amaban a
Dios con todo su corazón, toda su mente, todo su ser y toda sus fuerzas. Nunca comprometieron
la Verdad de Dios para escapar de la persecución y ser capaces de gastar el
resto de sus días en un tranquila comodidad.
¿Se mantendrá usted en Dios y en Su Verdad?
Durante un vil tiempo de apostasía y desintegración
política en el reino de Israel, el Rey Asa empezó su reinado sobre el reino de
Judá. Él demolió los ídolos en su tierra y ordenó al pueblo de Judá buscar a
Dios y guardar Sus mandamientos. Por diez años, Dios bendijo a Asa y a su pueblo
con descanso en todos los frentes. Cuando el pueblo de Judá tontamente se
volvió a la idolatría, Dios mandó un ejército inmenso de Etiopía contra ellos. El
rey Asa rogó a Dios por Su ayuda, y Judá fue victorioso contra el enemigo.
Luego Dios le dijo al rey Asa a través del profeta Azarías, “ ‘Escúchame, Asa, y toda Judá y
Benjamin. El Señor esta con ustedes mientras ustedes estén con El. Y si
Lo buscan, El será encontrado por ustedes. Pero si Lo abandonan, El los
abandonará… Pero ustedes sean fuertes y no dejen que sus manos
estén débiles, porque su obra será recompensada.’ ” (II Crónicas 15:2,7).
Entonces Asa y los príncipes y el pueblo de Judá, se
unieron con muchos del reino de Israel, “Y entraron en un pacto para buscar al SEÑOR
Dios de sus padres con todo su corazón y con toda su alma... porque
habían jurado con todo su corazón y Lo buscaron con todo su deseo. Y Él fue
encontrado por ellos...” (Versículos
12,15).
Ellos quitaron sus ídolos abominables y dioses
paganos. Volvieron a Dios y lo buscaron con todo su corazón. Dios les respondió
y los bendijo, dándoles descanso de sus enemigos.
Pero treinta y seis años después, cuando el rey de
Israel subió para sitiar a Judá, Asa volvió su espalda a Dios e hizo una
alianza con el rey de Siria. En su problema, Asa falló en mirar a Dios,
pensando que él mismo podía solucionar el problema a su manera. Al contratar al
rey de Siria para pelear sus batallas, él comprometió su permanencia con Dios.
En este caso, él fue muy lejos al rechazar a Dios y no se arrepintió. Entonces
Hanani el vidente fue enviado por Dios para advertir a Asa y pronunciar el
juicio de Dios contra él. Hanani le dijo a Asa, “ ‘Porque has confiado en el rey de Siria y no has confiado en el SEÑOR
tu Dios, por tanto el ejercito del rey de Siria ha escapado fuera de tu mano.
¿No fueron los etíopes y los libios un ejercito enorme [casi un millón de hombres] con muchos carruajes y jinetes? Aun así, porque confiaste en
el SEÑOR, Él los entregó en tu mano, porque los ojos del SEÑOR corren de
aquí para allá en toda la tierra entera para mostrarse a Si mismo fuerte a
nombre de aquellos cuyo corazón es perfecto hacia Él. En esto has
hecho tontamente; por tanto, de ahora en adelante tendrás guerras.’ ” (II Crónicas 16:7-9).
Demasiados cristianos son como Asa. Ellos empiezan
con gran celo por la Verdad de Dios y Lo buscan por fortaleza para hacer Su
voluntad. Pero después de un poco se vuelven flojos y empiezan a comprometerse.
Cuando las cosas se ponen difíciles, se olvidan de Dios y se vuelven a sus
propios asuntos. Ponen su confianza en los hombres, en vez de Dios. Aceptan
falsas enseñanzas y creencias paganas en vez de retener la Verdad. Esta disposición
para comprometerse es la razón para los cambios doctrinales en las iglesias de
Dios hoy. Los ministros y miembros no se apoyan en Dios el Padre y Jesucristo. Como
resultado, ¡demasiados son temerosos de tomar una posición por la Verdad y por
Dios!
Pero Dios ve nuestras acciones y conoce nuestros
corazones. Dios espera que nos paremos por la Verdad. Si lo hacemos, Dios
estará con nosotros. Él nunca nos dejará o abandonara mientras Lo estemos buscando.
El salmista preguntó, “¿Quién se
levantará por mí contra los malhechores? ¿Quién se parará por mí contra
los trabajadores de iniquidad?”(Salmo
94:16).
Dios está haciéndole la misma pregunta hoy. ¿Se
parará usted por Dios? ¿Se va contra los trabajadores de maldad que están operando
dentro de las iglesias de Dios? ¿Tendrá coraje de pararse sólo, si es
necesario? ¿O, como Asa, volverá la espalda a Dios y se apoyará en los hombres,
poniendo su confianza en sus falsas doctrinas y palabras suaves? ¿Qué hará
usted? ¿Se parará por Dios, o caerá con pecadores?
Desde el tiempo de la iglesia primitiva del Nuevo
Testamento, los cristianos han tenido que enfrentar esta pregunta. A través de los
siglos, incontables miles de verdaderos cristianos fueron martirizados porque se
rehusaron a comprometer la Verdad de Dios. Ellos rehusaron negar a Dios el
Padre y a Jesucristo. Fueron torturados y asesinados porque rehusaron creer la
doctrina de la Trinidad y todas las doctrinas abominables de la Iglesia
Católica. Fueron quemados, mutilados y asesinados por rehusarse someterse a la
tiranía de los papas y el señorío de los obispos y sacerdotes.
En vista de su fidelidad, ¿cree usted que Dios va a
darle vida eterna si usted compromete su llamado, Su Verdad y el sacrificio de
Jesucristo? ¡No se engañe a si mismo! No piense ni por un momento que escondiendo
sus ojos del conflicto puede evitar tomar una decisión. Si usted se somete pasivamente
a las doctrinas que son contraria a las enseñanzas de Jesucristo, usted ya ha
hecho su decisión.¡Usted está comprometiendo la Verdad de Dios!
Los cristianos que comprometen la Verdad tarde o
temprano serán vencidos por falsas doctrinas. Si usted no se despierta así
mismo de la apatía espiritual, puede tener que enfrentas a Jesucristo y oírle
decir, “…no los conozco’ ”
(Mateo 25:12).
La Palabra de Dios claramente ordena a los
verdaderos cristianos retirarse del compañerismo con aquellos que corromperían
sus creencias y erosionarían su fe. Los hermanos fieles que continúan teniendo
compañerismo en la esperanza de preservar la Verdad eventualmente, o caerán presa
del engaño o serán expulsados de la iglesia. Aquéllos que caminan en la luz de
la Palabra de Dios no pueden tener compañerismo con los trabajadores de
oscuridad y engaño.
¡Somos ordenados a separarnos nosotros mismos de
ellos! No debemos tener compañerismo con ellos, o seremos partícipes de sus
pecados. Somos ordenados por Dios a retirarnos de tener compañerismo con
cualquier iglesia que enseñe contrario a la verdadera doctrina de Jesucristo.
Después de haberse retirado de una iglesia de Dios
corrupta, un verdadero cristiano dijo, “¡Es mejor vivir la Verdad sólo, que
vivir una mentira en grupo!”Eso es una verdad y una declaración profunda. ¿Qué
hará usted? ¿Escogerá ser fiel a la Verdad de Dios y amar a Dios el Padre y a Jesucristo
más que cualquier otra persona o cosa, incluso si usted debe permanecer sólo?
Capítulo Siete
Dios le da a cada cristiano la responsabilidad de escoger
La Palabra de Dios claramente enseña que la salvación
es un regalo para cristianos individuales porque Cristo está personalmente en
cada uno a través del engendramiento de Dios el Padre por el poder del Espíritu
Santo. Cada cristiano es individualmente responsable ante Dios el Padre de
crecer en la gracia y el conocimiento de Jesucristo. Debemos creer en la Verdad
y vivir por ella. Dios no nos dará la salvación simplemente por nuestra
presencia física en una organización de iglesia incorporada.
Cada cristiano es responsable de trabajar por su
propia salvación a través del poder de Dios del Espíritu Santo de Dios viviendo
en uno. Pablo ordenó a los hermanos Filipenses, “Así entonces, mis amados, incluso como ustedes siempre han
obedecido, no como en mi presencia solamente, sino ahora mucho mas en mi
ausencia, trabajen su propia salvación con temor y temblor. Porque es
Dios quien trabaja en ustedes el querer y el hacer de acuerdo
a Su buena voluntad.”
(Filipenses 2:12-13).
Esta Escritura claramente muestra que cada
cristiano debe mantener su relación personal con Dios el Padre y Jesucristo. Todo
individuo tendrá que dar cuentas de si mismo a Dios (Romanos 14:10). No deberíamos
comprometer nuestra relación personal con Dios para agradar a los hombres. No deberíamos
comprometer esa relación espiritual por amor de un compañerismo social. Recuerde
este testimonio cristiano, “Es mejor vivir la Verdad sólo, que vivir una
mentira en grupo.” Aquellos que continúan teniendo compañerismo en una
congregación donde las falsas doctrinas están siendo enseñadas—incluyendo las
mentiras diabólicas de la Trinidad—están mostrando por su presencia que
respaldan esas enseñanzas engañosas, tanto como si acordaran decir “Amén.”
Si usted continúa teniendo compañerismo en sus
asambleas, esta dando un acuerdo tácito a sus enseñanzas. ¡Usted está participando
espiritualmente de sus pecados, y no puedes tener compañerismo con Jesucristo!
Pablo advirtió, “No pueden beber la
copa del Señor, y la copa de demonios. No pueden participar de la
mesa del Señor, y la mesa de demonios.” (I Corintios 10:21).
Dios no nos prevendrá de escoger el mal
La historia de las iglesias primitivas de Dios como
está registrada en el Nuevo Testamento contiene una lección valiosa para
nosotros hoy: ¡Dios no intervino personalmente para parar la apostasía en el
primer siglo! ¡Ni Dios intervendrá personalmente para parar la apostasía en Sus
iglesias hoy!
Desde el comienzo de este mundo, Dios le ha
permitido a la humanidad la libertad de pecar. Dios no detuvo a Adán y Eva de
pecar. Dios no guardó a Caín de matar a su hermano, ni Dios previno la maldad
de toda la humanidad antes del diluvio. Pero cuando Dios escogió a intervenir y
ejecutar Su juicio Él envió el diluvio para destruir a los malvados, y salvó únicamente
a ocho personas.
Dios no detuvo la corrupción humana después del
diluvio. Sin embargo, Él confundió el idioma de las personas para posponer la plenitud
de la maldad hasta el tiempo establecido en Su plan.
Dios no intervino para prevenir la idolatría de
Israel y Judá, pero Él envió muchos profetas para advertirles, llamándolos al
arrepentimiento y para que regresaran al verdadero Dios. Algunos de los reyes y
las personas se arrepintieron y escogieron seguir a Dios. Ellos lo hicieron así
por libre elección, no porque Dios los forzara a servirlo. Dios perdonó y
bendijo a aquellos que se arrepintieron, y Dios nos bendecirá cuando personalmente
escojamos arrepentirnos y amarlo a Él y a Su Hijo Jesucristo. Pero si no escogemos
arrepentirnos, Dios nos permitirá continuar en nuestros pecados.
Cuando no hay arrepentimiento por los líderes corruptos
dentro de una iglesia de Dios, Dios no interviene para guardarlos de apostatar por
enseñar falsas doctrinas. Cuando deliberadamente escogen abrazar las doctrinas
de Satanás y sus demonios, y las enseñan como doctrinas oficiales, Dios les permite
practicar su error. Porque ellos han escogido los mitos en vez de la Verdad,
Dios les dejará caer.
Dios nos ordena escoger vida
Dios no está ahora interviniendo para parar las
guerras, hambre, opresión, crimen, perversión sexual, y todos los males de la
humanidad. Dios no ha escogido parar estos males en éste momento. Él le ha dado
a la humanidad la responsabilidad de escoger entre el bien y el mal.
Dios nos ha dado libre albedrío. ¡Debemos escoger!
¡Somos benditos o malditos, y vivimos o morimos por nuestras elecciones! Es el
deseo de Dios que escojamos amarlo y guardar Sus mandamientos y vivir. Pero ya
que Dios le ha dado a cada individuo libre albedrío, cada persona debe tomar sus
propias elecciones.
En vez de escoger los caminos justos de Dios, mucha
gente ha escogido los malos caminos de Satanás y el mundo. Aquellos que escogen
hacer el mal recibirán el pago del pecado, el cual es muerte. Pero todos el que
escoja amar a Dios y vivir por Su Verdad recibirá vida eterna. Aquí está las
elecciones que Dios ha colocado delante de todo ser humano: “He aquí, he colocado delante de ustedes en
este día vida y bien, y muerte y mal, en que les
mando en este día amar al SEÑOR su Dios, caminar en Sus caminos, y guardar Sus
mandamientos y Sus estatutos y Sus juicios para que puedan vivir y
multiplicarse. Y el SEÑOR su Dios los bendecirá en la tierra donde van a
poseerla...
[nuestra meta es el Reino prometido de Dios]... Pero
si su corazón se aparta, así no escucharán, sino serán arrastrados y adorarán
otros dioses y los servirán… [este es el significado de la apostasía]… Yo les denuncio en éste día que
ciertamente morirán; no prolongarán sus días sobre la tierra… [ni entraremos en el Reino
de Dios]... Yo llamo al cielo y a la
tierra para registrar este día contra ustedes que he colocado delante de
ustedes vida y muerte, bendición y maldición. Por lo tanto, escojan vida,
para que ustedes y su semilla puedan vivir, para que puedan
amar al SEÑOR su Dios, y
puedan obedecer Su voz, y puedan unirse a El; porque El es su vida… [el Autor de vida eterna]… y la longitud de sus días…” (Deuteronomio 30:15-20).
Estas palabras, habladas por Moisés a los hijos de
Israel en los tiempos del Antiguo Testamento, son especialmente significantes
para el “Israel espiritual” de hoy—aquellos que son los hijos de Abraham a
través de la gracia de Dios y que conforman la iglesia espiritual de Dios. Para
aquellos que están en la iglesia espiritual de Dios, es el tiempo de hacer una
selección entre el bien y el mal—entre Verdad y error. Dentro de todas las
congregaciones de Dios hoy, el mal y las falsas doctrinas están amenazando
nuevamente la fe de verdaderos creyentes, y Dios no intervendrá personalmente.
Cuando ministros, líderes y hermanos escogen rechazar la Verdad de Dios y
corromperse ellos mismos con las doctrinas de demonios, entonces Dios permite
que sigan su propio error. ¡Esta es la lección que Dios nos enseña a través de
la Biblia! Dios nos ha hecho responsables por nuestras escogencias y acciones.
¡Dios bendecirá o maldecirá como corresponde, pero Él no nos prevendrá de
escoger el error!
Si Dios mismo interviniera personalmente para
detener el engaño y apostasía, entonces el libre albedrío no existiría más. ¡Esto
es un hecho! ¡El libre albedrío no estaría más en efecto, si Dios removiera las
opciones que Él mismo a colocado delante de nosotros!
Si Dios personalmente guardara a la gente de escoger
las mentiras, eso anularía las profecías que Dios mismo inspiró, revelando que
el pecado vendrá a la plenitud en la “Gran Apostasía” de Satanás. Este clímax
de maldad y pecado solamente puede tener lugar en un mundo donde la gente es
libre de escoger lo que ellos creerán y practicarán.
En este tiempo de incremento de error y crecimiento
de engaño, nosotros quienes somos la iglesia espiritual de Dios tenemos
escogencias que hacer. ¿Escogeremos la Verdad de Dios o los mitos de Satanás?
Dios quiere saber que hay en verdad en nuestros corazones. ¿Amamos
verdaderamente a Dios el Padre y Jesucristo con todo nuestro ser? ¿Amamos
verdaderamente Su Palabra de Verdad, la cual Él ha maravillosamente preservado
para nosotros? ¿Verdaderamente queremos estar en el Reino de Dios y vivir en
amor con Dios el Padre y Jesucristo por toda la eternidad?
Para aquellos que serían Sus seguidores, Jesucristo
dejó absolutamente claro que el riesgo era alto y el camino difícil. Él dijo, “Entren a través de la puerta angosta; porque
ancha es la puerta y amplio es el camino que lleva a la
destrucción, y muchos son aquellos que entran a través de ella; porque angosta es
la puerta, y difícil es el camino que lleva a vida, y pocos son aquellos
que la encuentran.” (Mateo 7:13-14).
Jesús muestra la devoción leal que es requerida de
un cristiano: “ ‘Si alguno viene a Mi y no odia
a su padre, y madre, y esposa, e hijos, y hermanos y hermanas, y, además,
también su propia vida, no puede ser Mi discípulo… [el
significado griego literal: no hay otro poder posible para hacerlo Su
discípulo]... Y
quien quiera que no cargue su cruz y venga tras de Mi no puede ser Mi discípulo… [no
hay otro poder posible para hacerlo Su discípulo]” (Lucas 14:26-27).
Jesús enfatizó esta verdad cuando Él dijo, “Aquel que ame a padre o madre mas que a
Mí no es digno de Mí; y el que ame a hijo o hija mas que a Mí no
es digno de Mí. Y aquel que no tome su cruz y Me siga no es digno de Mí.” (Mateo 10:37-38).
Estas Escrituras claramente muestran que aquel
que está amando el compañerismo social más que a Jesucristo no es digno
de Él. El que está aceptando las mentiras de Satanás el diablo en intercambio por
la Verdad de Dios no es digno de Él. Aquel que no se pare resueltamente por
Jesucristo hasta la muerte no es digno de Él.
Hasta el retorno de Jesucristo, cada uno de
nosotros es personalmente responsable con Dios el Padre y Jesucristo por sus
propias acciones y creencias. Estamos siendo juzgados individualmente por Dios de
acuerdo a nuestra fe y nuestra conducta.
Dios nos ordena amarlo con todo el corazón y vivir
por toda Su Palabra. Si nos alejamos de Dios y empezamos a creer y practicar el
error, Dios nos hará concientes de nuestros pecados en la esperanza de que podamos
arrepentiremos y tener nuestros pecados borrados por la sangre de Jesucristo.
Pero Dios no nos detendrá de pecar—ni siquiera si somos uno de los más altos
líderes o ministros en una iglesia organizada corporativamente. ¡Aquellos
ministros que escogen predicar el error y promulgar las mentiras serán
advertidos por Dios para arrepentirse, pero Dios no los detendrá si escogen
seguir decepción y apostasía!
Debemos aceptar nuestra responsabilidad personal
En el mundo de hoy, la gente fácilmente culpa a
otros por su irresponsabilidad y falta de carácter y control propio. Con
frecuencia culpan a la sociedad, o a su madre o padre, o al jefe, o a la
policía, o a otros en posiciones de autoridad. Porque la gente no quiere
aceptar la responsabilidad personal por sus acciones incorrectas, tratan de
poner la culpa en otros. Eso es exactamente lo que Adán y Eva hicieron después
que pecaron. Tales excusas no tienen valor delante de Dios y no pueden liberar
a nadie de su responsabilidad ante Dios.
Infortunadamente, cuando los líderes de una nación pecan, la gente
también sufre. Es lo mismo en las iglesias de Dios. Cuando ministros y líderes
de la iglesia cometen pecan al aceptar y enseñar falsas doctrinas, los hermanos
sufren llegando a estar confundidos y engañados siguiendo el error.
Cuando una iglesia alcanza esta condición, es
importante recordar que cada cristiano es personalmente responsable ante Dios
el Padre y Jesucristo por estar estudiando continuamente la Palabra y “probando
todas las cosas” (II Tesalonicenses 5:21). No podemos culpar a otros por engañarnos
si fallamos para edificarnos en la Palabra de Dios. Dios le ha dado a cada
cristiano la responsabilidad personal de aferrarse a la Verdad, de crecer en
gracia y conocimiento, de seguir lo bueno, de amarlo con todo el corazón, toda
la mente, toda el alma y todas las fuerzas.
Capítulo Ocho
Cada cristiano debe estar preparado para defender la Verdad
¿Cuál es nuestro deber cristiano delante de Dios
cuando escuchamos falsas doctrinas siendo predicadas? ¿Debemos someternos a los
líderes de la iglesia aun cuando estén promoviendo falsas doctrinas que niegan
a Dios el Padre y a Jesucristo? ¿Deberíamos permanecer en silencio mientras
ministros y hermanos están siendo arrastrados a oscuridad espiritual y
apostasía? ¿Qué hicieron los hermanos en el primer siglo cuando las iglesias de
Dios fueron asaltadas por las maniobras satánicas de engaño y apostasía?
El apóstol Judas escribió a los cristianos fieles
de su tiempo y les proclamó que debían combatir las fuerzas malignas de
apostasía. Judas dirigió su epístola a los “llamados santos”—todos quienes
fueron llamados por Dios el Padre para recibir salvación a través de
Jesucristo. Su carta advierte de una conspiración sutil por falsos maestros
obrando dentro de las iglesias en un intento de pervertir las verdaderas
doctrinas de Jesucristo. Judas amonesta a cada cristiano a defender las
verdaderas doctrinas de Dios las cuáles fueron traídas por Jesucristo y enseñadas
por Sus verdaderos apóstoles.
La carta de Judas contiene palabras de consejo
enfáticas y fuertes a los cristianos sobre que hacer para vencer asaltos
espirituales por falsos maestros con sus doctrinas seductoras. Judas declara
que estos falsos maestros no son guiados por el Espíritu de Dios sino motivados
por poderes síquicos o satánicos (versículo 19). Nos exhorta a ayudar a
nuestros hermanos que están siendo atrapados en el engaño y apostasía de
Satanás (versículos 22-23). Las palabras de Judas claramente muestran que los
cristianos tienen una responsabilidad personal de asistir a sus hermanos para
salvarlos de destrucción espiritual. Aquí está la traducción del texto griego
de la epístola de Judas por parte del autor.
La Epístola de Judas
1. Judas, un siervo de
Jesucristo y hermano de Santiago, a los llamados santos, santificados
por Dios el Padre y guardados en Jesucristo:
2. Misericordia y paz y
amor sean multiplicadas a ustedes.
3. Amados, cuando estaba
personalmente ejerciendo toda mi diligencia para escribirles
concerniente a la común salvación, fui impulsado a escribirles, exhortándolos a
pelear fervientemente por la fe, la cual una vez por todo tiempo ha sido
entregada a los santos.
4. Porque ciertos
hombres se han deslizado sigilosamente, aquellos de quienes hace tiempo ha sido
escrito, condenándolos a este juicio. Ellos son hombres impíos, quienes
están pervirtiendo la gracia de nuestro Dios, convirtiéndola en
libertinaje, y están personalmente negando al único Señor Dios y a nuestro Señor
Jesucristo.
5. Pero yo mismo quiero
recordarles, aunque ustedes una vez entendieron esto, que el Señor, después de
salvar un pueblo fuera de la tierra de Egipto, la segunda vez destruyó a
aquellos que no creyeron.
6. Y los ángeles que no
guardaron su propio dominio original, sino desertaron su habitación, El está
reteniéndolos en cadenas eternas bajo oscuridad hasta el juicio del gran día.
7. Exactamente como
Sodoma y Gomorra—y las ciudades rodeándolas, en la misma manera como
ellas—habiéndose dado así mismas a libertinajes sexuales, y habiendo ido tras
carne diferente… [bestialismo
sexual]…, están ellas mismas
exhibidas como un ejemplo perpetuo de sufrir el castigo del
fuego eterno,
8. En la misma forma
también, estos soñadores de sueños inmundos están profanando la
carne, y están declarando como inválido el señorío de Dios, y
están blasfemando los poderes divinos.
9. Pero Miguel el
arcángel, cuando estaba personalmente teniendo problema con el diablo,
disputando acerca del cuerpo de Moisés, no presumió para pronunciar un juicio
de maldición contra él, sino dijo, “¡El Señor Mismo te reprenda!”
10. En cuanto a estos,
cualquier cosa que no entienden, blasfeman; pero cualquier cosa que
entienden por instinto, como brutas bestias irracionales, están corrompiéndose
así mismos en estas cosas.
11. ¡Ay de ellos!
Porque han caminado en el camino de Caín; y por ganancia, se han abandonado
totalmente así mismos al engaño de Balaam, y han muerto en la rebelión de Coré.
12. Estos son manchas
subversivas en sus fiestas de amor, festejando en persona junto con ustedes;
sin miedo están alimentándose así mismos. Son nubes sin agua, siendo
llevadas por los vientos; árboles de otoño tardío, sin ningún fruto,
desarraigados, dos veces muertos;
13. Olas furiosas del
mar, lanzando como espuma su propia vergüenza; estrellas errantes, para quienes
ha sido reservada ¡la mas negra oscuridad para siempre!
14. Y Enoc, el
séptimo desde Adán, también profetizó de estos, proclamando, “He aquí, el
Señor viene con diez mil de Sus santos
15. Para ejecutar
juicio contra todos, y condenar a todos quienes son impíos de todas sus
obras de impiedad que han cometido impíamente, y de todas las duras cosas
que pecadores impíos han hablado contra Él.”
16. Estos son quejumbrosos
y criticones, que están caminando tras sus propias lujurias personales, mientras
sus bocas están hablando grandes palabras infladas, halagando personas
por el amor de la ventaja.
17. Pero ustedes,
amados, recuerden las palabras que fueron habladas antes por los apóstoles de nuestro
Señor Jesucristo;
18. Porque ellos les
dijeron que en los últimos tiempos habrían burladores, que estarían
egoístamente caminado de acuerdo a sus propias lujurias impías.
19. Estos son aquellos
que causan división; son síquicos, no teniendo el Espíritu de
Dios.
20. Pero ustedes,
amados, estén edificándose así mismos en su fe mas santa, orando en el
Espíritu Santo,
21. Para que se
guarden así mismos en el amor de Dios mientras están
personalmente esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo hacia vida
eterna.
22. Entonces por un
lado, muestren misericordia a aquellos individuos que están dudando;
23. Pero por otro lado,
protejan a otros con temor, arrebatándolos del fuego, odiando aun el vestido que
ha sido profanado por la carne.
24. Entonces para El
Quien es capaz de guardarlos de caer, y traerlos a la presencia de Su propia
gloria, sin culpa en gozo excesivo,
25. Al único
Dios sabio nuestro Salvador, sea la gloria y grandeza, el poder y
autoridad, aun ahora, y en todos los siglos de la eternidad. Amen.
Debemos escoger individualmente permanecer en la Verdad
Las palabras inspiradas de Judas revelan que somos individualmente
responsables como cristianos para mostrar a nuestros hermanos que están siendo
engañados por falsos maestros que sus “maravillosas doctrinas nuevas” son
contrarias a las Escrituras. Debemos rogar a nuestros hermanos volverse de su
error y arrepentirse, tal como Judas nos instruye en los versos 22-25. Porque no
es posible arrepentirse mientras se continúa teniendo compañerismo con una iglesia
apostata, debemos animarlos a retirarse ellos mismos y confiar en Dios en fe.
Aquellos que verdaderamente desean caminar en la
luz de la Palabra de Dios no pueden tener compañerismo con aquellos que están
siendo segados por oscuridad espirituales. ¡Dios ordena a Su pueblo separarse
ellos mismos de las mentiras seductoras y prácticas pecaminosas de Babilonia la
Grande! En el libro de Apocalipsis leemos, “Sal de ella, Mi pueblo, para que no tengas parte en sus
pecados, y no recibas de sus plagas, porque sus pecados han llegado tan lejos
como el cielo, y Dios ha recordado sus iniquidades. Háganle a ella como ella
les ha hecho a ustedes; y denle el doble, incluso de acuerdo a sus
obras. En la copa que ella mezcló, devuélvanle el doble.” (Apocalipsis
18:4-6).
Los verdaderos cristianos son ordenados a salir de
Babilonia la Grande, la madre de mitos seductores, fornicación espiritual y las
abominaciones del mundo. Aquellos que adoran a Dios en Espíritu y en Verdad no
pueden tener nada que ver con las doctrinas engañosas de Babilonia la Grande,
la alimentadora de todas las mentiras satánicas. Los verdaderos creyentes no
pueden tener compañerismo con aquellos que enseñan tales mitos. Si los
recibimos, somos partícipes de sus frutos malos y no podemos permanecer en la
gracia de Dios el Padre. Si aceptamos y practicamos las doctrinas impías de la
madre adultera y sus hijas rameras, recibiremos sus plagas de castigos de las
manos de Dios. Perderemos el regalo de la vida eterna que Dios ha prometido a todos
quienes que son fieles a Él.
Dios lo ha hecho Su responsabilidad traernos a la salvación
a través de Jesucristo, para darnos Su Espíritu, darnos Su entendimiento,
llenarnos con Su amor, si tenemos hambre y sed de esto. Pero Dios no interviene
personalmente para guardarnos de estar expuestos a las falsas doctrinas. Sino, Él
nos ha dado la Verdad de Su Palabra para que podamos reconocer las falsas
doctrinas y rechazarlas. Él ha provisto el “Espíritu de Verdad” para
dirigirnos, guiarnos y enseñarnos la verdad de todas las cosas pertenecientes a
la vida eterna a través de Jesucristo. No seremos engañados por falsas
doctrinas si estamos estudiando seriamente y buscando la Verdad de la Palabra
de Dios con la ayuda del Espíritu Santo de Dios. Aunque no entendemos todas las
cosas perfectamente, estaremos creciendo en la gracia y conocimiento de nuestro
Señor Jesucristo.
Dios nos ha dado la libertad de escoger vida o
muerte, bien o el mal. Ya que Él nos ha dado libre albedrío, Dios no nos
detendrá que tomar nuestras propias elecciones. Si escogemos pecar, esa es
nuestra elección. Si los ministros de más alto rango en una iglesia de Dios
escogen pecar, Dios les permite hacerlo así. Dios no corregirá personalmente
los líderes de la iglesia si ellos escogen apartarse de la Verdad. Dios no prevendrá
la corrupción desde adentro de una organización de iglesia si sus líderes
escogen abrazar falsas doctrinas y practicar costumbres paganas. Si no hay
deseo de amar a Dios y Su Verdad, y de guardar Sus mandamientos, entonces Dios dejará
a aquellos líderes, y a todos quienes escojan seguirlos, caer en el hueco de oscuridad
espiritual, porque ellos lo han abandonado. Ese es el juicio de Dios.
Como cristianos individuales, necesitamos tomar
acción a las amonestaciones y advertencias de nuestro Señor Jesucristo y Sus verdaderos
apóstoles. Necesitamos estar encallados y edificados en la Palabra de Dios para
resistir las influencias corruptas de falsas doctrinas. Es nuestra
responsabilidad cristiana individual estudiar diligentemente la Palabra de Dios
para discernir Verdad del error, para que no seamos engañados en aceptar falsas
doctrinas.
Pablo amonestó a los hermanos Hebreos porque ellos
estaban flojos y negligentes en su responsabilidad cristiana personal. Estos
cristianos estaban espiritualmente inmaduros en su entendimiento porque no se
habían diligentemente encallados así mismos en la Palabra de Dios. Pablo
declaró, “Porque verdaderamente, por
este tiempo ustedes debían ser maestros, pero en lugar de esto necesitan
tener a alguien que les enseñe otra vez que son los principios
iniciales de los oráculos de Dios, y han llegado a ser aquellos en necesidad de
leche, y no de comida sólida. Porque todo el que esta participando de leche es
inepto en la palabra de justicia porque es un infante. Pero la
comida sólida es para aquellos que están complemente crecidos… [maduro espiritualmente]…, quienes a través de repetida practica
han tenido sus sentidos entrenados para discernir entre bien y mal.” (Hebreos 5:12-14).
Es el propósito de Dios traernos a madurez
espiritual, conformándonos totalmente al carácter perfecto de Jesucristo, para
qué también podamos ser nacidos dentro de Su familia divina y ser Sus hijos
para siempre. Pero no podemos llegar a ser espiritualmente maduros si continuamos
alimentándonos solamente de la “leche” de la Palabra de Dios. Debemos
seriamente buscar entender la Verdad completa de Su Palabra—toda palabra de
Dios—para poder crecer espiritualmente. Entonces seremos capaces de
discernir entre el bien y el mal, y no seremos engañados por argumentos astutos
y razonamientos sutiles de falsos maestros. Seremos capaces de reconocer sus
falsas doctrinas y refutarlas. Si amamos a Dios y Su Verdad, retiraremos el
compañerismo de aquellos que están enseñando y aceptando falsas doctrinas bajo el
disfraz de “nuevo entendimiento.” Sabremos que estos cambios doctrinales no están
siendo inspirados por Dios.
El compañerismo del verdadero cristiano es con Dios el Padre y
Jesucristo
¡En todo el conflicto y confusión sobre los cambios
doctrinales en las iglesias de Dios, Dios está obrando Su propósito! Dios el
Padre y Jesucristo nunca abandonarán a aquellos que aman la Verdad. Dios el
Padre nos traerá a madurez espiritual si somos fieles a Su Palabra. Jesucristo no
nos abandonará si escogemos dejar una organización apóstata para que podamos aferrarnos
a Sus enseñanzas y guardar Sus mandamientos. Recuerde este testimonio: ES
MEJOR VIVIR LA VERDAD SOLO, QUE VIVIR UNA MENTIRA EN COMPAÑERISMO CON OTROS.
El compañerismo del verdadero cristiano empieza con
la comunión personal con Dios el Padre y Jesucristo a través del poder del
Espíritu Santo de Dios. El apóstol Juan escribió, “Eso que hemos visto y hemos oído estamos reportándoles para
que también puedan tener compañerismo con nosotros; porque el
compañerismo—ciertamente, nuestro compañerismo—esta con el Padre y
con Su propio Hijo, Jesucristo.”
(I Juan 1:3).
Debemos “adorar a Dios en Espíritu y en Verdad”
porque Dios es Espíritu. Este verdadero compañerismo espiritual no es un evento
de una vez a la semana sino una relación constante mientras buscamos vivir
diariamente por cada palabra de Dios. Jesús dijo, “… ‘Esta escrito, “El hombre no vivirá por
pan solamente, sino por cada palabra que procede fuera de la boca de
Dios.” ’ ” (Mateo 4:4).
El compañerismo con Dios el Padre y Jesucristo no
puede ser otorgado por ninguna organización de iglesia. Este compañerismo a
través del Espíritu Santo es un regalo directo de Dios para cada cristiano
verdadero. Está basado en el pacto personal con Dios en el que cada verdadero
creyente entra en el bautismo.
Esta relación espiritual con Dios transciende
cualquier pacto terrenal. No es una unión carnalmente temporal, como el pacto
de matrimonio, sino una unión eterna espiritual en la cual nuestros corazones y
mentes llegan a ser uno con Dios el Padre y Jesús a través del poder del
Espíritu Santo. Este compañerismo espiritual íntimo con Dios es Su regalo para
cada cristiano, pero es nuestra responsabilidad mantenernos en ese compañerismo
al continuar caminando en la luz de Su Palabra. Entonces estamos verdaderamente
en unión espiritual con Dios el Padre y Jesucristo.
Esta relación espiritual personal en la cual cada
cristiano está individualmente unido a Dios el Padre y Jesucristo es llamado el
Nuevo Pacto. Este es renovado individualmente cada año en la Pascua del Nuevo
Testamento cuando cada creyente participa de los símbolos del cuerpo y sangre
de Jesucristo. Jesús dijo, “…
“Verdaderamente, verdaderamente les digo, a menos que coman la carne del Hijo
de hombre, y beban Su sangre, no tienen vida en si mismos. Aquel que come Mi
carne y bebe Mi sangre tiene vida eterna, y Yo lo levantaré en el ultimo día.
Porque Mi carne es verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida. Aquel que
come Mi carne y bebe Mi sangre esta viviendo en Mi, y Yo en él. Como el Padre
vivo Me ha enviado, y Yo vivo por el Padre; así también aquel que Me come
vivirá por Mí.” (Juan 6:53-57).
La ceremonia de la Pascua es la renovación del
pacto eterno entre cada cristiano y Jesucristo y Dios el Padre. Esta relación del
pacto, la cuál es la base para nuestro compañerismo, es hecha posible a través
del amor de Dios el Padre por nosotros. “Porque Dios amó tanto al mundo, que dio Su único Hijo
engendrado, para que todo el que crea en El no pueda morir, sino pueda tener
vida eterna.” (Juan 3:16).
¡La plenitud del amor de Dios es expresada en el
sacrificio de Su único Hijo engendrado, quien voluntariamente se entregó el
mismo por nosotros! Jesucristo mismo, en la noche anterior a Su crucifixión,
dejó absolutamente claro que el Padre nos ama. Jesús declaró, “En ese día, ustedes pedirán en Mi nombre; y no
les digo que rogaré al Padre por ustedes, Porque el Padre mismo los ama,
porque ustedes Me han amado, y han creído que salí de Dios. Yo salí del
Padre y he venido al mundo; otra vez, estoy dejando el mundo y voy al Padre.’ ” (Juan 16:26-28).
¡Dios el Padre envió a Jesucristo para ser nuestro
Salvador porqué Él nos ama! Dios el Padre personalmente nos ha invitado para
recibir salvación a través de Su Hijo. Jesús dijo, “Nadie puede venir a Mí a menos que el
Padre, Quien Me envió, lo llame…”
(Juan 6:44). ¡Piense en esto! ¡Dios el Padre, el Ser más grande en el
universo, nos ha llamado personalmente para heredar vida eterna como Sus hijos!
¡Él mismo nos ha engendrado con las arras de vida eterna por Su
Espíritu Santo! El apóstol Pablo escribió, “… en Quien también, después de creer, fueron sellados
con el Espíritu Santo de la promesa, el cual es las arras
de nuestra herencia…” (Efesios 1:13-14).
El apóstol Juan expuso esta verdad en su primera
epístola: “En esta manera el
amor de Dios fue manifestado hacia nosotros: que Dios envió Su único Hijo
engendrado al mundo, para que pudiéramos vivir a través de El. En este acto
esta EL AMOR—no que nosotros amamos a Dios; sino, que El nos amó y envió a Su
Hijo para ser la propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos
amo tanto, nosotros también estamos obligados a amarnos unos a otros… Y hemos
conocido y hemos creído el amor que Dios tiene hacia nosotros. Dios es amor, y
aquel que vive en amor esta viviendo en Dios, y Dios en el. Por esta relación
espiritual, el amor de Dios es perfeccionado dentro de nosotros,
para que podamos tener confianza en el día de juicio porque incluso como El es,
así también somos nosotros en este mundo. No hay temor en el amor de Dios;
sino, el perfecto amor hecha fuera el temor porque el temor tiene tormento. Y
aquel que teme no ha sido perfeccionado en el amor de Dios. Nosotros Lo
amamos porque El nos amó primero.”
(I Juan 4:9-11;16-19).
Si continuamos en ese compañerismo verdadero con
Dios el Padre y Jesucristo, necesitamos no temer. Dios no nos abandonará
mientras permanezcamos fieles a Su Verdad. Si defendemos la Verdad, quizás
tendremos que permanecer solos por un tiempo, pero siempre tendremos
compañerismo con el Padre y Jesucristo. Dios nos ama y estará con nosotros.
Cuando unos pocos hermanos son capaces de tener compañerismo y estudiar la
Palabra de Dios juntos, Dios estará con ellos. Jesucristo ha dado Su promesa
que donde estén dos o tres reunidos en Su nombre, ahí estará Él en medio de
ellos (Mateo 18:20).
¿Seremos contados entre los fieles?
En el tiempo presente Dios está juzgando Sus
iglesias y separando las ovejas de los carneros. Esta separación debe tomar
lugar para preservar la Verdad entre aquellos que aman a Dios y escogen permanecer
fieles a Su Palabra.
Cada verdadero cristiano está siendo probado para
ver si verdaderamente ama a Dios el Padre y Jesucristo. Jesús dijo, “Quien tiene Mis mandamientos, y los está
guardando, ese es quien Me ama; y quien Me ama será amado por Mi Padre, y Yo lo amaré, y Me manifestaré Yo mismo a él..... Si alguno me ama, guardará Mi palabra; y Mi Padre le amará, y Nosotros vendremos a él,
y haremos Nuestra morada con él. Quien no Me ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que ustedes escuchan no es Mía,
sino del Padre, Quien Me envió.” (Juan
14:21, 23-24).
Jesucristo nos ha dado las verdaderas doctrinas de
Dios. Si Lo amamos, permaneceremos firmes en Sus enseñanzas, sabiendo que
estamos edificando sobre el único fundamento seguro. Pablo muestra que solo
podemos recibir el don de vida eterna edificando sobre el fundamento
establecido por Jesucristo. “Porque
nadie es capaz de colocar ningún otro fundamento además de ese que ha
sido colocado, el cual es Jesucristo.
Entonces si cualquiera edifica sobre
este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera, heno o rastrojo, La
obra de cada uno será manifestada; porque el día de prueba la
declarará, porque será revelada por fuego; y el fuego probará que clase de obra
es la de cada uno. Si la obra que cualquiera ha edificado perdura,
recibirá una recompensa. Si la obra de cualquiera es quemada, sufrirá
perdida; pero el mismo será salvo, sin embargo a través de fuego” (I Corintios 3:11-15).
Las palabras inspiradas de Pablo revelan que
estamos siendo juzgados individualmente como cristianos de acuerdo a las obras
que estamos edificando ahora sobre el fundamento de Jesucristo. Dios no nos
dará una recompensa eterna si no estamos edificando verdaderas obras de
justicia que resistirán las feroces pruebas que Él permite que vengan sobre
nosotros para probarnos.
El apóstol Pedro escribió sobre estas pruebas, “Amados, no estén sorprendidos en la prueba feroz
entre ustedes la cual esta teniendo lugar para probarlos, como si alguna
cosa extraña estuviera pasándoles. Pero al grado que ustedes tienen una
parte en los sufrimientos de Cristo, alégrense; para que, en la revelación de
Su gloria, ustedes puedan también alegrarse excesivamente. Si son insultados
por el nombre de Cristo, son benditos porque el Espíritu
de gloria y el Espíritu de Dios esta descansando sobre ustedes; por parte de
ellos El es blasfemando, pero por parte de ustedes El es glorificado.
Ciertamente, ninguno de ustedes sufra como un asesino, o un ladrón, o un
malhechor, o como un señoreador entrometido en las vidas de otras personas. Con
todo si cualquiera esta sufriendo como cristiano, no debería estar
avergonzado; sino glorifique a Dios por causa de esto, porque el tiempo ha
venido para comenzar el juicio con la familia de Dios; y si primero comienza
con nosotros, ¿cual será el fin de aquellos que no obedecen el evangelio
de Dios? Y si los justos son salvos con mucha dificultad, ¿que vendrá a ser del
impío y el pecador? Por esta razón también, aquellos que sufran de
acuerdo a la voluntad de Dios comprometan sus almas en hacer el bien,
como para un Creador fiel.” (I Pedro
4:12-19).
Pedro nos dice que no estemos desanimados o
descorazonados por estas pruebas feroces. No debemos dejar que nada nos aparte
de seguir a Jesucristo. Si sufrimos porque escogemos permanecer fieles a Sus
enseñanzas, seremos ricamente recompensados a Su venida. ¡Alégrese en esta
promesa!
Pedro nos recuerda que Jesucristo mismo sufrió
porque fue obediente a la Verdad, y que nosotros también deberíamos estar
deseosos de padecer persecución. Si somos verdaderos cristianos, seguiremos el
ejemplo de nuestro Señor y Maestro. “Porque
esto es aceptable: si, por amor de consciencia hacia Dios, cualquiera
soporta dolores, sufriendo injustamente. ¿Por qué que
elogio hay si, desobedeciendo y siendo golpeados, lo soportan? Pero si mientras
hacen bien soportan sufrimiento, esto es aceptable con Dios; Porque
para esto fueron llamados porque Cristo también sufrió por nosotros, dejándonos
un ejemplo, que deberían seguir en Sus pasos” (I Pedro 2:19-21).
¿Está usted deseoso de seguir el ejemplo de
Jesucristo permaneciendo fiel a la Verdad de Dios, aun si esto trae persecución
de sus más cercanos amigos y miembros de su propia familia? ¿Está usted deseoso
de aferrarse a las verdaderas enseñanzas de Jesucristo aun si debe dejar el compañerismo
con sus hermanos de la iglesia local que están dejando la Verdad? ¿Es su membresía
en una organización de iglesia más importante para usted que adorar a Dios el
Padre en Espíritu y Verdad?
¡Dios está probando a cada verdadero cristiano para
ver si cada uno verdaderamente lo ama más que a cualquier otra persona o
cualquier otra cosa en su vida! ¡Cada uno de nosotros debe hacer la elección!
Dios nos dará la fuerza y nos ayudará a través de cualquier prueba que podamos
experimentar, si escogemos permanecer fieles a Él y a Su Palabra.
Que requiere Dios de Sus ministros
Dios también está probando a cada ministro para
determinar quién verdaderamente lo ama a El y a Su Palabra. Dios está separando
entre aquellos ministros que predican fielmente Su Palabra en verdad y amor, y
aquellos que son asalariados buscando posición y poder.
Cada ministro de Jesucristo necesita examinar su
propio corazón y mente para honestamente evaluar sus propios motivos personales
por estar en el ministerio. Este es el auto-examen por el que el apóstol Pedro
tuvo que someterse. Cada ministro debería aplicar esta prueba Bíblica a sí
mismo y a sus propias circunstancias, y preguntarse las mismas preguntas que
Jesús le preguntó al apóstol Pedro: “Por
tanto, cuando habían terminado de comer, Jesús le dijo a Simon Pedro, ‘Simon, hijo
de Jonás, ¿Me amas… [ágape, significa amor divino]… mas que a estos… [los
otros apóstoles y discípulos]…?’ Y
él le dijo, ‘Si, Señor. Sabes que Te amo… [filoo, significa un profundo amor personal]….’ El le dijo, ‘alimenta Mis corderos.’ El
le dijo de nuevo una segunda vez, ‘Simon, hijo de Jonás, ¿Me amas… [ágape, significa
amor divino]…?’ Y él le
dijo, ‘Si, Señor. Sabes que Te amo… [filoo, significa profundo amor
personal]….’ El le dijo, ‘Pastorea
Mis ovejas.’ El le dijo la tercera vez, ‘Simon, hijo de Jonás, ¿Me
amas… [filoo,
significa profundo amor personal]…?’ Pedro estaba afligido porque El le dijo la tercera vez, ‘¿Me amas… [filoo, significa profundo
amor personal]…?’ Y él le dijo, ‘Señor,
Tu sabes todas las cosas. Sabes que Te amo… [filoo, significa profundo amor personal]….’ Jesús le dijo, ‘alimenta Mis ovejas.” (Juan 21:15-17)
A cada ministro que tiene el Espíritu de Dios le ha
sido dado esta comisión, exactamente como Jesús le encargó a Pedro. Cada
ministro necesita saber que la misma razón de su llamado es alimentar las
ovejas de Dios—¡los hermanos de Jesucristo! ¡Si cualquier hombre es un ministro
por otras razones, su ministerio será vano y vacío!
Cada ministro de Jesucristo será juzgado según sus
obras. Si él está predicando fielmente la Verdad de Dios, recibirá una
recompensa eterna. Si él esta comprometiendo la Verdad para proteger su
posición, prestigio, salario o pensión, tendrá que rendirle cuenta a
Jesucristo.
Aquellos ministros que verdaderamente aman a
Jesucristo continuarán fielmente predicando la Verdad de Dios aun en el riesgo
de pérdida personal y privación. Ellos seguirán el ejemplo del apóstol Pablo, quien
fielmente enseñó el verdadero Evangelio de Jesucristo porque valoró el
bienestar espiritual de sus hermanos más que su propia vida física. Pablo soportó
gran persecución y difíciles condiciones para impartir a sus hermanos la Verdad
de Dios que lleva a vida eterna. Aquí están las sentidas palabras de Pablo a
los hermanos de Corintios: “Porque
aquellos de nosotros… [los ministros]… que estamos viviendo somos siempre… [continuamente]… entregados a muerte por amor de Jesús, para que la vida de
Jesús pueda ser también manifestada en nuestra carne mortal. Así entonces, de
un lado, la muerte esta trabajando en nosotros… [ministros]…; y de otro lado, la vida esta trabajando en
ustedes… [hermanos].… Porque todas las cosas son por el bien de ustedes, para que la abundante gracia pueda hacer rebosar el
agradecimiento de muchos hacia la gloria de Dios. Por esta razón, no nos
desanimamos; sino que si nuestro hombre exterior esta siendo traído a
decadencia, aun así el hombre interior esta siendo renovado día a día.
Porque la ligereza momentánea de nuestra tribulación esta trabajando por
nosotros una inmensurablemente mas grande y eterna plenitud de gloria; mientras
consideramos no las cosas que son vistas, sino las cosas que
no son vistas. Porque las cosas que son vistas son
temporales; pero las cosas que no son vistas son eternas.” (II Corintios 4:11-12, 15-18).
El apóstol Pablo fue fiel al encargo que recibió de
Jesucristo. Como un verdadero ministro de Dios, él alimentó el rebaño con las
puras doctrinas de la Palabra de Dios. ¡Su recompensa es segura! ¡Pablo
heredará vida eterna con gloria y poder en el Reino de Dios, sirviendo al Padre
y a Jesucristo en amor eterno! Esta es la recompensa que Dios le ofrece a cada
ministro que fielmente predica la pura Verdad de Su Palabra, mas allá de una organización
corporativa o afiliación de iglesia.
Los cristianos que comprometen la verdad
deben arrepentirse individualmente
Cuando los líderes de alto rango en las iglesias de
Dios organizadas se alejan de las verdaderas doctrinas de Jesucristo y empiezan
a abrazar falsas doctrinas, los ministros y los miembros en esas iglesias están
bajo poderosa presión para someterse. Muchos de estos ministros y miembros han
sucumbido a la presión, temiendo las consecuencias de ir en contra de la
avalancha de cambios doctrinales. Algunos son engañados a creer que perderán la
salvación si se oponen a aquéllos en autoridad. Otros tienen miedo de ser
vistos como “herejes” por hermanos que han conocido por años. Muchos están
comprometiendo la verdad simplemente porque han llevado largas amistades con
otros miembros de la iglesia que no desean dejar.
¡Si usted ha estado comprometiendo la Verdad de
Dios para permanecer en buena posición como ministro o miembro de una iglesia
organizada, ¡usted está en gran peligro espiritual! La Palabra de Dios
claramente muestra que un cristiano que sabiendo, perdona pecado y error, está profanando
su conciencia. Una conciencia profanada crecerá eventualmente callosa e
indiferente al poder condenatorio del Espíritu Santo.
El apóstol Pablo describe el resultado final de
rendirse a la presión de falsas doctrinas: “Ahora en Espíritu nos dice explícitamente que en los
últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, y seguirán espíritus engañadores
y doctrinas de demonios; hablando mentiras en hipocresía, sus
conciencias habiendo sido cauterizadas con un hierro caliente” (I Timoteo 4:1-2).
Cada cristiano que ha estado comprometiendo la
verdad a sabiendas, rindiéndose a falsas doctrinas, está en peligro de terminar
en esta condición espiritual no regenerable. Es la condonación continua y
aceptación del pecado y error la que lleva a la pérdida de la salvación.
Oponerse a falsas doctrinas—aún cuando son promovidas por las autoridades en la
iglesia—nunca hará que un cristiano pierda su salvación.
Todos los cristianos que han estado comprometiendo
la Verdad al aceptar falsas doctrinas necesitan arrepentirse y regresar a Dios
y a Su gracia y amor. Dios el Padre limpiará a todo el que verdaderamente se arrepiente
con humildes suplicaciones. Cada uno debe volver a Dios individualmente con todo
su corazón. Solo entonces puede él ser restaurado en amor y fe a Dios el Padre
y crecer en la gracia y conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
Aquellos cristianos que han estado comprometiendo
la verdad, están poniendo en peligro su salvación si esperan un movimiento
general hacia arrepentimiento entre las iglesias de Dios. ¡Es un grave error
esperar nuestro arrepentimiento personal cuando el Espíritu Santo nos condena
de pecado y error en nuestras vidas!
David, un hombre conforme al corazón de Dios, fue inmediato
y sincero en su arrepentimiento cuando el Espíritu de Dios lo condenó de
pecado. Cuando David había pecado grandemente contra Dios, esta fue su oración
de arrepentimiento: “Dije, “SEÑOR,
se misericordioso a mi; sana mi alma, porque he pecado contra Ti.’ ” (Salmo 41:4). Nuevamente, cuando arrepentido de su adulterio con
Betsabé y el asesinato de su esposo Urías, David le pidió a Dios, “Ten misericordia de mi, Oh Dios, de acuerdo a Tu
bondad; de acuerdo a la multitud de Tus tiernas misericordias, borra mis
transgresiones. Lávame totalmente de mi iniquidad, y límpiame de mi pecado, porque
reconozco mis transgresiones, y mí pecado esta siempre delante de mí. Contra
Ti, contra Ti solamente, he pecado, y he hecho mal a Tu vista,
para que pudieras ser justificado cuando hablas y ser claro cuando juzgas. He
aquí, fui dado a luz en iniquidad, y en pecado mi madre me concibió. He
aquí, Tú deseas verdad en las partes internas; y en la parte oculta Me
harás conocer sabiduría. Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y
seré más blanco que la nieve… Oculta Tu rostro de mis pecados, y
borra todas mis iniquidades. Crea en mí un corazón limpio, Oh Dios, y renueva
un espíritu firme dentro de mí. No me eches de Tu presencia, y no saques Tu
Santo Espíritu de mí.” (Salmo 51:1-11).
Cada cristiano que ha pecado contra Dios por
comprometerse con falsas doctrinas necesita tener esta actitud de profundo
arrepentimiento espiritual y humildad. ¡Cada uno necesita pedirle a Dios que
limpie su corazón del pecado de haber echado la Verdad de Dios a un lado y
haber creído mentiras! Cada uno necesita pedirle a Dios que sane su mente de
haberse comprometido con el mal y haberse rendido a las fuerzas de apostasía.
¡Cada uno necesita pedirle a Dios que sane su espíritu de las heridas
infligidas por los feroces y poderosos dardos de engaño de Satanás! Dios
escuchará y contestará. Dios sanará y perdonará. Dios fortalecerá y bendecirá.
Jesucristo dio esta amonestación a la iglesia de
Laodicea: “Les aconsejo que compren
de Mi oro purificado por fuego para que puedan ser ricos; y ropas blancas para
que puedan estar vestidos, y la vergüenza de su desnudez no pueda ser revelada;
y unjan sus ojos con colirio, para que puedan ver. A tantos como amo, regaño y
castigo. Por tanto, sean celosos y arrepiéntanse. He aquí, Me paro a la
puerta y golpeo. Si alguien oye Mi voz y abre la puerta, Yo entraré a él, y
cenaré con él, y él conmigo. A aquel que venza le daré autoridad para
sentarse conmigo en Mi trono, así como Yo también vencí, y Me senté con Mi
Padre en Su trono. Aquel que tenga oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias.’ ” (Apocalipsis 3:18-22).
Pueda Dios otorgarle los oídos para oír, el corazón
para arrepentirse, y el valor para pararse por la Verdad. Pueda Dios otorgarle
el entendimiento que necesita para cumplir su obligación cristiana personal de
defender la fe una vez dada a los santos. Pueda Dios otorgarle amor por sus
hermanos en las iglesias de Dios para que comparta este libro con ellos, con la
esperanza de que puedan también escapar de la trampa de Satanás el diablo.
Dios ha prometido recompensar ricamente a todos
aquellos que permanecen fieles a Su Verdad en las pruebas y persecuciones. La
promesa de Dios de una herencia eterna para aquellos que son fieles es segura y
firme. Si guardamos nuestras mentes fijas en la esperanza que Él ha colocado
delante de nosotros, seremos capaces de soportar toda prueba feroz. Recordemos estas
palabras de ánimo del apóstol Pablo:
“… deseando
mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la naturaleza
inmutable de Su propio propósito, lo confirmó por un juramento; para que
por dos cosas inmutables, en las cuales era imposible para Dios
mentir, nosotros quienes hemos huido por refugio pudiéramos tener fuerte ánimo
para echar mano de la esperanza que ha sido colocada delante nuestro;
tal esperanza tenemos como un ancla del alma, segura y firme, y la cual
entra en el santuario dentro del velo; donde Jesús ha entrado por
nosotros como un precursor...”
(Hebreos 6:17-20).
¡Pueda Dios el Padre llenarlo con Su fuerza, Su
amor, Su gracia, Su Verdad, y Su fe para mantenerlo en la gloriosa esperanza de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo!
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