miércoles, 25 de julio de 2012

Señor, ¿Qué debería hacer?


Por
Fred R. Coulter
www.iglesiadedioscristianaybiblica.org


Nota: Todas las Escrituras han sido traducidas de The Holy Bible In Its Original Order (La Santa Biblia en Su orden Original), primera edición.


Dedicación

Este libro es dedicado a todos los verdaderos cristianos que aman a Dios el Padre y Jesucristo con todo el corazón, toda la mente, toda el alma y todas las fuerzas; que buscan la justicia, la santidad, fe, amor, paciencia y mansedumbre de Dios; y que están peleando la buena batalla de la fe, por la esperanza de vida eterna.

El apóstol Juan fue inspirado a escribir del máximo amor de Dios el Padre y la esperanza que Él nos ha dado a través de Jesucristo. “¡He aquí! ¡Que glorioso amor nos ha dado el Padre, que deberíamos ser llamados los hijos de Dios!… Amados, ahora somos los hijos de Dios, y no ha sido revelado aún lo que seremos; pero sabemos que cuando El sea manifestado, seremos como El, porque Lo veremos exactamente como El es. Y todo el que tiene esta esperanza en El se purifica a si mismo, incluso como El es puro.” (I Juan 3:1-3).

Reconocimientos

El autor ofrece su personal agradecimiento y gratitud a John W. Wyatt, cuya preocupación y amor por los hermanos de Jesucristo lo movieron a hacer las preguntas que guiaron a la escritura de este libro.

El autor también extiende su sentido agradecimiento y gratitud a todos los hermanos de Jesucristo que están asociados con la Iglesia de Dios Cristiana y Bíblica cuyas amorosas oraciones, trabajo, regalos y donaciones han hecho posible la publicación de este libro.

Señor, ¿Qué debería hacer?

 Las iglesias de Dios están siendo atacadas por una corriente arrasadora de cambio doctrinal. Doctrinas que anteriormente eran condenadas por las autoridades de la iglesia como paganas y no bíblicas ahora están siendo sancionadas y aceptadas como “nuevo entendimiento.” Ministros y líderes de las iglesias locales son a menudo los primeros en caer en esta sutil, persuasiva y poderosa subversión de la Verdad de Dios. Muchos hermanos en Jesucristo están confundidos y desorientados por los cambios mayores en las enseñanzas de la iglesia, pero tienen miedo de cuestionar la autoridad de la iglesia. Aquellos que objetan estos cambios doctrinales son amenazados con pérdida de la salvación por resistir “¡el gobierno de Dios!” Pero, ¿qué debemos de hacer cuando vemos que las iglesias de Dios están cambiando la Verdad eterna de Su Palabra por doctrinas falsas de origen pagano? ¿Qué debemos hacer cuando vemos a las iglesias de Dios desmoronándose por dentro? ¿Debemos mantenernos en silencio y continuar atendiendo, confiando que Dios nunca permitiría que Sus iglesias sean vencidas por falsas doctrinas? ¿O debemos defender la verdad? ¿Sí hablamos fuerte y somos forzados a salir, perderemos nuestra salvación? ¿Qué dice la Palabra de Dios? SEÑOR, ¿QUÉ DEBERIA DE HACER?

Introducción

Todos los verdaderos cristianos están siendo atacados por Satanás el diablo en una conspiración sutil para destruir su fe y creencia en Jesucristo. ¡Satanás es el Adversario! ¡Él es el Destructor! ¡Él es el enemigo implacable de Dios el Padre y Jesucristo y cada hijo engendrado de Dios!

En un artículo de Agosto 1993, escribí, “Satanás ha lanzado una gran batalla espiritual por los corazones y mentes del pueblo de Dios. No está limitado a una sola organización. ¡Es un gran ataque espiritual para destruir el conocimiento del plan de Dios! Es un ataque mayor para hacer caer en la trampa a los hijos de Dios con el engaño de palabras religiosas persuasivas en un intento de que ellos acepten doctrinas las cuáles niegan a Jesucristo y Dios el Padre, y por causa de esto haciendo que pierdan su salvación.

Los verdaderos cristianos no son los únicos que están bajo este ataque. Satanás está afuera para atacar a cualquiera que mencione el nombre de Jesucristo, sin importar si él o ella es un verdadero convertido. ¡Satanás desea deshacerse de cada vestigio del nombre de Jesucristo y de cualquier forma de Cristianismo!

Los objetivos de Satanás incluyen cada denominación fundamental protestante. Aquí tenemos una cita de una publicación fundamentalista protestante evangélica: “¡La Iglesia en América [las iglesias protestantes] están bajo ataque! La raíz de este ataque no es principalmente el humanismo, secularismo, o agnosticismo de afuera, sino el liberalismo desde adentro. El liberalismo en la iglesia está destruyendo el punto central de las doctrinas fundamentales de la fe Cristiana. El Cristianismo hoy en América está confrontando la misma degradación que la Iglesia de Inglaterra confrontó 100 años atrás en los días de Charles Spurgeon.

“Spurgeon dijo: ‘Vivimos en tiempos peligrosos: estamos pasando por un período muy lleno de incidentes; el mundo Cristiano está convulsionado; existe una gran agitación de las fundaciones antiguas de la fe; una gran revisión de las antiguas enseñanzas. La Biblia es hecha para hablar hoy en un lenguaje el cual para nuestros padres seria una lengua desconocida. Las enseñanzas del Evangelio, la proclamación del cuál hizo a los hombres temer al pecado, y temer del pensamiento de la eternidad, están siendo olvidadas. El Calvario está siendo robado de su gloria, el pecado de su horror, y es dicho que estamos evolucionando en un reino del sentimentalismo vigoroso y bendecido, en el cual el cielo y la tierra, Dios y el hombre llegan a ser un montón de emociones sensacionales; pero en el proceso de evolución ¿no está el poder del evangelio debilitado? ¿No están nuestras capillas vacías? ¿No esta creciendo entre los hombres una mayor indiferencia a las declaraciones de Cristo? ¿No han sido las teorías de evolución dañinas en su efecto en el tiempo? ¿Dónde está el celo ardiente por la salvación de los hombres el cual marcó la no-conformidad del pasado? ¿Dónde está el entusiasmo noble que hizo héroes y mártires por la verdad? ¿Dónde está la fuerza que cargó la no-conformidad adelante como una avalancha poderosa? Ay, ¿dónde?’

“Si algo no es hecho para hacer frente a la marea, la ola de liberalismo hundirá nuestra nación como lo hizo con Inglaterra en el fin del siglo pasado. La evidencia de la gran victoria liberal es rampante, pero unos pocos ejemplos recientes resaltan su intensidad creciente. En Newsweek (8/9/93) un artículo titulado ‘¿Un fin muerto para Mainline?’ registró el fallecimiento de las denominaciones principales en América” (The Prophetic Observer [El Observador Profético], Noviembre 1993, Iglesia del Radio del Suroeste, Oklahoma City).

El ataque contra toda forma de Cristianismo ha sido bien organizado. Aproximadamente 100 años atrás, la sinagoga de Satanás finalizó e implementó su plan maestro para destruir todo vestigio de Cristianismo y conquistar el mundo a través de sus tácticas subversivas de control monetario de todos los gobiernos. La meta principal es gobernar finalmente el mundo y destruir todas las religiones Cristianas. Lo que le ocurrió a Inglaterra—en su gobierno y su religión protestante durante los últimos 100 años—fue planeado deliberadamente y orquestado por los agentes de Satanás. Inglaterra ha sido reducida de ser el imperio más grande en los tiempos modernos a una nación menor muriendo de privación moral porque Dios ha sido sistemáticamente eliminado de todos los asuntos públicos y también de casi toda vida privada.

Además, los cambistas de dinero han destruido su riqueza a través de guerras, deudas y la subversión de su gobierno. Hoy en día, Inglaterra es simplemente un estado vasallo controlado por la “mano no vista” de la sinagoga de Satanás. En el tiempo presente, los Estados Unidos están experimentando el más grande cerco por todas las fuerzas de la sinagoga de Satanás. Cada tipo de religión cristiana está bajo ataque. Nuestro gobierno en todos los niveles es dominado y controlado por las fuerzas de la sinagoga de Satanás. Lo que ha ocurrido en Inglaterra en los últimos 100 años está ocurriendo en America hoy. Sin embargo, no tomará 100 años para completar la esclavitud de América. En sólo unos pocos años más, los grilletes de esclavitud gubernamental y religiosos serán puestos en su lugar.

En América hoy, Satanás está atacando con furia completa cualquier organización religiosa que enseñe alguna Verdad de la Palabra de Dios. Ahora que él casi ha completado la subversión del protestantismo, esta enfocando todos sus esfuerzos en los cristianos que guardan el Sábado y sus organizaciones. Su meta principal es la aniquilación de todos los cristianos—los que son los hijos engendrados de Dios el Padre y los verdaderos hermanos de Jesucristo.

Los verdaderos cristianos necesitan estar en alerta de las maquinaciones de Satanás. Necesitan despertar y percibir lo que está teniendo lugar dentro de las Iglesias de Dios. El engaño sutil de Satanás está siendo cumplido—no por un ataque directo desde afuera, sino por una conspiración astuta e insidiosa trabajando desde las mismas oficinas principales. Satanás está lanzando su ataque con una avalancha de falsas doctrinas a través de las autoridades principales y los ministros de más alto rango dentro de las Iglesias de Dios. Estos ministros, que pretenden hablar la Verdad de Dios, han en realidad errado de la Verdad y han sido pervertidos por Satanás en aceptar falsas enseñanzas. Intencionalmente o no, han llegado a ser agentes de Satanás por promulgar estas falsas doctrinas desde adentro.

Este libro revela como los supuestos eruditos y ministros egoístas dentro de las centralmente organizadas Iglesias de Dios están siendo usados por Satanás para socavar y destruir la fe de los verdaderos cristianos, ministros y también los miembros. Los apóstoles originales de Jesucristo fueron confrontados con los mismos ataques sutiles por falsos maestros y los que se llamaban apóstoles. El Nuevo Testamento está lleno de advertencias contra estos “falsos apóstoles” y “obreros fraudulentos.”

Usted, sus hermanos en Cristo y la iglesia con la cual está afiliado pueden estar experimentando tales ataques. Este libro está diseñado a contestar la pregunta, “Señor, ¿Qué debería hacer?

Jesucristo inspiró y preservó en el Nuevo Testamento lo que cada verdadero cristiano necesita saber para vencer el engaño sutil e ingenioso siendo perpetrado por Satanás. Dios nos ha provisto con el conocimiento de Su Palabra y el poder del Espíritu Santo para repeler todos los fuertes ataques de Satanás el diablo. La batalla es por la vida eterna. Jesucristo está de nuestro lado, y Él ha prometido estar con nosotros hasta el mismo fin de esta era presente. Podemos hacer todas las cosas a través de Jesucristo quien nos fortalece. Tenemos que luchar esta batalla de fe—aún hasta la muerte.

Y oí una gran voz en el cielo decir, ‘Ahora ha venido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de Su Cristo porque el acusador de nuestros hermanos ha sido echado abajo, quien los acusa día y noche delante de nuestro Dios. Pero ellos lo vencieron… [a Satanás el diablo]… a través de la sangre del Cordero, y a través de la palabra… [el mensaje de ellos]… de su testimonio; y no amaron sus vidas hasta la muerte. Por tanto, alégrense ustedes cielos y aquellos que viven en ellos. ¡Ay de aquellos que viven en la tierra y el mar! Porque el diablo ha caído a ustedes, teniendo gran ira porque sabe que tiene solo un tiempo corto.’ ” (Apocalipsis 12:10-12).

En estos tiempos difíciles, nuestro amor y fe están siendo probados para ver si verdaderamente amamos a Dios el Padre y Jesucristo con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente, con toda nuestra alma, y con todas nuestras fuerzas. Dios el Padre ha probado Su gran amor para nosotros a través de la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, Su único Hijo engendrado. Que este libro pueda ser una herramienta para fortalecerlo en su amor y fe hacia Dios y en su decisión de ser fiel a Su Palabra.

Capítulo Uno
¿Qué le está ocurriendo a las Iglesias de Dios?

Hoy, Satanás está hábilmente y sutilmente usando una de sus más poderosas armas espirituales contra las Iglesias de Dios, ¡sin importar el tamaño de la organización! ¡Es una de las armas más antiguas y efectivas de Satanás, la cual ha usado hábilmente de tiempo en tiempo con tremendo triunfo!

¡Esta arma es la instigación y promulgación de falsas doctrinas dentro de las Iglesias de Dios! Estas antiguas y mentiras recicladas de Satanás siempre son mostradas como “nueva verdad” o “nuevo entendimiento.” Pero la verdad es que las mentiras sutiles de Satanás consumen y destruyen espiritualmente. ¡Tal como el cáncer, cuando empieza a tomar raíz, no es ni notado! Estas enseñanzas malignas rodean y lentamente destruyen la vitalidad espiritual de una iglesia, así como el cáncer consume el cuerpo físico. Sus tentáculos mortales llegan hasta los órganos espirituales vitales de esperanza, fe y amor, buscando estrangular, destruir y matar. Así como la gente ha aprendido a vivir con el cáncer, muchos hermanos se están permitiendo ser sujetados a ola tras ola de falsas doctrinas, acercándolos más y mas a la muerte espiritual. Mientras ellos pueden sentir que “algo esta mal,” no se dan cuenta que Satanás los está atacando con un asalto mayor contra su fe y amor a Dios. ¡Su meta diabólica es destruir su entendimiento de la Palabra de Dios y su regalo de la salvación a través de Jesucristo!

En muchas iglesias locales, ministros y miembros están aceptando estas “nuevas enseñanzas.” ¡Alarmante como pueda parecer, muchos de estos ministros y hermanos han admitido que saben que estas enseñanzas son falsas! Y aun están siguiendo con estos cambios doctrinales. Están tan espiritualmente letárgicos que ignoran su responsabilidad espiritual personal para con Dios el Padre y Jesucristo. ¿Cómo puede ser que muchos de los hermanos de Jesucristo, los hijos espiritualmente engendrados de Dios el Padre, se hundan en tan peligroso estado de ceguera y sueno espiritual?

Dos errores fundamentales

El fundamento para esta condición espiritual degenerada fue inevitablemente establecido cuando las iglesias de Dios empezaron a seguir dos enseñanzas fundamentales las cuales parecen estar en acuerdo con las Escrituras pero en realidad son enormes malas aplicaciones de las Escrituras. La primera enseñanza errónea que ha corrompido muchas iglesias de Dios es aceptar y practicar una forma de gobierno de iglesia que es en realidad contrario a las palabras de Jesucristo en el Nuevo Testamento. Esta falsa enseñanza es la asunción que Dios trabaja a través de un gobierno jerárquico, tal como lo vemos en las naciones y corporaciones en el mundo. Basados en esta creencia, los líderes de la iglesia han seguido el ejemplo de los gobiernos de este mundo organizándose a si mismos en una jerarquía de ministros. Los miembros de la iglesia han aceptado esta jerarquía ministerial porque se les dijo que ésta era la forma del gobierno de Dios tal como es enseñado en las Escrituras.

Al aceptar esta forma de gobierno, los hermanos de Jesucristo abandonaron su responsabilidad dada por Dios de guardar las verdaderas enseñanzas de la Palabra de Dios “probando todas las cosas.” En vez de esto, permitieron que una jerarquía de ministros fuese puesta sobre ellos. Ellos miraban esta “línea de autoridad” para que les dijeran lo que debían creer. El triste resultado es abrumadoramente evidente en las congregaciones locales hoy. Oficiales de la iglesia de varios cargos y rangos se han exaltado sobre sus hermanos y están ejercitando completa autoridad no solamente en asuntos doctrinales sino en todos aspectos de las vidas de sus hermanos.

Iglesias enteras han sido guiadas a creer que este señorío jerárquico ejercido por el ministerio es “el gobierno de Dios” (Para un estudio mas profundo, ver también “¿Es el Ministerio el gobierno de Dios?”). Basado en esta reclamación, se espera que todos den obediencia incondicional a ministros ordenados de cualquier rango y especialmente al “líder más alto.” ¡Todos deben obedecer sus enseñanzas y mandatos como las enseñanzas y mandatos de Dios! A los hermanos, diáconos y ministros de “menor rango” se les dice que los hombres a cargo han sido escogidos por Dios. ¡Solo Dios esta personalmente dirigiéndolos en todo lo que hacen! Seguramente Dios no permitirá que cometan errores o pequen. Sin embargo, si ellos cometen errores o pecan, solamente Dios los puede corregir porque los líderes escogidos son los “ungidos de Dios.” Si cualquiera se atreve a cuestionar su autoridad y sus enseñanzas, o se atreve a exponer sus errores y pecados, esa persona es llamada rebelde contra “la autoridad escogida por Dios.”

Esta enseñanza está firmemente atrincherada en muchas de las Iglesias de Dios. Ministros ejercen autoridad absoluta sobre las vidas de sus hermanos. Cualquier reto a su autoridad es confrontado con amenazas severas y arrogantes de des-asociación y ultimadamente la pérdida de la salvación. Se ha conocido de ministros que dicen a los hermanos, “¡No sabe que tengo el poder y la autoridad de mandarle a pecar, y si no me obedece, usted va contra Dios!”

 Para perpetuar su autoridad, ministros repetidamente amenazan e intimidan a sus hermanos. Cuando los grandes pecados de un “líder muy alto” de una Iglesia de Dios grande estuvieron a punto de ser expuestos, él excorió e intimidó una iglesia entera diciendo con alta voz, “¡Hermanos, ustedes son un montón de ovejas tontas. Ningunos de ustedes va a entrar en el Reino de Dios sino yo, y quizás unos pocos otros ministros, y hasta dudo de ellos!” Este tipo de abuso ministerial, en efecto, niega que las iglesias de Dios son compuestas de hermanos y hermanas de Jesucristo, quienes son los hijos de Dios el Padre. En vez de ser nutridos e inspirados a crecer espiritualmente, los hermanos de Jesucristo son comerciados y arrogantemente se les dice que su única obligación es “pagar y orar y apoyar esta obra. Esta es la única razón por la que Dios lo llamó en primer lugar.”

¡Donde este tipo de “gobierno de iglesia” es ejercitado, los hombres a cargo han ilegalmente usurpado el poder absoluto y autoridad de Dios! ¡Dios el Padre y Jesucristo nunca han soltado su poder absoluto y autoridad a ningún hombre! Cuando un líder de la iglesia reclama que todas sus palabras y acciones contienen la autoridad absoluta de Dios, ha puesto el fundamento para la subversión de la iglesia por Satanás. Este es el mismo reclamo que Satanás usó para levantar la Iglesia Católica, y por el cuál ha mantenido el poder absoluto y autoridad de los papas y sacerdotes por siglos. Aun el “líder más alto” de la denominación más grande de una Iglesia de Dios alabó a los Católicos por su “gobierno de iglesia de arriba hasta abajo.” Él repetidamente dijo, “Si existe una cosa que los Católicos tienen correcto, es el gobierno de la iglesia de arriba hasta abajo.” Nadie se le ocurrió preguntar, “¿Por qué Dios usaría la forma jerárquica de gobierno de Satanás en Su Iglesia?” La Verdad de las Escrituras es que Dios nunca deseó esta forma de gobierno para Su Iglesia.

La asunción de que Dios trabaja a través un gobierno jerárquico ha dirigido a algunas de las iglesias de Dios al segundo error fundamental. Sus miembros han sido enseñados que Dios trabaja exclusivamente a través de una sola jerarquía de ministros y por consiguiente una sola organización de iglesia constituye la ÚNICA VERDADERA IGLESIA DE DIOS EN LA TIERRA. ¡Esta falsa reclamación es un astuto mecanismo de Satanás, el cual los líderes de la iglesia usan libremente para su propia ventaja! Esta enseñanza esta falsamente basada en las Escrituras que hablan de una “iglesia de Dios,refiriéndose al cuerpo espiritual de creyentes engendrados, no a una organización corporativa de iglesia. Decir que estas Escrituras están describiendo una sola organización corporativa de iglesia es una aplicación engañosa de las Escrituras.

La verdadera Iglesia de Dios es espiritual

Cuando el Nuevo Testamento habla sobre la “iglesia de Dios,” esta hablando de aquellos que son espiritualmente engendrados de Dios el Padre. No está designando ninguna organización de iglesia particular “como la única Iglesia de Dios en la tierra.”

¿Cómo es que la Iglesia de Dios espiritual es diferenciada de una organización corporativa de iglesia? La Iglesia de Dios espiritual no está limitada por las leyes de cualquier estado o país. Es gobernada por las leyes y mandamientos de Dios tal como fueron magnificados por Jesucristo. Además, la Iglesia de Dios espiritual no está restringida a ninguna organización corporativa. ¡Es la “Iglesia de Dios” entera tal como Dios el Padre en los cielos ha identificado a Su pueblo, los hermanos de Jesucristo! Esta compuesta de cada individuo a quien Dios el Padre ha personalmente llamado y seleccionado y que ha sido bautizado y ha recibido el engendramiento del Espíritu Santo. Además, incluye a todos los que tienen la fe de Jesucristo y quienes están guardando los mandamientos de Dios (Apocalipsis 14:12). La Iglesia de Dios espiritual consiste de cada individuo que tiene el Espíritu Santo morando en él o ella y cuyo nombre ha sido personalmente escrito en el libro de vida por Jesucristo mismo.

De otra manera, una iglesia en organización corporativa, o asociación,  consiste de individuos que han decidido reunirse juntos bajo un nombre corporativo o asociado. En la mayoría de los casos, tales organizaciones están registradas con el estado(s) o país(es) en el cual conducen sus negocios. El estado o país en el cual la “iglesia corporativa” conduce sus negocios puede requerir tal incorporación o registro.

En el mundo hoy, hay muchas mas de 400 “iglesias de Dios” que guardan el Sábado las cuales son organizaciones corporativas separadas. Muchas de estas organizaciones que guardan el Sábado también observan servicios en los días santos anuales ordenados por Dios en las Escrituras. Cualquier cristiano que tiene el Espíritu Santo de Dios puede escoger compartir y afiliarse con una organización corporativa particular. La Iglesia de Dios espiritual está compuesta de todos aquellos individuos que tienen el Espíritu Santo de Dios, sin importar la afiliación corporativa.

¡Dios no asignó una jerarquía ministerial!

Ningún lugar en la Biblia enseña que Dios trabaja a través de solamente una organización de iglesia o ministerio. El Nuevo Testamento claramente enseña que existen diferencias de “ministerios” o “administraciones.” Las diferentes administraciones son dones espirituales que son dados por Jesucristo, quién es la Cabeza de la Iglesia espiritual de Dios. “Entonces hay diferencias de dones, pero el mismo Espíritu; y hay diferencias de administraciones, pero el mismo Señor. Y hay deferencias de operaciones, pero es el mismo Dios Quien esta trabajando todas las cosas en todo. (I Corintios 12:4-6).”

Dios no se limita a trabajar por medio de una sola iglesia de organización corporativa. ¡Dios el Padre da el engendramiento de Su Espíritu Santo a cualquiera que Él desea! Él nunca puede ser limitado por las organizaciones de hombres. ¡No existe ninguna verdad en la reclamación de que una particular organización de iglesia es “la única verdadera Iglesia de Dios en la tierra!” Dios no da autoridad absoluta a un “alto líder” en alguna organización de iglesia. Dios nunca deseó que Su pueblo fuera gobernado por un ministerio jerárquico con una línea de “sucesión apostólica.” ¡Este tipo de gobierno de iglesia es contrario a la orden expresa de Jesucristo!

Y hubo también una disputa entre ellos, incluso esta: cual de ellos debería ser considerado el más importante. Y El les dijo, “Los reyes de las naciones señorean sobre ellas, y aquellos que ejercen autoridad sobre ellas son llamados benefactores. Pero no sea de esta forma entre ustedes; mas bien, aquel que es mas destacado entre ustedes sea como el mas nuevo, y aquel que esta liderando como el que esta sirviendo. Porque, ¿Quien es mas destacado, aquel que está sentándose a la mesa, o aquel que está sirviendo? ¿No es aquel que se sienta a la mesa? Pero yo estoy entre ustedes como uno que esta sirviendo.” (Lucas 22:24-27).

Contrario a esta enseñanza de Jesucristo, ministros en muchas iglesias de Dios han gobernado las vidas de sus hermanos con autoridad absoluta “de arriba hasta abajo.” Añadiendo error tras error, han convencido a los hermanos que su salvación es asegurada mientras ellos se sometan a esta forma de autoridad. Aquellos que han aceptado y creído esta falsa reclamación han sido arrullados en complacencia espiritual. Este letargo espiritual hace muy fácil para Satanás introducir falsas doctrinas las cuáles traen ceguera espiritual. ¡Con el tiempo, aquellos que no despiertan de su letargo espiritual son vencidos por oscuridad espiritual! Ellos han cambiado la “luz” de Jesucristo por la “oscuridad” de Satanás el diablo.

Y este es el juicio;... [y es un juicio continuo]… que la luz ha venido al mundo, pero los hombres amaron la oscuridad en vez de la luz porque sus obras eran malignas. Porque todo el que practica maldad odia la luz, y no viene a la luz, para que sus obras no puedan ser expuestas; pero aquel que practica la verdad viene a la luz, para que sus obras puedan ser manifestadas, que ellas son logradas por el poder de Dios.’ ” (Juan 3:19-21).

Cuando un verdadero cristiano—ya sea ministro o miembro de la iglesia o no afiliado con cualquier organización—está continuamente amando a Dios el Padre y Jesucristo, guardando los mandamientos de Dios y caminando en la luz de la Palabra a través del poder del Espíritu Santo de Dios, él o ella está caminando en la luz. Cuando un verdadero cristiano se aparta de Dios y no está amando a Dios, ni caminando en la luz de la Palabra de Verdad, y no está guardando los mandamientos de Dios, él o ella está caminando de nuevo hacia la oscuridad.

Un pastor autoritario, quien no quería ser más molestado cuando era confrontado con la verdad, replicó, “¡A mi no me importa cuáles cambios doctrinales son hechos! Esta [organización corporativa] es la única iglesia de Dios. Yo me quedaré aquí. ¡Sus líderes no pueden estar equivocados! Ellos son los expertos; yo dejaré los asuntos doctrinales a ellos. Lo que me digan que tengo que predicar, aceptaré y predicaré, sin importar.” Satanás puede aprovechar esta condición espiritual muy exitosamente, y podrá dirigir a tal persona hacia tinieblas.

En otro caso se le preguntó a un ministro, “¿Cómo puede vivir usted mismo delante de Dios, cuando sabe de todo acerca de la corrupción, falsas doctrinas y los pecados gravosos, y continúa con esto? Su respuesta fue muy reveladora: “Yo simplemente me pongo las anteojeras de acero sobre mis ojos, para no ver nada.” Un poco de inflexible auto-justificación para perpetuar su propia posición de poder. Él estaba más que deseoso de olvidarse del pecado y corrupción. Él estaba más que deseoso de abrazar falsas doctrinas y enseñanzas satánicas. Él estaba más que deseoso de continuar recibiendo su sueldo. Este tipo de persona se ha engañado a si mismo. Esta es la clase de actitud que Satanás desea usar. Y es cierto lo dicho por Jesucristo, “y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.”

¿Cómo está su visión espiritual? ¿Lo han cegado parcialmente las tinieblas? ¿Puede ver usted suficiente de la luz de Verdad para entender lo que está ocurriendo? ¿Ha puesto usted “anteojeras espirituales” para que no tenga que ver la luz de la Verdad de Dios? ¿Abrirá sus ojos a la Verdad de Dios, o aceptará las interpretaciones perversas siendo presentadas como “nuevo entendimiento”? ¿Qué escogerá creer? ¡Su salvación eterna está en riesgo!

Capítulo Dos
¿Cómo los falsos profetas y falsos maestros trabajan dentro de una iglesia?

La mayoría de la gente hoy piensa de un falso profeta como alguien que trae una supuesta revelación de eventos futuros cuando en realidad Dios no lo ha enviado. En el uso moderno, la palabra “profeta” generalmente se refiere a uno que predice el futuro. En el uso escritural, sin embargo, la palabra “profeta” tiene un significado mucho más amplio. Aquellos que predican la Palabra de Dios como pastores, ministros o evangelistas son todos “profetas” de acuerdo al uso del termino en el Nuevo Testamento.

En el Nuevo Testamento, la palabra “profeta” es traducida de la palabra griega propheetees. Esta palabra griega es raramente usada en el Nuevo Testamento en referencia a una persona que predice eventos futuros. Es a menudo usada para referirse a aquellos que predican la Palabra de Dios bajo la inspiración del Espíritu Santo, o “aquellos que proclaman el mensaje divino con preparación especial y con una misión especial” (Arndt y Gingrich, A Greek-English Lexicon of the New Testament [Un Léxico Griego-Inglés del Nuevo Testamento].

La Biblia revela que no todos los “profetas”—no todos los que reclaman “predicar la Palabra”—son verdaderos “profetas” de Dios. Existen numerosas referencias en ambos el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento de falsos profetas. En los tiempos del Antiguo Testamento, un falso profeta era aquel que reclamaba inspiración divina pero no estaba hablando la Verdad de Dios (I Reyes 22:10-14, 17). Falsos profetas eran a menudo directamente inspirados por Satanás el diablo o uno de sus demonios (I Reyes 22:20-22). El Nuevo Testamento nos advierte que habrán falsos profetas obrando engaño y enseñando mentiras hasta el fin de la era presente, cuando Jesucristo mismo regresará para terminar su maligno engaño.

Las advertencias personales de Jesucristo

Cuando Jesucristo empezó Su ministerio, Él advirtió a Sus seguidores de cuidarse de aquellos que reclamarían hablar la Verdad pero que traerían falsas enseñanzas. “Pero tengan cuidado de los falsos profetas quienes vienen a ustedes en ropa de oveja porque por dentro ellas son lobos rapaces. Los conocerán por sus frutos…” (Mateo 7:15-16).

Los verdaderos cristianos deben buscar a Jesucristo y seguirlo en todo momento. Jesús dijo de Si mismo, “Yo soy la puerta. Si cualquiera entra a través de Mi, será salvo, y entrará y saldrá, y encontrará pasto. El ladrón… [falso profeta]… no viene excepto para robar y matar y destruir. Yo he venido para que puedan tener vida, y puedan tenerla más abundantemente.” (Juan 10:9-10).

En los últimos días antes de Su crucifixión, Jesús de nuevo advirtió fuertemente contra los falsos profetas que vendrían predicando sus mensajes engañosos. “Entonces Jesús respondió y les dijo, “Estén en guardia, para que nadie los engañe. Porque muchos vendrán en Mi nombre, diciendo, ‘Yo soy el Cristo’; y engañarán a muchos... Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y maravillas, para engañar, si es posible, AUN A LOS ELEGIDOS.” (Mateo 24:4-5, 24).

¡Apocalipsis 12:9 nos dice que Satanás está activamente engañando al mundo entero! “Y el gran dragón fue echado fuera, la serpiente antigua que es llamada el Diablo y Satanás, quien está engañando al mundo entero; fue echado abajo a la tierra, y sus ángeles fueron echados abajo con él.” El texto griego claramente muestra que éste engaño es activo y continúo; el tiempo verbal en el griego significa “está engañando.”

Satanás está engañando al mundo entero—todas las naciones, gobiernos y religiones. ¡Al mismo tiempo Satanás está usando falsos maestros y falsos profetas en un intento por destruir la fe de ministros y hermanos dentro de las iglesias de Dios! Tan poderoso es el engañó de Satanás que Jesús dijo, Si es posible, [LOS FALSOS PROFETAS DE SATANÁS, ENGAÑARÁN] ¡ AUN A LOS ELEGIDOS!”

¿Cómo son los falsos maestros de Satanás capaces de hacer esto? ¿Cómo es que casi tendrán éxito en engañar a los propios elegidos?

La respuesta es revelada en las palabras de Jesús a Sus discípulos. Hemos leído las advertencias personales de Jesús contra estos falsos profetas en los pasajes de arriba de los Evangelios de Mateo y Juan. En estas Escrituras, Jesús describe dos tipos de “falsos profetas,” o “falsos maestros”. El primer tipo es el lobo vestido de oveja. El segundo tipo es el ladrón que viene sin disfraz pero de sorpresa. Ambas clases de falsos profetas buscan explotar, robar, matar y destruir las ovejas de Dios. Pero hay una marcada diferencia entre estos dos tipos de falsos maestros. El ladrón puede ser fácilmente identificado, y sus motivos malignos son obvios para todos. Del otro lado, el lobo se manifiesta como uno del rebaño, y sus motivos son ocultos. Su propósito maligno no es reconocido por el rebaño.

El tipo más peligroso de falso profeta

Los apóstoles de Jesucristo fueron repetidamente confrontados por falsos profetas quienes como el lobo, pretendían ser parte del rebaño de Dios. Los falsos profetas de este tipo son los más peligrosos porque ellos trabajan desde adentro de la organización de iglesia. En muchos casos son aceptados y aprobados como ministros y maestros y les son dados estatus oficial. Ellos hacen su obra sutilmente y secretamente.

En el primer siglo, mientras la mayoría de los apóstoles originales de Jesucristo todavía estaban vivos y ministrando las iglesias de Dios, estos falsos maestros se abrieron camino en las congregaciones locales. Ellos sutilmente tomaron control, expulsaron a los verdaderos ministros de Dios, y cambiaron el Evangelio de Jesucristo por un evangelio diferente.

A través de los siglos, falsos profetas han sido usados por Satanás para corromper las iglesias de Dios. Estos falsos profetas, o falsos ministros, no están interesados en servir a Dios ni obedecerlo. Están motivados por sus propias codicias y la lujuria humana por posiciones de poder y prestigio. Ya que no son guiados por el Espíritu de Dios, sino por la codicia humana, Satanás es capaz de influenciarlos y usarlos para sus propósitos diabólicos.

El apóstol Pablo llamó a Satanás el “…príncipe del poder del aire, el espíritu que esta ahora trabajando dentro de los hijos de desobediencia” (Efesios 2:2). Satanás es capaz de usar efectivamente sus dardos de fuego para inspirar pensamientos de vanidad, codicia y engaño (Efesios 6:16). Satanás tiene sus propios poderes espirituales demoníacos y fuerzas en lugares altos para influenciar a los hombres en posiciones de poder a través de sus lujurias humanas y vanidad. Pablo describió esta influencia maligna: “Porque no estamos luchando contra carne y sangre, sino contra principados y contra poderes, contra los gobernadores del mundo de la oscuridad de este siglo, contra el poder espiritual de maldad en lugares altos.” (Efesios 6:12).

La obra de estos espíritus engañosos es evidente en todas las iglesias en todo lugar hoy. ¡Los propios ministros de Satanás, que parecen ministros de justicia, están enseñando sus mentiras! No están siguiendo a Jesucristo. Han incluso trabajado su camino dentro de las iglesias de Dios y se han sentado ellos mismos en comités doctrinales y han asumido posiciones de enseñanza en las escuelas de las iglesias. Trabajan desde adentro como parte oficial de la organización de la iglesia. Usando tácticas subversivas, los ministros de Satanás han sutilmente y diestramente tomado control. Bajo su control, la Verdad de Dios es cambiada poco a poco por mentira. Las doctrinas son tan astutamente redactadas y diestramente presentadas que aun cristianos firmes están siendo pervertidos.

¿Cómo usan los falsos maestros la Palabra de Dios?

Las tácticas de Satanás no son nuevas. Él y sus ministros han usado los mismos métodos muchas veces a través de la historia. La iglesia en Corinto, la cual levantó el apóstol Pablo, fue confrontada con estas mismas influencias subversivas. Pablo advirtió a los cristianos de Corinto de estos métodos engañosos siendo usados por estos falsos maestros.

Estos engañadores impíos estaban usando tácticas astutas. ¡El apóstol Pablo revela que estaban obrando su corrupción dentro de las iglesias de Dios aún mientras él estaba vivo! En su segunda epístola a los Corintios, expone exactamente cómo estos falsos maestros estaban logrando su obra engañadora.

Por tanto, teniendo este ministerio [la verdad del Evangelio de Jesucristo]…, de acuerdo a como hemos recibido misericordia, no somos pusilánimes. Porque hemos renunciado personalmente a las cosas escondidas de ganancia deshonesta, no caminando en mañosa astucia… [tácticas sutiles y diabólicas]…, NI MANIPULANDO LA PALABRA DE DIOS ENGAÑOSAMENTE [esto es exactamente lo que esta pasando hoy—los falsos maestros y falsos ministros están manipulando la Palabra de Dios engañosamente]…; sino por manifestación de la verdad [el uso correcto de las Escrituras al estudiar precepto sobre precepto y comparando verdad con Verdad]…, nos estamos [Pablo y los verdaderos ministros de Dios]… encomendando nosotros mismos a toda conciencia de hombre delante de Dios [a diferencia de los ministros de Satanás, quienes obran su engañó en secreto].

Pero si nuestro evangelio es escondido, es escondido para aquellos que están pereciendo; en quienes el dios de este mundo ha cegado las mentes de aquellos que no creen, no sea que la luz del evangelio de la gloria de Cristo....” (II Corintios 4:1-4).

Satanás ha sido exitoso en cegar las mentes de los no creyentes, pero él también desea seducir y engañar a todos aquellos que creen el Evangelio. Para alcanzar este propósito diabólico, Satanás inspira a los falsos maestros y falsos ministros a cegar las mentes de los verdaderos creyentes con falsas doctrinas a través de la manipulación hábil y engañosa de la Palabra de Dios.

¡Porque las Escrituras han sido usadas, sus falsas doctrinas parecen y suenan bendecidamente correctas! ¿Pero qué puede ser más astuto? Sí, la Palabra de Dios es la Verdad. Pero manipulándola engañosamente produce error.

Sus interpretaciones engañosas de la Palabra de Dios son respaldadas por argumentos astutos de filosofía y teología con palabras que suenan intelectuales. Por encima, sus falsas doctrinas parecen ser palabras de sabiduría y lógica, ¡pero en realidad son satánicas y diabólicas! Estos maestros engañosos no están “dividiendo correctamente la Palabra de la verdad” (II Timoteo 2:15). Sí, ellos usan las Escrituras, pero la dividen incorrectamente. El resultado final de tales enseñanzas es que ellos están cegados a la Verdad de Dios. Creen una forma de doctrina que suena Bíblica porque las Escrituras han sido engañosamente usadas e interpretadas. Pero ellos en verdad creen y enseñan mentiras. Esto es exactamente lo que ciertos hombres están haciendo, quienes se han sentado en comités doctrinales y han asumido posiciones de enseñanza dentro de las iglesias de Dios. Usando los mismos métodos errantes, Satanás y sus ministros desde hace tiempo han sido exitosos en apostatar las iglesias del mundo que profesan ser cristianas.

Todos los cristianos hoy necesitan estar conscientes de los métodos sutiles que Satanás usa para cumplir su engaño malicioso. Necesitamos estar en guardia contra estos ingeniosos mecanismos. Como el apóstol Pablo advirtió, “Para que no podamos ser engañados por Satanás, porque no somos ignorantes de sus maquinaciones.” (II Corintios 2:11).

Cuando el ciego guía al ciego

¿Qué ocurre cuando los verdaderos creyentes voluntariamente siguen a ministros y maestros que se han cegado a la Verdad de Dios y están enseñando doctrinas de hombres? Jesús nos da la respuesta en el Evangelio de Mateo. Jesucristo advirtió a Sus seguidores “Cuídense, y estén en guardia contra la levadura de los Fariseos y Saduceos” lo que significa sus doctrinas, o enseñanzas (Mateo 16:6-12). ¡Estos líderes judíos enseñaban que sus tradiciones humanas eran más grandes que los mandamientos de Dios! Jesús los denunció, diciendo, …Y han hecho nulo el mandamiento de Dios… [la verdad de Dios]… por amor a su tradición. ¡Hipócritas! Isaías ha profetizado bien concerniente a ustedes, diciendo, ‘Esta gente se acerca a Mi con sus bocas, y con sus labios Me honran; pero sus corazones están lejos de Mi.’ Pero ellos Me adoran en vano, enseñando por doctrina los mandamientos de hombres Entonces Sus discípulos vinieron a El y dijeron, “¿Te das cuenta que los fariseos fueron ofendidos cuando oyeron este dicho?”
13. Pero El respondió y dijo, “Toda planta que Mi Padre celestial no ha plantado será desarraigada. Déjenlos solos.  Ellos son líderes ciegos de ciegos. Y SI EL CIEGO GUÍA AL CIEGO, AMBOS CAERÁN DENTRO DEL HOYO.’ ” (Mateo 15:6-9, 12-14).

Al manipular la Palabra de Dios engañosamente, los falsos maestros atraen a sus seguidores a ceguera espiritual. Y porque todos están caminando en la cegadora oscuridad, no saben que están dirigiéndose hacia una caída peligrosa. ¡La fosa gigante de apostasía está delante de ellos, y la caída será terrible!

Muchos creyentes en los tiempos del Nuevo Testamento tontamente siguieron a líderes ciegos hacia la oscuridad espiritual y la apostasía. Pablo advirtió a los Corintios que ellos estaban siendo alejados del verdadero Evangelio por estos engañadores. Al mismo tiempo que los creyentes de Corinto estaban aceptando las falsas enseñanzas de falsos apóstoles, estaban empezando a rechazar al apóstol Pablo y las verdaderas enseñanzas de Jesucristo. ¡Las verdaderas enseñanzas del Evangelio de Jesucristo estaban siendo echadas a un lado en favor de “nuevas enseñanzas maravillosas,” las cuales indudablemente eran pregonadas como una gran mejora comparada con las enseñanzas de Pablo! ¡Pero eran falsas enseñanzas de falsos apóstoles, quienes fueron identificados por Pablo como los ministros de Satanás!

En su segunda epístola a los Corintios, Pablo les advirtió que su locura espiritual ¡los estaba dirigiendo al desastre! Pablo incluso usó sarcasmo cuando se esforzó para avergonzarlos por su aceptación de falsos apóstoles con sus falsas enseñanzas y su evangelio corrompido, ¡el cual los Corintios estaban siguiendo ciegamente! Pablo escribió a los tontos Corintios, “Ojala pudieran tener conmigo un poco de tontería; pero ciertamente, la tienen conmigo. Porque estoy celoso por ustedes con el celo de Dios porque los he desposado con un esposo, para que pueda presentarlos como una virgen casta para Cristo. Pero me temo, no sea que por cualquier medio, como la serpiente engañó a Eva con su astucia... [las mentiras sutiles de Satanás, que suenan como verdaderas bendiciones]…, así sus mentes puedan ser corrompidas de la simplicidad que es en Cristo. Porque ciertamente, si alguien viene predicando otro Jesús, a quien nosotros no predicamos, o reciben un espíritu diferente [de Satanás el diablo]…, el cual no recibieron... [originalmente]…, o un evangelio diferente, el cual no aceptaron [originalmente]…, ustedes se contentan con esto como algo bueno [y maravillosamente mejorado sobre lo que originalmente les enseñamos]. Pero no me considero a mi mismo en ninguna forma inferior a aquellos altamente exaltados y así llamados apóstoles... Porque tales son falsos apóstoles—trabajadores engañosos que están transformándose a si mismos en apóstoles de Cristo. Y no es de maravillarse, porque Satanás mismo se transforma a si mismo en un ángel de luz. Por tanto, no es gran cosa si sus siervos también se transforman a si mismos en ministros de justicia...” (II Corintios 11:1-5, 13-15).

¡Qué peligroso estado espiritual el que los Corintios habían alcanzado! ¡La iglesia de Dios en Corinto estaba a punto de perder la Verdad de Dios por abrazar falsas doctrinas! Estaban empezando a rechazar al apóstol Pablo, un verdadero siervo de Dios quien les había traído las verdaderas enseñanzas de Jesucristo. A cambio, ¡estaban aceptando falsos apóstoles con sus engañosas enseñanzas! ¡Qué locura espiritual!

¿Cuál es el estado espiritual de su iglesia? ¿Cuáles son las enseñanzas doctrinales en su iglesia? ¿Está siendo enseñado falsas doctrinas sutiles las cuales suenan verdaderas? ¿Está cayendo usted en la trampa de Satanás? ¿Podrá usted estar engañado al negar la Verdad de Dios y perder su salvación?

La advertencia poderosa de Judas

Judas, el hermano de Jesucristo, ¡escribió su epístola urgente a las iglesias de Dios porque estaban en gran peligro de ser atrapadas por los poderosos engaños de Satanás obrando insidiosamente dentro de ellas! ¡Estaban experimentando la perversión de la Verdad de Dios por hombres impíos que estaban en posiciones de autoridad dentro de las iglesias de Dios y que estaban usando las Escrituras engañosamente para promover sus falsas doctrinas!

Para combatir estos falsos maestros, Judas fue movido por el Espíritu de Dios a escribir su advertencia urgente, “…ciertos hombres se han deslizado sigilosamente, aquellos de quienes hace tiempo ha sido escrito, condenándolos a este juicio. Ellos son hombres impíos, quienes están pervirtiendo la gracia de nuestro Dios, convirtiéndola en libertinaje, y están personalmente negando al único Señor Dios y a nuestro Señor Jesucristo.” (Judas 4).

Estos falsos maestros y falsos apóstoles habían sido exitosos al infiltrarse en las iglesias de Dios y estaban activamente cambiando las verdaderas enseñanzas de Jesucristo a un evangelio pervertido. ¡Estaban negando al Señor Jesucristo al rechazar Sus enseñanzas! ¡Le estaban robando el poder a la Palabra de Dios!

Estas Escrituras no fueron escritas solamente para las iglesias del Nuevo Testamento. ¡Las palabras de Pablo y Judas han sido preservadas como una profecía y advertencia para nosotros hoy! El apóstol Pablo declaró que en los días postreros habrían hombres quienes parecerían  piadosos pero que negarían el verdadero poder de Dios (II Timoteo 3:1, 5).

¡Nosotros en las iglesias de Dios hoy, debemos tener en cuenta la advertencia y tomar acción decisiva! ¡Debemos rechazar a todos los engañadores malignos y sus falsas doctrinas! Debemos volver a la plena verdad de Dios tal como está contenida en las Escrituras. ¡Debemos hacerlo con todos nuestros corazones y todas nuestras mentes, en plena fe y en el amor de Dios, antes que sea muy tarde y lleguemos a ser  víctimas impotentes de las enseñanzas engañosas de Satanás! Pasivamente haciendo nada sólo nos llevará a estar totalmente cegados.

Capítulo Tres
¡El engaño resultará en apostasía!

El apóstol Pablo nos da una advertencia poderosa en su segunda epístola a la iglesia de Tesalónica. Pablo escribió esta epístola en el primer siglo, cuando el engaño de Satanás estaba ya en marcha, y las verdaderas iglesias de Dios ya estaban siendo infiltradas por falsos maestros a través de espíritus engañosos. Pablo seriamente advirtió, “No permitan que ninguno los engañe por ningún medio...” (II Tesalonicenses 2:3).

¿Cuáles eran las tácticas que estos falsos maestros estaban usando para engañar a los hermanos? La respuesta se encuentra en los primeros dos versículos del mismo capítulo. “Ahora les suplicamos, hermanos, concerniente a la venida de nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión con El…[él está rogando por amor de su llamamiento y salvación eterna a través de Dios el Padre y Jesucristo]…,  que no sean prontamente sacudidas sus mentes, ni estén angustiados—ni por espíritu… [de Satanás]…, ni por palabra… [un mensaje o enseñanza]…, ni por epístola como si fuera nuestra,… [cartas falsamente escritas en el nombre de Pablo, alegando ser suyas o de otro verdadero apóstol de Jesucristo]…, diciendo que el día de Cristo esta presente.” (II Tesalonicenses 2:1-2).

¡Qué agalla presuntuosa usar tales tácticas! ¡Satanás es atrevido! Él desea destruir. ¡No es sorprendente que sea llamado el Adversario de Dios! ¡Sus falsos ministros estaban en realidad usando el nombre de Pablo para promover sus falsas doctrinas! Estaban astutamente escribiendo cartas para desencaminar a los hermanos y estaban reclamando que sus falsas enseñanzas eran autorizadas por Pablo y los otros apóstoles de Jesucristo. ¡Por esto es que Pablo escribió enérgicamente, instando a los hermanos a no dejar que nadie los engañe por ningún medio—¡por espíritu, por palabra o por epístola!

La advertencia de Pablo no fue solamente para los Tesalonicenses del primer siglo. ¡Es una advertencia para los verdaderos cristianos de cada generación! Pablo reveló que el engaño de Satanás continuaría por los siglos y llegaría a su punto culminante en la última generación un poco antes del regreso de Jesucristo. ¡Note! ¡La apostasía debe venir primero, antes del día del Señor! “No permitan que ninguno los engañe por ningún medio porque ese día no vendrá… [el día del Señor]… a menos que la apostasía venga primero, y el hombre de pecado sea revelado—el hijo de perdición, aquel que se opone y exalta a sí mismo sobre todo lo que es llamado Dios, o que es objeto de adoración; que entra al templo de Dios y se sienta como Dios, proclamando que él mismo es Dios.” (II Tesalonicenses 2:3-4).

Pablo nos advierte que el resultado final del viejo engaño de Satanás será una apostasía horrible. La palabra griega literalmente significa apartarse de Dios, o empujar a Dios a un lado. Apostasía es definido como “abandonar lo que uno cree, como fe” (Webster’s New World Dictionary [Diccionario de Webster del Nuevo Mundo]). Para poder abandonar la fe, uno tiene que primero haber sido un creyente. Una persona no puede abandonar algo que no tiene.

Ser engañado es el primer paso hacia la apostasía. La apostasía no es el principio del mal, es la culminación de ola tras de ola de engaños mentirosos. Es por esto que el apóstol Pablo advirtió enfáticamente, “No permitan que ninguno los engañe por ningún medio…

Las palabras de Pablo son una advertencia que aplica a los verdaderos cristianos en estos tiempos del fin. La apostasía que fue profetizada está ocurriendo muy evidentemente en el mundo de hoy. En su sistema educacional, en su religión, en su gobierno, el conocimiento de Dios está siendo empujado a un lado y eliminado. Valores morales básicos fundados en la Palabra de Dios, los cuales el mundo anteriormente había aceptado, están siendo sistemáticamente eliminados o anulados de cada aspecto de vida. En su lugar esta la impía filosofía humana satánica de la “Nueva Era.”

Para controlar completamente esta apostasía, ¡Satanás está provocando el amalgame de las religiones del mundo hacia una iglesia unida global! Se convertirá en la nueva religión mundial. En un mundo largamente desprovisto de la Verdad de Dios, este nuevo amalgame de religiones será recibida como un “avance espiritual” maravilloso. En realidad será un gran panteón de religiones satánicas y sus dioses. Esta “nueva” unión de todas las religiones será la profetizada “Misterio, Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra (Apocalipsis 17:5). Tal como Satanás está inspirando un movimiento ecuménico entre las religiones del mundo, él también está llevando todas las naciones y gobiernos a aceptar un gobierno mundial. Este gobierno mundial será la bestia que “Babilonia la Grande” montará (Apocalipsis 17:1-6).

Al mismo tiempo que la apostasía profetizada esta desenvolviéndose en el mundo, una apostasía está enraizándose dentro de las iglesias de Dios. ¡Satanás está ocupado donde sea posible dentro de las iglesias de Dios! ¡Su meta es destruir la Verdad de Dios y la iglesia espiritual de Dios! Él desea  engañar y destruir a todo hijo engendrado de Dios por cualquier medio posible. Ya que él no puede matar a todo verdadero cristiano físicamente, él usa sus engaños seductores para corromperlos y destruirlos espiritualmente. El método más efectivo y menos detectable que Satanás usa para engañar los verdaderos creyentes es la promulgación de falsas doctrinas dentro de sus propias organizaciones de iglesia.

Satanás está usando con éxito esta táctica insidiosa en las iglesias de Dios hoy. ¡De acuerdo a la profecía de Pablo, aquellos que una vez aceptaron y creyeron la Verdad de Dios están abandonando la Verdad por falsas doctrinas! Este abandono de la Verdad de Dios ocurre gradualmente y sutilmente. Una por una, las falsas doctrinas se arrastran hacia adentro y empiezan a remplazar las verdaderas enseñanzas de la Palabra de Dios. Poco a poco, la apostasía dentro de las iglesias de Dios toma control, y la Verdad y la fe son abandonadas. Igualmente como “un poco de levadura leuda la masa entera,” así también la aceptación y creencia de falsas doctrinas actúan como levadura espiritual que leuda la congregación entera.

Al hornear, el proceso de levadura empieza lentamente e imperceptiblemente mientras la poca cantidad de levadura se abre camino por toda la masa. Pero una vez la levadura ha impregnado la masa entera, su efecto penetrante es claramente visible, cuando leuda completamente la masa entera. La masa original es completamente cambiada a un total pan leudado.

La levadura espiritual trabaja en la misma manera. Cuando un poco de levadura de falsa doctrina entra en una iglesia, debe inmediatamente ser rechazada. Si se le permite  permanecer como una enseñanza de la iglesia, solamente resultará en la dispersión del error. Lentamente e insidiosamente, más y más falsas doctrinas serán introducidas, hasta que estas engañosas enseñanzas penetren la iglesia entera. Entonces esta levadura espiritual explotará en un cambio doctrinal gigante, transformando una iglesia de Dios en una iglesia totalmente diferente—reteniendo ninguna de las enseñanzas originales de Jesucristo.

El peligro espiritual de la levadura de falsas doctrinas ha existido desde que Jesucristo empezó Su verdadera Iglesia. Exactamente como Jesucristo advirtió a Sus discípulos para estar alerta de la levadura doctrinal de los fariseos y saduceos, el apóstol Pablo advirtió a los cristianos de la iglesia primitiva del Nuevo Testamento estar alerta de los falsos maestros trayendo falsas doctrinas para alejar a los creyentes del verdadero evangelio de Jesucristo. Hemos leído la amonestación de Pablo a los Tesalonicenses, instándolos a no dejar que nadie los engañe por espíritu, por enseñanzas, o por una carta. Pablo también advirtió a los Colosenses, exhortando a los hermanos a no dejar que ningún hombre los engañe con astutas doctrinas de filosofía.

Entonces esto digo para que NADIE PUEDA ENGAÑARLOS con palabras persuasivas Estén en guardia para que nadie los tome cautivos… [como uno caza un animal para matarlo]… a través de filosofía y vano engaño, de acuerdo a las tradiciones de hombres, de acuerdo a los elementos del mundo, y no de acuerdo a Cristo.” (Colosenses 2:4, 8).

Un animal que se convierte en una presa es acechado inadvertidamente hasta que el cazador está en una posición para atacar. Cuando la presa ha sido muerta, es arrastrada para ser devorada como una comida. En la misma manera, Pablo nos está advirtiendo de estar alerta contra aquellos que nos destruirían espiritualmente involucrándonos en filosofías y doctrinas y mandamientos de hombres, y ultimadamente la adoración de ángeles caídos, de este modo arrastrándonos hacia la muerte espiritual.

El apóstol Pedro advirtió, ¡Sean sobrios! ¡Sean vigilantes! Porque su adversario el diablo está merodeando como león rugiente, buscando a cualquiera que pueda devorar. A quien RESISTEN, firmes en la fe, sabiendo que las mismas aflicciones están siendo cumplidas entre sus hermanos que están en el mundo.” (I Pedro 5:8-9).

Aquellos que desean seguir las verdaderas enseñanzas de Jesucristo tienen que estar constantemente en guardia contra Satanás y sus enseñanzas seductoras por medio de falsos profetas y falsos apóstoles. Todo verdadero creyente debe prestar atención a las urgentes advertencias de los verdaderos apóstoles de Jesucristo tal como esta registrado en el Nuevo Testamento. Estas palabras inspiradas fueron escritas para todos los verdaderos cristianos, “…sobre quienes los fines de los siglos vienen” (I Corintios 10:11). Como verdaderos cristianos, cada uno de nosotros tiene una responsabilidad personal con Dios—¡NO DEBEMOS PERMITIR QUE NADIE NOS ENGAÑE POR NINGUN MEDIO!

Las falsas doctrinas niegan a Dios el Padre y a Jesucristo

Muchos en las iglesias de Dios en el Nuevo Testamento fallaron en tener en cuenta las advertencias de Pablo y los otros apóstoles de Jesucristo. Congregaciones enteras gradualmente cayeron ante la progresiva levadura de falsas doctrinas siendo esparcida por falsos ministros de Satanás trabajando dentro de las mismas iglesias. La apostasía insidiosa ganó momento después de la muerte de los apóstoles Pablo y Pedro. Juan, el último de los doce apóstoles originales, escribió sus tres epístolas contra los males y sutilezas de la apostasía que se desarrollaba, la cual fue encabezada por falsos maestros y falsos apóstoles. Después de su muerte, las iglesias de Dios fueron barridas por un mar de falsas doctrinas. ¡El resultado final fue la Iglesia Católica!

¿Cuáles fueron estas doctrinas engañosas que tan efectivamente alejaron a las iglesias de Dios en el primer siglo de las verdaderas enseñanzas de Jesucristo? Dos de las falsas doctrinas que fueron principales en la apostasía del primer siglo son las mismas falsas enseñanzas que Satanás está promoviendo hoy.

Una de estas falsas enseñanzas es la negación de que Jesucristo, el Hijo de Dios, Quien era el Señor Dios del Antiguo Testamento, se despojó a Si mismo de Su poder divino y gloria y se convirtió en un ser humano. Esta falsa doctrina niega que Jesucristo llevó sobre Si mismo la misma carne humana pecaminosa que nosotros tenemos (Romanos 8:3 y también Hebreos 4:14-15).

El apóstol Juan nos dio esta advertencia: “Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben los espíritus, si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo. Por esta prueba ustedes pueden conocer el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiese que Jesucristo ha venido en la carne es de Dios. Y todo espíritu que no confiese que Jesucristo ha venido en la carne no es de Dios. Y este es el espíritu de anticristo, el cual oyeron que iba a venir, e incluso ahora ya está en el mundo.” (I Juan 4:1-3).

Necesitamos entender que los espíritus demoniacos influencian e inspiran a falsos profetas y a falsos maestros. En verdad, cuando probamos el mensaje de un predicador, estamos probando si el predicador es inspirado por el Espíritu Santo de Dios o por el espíritu satánico de los demonios—el espíritu del anticristo.

El apóstol Juan claramente llama a cualquiera que niega que Jesucristo vino en la carne como siendo del espíritu del anticristo. ¡El resultado final de negar que Jesús verdaderamente vino en carne humana es la falsa creencia de que Él nunca murió verdaderamente! Es reclamado que porque Él era Dios, nunca pudo morir realmente. Por tanto, se razona, ¡que Su muerte solamente fue simbólica! ¡Pero la Biblia claramente enseña que Yahweh, el Dios del Antiguo Testamento, se despojó a Si mismo de Su poder divino y gloria para llegar a ser un ser humano para el explicito propósito de morir! ¡Negar la naturaleza humana de Jesucristo es negar la realidad de Su sacrificio por el pecado! ¡Es una negación del amor y gracia de Dios!

La segunda falsa enseñanza, la doctrina de la Trinidad, viene en muchas variaciones. Pocas personas caen en cuenta que casi toda religión “cristiana” en el mundo tiene alguna forma de deidad trinitaria como una creencia doctrinal fundamental. Menos aun tienen alguna idea de que la doctrina esotérica judía cabalista enseña una deidad trinitaria dentro de la así llamada creencia monoteísta del judaísmo. ¡Sin duda, creer en una doctrina trinitaria es una característica de casi toda religión en el mundo! Esta doctrina mayor fue pasada directamente a los pueblos del hemisferio oriental por místicos de la antigua Babilonia, llamados magos. (Lea Las dos Babilonias por Alexander Hislop). Nuestras naciones occidentales heredaron esto indirectamente a través de los filósofos de Grecia y la influencia de la Roma pagana.

¡Creer en una deidad trinitaria ha cegado las naciones de este mundo al plan de Dios! La doctrina trinitaria de la deidad restringe a Dios a solamente tres personas o tres manifestaciones de una persona. Con una deidad trinitaria, no puede existir la Familia de Dios. Esta falsa doctrina niega completamente la verdad del evangelio de que todos los que son engendrados espiritualmente por Dios el Padre han de llegar a ser los hijos espirituales nacidos de Dios.

El apóstol Juan fuertemente declaró, “¡He aquí! ¡Que glorioso amor nos ha dado el Padre, que deberíamos ser llamados los hijos de Dios! Por esta misma razón, el mundo no nos conoce porque no lo conoce a El. Amados, ahora somos los hijos de Dios, y no ha sido revelado aún lo que seremos; pero sabemos que cuando El sea manifestado, seremos como El, porque Lo veremos exactamente como El es. Y todo el que tiene esta esperanza en El se purifica a si mismo, incluso como El es puro.” (I Juan 3:1-3).

Los verdaderos cristianos que son espiritualmente engendrados por Dios el Padre y quienes crecen y maduran en la mente y carácter de Jesucristo, serán nacidos en la Familia de Dios, compartiendo Su poder y gloria como Sus hijos para siempre. Este es el plan glorioso y fantástico de Dios el Padre y Jesucristo. ¡Qué asombroso destino ha planeado Dios el Padre para cada uno de los que Él llama a través de Jesucristo!

Dios ha dado y preservado Su Palabra, la Santa Biblia, para revelarnos Su  maravilloso plan y propósito. Dios el Padre nos ha dado Su Espíritu Santo para que podamos saber y entender. Dios desea que entendamos Su amor y Su salvación a través de Jesucristo. ¡Podemos saber Su propósito para nosotros! ¡Nosotros hemos de ser Sus propios hijos—los hijos de Dios nacidos de espíritu!

Pero la doctrina de la Trinidad niega el verdadero plan y propósito de Dios. Aquellos que promueven esta falsa doctrina nos harían creer que es imposible entender la naturaleza de Dios, o el verdadero propósito de Dios el Padre y Jesucristo. ¡Satanás es el espíritu detrás de esta subversión! Él es el que desea mantener el verdadero conocimiento de Dios y Su propósito como un misterio a través de la falsa doctrina de la Trinidad. Cualquier organización religiosa que mantenga la doctrina de la Trinidad entre sus creencias esta claramente marcada como habiendo sido derribada por Satanás a través de sus falsos maestros.

La Trinidad siempre tiene que permanecer como “un misterio desconocido” para aquellos que la aceptan y la creen. Satanás no quiere que la gente sepa que él blasfemamente se enalteció a si mismo como un tercer “Dios” en una deidad trinitaria inventada en su propia mente maligna y rebelde. ¡Él es el dios de este mundo! ¡Ese es el secreto diabólico del tercer miembro de una misteriosa Trinidad!

Hoy, Satanás está usando las mismas engañosas y mentirosas doctrinas de demonios que usó para pervertir las iglesias de Dios en la apostasía del primer siglo. ¿Están siendo promulgadas estas doctrinas seductoras en su iglesia? Si están siendo enseñadas, ¡tenga mucho cuidado! ¡El hoyo profundo de la apostasía espera adelante! Si usted acepta y cree la doctrina satánica de una deidad trinitaria, está negando a Dios el Padre y a Jesucristo, y terminará en oscuridad espiritual total.

Advertencia contra los falsos maestros que niegan a Jesucristo

Cuando falsos maestros se han exaltado en posiciones de poder y autoridad dentro de una iglesia, empiezan a introducir sus doctrinas seductoras. Al mismo tiempo, empiezan hablar mal de las verdaderas doctrinas de la Palabra de Dios. Tan pronto como las mentes de los creyentes han sido pervertidas y las primeras falsas doctrinas han sido aceptadas, entonces más y más herejías detestables son introducidas.

El apóstol Pedro fuertemente condenó a los falsos maestros quienes furtivamente hacen su obra maligna dentro de las iglesias de Dios. Él advirtió, “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como en verdad habrán falsos maestros entre ustedes… [dentro de las congregaciones]…, que sigilosamente introducirán herejías destructivas... [la negación de la naturaleza humana de Jesucristo, la doctrina de la Trinidad, la cruz, adoración de ídolos, que la iglesia es el reino de Dios, que uno ha nacido de nuevo ahora, la Navidad y Easter (domingo de resurrección)]…, negando personalmente al Señor que los compró, y trayendo rápida destrucción sobre si mismos. Y mucha gente seguirá sus caminos destructivos; y a causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado. También, a través de insaciable codicia los explotarán con mensajes tentadores para obtener ganancia…(II Pedro 2:1-3).

¡Estas mismas palabras están siendo cumplidas hoy! Estamos viendo con nuestros propios ojos y oyendo con nuestros propios oídos el cumplimiento exacto de estas advertencias proféticas. ¡FALSOS MAESTROS ESTÁN BLASFEMANDO DE LA VERDAD! ¡ESTÁN NEGANDO A JESUCRISTO! ¡ESTÁN EXPLOTANDO A LOS HERMANOS A TRAVÉS DE CODICIA INSACIABLE!

Cuando una persona blasfema de la Verdad, y el camino de la Verdad, él está blasfemando del que trajo la Verdad, ¡Jesucristo! Jesús dijo, “YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD, Y LA VIDA” (Juan 14:6).

Cuando alguien blasfema de la Verdad, ¡está juzgando la Palabra de Dios! Está juzgando las leyes y mandamientos de Dios, las cuáles son verdad, como algo poco confiable. Está juzgando la salvación de Dios a través del sacrificio de Jesucristo como algo indigno. Se está exaltando a si mismo y sus opiniones sobre el Legislador y el Dador de vida. En efecto, está negando a Dios el Padre y a Jesucristo.

Santiago, el hermano de Jesucristo, ¡fuertemente condenó a aquellos que están juzgando a Dios y Sus leyes! “…Pero si usted juzga la ley… [y al Legislador y todo lo que Él es]…, no es hacedor de la ley; sino, un juez. Pero hay solo un Legislador, Quien tiene el poder para salvar y para destruir. ¿Quienes son ustedes que presumen juzgar a otro? (Santiago 4:11-12).

¡Dios no es juzgado por ningún hombre! Pero cuando los hombres blasfeman de la Verdad, ellos están juzgando a Dios. Están blasfemando la Palabra de Dios y a Dios mismo como el Legislador. ¡Al juzgar la ley, ellos están presumiendo sentarse en la silla de Dios! ¡Eso es lo que Satanás siempre ha intentado hacer! ¡No existe algo más arrogante y vano que juzgar a Dios!

Aquellos que no aman la Verdad serán juzgados

Cuando la gente no ama la Verdad de Dios, ¡Dios los entrega a creer las mentiras! La gente que se vuelve a las mentiras las creen con la misma convicción e intensidad con la cual ellos anteriormente creyeron la Verdad. Cuando eso ocurre, ¡ellos se han rendido a si mismos al engaño de Satanás! ¡Ellos son sus cautivos! Eso es exactamente lo que Satanás quiere—engañarlos para aceptar falsas doctrinas y  poder entramparlos en su último engaño.

¡Aquellos que se alejan de las verdaderas enseñanzas de la Palabra de Dios y ciegamente siguen a falsos maestros, caerán presa del engaño mas diestro de Satanás cuando él venga con todas sus poderosas y mentirosas maravillas! Cuando ese tiempo venga, ¡estarán tan engañados que se unirán a las masas engañadas del mundo en su adoración a Satanás! Satanás, quien ha engañado al mundo entero con sus mentiras, será bienvenido con brazos abiertos y adorado como Dios en el engaño final de la Gran Apostasía (Apocalipsis 13:4).

Solamente amando la Verdad y permaneciendo aferrado a las verdaderas enseñanzas de la Palabra de Dios, podremos esperar escapar de esta apostasía diabólica. Pablo declaró, “Porque el misterio [el secreto del Satanismo]… de ilegalidad esta ya trabajando… Y entonces el ilegal [el gobernador mundial poseído por Satanás mismo]… será revelado (a quien el Señor consumirá con el aliento de Su boca, y destruirá con el brillo de Su venida); aquel cuya venida [la venida del dictador poseído por Satanás]… esta de acuerdo al trabajo interno de Satanás, con todo poder y señales y maravillas engañosas, y con todo engaño de injusticia en aquellos que están pereciendo PORQUE NO RECIBIERON EL AMOR DE LA VERDAD, para que pudieran ser salvos. Y por esta razón, Dios enviará sobre ellos un engaño poderoso que les hará creer la mentira, para que PUEDAN SER JUZGADOS TODOS los que no creyeron la verdad, sino se complacieron en la injusticia.” (II Tesalonicenses 2:7-12).

Pablo claramente declara que aquellos que no aman la Verdad serán juzgados porque se deleitan en la injusticia. No se deleitan en guardar los mandamientos de Dios, los cuáles son justicia (Salmo 119:172). Por esto es que se vuelven a las falsas doctrinas. Quieren ser libres para practicar su corrupción moral y luego cubrir su injusticia con doctrinas que dan una apariencia de piedad (II Timoteo 3:5).

Pablo previó un tiempo cuando muchos en las iglesias de Dios caerían en decadencia moral. Empezarían a deleitarse en injusticia y se desviarían de la Verdad, rechazando la sana doctrina. Pablo advirtió, “Porque vendrá un tiempo cuando ellos no tolerarán la sana doctrina; sino de acuerdo a sus propias lujurias acumularán para si mismos un gran numero de maestros, teniendo picazón de oídos por oír lo que satisfaga sus antojos[“nuevo entendimiento” que en realidad es de origen Babilónico]; y alejarán sus propios oídos de la verdad; y serán desviados hacia mitos… [religiosos]. (II Timoteo 4:3-4).

¿Ha apartado usted su oído de oír la Verdad? ¿Está rechazando la sana doctrina? ¿Ha aceptado falsas doctrinas de mitología religiosa como verdad? ¿Qué de la doctrina de la Trinidad y la negación de la naturaleza humana de Jesús? ¿Están siendo predicadas estas falsas doctrinas por ministros y maestros en su iglesia? ¡Todos aquellos que se aparten de la Verdad y abracen el mito de la Trinidad y otros mitos religiosos terminarán en ceguera espiritual y no se darán cuenta que están adorando a Satanás!

Iglesias de Dios enteras están siendo atacadas por fábulas y mitos religiosos y falsas doctrinas de toda clase, todas siendo promovidas por falsos maestros que profesan estar trayendo “nuevo entendimiento.” En muchas iglesias, nadie está alzando sus voces en objeción, y estas falsas enseñanzas se están convirtiendo en las nuevas doctrinas oficiales de la iglesia.

La Palabra de Dios nos enseña que cuando los líderes de cualquier organización de iglesia rechazan la Verdad, están juzgando la Palabra de Dios como indigna de su aceptación y creencia. Al juzgar a Dios, han usurpado las prerrogativas de Dios, tal como Satanás lo hizo en su rebelión. Se han cortado a si mismos de Dios y se han convertido en líderes ciegos de los ciegos. Si estos ministros y líderes continúan sin arrepentimiento en sus errores, ¡el juicio de Dios es seguro sobre ellos! Después de un período de advertencia, el cual Dios siempre permite, Él ejecutará Su juicio contra ellos y su organización—ministros así como también los miembros. El apóstol Pedro escribió, “Porque el tiempo ha venido para comenzar el juicio con la familia de Dios; y si primero comienza con nosotros, ¿cual será el fin de aquellos que no obedecen el evangelio de Dios?(I Pedro 4:17).

¡El juicio seguro va a venir sobre todos los miembros y ministros que se apartan de la Verdad en las iglesias de Dios y siguen  los mitos de las religiones de este mundo! ¡Pero Dios nos dice en Su Palabra que Él desea misericordia y no juicio! Cualquiera que verdaderamente se arrepiente delante de Dios tendrá sus pecados puestos bajo la sangre de Jesucristo y obtendrá misericordia. ¡Pero si no hay arrepentimiento después de varias advertencias, entonces el juicio vendrá—Dios no será burlado! ¡Aquellos que abandonan la justicia y van detrás de la injusticia cosecharán la recompensa de injusticia!

¡No sea engañado! Dios no es burlado; porque cualquier cosa que un hombre siembre eso también cosechará. Porque aquel que siembra para su propia carne cosechará corrupción de la carne; pero aquel que siembra para el Espíritu cosechará vida eterna del Espíritu.” (Gálatas 6:7-8).

Es el deseo de Dios que todos los verdaderos cristianos siembren del Espíritu para vida eterna. Debemos sembrar las semillas del carácter y amor de Dios en nuestras vidas para que podamos llevar los frutos del Espíritu, los cuáles son “amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fe, mansedumbre, autocontrol” (Gálatas 5:22-23). Solo entonces podemos cosechar la recompensa de vida eterna.

Capitulo Cuatro
Nadie puede servir a dos señores

Cuando las iglesias de Dios se entregan a los mitos religiosos de este mundo y las abrazan como doctrinas, es el tiempo para aquellos que aman la Verdad de escoger a quien servirán. Jesucristo mismo nos dio esta verdad profunda: “Nadie es capaz de servir a dos maestros; porque odiará a uno y amará al otro, o se sujetará a uno y despreciará al otro. No pueden servir a Dios y a mamon.” (Mateo 6:24).

¿Está usted sirviendo a dos maestros? Usted está intentando servir a dos maestros  si continúa escuchando a ministros y líderes de la iglesia quiénes se han apartado de la Verdad de Dios. Usted no puede servir a Dios en Espíritu y Verdad si está siguiendo a aquellos que están enseñando como doctrinas los mitos religiosos de este mundo. Dios nos ha llamado a salir de las tinieblas de este mundo hacia la gloriosa luz de Su Verdad. No podemos  estar conformados al mundo sino ser transformados por la renovación de nuestras mentes (Romanos 12:1-2).

¡USTED NO PUEDE SERVIR A DIOS Y CONFORMARSE A ESTE MUNDO! ¡NO PUEDE MANTENER LA VERDAD DE DIOS MIENTRAS ABRAZA EL ERROR SATÁNICO! ¡NO PUEDE AMAR A DIOS SI AMA AL MUNDO!

Aquellos que aman el mundo y se conforman con sus prácticas no pueden amar a Dios y hacer Su voluntad. Los caminos de este mundo son hostiles a Dios (Romanos 8:7). La Palabra de Dios ordena, “No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si cualquiera ama al mundo, el amor del Padre no esta en él. Porque todo lo que esta en el mundo—la lujuria de la carne, y la lujuria de los ojos, y el orgullo pretencioso de la vida física—no es del Padre, sino del mundo. Y el mundo y su lujuria esta desapareciendo, pero aquel que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (I Juan 2:15-17).

La amistad con el mundo lo hace enemigo de Dios

Si amamos a Dios y Su Verdad, no oiremos a los falsos maestros que aman al mundo y sus caminos. El apóstol Juan fue inspirado a escribir, “Ellos son del mundo; por esto, hablan del mundo, y el mundo los escucha.” (I Juan 4:5). ¡Jesucristo declaró que Sus seguidores no son de este mundo! Él dijo en Su oración al Padre, “Les he dado Tus palabras, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, así como Yo no soy del mundo.” (Juan 17:14).

Aun cambios doctrinales masivos están siendo hechos por las oficinas principales de una de las más grandes iglesias de Dios en un esfuerzo total por librarse de una “apariencia de culto” y ser más aceptable para el mundo. ¡Piense en esto! Si usted se conforma a los estándares del mundo para ser aceptado por esta sociedad, está conformándose a los caminos del “dios de este mundo.”

El apóstol Santiago escribió muy dogmáticamente que los verdaderos creyentes no pueden ser amigos con el mundo. Fuertemente condenó a aquellos que comprometieron la Verdad para conformarse con este mundo, diciendo, “Ustedes adúlteros y adúlteras [en un sentido espiritual, refiriéndose a su aceptación y enseñanza de doctrinas de demonios]… ¿no saben que la amistad [Griego philoo, una afinidad amorosa como de hermano]… del mundo es enemistad con Dios? Por tanto, quien quiera que desee ser un amigo del mundo se hace así mismo un enemigo de Dios” (Santiago 4:4).

Cuando las iglesias de Dios comiencen a adoptar y practicar las doctrinas de Satanás y sus demonios, entonces Jesucristo, la Cabeza de la Iglesia espiritual, ¡será forzado a pelear contra ellos! Todos los que adopten las doctrinas de Satanás están haciéndose a si mismos Sus enemigos. ¡Jesucristo les ordena arrepentirse! Él personalmente reprendió la iglesia en Pergamo por este mismo error, y ordenó al apóstol Juan a escribir Sus palabras como una advertencia a Sus iglesias en todos los siglos. Aquí está Su ultimátum a la iglesia en Pergamo: “Pero tengo unas pocas cosas contra ti porque tienes allá a aquellos que retienen [observan y practican]… la enseñanza de Balaam, quien enseñó a.... los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a ídolos y a cometer fornicación [fornicación espiritual con los sistemas religiosos de este mundo—Babilonia la Grande (Apocalipsis 17:1-7)].

Mas aun, también tienen a aquellos que retienen la doctrina de los Nicolaítas [imponiendo un ministerio jerárquico y dictatorial sobre los hermanos]…, tal cosa Yo odio. ¡Arrepiéntanse! Porque si no se arrepienten [un ultimátum]…, vendré a ustedes rápidamente, y haré guerra contra ellos con la espada de Mi boca. Aquel que tenga oído, oiga lo que el Espíritu dice a [todas] las iglesias” (Apocalipsis 2:15-17).

¡Muchos en la iglesia de Dios en Pergamo estaban en un estado degenerado! Ellos habían regresado muy lejos dentro del mundo con su sistema satánico de religión que Jesucristo advirtió que pelearía contra ellos. ¡Piense acerca de esto! ¡A menos que ellos se arrepientan, su Salvador vendría rápido para pelear contra ellos! Ellos se habían hecho a si mismos los enemigos de Dios al abrazar falsas doctrinas y cometer fornicación espiritual.

Hoy, muchas iglesias de Dios están cayendo en los mismos errores pecaminosos como Pergamo y recibirán el mismo reproche severo de Jesucristo. Todos que acepten los mitos religiosos del mundo de Satanás están rechazando y negando el señorío de Jesucristo y se están haciendo a si mismos Sus enemigos. ¡Jesucristo peleará contra ellos con la espada de Su boca—¡los juicios asombros de la Palabra de Dios!

¿Será usted intimidado y forzado a aceptar estas doctrinas impías y hacerse a si mismo un enemigo de Dios? ¿Forzará a Cristo a pelear contra usted por su infidelidad a Él? ¡Él ha dado Su ultimátum—Peleará contra todos aquellos que rehúsen arrepentirse de su fornicación espiritual con este mundo! ¡Peleará contra ellos con la espada de Su boca, la cual es la poderosa Verdad de la Palabra de Dios!

Porque la Palabra de Dios es viva y poderosa, y mas afilada que cualquier espada de dos filos, penetrando incluso a los pedazos divididos de alma y espíritu, de coyunturas y médula, y es capaz de discernir los pensamientos e intenciones del corazón. Y no hay una cosa creada que no sea manifiesta en Su vista; pero todas las cosas están desnudas y descubiertas delante de Sus ojos a Quien debemos dar cuenta.” (Hebreos 4:12-13).

Deje que la Verdad pura de la Palabra de Dios penetre profundamente en su mente y corazón, para que pueda verdaderamente arrepentirse para que se deshaga del cáncer de falsa doctrina. ¡Eso es mucho mejor que tener a Jesucristo usando la espada de Su Palabra para pelear contra usted!

Los verdaderos cristianos necesitan armarse a si mismos con “la espada del Espíritu, la cual es la Palabra de Dios” (Efesios 6:17). Ellos necesitan usar esta arma poderosa espiritual para defenderse a si mismos de todo asalto de Satanás con sus arreglos de falsas doctrinas seductoras. Únicamente ejerciendo activamente la espada poderosa de la Palabra de Dios puede vencer las doctrinas engañosas de Satanás.

El apóstol Pablo supo como combatir a Satanás con la espada de la Palabra. Pablo a menudo citaba las Escrituras del Antiguo Testamento en su batalla contra los falsos maestros que estaban engañando a los hermanos con sus doctrinas seductoras. En su epístola a los Hebreos, Pablo suplicó a los cristianos judíos en Jerusalén que estaban sucumbiendo a la influencia de falsos maestros y estaban siendo alejados por los de la religión Judía. Ellos estaban regresando a los ritos del templo y a los sacrificios de animales y estaban, en efecto, rechazando la verdadera justificación a través de la sangre de Jesucristo. ¡Esta práctica se sumó al repudio absoluto del sacrificio de Jesucristo! ¡Pablo advirtió a estos cristianos primitivos que ellos estaban negando a Jesucristo y estaban en peligro de cometer el pecado imperdonable!

Aceptar falsas doctrinas a sabiendas es pecado voluntario

El mensaje inspirado de Pablo a los cristianos Hebreos es una advertencia interminable para todos los que se apartan de la Verdad y empiezan a creer y practicar falsas doctrinas. Pablo señaló a estos cristianos primitivos que alejarse a sabiendas de la Verdad y aceptar falsas doctrinas que niegan a Jesucristo es pecado voluntario, y traerá la retribución justa de Dios. Él declaró, “Porque si voluntariosamente seguimos pecando después de recibir el conocimiento de la verdad, ya no hay ningún sacrificio por los pecados, sino una expectativa espantosa de juicio inevitable y de fuego feroz, el cual devorará los adversarios de Dios. Consideren esto: cualquiera que rechaza la ley de Moisés muere sin misericordia bajo el testimonio de dos o tres testigos. ¿Cuanto peor castigo piensan que merecerá quien haya pisoteado al Hijo de Dios, y haya considerado la sangre del pacto, con la cual fue santificado, como una cosa profana, y haya desdeñado al Espíritu de gracia? Porque conocemos a Quien ha dicho, “ ‘¡La venganza  Me pertenece. Yo recompensaré!’ dice el Señor.” Y otra vez, “El Señor juzgará su pueblo.” Es una cosa terrible caer en las manos del Dios vivo. (Hebreos 10:26-31).

¡Ningún cristiano puede permitirse ignorar esta solemne advertencia! Si negamos a Jesucristo y Sus enseñanzas por inclinarnos hacia falsas doctrinas, y a sabiendas continuamos en nuestra infidelidad, ¡estamos removiéndonos de la gracia de Dios y nos estamos poniéndonos bajo Su juicio! ¡Es una cosa sorprendente y terrible el enfrentar el juicio del Dios vivo y el prospecto del lago de fuego! Es mucho mejor arrepentirse humildemente y buscar la misericordia y gracia de Dios antes que sea muy tarde.

Aquellos que no se arrepienten rápidamente de su infidelidad están en peligro de ser endurecidos en su propio engaño. Pablo advirtió, “Tengan cuidado, hermanos, no sea que de pronto haya en alguno de ustedes un corazón malo de incredulidad, apostatando del Dios vivo. Mas bien, sean animados unos a otros cada día, mientras es llamado “hoy,” para que ninguno de ustedes llegue a estar endurecido por el engaño del pecado. Porque somos compañeros de Cristo, si verdaderamente retenemos la confianza [fe] que tuvimos al comienzo firme hasta el final. Como esta siendo dicho, “Hoy, si escucharan Su voz, no endurezcan sus corazones, como en la rebelión.” (Hebreos 3:12-15).

Cuando aquellos que una vez creyeron la Verdad llegan a estar totalmente endurecidos en sus corazones, ya no son mas redargüidos por el Espíritu para buscar arrepentimiento. Allí no permanece más la gracia para ellos, sino solamente el juicio de Dios. Así como Dios destruyó aquellos que pecaron en la provocación en el lugar desolado, Dios destruirá a todos los pecadores que no oigan Su Palabra y que desprecian el Espíritu de gracia.

Dios destruirá a aquellos que no se arrepientan

Dios, en Su abundante misericordia, no ejecuta Su juicio inmediatamente sobre los pecadores, sino siempre les advierte de ante mano del castigo venidero y les permite un tiempo para arrepentirse. Él misericordiosamente detiene Su juicio cuando ve frutos de arrepentimiento, ¡pero Su ira cae sobre aquellos que rehúsan arrepentirse!

En Sus mensajes a las sietes iglesias, registradas en el libro de Apocalipsis, Jesús reprendió a aquellos que habían pecado cometiendo fornicación espiritual. Les advirtió que los castigaría severamente por su infidelidad a menos que se arrepintieran y dejaran a un lado sus falsas doctrinas. En Su advertencia a la iglesia de Tiatira, Él revela el juicio terrible que les espera a aquellos que no se arrepienten. Aquí está Su reprensión cortante: “Pero tengo unas pocas cosas contra ustedes, porque permiten a la mujer Jezabel[sacerdotisa de la adoración a Baal, un símbolo de la ramera Babilonia la Grande con todas sus doctrinas seductoras]… quien se llama a si misma una profetisa, enseñar y seducir a Mis siervos a cometer fornicación… [espiritualmente]… y a comer cosas sacrificadas a ídolos. Y le di tiempo para arrepentirse de su fornicación, pero no se arrepintió. He aquí, Yo la echaré en una cama, y a aquellos que cometen adulterio con ella [compañeros de cama que están bebiendo del vino de la fornicación espiritual de la copa dorada de Babilonia la Grande]… a gran tribulación, a menos que se arrepientan de sus obras. Y mataré a sus hijos con muerte; y todas las iglesias sabrán que Yo soy Quien busca riñones y corazones; y le daré a cada uno de ustedes de acuerdo a sus obras. (Apocalipsis 2:20-23).

Estas palabras de Jesucristo demuestran enfáticamente que cada cristiano será juzgado personalmente e individualmente de acuerdo a su fidelidad o infidelidad a las verdaderas enseñanzas de la Palabra de Dios. Sabiendo que individualmente enfrentaremos el juicio de Jesucristo, cada uno necesita preguntarse, “¿Cuáles son mis obras? ¿Es mi vida fundada en el amor y fe de Dios? ¿Estoy aferrándome a las verdaderas enseñanzas de Jesucristo y Dios el Padre? ¿O estoy cometiendo fornicación espiritual volviéndome a falsas doctrinas? ¿Estoy rindiéndome a la influencia de falsas enseñanzas en la iglesia con la cual estoy afiliado?”

El Nuevo Testamento claramente enseña que sucumbiendo al engaño de falsas doctrinas y falsas enseñanzas seguramente terminará en apostasía. El paso final en el proceso del engaño es la negación de Jesucristo. Nadie puede servir a dos maestros. Nadie puede amar a la Verdad de Dios y abrazar las doctrinas de Satanás. Cada verdadero cristiano debe ser fiel a la Verdad de la Palabra de Dios. Aquellos que aman a Dios el Padre y Jesucristo con todo su corazón y con toda su mente rechazarán las falsas doctrinas engañosas y las falsas enseñanzas de los ministros de Satanás.

Capitulo Cinco
¿Cómo saber si usted está en la Verdad y en Dios?

¿Cuál es la señal de identificación y la prueba Bíblica de un verdadero cristiano?

Encontramos la respuesta en las propias palabras de Jesús en el Evangelio de Juan. Jesús declaró que Sus verdaderos discípulos son aquellos que continúan en Sus enseñanzas. Hablándoles a los judíos en el templo, Jesús hizo absolutamente claro que Sus seguidores deben permanecer fieles a Sus enseñanzas. Él dijo, “Si continúan... [permanecer y vivir]… en Mi Palabra, son verdaderamente Mis discípulos. Y conocerán la verdad, y la verdad los liberará.” (Juan 8:31-32).

Jesús le explicó a los judíos que conociendo la Verdad y viviendo por ella los haría libres de la esclavitud de sus pecados. Porque algunos no creyeron, Jesús dijo, “Verdaderamente, verdaderamente les digo, todo el que practica pecado es siervo del pecado.” (versículo 34).

Cualquiera que sirve al pecado está en esclavitud para pecar. ¿Quién y qué los tiene en esclavitud a sus pecados? Satanás y sus mentiras los mantiene en esclavitud (versículos 43-45). El único escape de esa esclavitud es a través de Jesucristo.

Si permanecemos y vivimos en la Verdad de Jesucristo, seremos libres de la esclavitud a los caminos de Satanás y su mundo. Seremos capaces de reconocer las mentiras de Satanás y rechazar sus falsas doctrinas. Cuando tenemos este entendimiento espiritual, sabemos que estamos permaneciendo en Jesucristo. El apóstol Juan escribió, “Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero se encuentra en poder del maligno. Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado un entendimiento, para que podamos conocerlo a El Quien es verdad; y estamos en El Quien es verdad, y en su Hijo, Jesucristo. El es el verdadero Dios, y la vida eterna.” (I Juan 5:19-20).

Juan hace absolutamente claro que aquellos que verdaderamente conocen a Jesucristo estarán guardando Sus mandamientos y caminando como Él camino. “Y por este estándar sabemos que Lo conocemos: si guardamos Sus mandamientos. Aquel que dice, “Lo conozco,” y no guarda Sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no esta en él. De otro lado, si cualquiera esta guardando Su Palabra, verdaderamente en aquel el amor de Dios está siendo perfeccionado. Por este medio sabemos que estamos en El. Cualquiera que reclame vivir en El esta obligándose a si mismo también a caminar incluso como El mismo caminó.” (I Juan 2:3-6).

El apóstol Juan aquí está confirmando las propias palabras de Jesús para los judíos en el templo. La señal inconfundible y estándar que identifica a los verdaderos cristianos es guardar fielmente los mandamientos y enseñanzas de Jesucristo. Cuando guardamos los mandamientos y enseñanzas de Jesucristo, estamos mostrando que somos guiados por el Espíritu Santo, y sabemos que estamos en Cristo Jesús y Él en nosotros. “Y aquel que guarde Sus mandamientos esta viviendo en Él, y Él en él; y por esto sabemos que Él esta viviendo en nosotros: por el Espíritu el cual El nos ha dado.” (I Juan 3:24).

Somos santificados a través de la Verdad perfecta
de la Palabra de Dios—No a través de verdades a medias

Jesucristo le pidió a Dios el Padre santificar a todo creyente a través de Su  Verdad. El oró, “Santifícalos en Tú verdad; Tú Palabra es la verdad... Y por su amor Me santifico a Mí mismo, para que también puedan ser santificados en verdad.” (Juan 17:17, 19).

¡Estas palabras de Jesús son profundas! Recuerde, Jesús también dijo que Él es “el Camino, la Verdad y la Vida” (Juan 14:6). Ya que Jesús es la Verdad, somos santificados en Él (I Corintios 1:2) y a través Su nombre (I Corintios 6:11) por Dios el Padre (Judas 1).

Solo a través de Jesucristo podemos ser santificados por la Verdad de Dios. Es a través de Jesús que recibimos el don del Espíritu Santo, llamado “el Espíritu de la Verdad, el cual procede del Padre” (Juan 15:26). El Espíritu Santo es el poder por cual Dios el Padre y Jesucristo son capaces de enseñarnos “todas las cosas” a través de la Palabra de Verdad (Juan 14:26). Somos sellados con el Espíritu Santo (II Corintios 1:22) y santificados a través del poder del Espíritu Santo (Romanos 15:16).

¡Note! El Espíritu Santo de Dios es llamado “el Espíritu de Verdad,” no “el Espíritu de verdades a medias.” No podemos ser santificados al Dios de la Verdad absoluta, ni a Jesucristo, quien es la Verdad, por falsas doctrinas y verdades a medias. Verdades a medias son mentiras a medias. Verdades a medias y mentiras a medias no nos pueden revelar la Verdad de la Palabra de Dios. ¡Si mezclamos mentiras con la Verdad de Dios, no podemos ser santificados a Dios! Una mentira nunca puede santificarlo a Dios el Padre, quien es la Verdad absoluta.

¡Los mentirosos no tendrán parte con Dios! Los mentirosos están excluidos de la presencia de Dios. ¡Ellos serán expulsados de Su venidero reino y destruidos!Pero el cobarde, e incrédulo, y abominable, y asesinos, y fornicarios, y hechiceros, e idólatras, y todos LOS MENTIROSOS, tendrán su parte en el lago que quema con fuego y azufre; el cual es la segunda muerte.” (Apocalipsis 21:8).

¡Dios destruirá a todos los falsos maestros de mentiras! ¡Aquellos que enseñan mentiras son los siervos y seguidores de Satanás el diablo, quién es el originador de las mentiras! Satanás el diablo es aquel que inspira doctrinas que son una mezcla de verdades a medias y mentiras a medias. Tales doctrinas engañosas han sido usadas por Satanás desde el principio.

En los días de Jesús, los líderes religiosos del Judaísmo tenían disponible la Verdad de la Palabra de Dios en las Escrituras. De hecho, a los judíos les fue confiado el preservar las Escrituras del Antiguo Testamento. Más importantemente, ellos tenían acceso directo a la Verdad de Dios en la persona de Jesucristo. Él era la Palabra viva de Dios, su Salvador y Redentor, viviendo en la carne entre ellos, pero ellos lo rechazaron (Juan 1:11).

¿Cuántas veces Jesús les dijo, “Nunca han leído [en la Palabra de Dios]...?” o “Escrito está [en la Palabra de Dios]....” En vez de creer la Palabra de Dios, la cual es la Verdad, prefirieron creer las mentiras de Satanás el diablo. En vez de vivir por la Verdad de Dios, practicaron sus tradiciones impías, las cuales retuvieron en mas alta estima que la Palabra de Dios. Ellos escogieron mantener sus tradiciones y sus posiciones de poder en vez de humillarse a si mismos y aceptar al Hijo de Dios. Rehusaron a arrepentirse, aun cuando Jesús advirtió que estaban en realidad siguiendo a Satanás el diablo. Jesús declaró enérgicamente, “Ustedes son de su padre el diablo, y la lujuria de su padre desean practicar. El fue un asesino desde el principio, y no se ha estado en la verdad porque no hay verdad en el. Cuando el habla una mentira, esta hablando de si mismo; porque es un mentiroso, y el padre de esto. Y porque Yo hablo la verdad, ustedes no Me creen.” (Juan 8:44-45).

¡Como estos líderes judíos de la antigüedad, la mayoría de la gente en el mundo hoy está siguiendo mentiras en vez de la verdad! ¡Piense acerca de esto! ¿No son los festivales religiosos del mundo—Navidad, Easter [domingo de resurrección], Halloween—todos fundados en mentiras? ¡Sí, los son! Estos engaños religiosos son algunos de los mitos y fábulas que Satanás ha usado para engañar al mundo entero. Los verdaderos cristianos ni enseñan ni siguen tales mitos. El apóstol Pedro escribió, “Porque no seguimos mitos inteligentemente inventados [fábulas], cuando les hicimos saber el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, sino que fuimos testigos oculares de Su magnifica gloria.” (II Pedro 1:16).

El mundo se adhiere a los mitos de sus festivales mas que amar la realidad de la Palabra de Dios y Sus mandamientos. Este amor a las mentiras es una razón para que  la apostasía en el mundo está progresando en tan alarmante rata. La gente ha sido preparada con anticipación para aceptar y creer mentiras. Cuando la apostasía se acerca a su clímax y las más grandes mentiras son enseñadas, las gentes de todas las naciones las aceptarán con mentes abiertas. ¡Ese GRAN ENGAÑO ESTÁ JUSTO A LA VUELTA DE LA ESQUINA! El engaño final será un gobierno mundial con una religión mundial—un gran sistema gubernamental y religioso babilónico establecido en rebelión contra Dios. ¡Este engaño a nivel mundial será la más grande apostasía por siempre perpetuada! El gran final del engaño de Satanás será la “marca de la Bestia,” acompañado por una abierta alabanza y adoración a Satanás como si fuera Dios. Todos aquellos que rechacen adorar a Satanás y la Bestia serán sentenciados a muerte (Apocalipsis 13:7). El GRAN ENGAÑO de Satanás será tan poderoso y tan impuesto que los ejércitos del mundo literalmente lucharán contra Jesucristo cuando Él regrese (Apocalipsis 16:13-16, 19:11-19).

Mientras la “Gran Apostasía” está desarrollándose en el mundo, una apostasía también está rápidamente echando raíz dentro de muchas de las iglesias de Dios. Esto es visiblemente muy evidente en unas de las más grandes organizaciones iglesia de Dios. ¡Las viejas doctrinas falsas de Satanás están siendo introducidas y llamadas como “nuevo entendimiento” en doctrina, aunque este “nuevo entendimiento” claramente contradice las verdaderas enseñanzas de las Escrituras! Como resultado, ¡mas y mas hermanos que pertenecen a esta organización de iglesia están confundidos! ¡Tomar ventaja de la confusión es unas de las tácticas más viejas de Satanás! La confusión prepara el camino para la apostasía, haciendo a los cristianos dudar de las verdaderas enseñanzas de las Escrituras para que las mentiras y falsas doctrinas puedan reemplazar la Verdad.

El bombardeo de cambios doctrinales ha causado tal confusión de mentes adormecidas que muchos miembros de la iglesia han dejado de retener la Verdad. Con tantas nuevas enseñanzas, ha llegado a ser demasiado difícil y muy complicado “probar toda las cosas” como la Palabra de Dios ordena. Ellos simplemente aceptan lo que se les dice que crean, razonando, “Después de todo, ¿no es esta organización de iglesia la única verdadera Iglesia Dios en la tierra? Por consiguiente, debemos  aceptar lo que se nos enseña. Esto tiene que estar bien, porque Dios está guiando e inspirando a los líderes de esta iglesia.”

Es difícil justificar el error y tener una doctrina coherente. Por esto es que hay confusión. Mezclando mentiras con verdad produce confusión. Esta condición espiritual existe en las iglesias cuando ministros y miembros no están humildemente y fervorosamente orando y estudiando la Palabra de Dios. En demasiados casos, aquellos que asisten a una iglesia no han estado estudiando y orando en absoluto—quizás por unos buenos años. Se han engañado a sí mismos creyendo que su presencia física en los servicios de adoración y su lealtad a una organización corporativa de iglesia es todo lo que es necesario para la salvación. Ahí es precisamente donde Satanás y sus falsos ministros quieren que estén los hermanos. Cuando los miembros de una iglesia caen en esta condición, Satanás tiene tierra fértil, en verdad, para hacer crecer las semillas de su apostasía.

¡Cuando tales actitudes perezosas prevalecen, es fácil traer falsas doctrinas! Los maestros sutiles de mentiras doctrinales saben que no tendrán mucha resistencia. Por un adiestrado uso de argumentos astutos durante un periodo de tiempo, la fe y creencia en la Verdad será erosionado y cualquier resistencia será solo una suave protesta, en lugar de ser una denuncia ardiente de sus mentiras diabólicas.

Tristemente, muchos ministros y hermanos están temerosos de resistir las “nuevas” falsas enseñanzas. Ellos han sido convencidos por sus confiables líderes que Dios les negará la salvación si rehúsan aceptar estas nuevas doctrinas de la iglesia. Otros están tan espiritualmente paralizados y debilitados que no pueden defender la Verdad. No tienen la fortaleza espiritual para resistir la presión creciente de las falsas doctrinas. Algunos pueden sentir que por continuar pasivamente asistiendo a los servicios de la iglesia y esperando un tiempo, por así decirlo, el problema eventualmente se irá—pero no será así. Todos aquellos que continúan pasivamente coexistiendo con falsas doctrinas están comprometiendo su amor a Dios y su amor a la Verdad.

Cada cristiano que es verdaderamente parte de la Iglesia espiritual de Dios es ordenado por la Palabra de Dios a asegurarse que él o ella está en la verdadera fe. “Examínense a si mismos para ver si están en la fe; pruébense a si mismos. ¿No saben de si mismos que Jesucristo esta en ustedes? De otra forma, están reprobados.” (II Corintios 13:5).

Los verdaderos Cristianos deben defender la verdad y el amor de Dios

Cuando estaba confrontado por fuerzas malignas, David preguntó, “Si los fundamentos son destruidos, ¿que puede hacer el justo?” (Salmo 11:3)

Esta es la pregunta que muchos cristianos están preguntándose hoy. Es evidente que los fundamentos de la Verdad dentro de las iglesias de Dios están siendo destruidos. ¿Qué deberían hacer los verdaderos cristianos en estas circunstancias? ¿Cómo podemos combatir este asalto de engaño y maldad? ¿Cómo podemos permanecer fieles a Dios el Padre y a Jesucristo?

¡Debemos ponernos toda la armadura de Dios! “Por tanto… [Satanás y todos las huestes espirituales de maldad en los lugares altos, versículos 11-12]…, tomen toda la armadura de Dios para que puedan ser capaces de resistir en el día malo, y habiendo resuelto todas las cosas, estar de pie [firmes]. ESTÉN POR TANTO, teniendo sus lomos ceñidos con VERDAD, y vistiendo la coraza de JUSTICIA.” (Efesios 6:13-14).

¡Debemos defender la Verdad de Dios en el fundamento de Jesucristo! ¡La Iglesia espiritual de Dios debe permanecer como el pilar y fundamento de la Verdad de Dios en medio de una generación perversa y maligna! El apóstol Pablo escribió a Timoteo, “Estas cosas te estoy escribiendo, esperando venir a ti prontamente; pero si me demoro, tienes estas cosas por escrito, para que puedas saber como uno esta obligado a conducirse a si mismo en la casa de Dios, la cual es la iglesia del Dios vivo, EL PILAR Y FUNDAMENTO DE LA VERDAD.” (I Timoteo 3:14-15).

El apóstol Juan nos muestra como combatir contra todos los engañadores con la Verdad y el Amor de Dios. Toda su segunda epístola es dedicada a contrastar la Verdad y el Amor de Dios con los “muchos engañadores” y sus falsas doctrinas. Aquí está la traducción del autor de la segunda Epístola de Juan. Verdad y Amor han sido resaltadas en negrilla para contrastar con los engañadores y anticristos:

1. El anciano a la señora escogida y a sus hijos, quienes amo en verdad, y no yo solamente, sino también todos aquellos que han conocido la verdad;
2. Por amor de la verdad que esta viviendo en nosotros, y estará con nosotros para siempre;
3. Gracia, misericordia, y paz estará con nosotros de Dios el Padre, y del Señor Jesucristo, el Hijo del Padre, en verdad y amor.
4. Me alegro sobremanera de que he encontrado entre sus hijos aquellos que están caminando en verdad, exactamente como recibimos mandamiento del Padre.
5. Y ahora le ruego, señora, no como si le estuviera escribiendo un nuevo mandamiento, sino eso que hemos observado desde el principio, que nos amemos unos a otros. 
6. Y este es el amor de Dios: que caminemos de acuerdo a Sus mandamientos. Este es el mandamiento, exactamente como lo escuchó desde el principio, para que pudiera caminar en el.
7. Porque muchos engañadores han entrado en el mundo—aquellos que no confiesan que Jesucristo ha venido en la carne. Este es el espíritu del engañador y el anticristo.
8. Cuídense a si mismos de no perder las cosas que hemos logrado, sino que podamos recibir una recompensa completa.
9. Cualquiera que transgrede y no continua en la doctrina de Cristo no tiene a Dios. Pero aquel que continua en la doctrina de Cristo tiene ambos el Padre y el Hijo.
10. Si cualquiera viene a ustedes y no trae esta doctrina, no lo reciban en su casa, y no le digan, “¡Bienvenido!”
11. Porque cualquiera que le diga, “¡Bienvenido!” esta participando de sus malas obras.
12. Tengo muchas cosas que escribir, pero no deseo transmitirles estas cosas en papel y tinta; pero espero venir a ustedes y hablar cara a cara para que nuestro gozo pueda ser completo.
13. Los hijos de su hermana escogida los saludan. Amen.

¡Las advertencias de Juan dejan claro que éstos engañadores ya estaban operando dentro de las iglesias de Dios mientras él todavía estaba vivo! Juan claramente prohíbe a los cristianos recibir cualquier engañador, incluyendo aquellos que obran dentro de una iglesia de Dios. Si recibimos a estos engañadores, somos participes con ellos en su engaño y pecado. Como seguidores de Jesucristo, debemos aferrarnos a las doctrinas puras de Verdad y Amor.

¡Si los hermanos fueron ordenados a no recibir ningún engañador, mucho menos sus doctrinas! Considere esto: Juan no le dice a los hermanos que perderán la salvación si rehúsan aceptar falsas doctrinas las cuáles aquellos engañadores estaban enseñando. Al contrario, ¡la pérdida de salvación seguramente sería el resultado final si los hermanos aceptaban estos engaños y abandonaban las enseñanzas de Jesucristo!

Hoy, los engañadores están nuevamente levantándose dentro de las iglesias de Dios y están promulgando sus falsas  doctrinas satánicas. Están blasfemando de la Verdad, justo como el apóstol Pedro advirtió. “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como en verdad habrán falsos maestros ENTRE USTEDES… [desde adentro de sus congregaciones]…, que sigilosamente introducirán herejías… [negación de la naturaleza humana de Jesucristo, la doctrina de la Trinidad, la Cruz, la adoración de ídolos, que la iglesia es el Reino de Dios, que uno ha nacido de nuevo ahora, Navidad y Easter (domingo de resurrección)]… destructivas, negando personalmente al Señor que los compró, y trayendo rápida destrucción sobre si mismos. Y mucha gente seguirá sus caminos destructivos; y a causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado. También, a través de insaciable codicia los explotarán con mensajes tentadores…” (II Pedro 2:1-3).

¿Está usted aceptando y creyendo los argumentos astutos y la fraseología convincente de estos falsos maestros persuasivos? ¡Si se encuentra a si mismo dándose a la presión, debería mejor pedirle a Dios fortaleza espiritual y valor para pararse por Jesucristo y la Verdad de Dios!

Fe y justicia a través del poder del Espíritu Santo son dos defensas poderosas que Dios le dará para conquistar el engaño y las falsas doctrinas y mantenerlo a si mismo en compañerismo con Jesucristo y Dios el Padre.

Capítulo Seis
Los Cristianos no deben tener compañerismo con
aquellos que se apartan de la doctrina de Jesucristo

¡El Nuevo Testamento claramente muestra que falsos apóstoles estaban obrando dentro de las iglesias de Dios mientras los verdaderos apóstoles de Jesucristo todavía estaban vivos! Habían “muchos engañadores” trayendo falsas enseñanzas inventadas por medio de manipulación engañosa de la Palabra de Dios. Estas enseñanzas que sonaban como si fuesen benditamente verdaderas eran cubiertas en la terminología de “nuevo entendimiento” o “nueva luz,” pero en realidad eran enseñanzas que se originaron en la oscuridad espiritual antigua de Satanás el diablo.

¡El mismo engaño está teniendo lugar dentro de las iglesias de Dios hoy! Los proveedores del engaño están bebiendo directamente de la “copa dorada” de fornicación espiritual de la mano de esa antigua ramera, “Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra.” Mientras estos engañadores beben el vino de falsas doctrinas, y proclaman las antiguas fábulas de Satanás como “nueva luz,” ellos están guiando a los hermanos de Jesucristo a oscuridad espiritual.

¡Dios nos ha llamado fuera de esa oscuridad! ¡No debemos volver a ella! El apóstol Pablo dijo que él fue llamado para predicar el verdadero Evangelio de Dios, “....Para abrir sus ojos, para que ellos puedan volver de la oscuridad a la luz y de la autoridad de Satanás a Dios....” (Hechos 26:18).

Jesucristo nos advirtió no participar de la oscuridad de Satanás al permitir que nuestras mentes sean corrompidas con falsas enseñanzas. Él sabe que creyendo las mentiras de Satanás nos robará nuestro entendimiento espiritual. Él advirtió, “La luz del cuerpo es el ojo. Por tanto, si su ojo esta sano, su cuerpo entero estará lleno de luz. Pero si su ojo es malo, su cuerpo entero estará lleno de oscuridad. Por tanto, si la luz que esta en ustedes es oscuridad, ¡CUAN GRANDE ES ESTA OSCURIDAD!” (Mateo 6:22-23).

Muchos cristianos en tiempos del Nuevo Testamento fallaron en prestar  atención a las advertencias de Jesucristo y Sus apóstoles contra engañadores que traerían falsas doctrinas. En su epístola a los cristianos primitivos, el apóstol Judas advirtió de falsos hermanos que “se habían arrastrado encubiertamente.” Estos falsos maestros eran aquellos que volvieron la verdad del Evangelio de Jesucristo completamente en otro evangelio por sus doctrinas perversas. Estos engañadores hicieron su camino en posiciones de poder e influencia en las iglesias y luego sutilmente empezaron a pervertir los hermanos. Después de la muerte de los apóstoles, la corrupción de la iglesia apostólica de Dios fue tan repentina, tan completa y cabal que Jesse Lyman Hurlbut escribió en su libro La Historia de la Iglesia Cristiana de los vastos cambios en la iglesia, “Nombramos la última generación del primer siglo, desde el 68 hasta 100 d.C., ‘La era de Sombras’...Por 50 años después de la vida de San Pablo, una cortina cuelga sobre la iglesia, a través de la cuál nos esmeramos vanamente en mirar; y cuando al fin se levanta alrededor del 120 d.C. con los escritos de los padres de la iglesia primitiva, encontramos una iglesia en muchos aspectos muy diferente de aquella en los días de San Pedro y San Pablo” (pág. 42).

Las iglesias de Dios fueron vencidas por la oscuridad espiritual de falsas doctrinas. ¡Demasiados cristianos fueron engañados al aceptar las “nuevas” doctrinas que aquellos que se negaron fueron vistos como herejes! Aquellos cristianos que fueron fieles al verdadero Evangelio de Jesucristo fueron sacados de las iglesias locales (III Juan). Ellos dejaron las organizaciones de los hombres para amar y servir a Dios en la luz de Jesucristo.

Solamente la iglesia en Efeso fue capaz de resistir las enseñanzas engañosas de los falsos apóstoles. Jesús le dijo a los cristianos de Efeso, “Conozco sus obras, y su trabajo, y su resistencia, y que no pueden soportar a aquellos que son malos; y que probaron a aquellos que se proclaman a si mismos ser apóstoles, pero no lo son, y los encontraron mentirosos.” (Apocalipsis 2:2).

¡Como los hermanos en Efeso, debemos probar y comprobar las enseñanzas de ministros y apóstoles que reclaman traernos la doctrina de Dios! Si fallamos en reconocer a los falsos apóstoles y sus enseñanzas, sucumbiremos a sus influencias malignas y seremos apoderados por la oscuridad espiritual. El apóstol Juan advirtió que no podemos tener compañerismo con Dios si estamos caminando en oscuridad espiritual. “Y este es el mensaje que hemos oído de Él y estamos declarándoles; que Dios es luz, y no hay en absoluto oscuridad en Él. Si proclamamos que tenemos compañerismo con Él, pero estamos caminando en la oscuridad, estamos mintiéndonos a nosotros mismos, y no estamos practicando la Verdad.” (I Juan 1:5-6).

Solamente caminando en la luz de la Verdad podemos tener compañerismo con Dios el Padre y Jesucristo. Aquellos que reclaman conocer a Dios pero no practican la Verdad se están solamente engañando a ellos mismos.

¿Por qué Dios permite el engaño y la apostasía?

Numerosos pasajes en el Nuevo Testamento describen el engaño insidioso que llevó a las iglesias primitivas de Dios a apostatar de la verdad. La apostasía es el resultado final de rechazar la luz de las verdaderas doctrinas de Jesucristo y abrazar las falsas doctrinas de oscuridad espiritual. Esta condición espiritual degenerada es permitida desarrollarse cuando una iglesia llega a ser espiritualmente floja y letárgica. Los cristianos que han perdido su amor por la Verdad y que fallan en “probar todas las cosas” por la Palabra de Dios, pueden fácilmente ser engañados por las doctrinas falsas de Babilonia. Cuando estas falsas doctrinas son presentadas como “nuevo entendimiento” por los así llamados apóstoles y ministros de alto rango, la mayoría de los miembros de la iglesia las aceptan obedientemente como las doctrinas de Jesucristo. Esta obediencia leal a la autoridad de la iglesia es exigida en las iglesias donde el ministerio ejerce señorío sobre los hermanos. Sin darse cuenta, los hermanos han cambiado su amor a Dios y su fe y lealtad a Su Palabra, por una falsa fe en hombres corruptibles que prometen la salvación a todo el que acate sus enseñanzas y sea leal a su organización.

Tal lealtad y obediencia extraviada es en realidad idolatría. La reverencia servil exigida por ministros arrogantes en las iglesias organizadas corporativamente ha reemplazado el verdadero amor y adoración a Dios el Padre y a Jesucristo en Espíritu y Verdad. Estos líderes exaltados de iglesias se han puesto ellos mismos entre los hermanos y Dios y han engañado a ministros de menor rango y a hermanos acerca de confiar en las palabras y acciones de hombres, en vez de confiar en la Palabra de Dios y Su poder. Tal como las Escrituras proclaman, “Teniendo una apariencia exterior de piedad, pero negando el poder de la verdadera piedad. Pero en cuanto a ustedes, aléjense de todos esos.” (II Timoteo 3:5).

El apóstol Pablo personalmente advirtió a los ancianos de Efeso que engañadores entrarían en la iglesia después que él se fuera. En una reunión especial con los ancianos en Mileto, Pablo también declaró que incluso algunos de ellos, quienes habían sido ordenados como ministros de Jesucristo, empezarían a pervertir a sus hermanos en la iglesia (Hechos 20:28-30).

Luego, cuando Pablo estuvo en prisión, escribió una carta para advertir a la iglesia entera en Efeso acerca de hombres engañosos que intentarían apartarlos. Él los exhortó, “No dejen que nadie los engañe con vanas palabras; porque por causa de estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia. Por tanto, NO SEAN COPARTICIPES CON ELLOS.” (Efesios 5:6-7).

Las palabras de Pablo muestran que estos hombres estaban trabajando dentro de la iglesia. Ellos incluso pueden haber sido altamente confiados por la congregación. Pero Pablo fue inspirado por Dios para advertir a los hermanos de no participar de los errores de estos engañadores. Aquellos que no prestaron atención a las advertencias de Pablo fueron alejados de Jesucristo y de Dios el Padre hacia la oscuridad de la apostasía.

¿Por qué permitió Dios que las iglesias del Nuevo Testamento cayeran en apostasía? ¿Por qué Dios no intervino para impedir que los falsos maestros y falsos apóstoles pervirtieran a los hermanos?

El apóstol Pablo da la respuesta en su primera epístola a los Corintios: “Porque es necesario que herejías estén entre ustedes, para que aquellos que son aprobados puedan manifestarse entre ustedes.” (I Corintios 11:19).

Pablo nos dice muy claramente que Dios permite que falsas doctrinas se levanten dentro de Sus iglesias para probar quién está verdaderamente sirviéndolo. Los cristianos que están cimentados y construidos en la Palabra de Dios serán capaces de discernir a los falsos maestros y los rechazarán. Ningún engañador será capaz de seducirlos a rechazar la Verdad de Dios.

En su epístola a los Efesios, Pablo instó a los hermanos a crecer en el conocimiento de Jesucristo y no ceder a las doctrinas de falsos maestros. “Para que no seamos mas niños, sacudidos y llevados con todo viento de doctrina por las artimañas de hombres… [sus palabras solapadas y doctrinas engañosas]… en astucia, con vista a la sistematización del error (Efesios 4:14).

Esta traducción de las palabras de Pablo trasmite el significado literal del texto griego. Estos engañadores estaban siendo inspirados por Satanás a organizar sus falsas enseñanzas hacía doctrinas “autoritarias” incluso desde antes de la muerte de Pablo. Este cuerpo de creencias más tarde llegó a ser el credo oficial de la Iglesia Católica.

La manera para que los verdaderos cristianos eviten ser engañados por estas doctrinas falsas es estar “…manteniendo la verdad en amor, [para que] podamos crecer en todas las cosas en Quien es la Cabeza [de la Iglesia], Cristo” (Efesios 4:15).

Debemos refutar la herejía con sana doctrina

Pablo ordenó a Tito, un ministro compañero, a resistir las falsas doctrinas y a ¡refutarlas con sana doctrina! En su epístola a Tito, Pablo escribió que un verdadero ministro de Dios debe estar “Sosteniéndose firmemente a la palabra fiel[la Verdad de Dios]…, de acuerdo a las enseñanzas de Jesucristo[tal como fueron enseñadas por el apóstol Pablo]…, para que pueda ser capaz de animar con sana doctrina y condenar a aquellos que contradicen. Porque hay muchos rebeldes y vanos habladores y engañadores, especialmente aquellos del partido de la circuncisión. Cuyas bocas deben ser calladas; quienes están corrompiendo familias enteras, enseñando cosas que no deberían, por amor de ganancia egoísta...Este testimonio es verdadero. Por esta razón debes reprenderlos severamente, para que puedan ser sanos en la fe; no prestando atención a mitos judíos[filosofía Judeo/Egipcia, tal como enseñaron Filo y otros filósofos, lo cual incluía una deidad trinitaria]… y mandamientos de hombres, los cuales alejan de la verdad. Para los puros, todas las cosas son puras; pero para aquellos que son profanos[con falsas doctrinas]… e incrédulos, nada es puro; sino que ambas, sus mentes y conciencias son profanas. Ellos personalmente profesan conocer a Dios, pero en sus obras Lo niegan, siendo abominables y desobedientes, y reprobados hacia toda buena obra[de crecimiento espiritual, Efesios 2: 8-10].” (Tito 1:9-16).

Los verdaderos ministros y hermanos fieles en las iglesias de Dios deben estar preparados para refutar las falsas doctrinas con sana doctrina de la Palabra de Dios. Los falsos maestros no serán capaces de pervertir aquellas iglesias de Dios donde los ministros y los hermanos los resisten. Estos engañadores buscarán que los sigan en otras congregaciones donde los hermanos no están tan bien arraigados en la Palabra de Dios.

En el primer siglo hubo falsos maestros con doctrinas anti-cristianas que dejaron las congregaciones fieles de Dios porque no pudieron pervertir a los hermanos. El apóstol Juan escribió, “Pequeños hijos, es el ultimo tiempo; y exactamente como han oído que el anticristo viene, incluso ahora muchos anticristos se han levantado, por lo cual sabemos que es el ultimo tiempo. Ellos salieron de entre nosotros, pero no eran de nosotros porque si fueran de nosotros, hubieran permanecido con nosotros; sin embargo, se fueron para que pudieran ser expuestos y mostrar que todos ellos no eran de nosotros.” (I Juan 2:18-19).

Estos engañadores continuaron predicando sus falsas doctrinas en congregaciones donde los hermanos no los resistieron ni los refutaron. Cuando los maestros anticristo habían obtenido posiciones de poder y autoridad en estas iglesias, expulsaron a los verdaderos creyentes. Esta apostasía diabólica estaba bien en marcha durante la vida del apóstol Juan, quien fue inspirado por Dios a escribir, “Yo escribí a la iglesia, pero Diótrefes, aquel que ama ser jefe entre ellos, no nos acepta. Por esta misma cosa, si vengo, lo llamaré a cuentas por las acciones que esta practicando con palabras malignas—reprendiéndonos maliciosamente; y no esta satisfecho con estas cosas, porque el mismo ni recibe a los hermanos, ni les permite a aquellos que desean recibirlos, sino que les prohíbe y los echa de la iglesia.” (III Juan 9-10).

¡Que paradoja! ¡Los falsos ministros de Satanás, reclamando ser ministros de justicia, ahora estaban ejerciendo control sobre las iglesias de Dios! ¡Los verdaderos hermanos de Jesucristo estaban siendo excomulgados por estos falsos apóstoles! ¡Los hermanos que eran fieles a las enseñanzas originales de Jesucristo y Sus apóstoles no pudieron tener mas compañerismo en sus congregaciones locales!

Dios permitió que esta apostasía ocurriera en Sus iglesias del primer siglo para  separar a aquellos que retenían Su Verdad de aquellos que seguirían las mentiras de Satanás. Aquellos hermanos fieles que se oponían a los engañadores y sus falsas doctrinas fueron expulsados forzadamente. Esta acción sirvió para separar a los verdaderos creyentes y guardar su fe de ser erosionada por las influencias sutiles de las falsas doctrinas.

Cuando falsas doctrinas empiezan entrar en las iglesias de Dios, es responsabilidad de todo cristiano que ama a Dios y Su Verdad, rechazar las falsas enseñanzas y refutarlas con la sana doctrina de Jesucristo. Pero cuando falsos maestros y falsos ministros ganan control sobre una iglesia de Dios y ellos no pueden ser expulsados, removidos o reemplazados con ministros y maestros justos, entonces somos ordenados por la Palabra de Dios a alejarnos de ellos.

En su primera epístola a Timoteo, Pablo muestra que los verdaderos cristianos deberían retirarse a si mismos de aquellos que no enseñan y practican la verdadera doctrina de Jesucristo. Pablo declaró, “Si cualquiera enseña cualquier doctrina diferente, y no se adhiere a palabras sanas, aquellas de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es de acuerdo a la piedad[de acuerdo a la Verdad de Dios]…, el es un orgulloso y no sabe nada. Más bien, tiene una morbosa atracción a cuestiones y discusiones sobre palabras[argumentos desviados]…, de las cuales vienen envidias, argumentos, blasfemias, sospechas malignas[falsas suposiciones]…, vanos razonamientos… [argumentos desviados]… de hombres que han sido corrompidos[por filosofía y falsa teología]… en sus mentes y están destituidos de la verdad[porque creen y aceptan mentiras, y manejan la Palabra de Dios engañosamente]…hombres que creen que ganancia[grandes membresías, edificios, catedrales, colegios, poder político]… es piedad. DE TALES RETÍRATE TU MISMO.” (I Timoteo 6:3-5).

¿Se ajusta esta descripción a la iglesia que usted asiste? ¿Tiene la iglesia que usted asiste ministros vanos, orgullosos y pretenciosos, quienes usan altos términos teológicos pero en realidad no entienden la Biblia? ¿Está su iglesia llena de preguntas y contiendas doctrinales que están resultando en intimidación y amenazas? ¿Está siendo mal guiado por falsas suposiciones y argumentos desviados de hombres de mente corrupta? ¿Tiene su iglesia maestros que están destituidos de la Verdad? ¿Mide su iglesia la posición espiritual con Dios por el número de miembros, edificios y colegios? ¿Están siendo predicadas y aceptadas por su iglesia falsas doctrinas como “doctrinas oficiales de la fe”? ¿Está siendo reemplazada la Verdad y el amor de Dios, las sanas palabras y doctrinas de nuestro Señor Jesucristo con las medio verdades y medio mentiras de Satanás?

Cuando cualquiera iglesia de Dios se hunde en este estado degenerado espiritual, ¡los verdaderos cristianos son ordenados por Dios a retirarse por si mismos! ¡Somos ordenados por Dios a rechazar todos los falsos maestros! ¡Se nos prohíbe por la Palabra de Dios a recibirlos! ¡No debemos ni escuchar sus falsas doctrinas ni tener compañerismo con ellos!

Sí, estos falsos ministros y falsos maestros tienen apariencia de piedad, y sus enseñanzas suenan como verdaderas. Pero, tal como Pablo escribió, ellos tienen una “apariencia exterior de piedad, pero negando el poder de la verdadera piedad. Pero en cuanto a ustedes, ALÉJENSE DE TODOS ESOS” (II Timoteo 3:5).

Los verdaderos ministros de Dios no predican falsas medias verdades por doctrina. Pablo escribió, “Porque no predicamos a nosotros mismos [nuestras propias ideas, basadas en filosofía o falsa teología]…, sino a Cristo Jesús el Señor, y nosotros mismos sus siervos por amor de Jesús. Porque es Dios Quien ordenó a la luz brillar fuera de la oscuridad, Quien brilló en nuestros corazones la luz del conocimiento de la gloria de Dios en la cara de Jesucristo.” (II Corintios 4:5-6).

Pablo enseñó únicamente la Verdad de Dios y el verdadero Evangelio de Jesucristo. Él nunca se comprometió con medias-verdades o medias-mentiras. Él nunca fue corrompido por los falsos apóstoles y los falsos maestros de sus días. Por el contrario, ¡se les opuso con toda su fuerza! Pablo describe su confrontación con estos falsos maestros: “...por causa de falsos hermanos traídos en secreto, quienes entraron a escondidas para expiar nuestra libertad la cual tenemos en Cristo Jesús, para que ellos pudieran traernos a esclavitud; A quienes no cedimos en sujeción [a su así llamada autoridad]…, ni siquiera por una hora, para que la verdad del evangelio pudiera continuar con ustedes.” (Gálatas 2: 4-5).

Cada verdadero cristiano debería seguir el ejemplo de Pablo. No deberíamos ser intimidados por falsos maestros que intentan ejercitar autoridad sobre nosotros. No debemos someternos a estos falsos maestros, ¡sino oponernos a ellos con todo nuestro poder!

Si somos verdaderos cristianos, imitaremos a nuestro Señor y Maestro, Jesucristo, Quien rechazo comprometerse con Satanás y someterse a sus caminos malignos. Jesucristo se permitió a Si mismo ser crucificado porque Él amaba a Dios el Padre y Su justicia.

Esteban, el primer verdadero mártir cristiano, rechazó comprometerse durante su juicio por el Sanedrín judío. Después de escuchar su valiente testimonio, los furiosos líderes religiosos tapaban sus oídos y rechinaban sus dientes a él y le gritaban en un frenesí de odio satánico. Luego lo atacaron y lo arrastraron fuera de la ciudad, donde lo apedrearon hasta la muerte. ¿Cuál fue su crimen según ellos? ¡Él rechazó comprometer el Evangelio de Jesucristo y la Verdad de Dios sometiéndose a su autoridad y siguiendo sus enseñanzas! Él prefirió morir en Cristo Jesús en vez de comprometer y aceptar sus mentiras religiosas y aprobación política.

Todos los verdaderos apóstoles de Jesucristo se mantuvieron en la Verdad. Muchos de los apóstoles originales murieron a través de martirio. Ellos soportaron muertes tortuosas porque verdaderamente amaban a Dios con todo su corazón, toda su mente, todo su ser y toda sus fuerzas. Nunca comprometieron la Verdad de Dios para escapar de la persecución y ser capaces de gastar el resto de sus días en un tranquila comodidad.

¿Se mantendrá usted en Dios y en Su Verdad?

Durante un vil tiempo de apostasía y desintegración política en el reino de Israel, el Rey Asa empezó su reinado sobre el reino de Judá. Él demolió los ídolos en su tierra y ordenó al pueblo de Judá buscar a Dios y guardar Sus mandamientos. Por diez años, Dios bendijo a Asa y a su pueblo con descanso en todos los frentes. Cuando el pueblo de Judá tontamente se volvió a la idolatría, Dios mandó un ejército inmenso de Etiopía contra ellos. El rey Asa rogó a Dios por Su ayuda, y Judá fue victorioso contra el enemigo. Luego Dios le dijo al rey Asa a través del profeta Azarías, “ ‘Escúchame, Asa, y toda Judá y Benjamin. El Señor esta con ustedes mientras ustedes estén con El. Y si Lo buscan, El será encontrado por ustedes. Pero si Lo abandonan, El los abandonará… Pero ustedes sean fuertes y no dejen que sus manos estén débiles, porque su obra será recompensada.’ ” (II Crónicas 15:2,7).

Entonces Asa y los príncipes y el pueblo de Judá, se unieron con muchos del reino de Israel, “Y entraron en un pacto para buscar al SEÑOR Dios de sus padres con todo su corazón y con toda su alma... porque habían jurado con todo su corazón y Lo buscaron con todo su deseo. Y Él fue encontrado por ellos...” (Versículos 12,15).

Ellos quitaron sus ídolos abominables y dioses paganos. Volvieron a Dios y lo buscaron con todo su corazón. Dios les respondió y los bendijo, dándoles descanso de sus enemigos.

Pero treinta y seis años después, cuando el rey de Israel subió para sitiar a Judá, Asa volvió su espalda a Dios e hizo una alianza con el rey de Siria. En su problema, Asa falló en mirar a Dios, pensando que él mismo podía solucionar el problema a su manera. Al contratar al rey de Siria para pelear sus batallas, él comprometió su permanencia con Dios. En este caso, él fue muy lejos al rechazar a Dios y no se arrepintió. Entonces Hanani el vidente fue enviado por Dios para advertir a Asa y pronunciar el juicio de Dios contra él. Hanani le dijo a Asa, “ Porque has confiado en el rey de Siria y no has confiado en el SEÑOR tu Dios, por tanto el ejercito del rey de Siria ha escapado fuera de tu mano. ¿No fueron los etíopes y los libios un ejercito enorme [casi un millón de hombres] con muchos carruajes y jinetes? Aun así, porque confiaste en el SEÑOR, Él los entregó en tu mano, porque los ojos del SEÑOR corren de aquí para allá en toda la tierra entera para mostrarse a Si mismo fuerte a nombre de aquellos cuyo corazón es perfecto hacia Él. En esto has hecho tontamente; por tanto, de ahora en adelante tendrás guerras.’ ” (II Crónicas 16:7-9).

Demasiados cristianos son como Asa. Ellos empiezan con gran celo por la Verdad de Dios y Lo buscan por fortaleza para hacer Su voluntad. Pero después de un poco se vuelven flojos y empiezan a comprometerse. Cuando las cosas se ponen difíciles, se olvidan de Dios y se vuelven a sus propios asuntos. Ponen su confianza en los hombres, en vez de Dios. Aceptan falsas enseñanzas y creencias paganas en vez de retener la Verdad. Esta disposición para comprometerse es la razón para los cambios doctrinales en las iglesias de Dios hoy. Los ministros y miembros no se apoyan en Dios el Padre y Jesucristo. Como resultado, ¡demasiados son temerosos de tomar una posición por la Verdad y por Dios!

Pero Dios ve nuestras acciones y conoce nuestros corazones. Dios espera que nos paremos por la Verdad. Si lo hacemos, Dios estará con nosotros. Él nunca nos dejará o abandonara mientras Lo estemos buscando. El salmista preguntó, “¿Quién se levantará por mí contra los malhechores? ¿Quién se parará por mí contra los trabajadores de iniquidad?”(Salmo 94:16).

Dios está haciéndole la misma pregunta hoy. ¿Se parará usted por Dios? ¿Se va contra los trabajadores de maldad que están operando dentro de las iglesias de Dios? ¿Tendrá coraje de pararse sólo, si es necesario? ¿O, como Asa, volverá la espalda a Dios y se apoyará en los hombres, poniendo su confianza en sus falsas doctrinas y palabras suaves? ¿Qué hará usted? ¿Se parará por Dios, o caerá con pecadores?

Desde el tiempo de la iglesia primitiva del Nuevo Testamento, los cristianos han tenido que enfrentar esta pregunta. A través de los siglos, incontables miles de verdaderos cristianos fueron martirizados porque se rehusaron a comprometer la Verdad de Dios. Ellos rehusaron negar a Dios el Padre y a Jesucristo. Fueron torturados y asesinados porque rehusaron creer la doctrina de la Trinidad y todas las doctrinas abominables de la Iglesia Católica. Fueron quemados, mutilados y asesinados por rehusarse someterse a la tiranía de los papas y el señorío de los obispos y sacerdotes.

En vista de su fidelidad, ¿cree usted que Dios va a darle vida eterna si usted compromete su llamado, Su Verdad y el sacrificio de Jesucristo? ¡No se engañe a si mismo! No piense ni por un momento que escondiendo sus ojos del conflicto puede evitar tomar una decisión. Si usted se somete pasivamente a las doctrinas que son contraria a las enseñanzas de Jesucristo, usted ya ha hecho su decisión.¡Usted está comprometiendo la Verdad de Dios!

Los cristianos que comprometen la Verdad tarde o temprano serán vencidos por falsas doctrinas. Si usted no se despierta así mismo de la apatía espiritual, puede tener que enfrentas a Jesucristo y oírle decir, “no los conozco’ ” (Mateo 25:12).

La Palabra de Dios claramente ordena a los verdaderos cristianos retirarse del compañerismo con  aquellos que corromperían sus creencias y erosionarían su fe. Los hermanos fieles que continúan teniendo compañerismo en la esperanza de preservar la Verdad eventualmente, o caerán presa del engaño o serán expulsados de la iglesia. Aquéllos que caminan en la luz de la Palabra de Dios no pueden tener compañerismo con los trabajadores de oscuridad y engaño.

¡Somos ordenados a separarnos nosotros mismos de ellos! No debemos tener compañerismo con ellos, o seremos partícipes de sus pecados. Somos ordenados por Dios a retirarnos de tener compañerismo con cualquier iglesia que enseñe contrario a la verdadera doctrina de Jesucristo.

Después de haberse retirado de una iglesia de Dios corrupta, un verdadero cristiano dijo, “¡Es mejor vivir la Verdad sólo, que vivir una mentira en grupo!”Eso es una verdad y una declaración profunda. ¿Qué hará usted? ¿Escogerá ser fiel a la Verdad de Dios y amar a Dios el Padre y a Jesucristo más que cualquier otra persona o cosa, incluso si usted debe permanecer sólo?

Capítulo Siete
Dios le da a cada cristiano la responsabilidad de escoger

La Palabra de Dios claramente enseña que la salvación es un regalo para cristianos individuales porque Cristo está personalmente en cada uno a través del engendramiento de Dios el Padre por el poder del Espíritu Santo. Cada cristiano es individualmente responsable ante Dios el Padre de crecer en la gracia y el conocimiento de Jesucristo. Debemos creer en la Verdad y vivir por ella. Dios no nos dará la salvación simplemente por nuestra presencia física en una organización de iglesia incorporada.

Cada cristiano es responsable de trabajar por su propia salvación a través del poder de Dios del Espíritu Santo de Dios viviendo en uno. Pablo ordenó a los hermanos Filipenses, “Así entonces, mis amados, incluso como ustedes siempre han obedecido, no como en mi presencia solamente, sino ahora mucho mas en mi ausencia, trabajen su propia salvación con temor y temblor. Porque es Dios quien trabaja en ustedes el querer y el hacer de acuerdo a Su buena voluntad.” (Filipenses 2:12-13).

Esta Escritura claramente muestra que cada cristiano debe mantener su relación personal con Dios el Padre y Jesucristo. Todo individuo tendrá que dar cuentas de si mismo a Dios (Romanos 14:10). No deberíamos comprometer nuestra relación personal con Dios para agradar a los hombres. No deberíamos comprometer esa relación espiritual por amor de un compañerismo social. Recuerde este testimonio cristiano, “Es mejor vivir la Verdad sólo, que vivir una mentira en grupo.” Aquellos que continúan teniendo compañerismo en una congregación donde las falsas doctrinas están siendo enseñadas—incluyendo las mentiras diabólicas de la Trinidad—están mostrando por su presencia que respaldan esas enseñanzas engañosas, tanto como si acordaran decir “Amén.”

Si usted continúa teniendo compañerismo en sus asambleas, esta dando un acuerdo tácito a sus enseñanzas. ¡Usted está participando espiritualmente de sus pecados, y no puedes tener compañerismo con Jesucristo! Pablo advirtió, “No pueden beber la copa del Señor, y la copa de demonios. No pueden participar de la mesa del Señor, y la mesa de demonios.” (I Corintios 10:21).

Dios no nos prevendrá de escoger el mal

La historia de las iglesias primitivas de Dios como está registrada en el Nuevo Testamento contiene una lección valiosa para nosotros hoy: ¡Dios no intervino personalmente para parar la apostasía en el primer siglo! ¡Ni Dios intervendrá personalmente para parar la apostasía en Sus iglesias hoy!

Desde el comienzo de este mundo, Dios le ha permitido a la humanidad la libertad de pecar. Dios no detuvo a Adán y Eva de pecar. Dios no guardó a Caín de matar a su hermano, ni Dios previno la maldad de toda la humanidad antes del diluvio. Pero cuando Dios escogió a intervenir y ejecutar Su juicio Él envió el diluvio para destruir a los malvados, y salvó únicamente a ocho personas.

Dios no detuvo la corrupción humana después del diluvio. Sin embargo, Él confundió el idioma de las personas para posponer la plenitud de la maldad hasta el tiempo establecido en Su plan.

Dios no intervino para prevenir la idolatría de Israel y Judá, pero Él envió  muchos profetas para advertirles, llamándolos al arrepentimiento y para que regresaran al verdadero Dios. Algunos de los reyes y las personas se arrepintieron y escogieron seguir a Dios. Ellos lo hicieron así por libre elección, no porque Dios los forzara a servirlo. Dios perdonó y bendijo a aquellos que se arrepintieron, y Dios nos bendecirá cuando personalmente escojamos arrepentirnos y amarlo a Él y a Su Hijo Jesucristo. Pero si no escogemos arrepentirnos, Dios nos permitirá continuar en nuestros pecados.

Cuando no hay arrepentimiento por los líderes corruptos dentro de una iglesia de Dios, Dios no interviene para guardarlos de apostatar por enseñar falsas doctrinas. Cuando deliberadamente escogen abrazar las doctrinas de Satanás y sus demonios, y las enseñan como doctrinas oficiales, Dios les permite practicar su error. Porque ellos han escogido los mitos en vez de la Verdad, Dios les dejará caer.

Dios nos ordena escoger vida

Dios no está ahora interviniendo para parar las guerras, hambre, opresión, crimen, perversión sexual, y todos los males de la humanidad. Dios no ha escogido parar estos males en éste momento. Él le ha dado a la humanidad la responsabilidad de escoger entre el bien y el mal.

Dios nos ha dado libre albedrío. ¡Debemos escoger! ¡Somos benditos o malditos, y vivimos o morimos por nuestras elecciones! Es el deseo de Dios que escojamos amarlo y guardar Sus mandamientos y vivir. Pero ya que Dios le ha dado a cada individuo libre albedrío, cada persona debe tomar sus propias elecciones.

En vez de escoger los caminos justos de Dios, mucha gente ha escogido los malos caminos de Satanás y el mundo. Aquellos que escogen hacer el mal recibirán el pago del pecado, el cual es muerte. Pero todos el que escoja amar a Dios y vivir por Su Verdad recibirá vida eterna. Aquí está las elecciones que Dios ha colocado delante de todo ser humano: “He aquí, he colocado delante de ustedes en este día vida y bien, y muerte y mal, en que les mando en este día amar al SEÑOR su Dios, caminar en Sus caminos, y guardar Sus mandamientos y Sus estatutos y Sus juicios para que puedan vivir y multiplicarse. Y el SEÑOR su Dios los bendecirá en la tierra donde van a poseerla... [nuestra meta es el Reino prometido de Dios]... Pero si su corazón se aparta, así no escucharán, sino serán arrastrados y adorarán otros dioses y los servirán [este es el significado de la apostasía] Yo les denuncio en éste día que ciertamente morirán; no prolongarán sus días sobre la tierra [ni entraremos en el Reino de Dios]... Yo llamo al cielo y a la tierra para registrar este día contra ustedes que he colocado delante de ustedes vida y muerte, bendición y maldición. Por lo tanto, escojan vida, para que ustedes y su semilla puedan vivir, para que puedan amar al SEÑOR su Dios, y puedan obedecer Su voz, y puedan unirse a El; porque El es su vida [el Autor de vida eterna]… y la longitud de sus días…” (Deuteronomio 30:15-20).

Estas palabras, habladas por Moisés a los hijos de Israel en los tiempos del Antiguo Testamento, son especialmente significantes para el “Israel espiritual” de hoy—aquellos que son los hijos de Abraham a través de la gracia de Dios y que conforman la iglesia espiritual de Dios. Para aquellos que están en la iglesia espiritual  de Dios, es el tiempo de hacer una selección entre el bien y el mal—entre Verdad y error. Dentro de todas las congregaciones de Dios hoy, el mal y las falsas doctrinas están amenazando nuevamente la fe de verdaderos creyentes, y Dios no intervendrá personalmente. Cuando ministros, líderes y hermanos escogen rechazar la Verdad de Dios y corromperse ellos mismos con las doctrinas de demonios, entonces Dios permite que sigan su propio error. ¡Esta es la lección que Dios nos enseña a través de la Biblia! Dios nos ha hecho responsables por nuestras escogencias y acciones. ¡Dios bendecirá o maldecirá como corresponde, pero Él no nos prevendrá de escoger el error!

Si Dios mismo interviniera personalmente para detener el engaño y apostasía, entonces el libre albedrío no existiría más. ¡Esto es un hecho! ¡El libre albedrío no estaría más en efecto, si Dios removiera las opciones que Él mismo a colocado  delante de nosotros!

Si Dios personalmente guardara a la gente de escoger las mentiras, eso anularía las profecías que Dios mismo inspiró, revelando que el pecado vendrá a la plenitud en la “Gran Apostasía” de Satanás. Este clímax de maldad y pecado solamente puede tener lugar en un mundo donde la gente es libre de escoger lo que ellos creerán y practicarán.

En este tiempo de incremento de error y crecimiento de engaño, nosotros quienes somos la iglesia espiritual de Dios tenemos escogencias que hacer. ¿Escogeremos la Verdad de Dios o los mitos de Satanás? Dios quiere saber que hay en verdad en nuestros corazones. ¿Amamos verdaderamente a Dios el Padre y Jesucristo con todo nuestro ser? ¿Amamos verdaderamente Su Palabra de Verdad, la cual Él ha maravillosamente preservado para nosotros? ¿Verdaderamente queremos estar en el Reino de Dios y vivir en amor con Dios el Padre y Jesucristo por toda la eternidad?

Para aquellos que serían Sus seguidores, Jesucristo dejó absolutamente claro que el riesgo era alto y el camino difícil. Él dijo, “Entren a través de la puerta angosta; porque ancha es la puerta y amplio es el camino que lleva a la destrucción, y muchos son aquellos que entran a través de ella; porque angosta es la puerta, y difícil es el camino que lleva a vida, y pocos son aquellos que la encuentran.” (Mateo 7:13-14).

Jesús muestra la devoción leal que es requerida de un cristiano: “ Si alguno viene a Mi y no odia a su padre, y madre, y esposa, e hijos, y hermanos y hermanas, y, además, también su propia vida, no puede ser Mi discípulo[el significado griego literal: no hay otro poder posible para hacerlo Su discípulo]... Y quien quiera que no cargue su cruz y venga tras de Mi no puede ser Mi discípulo[no hay otro poder posible para hacerlo Su discípulo]” (Lucas 14:26-27).

Jesús enfatizó esta verdad cuando Él dijo, “Aquel que ame a padre o madre mas que a Mí no es digno de Mí; y el que ame a hijo o hija mas que a Mí no es digno de Mí. Y aquel que no tome su cruz y Me siga no es digno de Mí.” (Mateo 10:37-38).

Estas Escrituras claramente muestran que aquel que está amando el compañerismo social más que a Jesucristo no es digno de Él. El que está aceptando las mentiras de Satanás el diablo en intercambio por la Verdad de Dios no es digno de Él. Aquel que no se pare resueltamente por Jesucristo hasta la muerte no es digno de Él.

Hasta el retorno de Jesucristo, cada uno de nosotros es personalmente responsable con Dios el Padre y Jesucristo por sus propias acciones y creencias. Estamos siendo juzgados individualmente por Dios de acuerdo a nuestra fe y nuestra conducta.

Dios nos ordena amarlo con todo el corazón y vivir por toda Su Palabra. Si nos alejamos de Dios y empezamos a creer y practicar el error, Dios nos hará concientes de nuestros pecados en la esperanza de que podamos arrepentiremos y tener nuestros pecados borrados por la sangre de Jesucristo. Pero Dios no nos detendrá de pecar—ni siquiera si somos uno de los más altos líderes o ministros en una iglesia organizada corporativamente. ¡Aquellos ministros que escogen predicar el error y promulgar las mentiras serán advertidos por Dios para arrepentirse, pero Dios no los detendrá si  escogen seguir decepción y apostasía!

Debemos aceptar nuestra responsabilidad personal

En el mundo de hoy, la gente fácilmente culpa a otros por su irresponsabilidad y falta de carácter y control propio. Con frecuencia culpan a la sociedad, o a su madre o padre, o al jefe, o a la policía, o a otros en posiciones de autoridad. Porque la gente no quiere aceptar la responsabilidad personal por sus acciones incorrectas, tratan de poner la culpa en otros. Eso es exactamente lo que Adán y Eva hicieron después que pecaron. Tales excusas no tienen valor delante de Dios y no pueden liberar a nadie de su responsabilidad ante Dios.

Infortunadamente, cuando los líderes de una nación pecan, la gente también sufre. Es lo mismo en las iglesias de Dios. Cuando ministros y líderes de la iglesia cometen pecan al aceptar y enseñar falsas doctrinas, los hermanos sufren llegando a estar confundidos y engañados siguiendo el error.

Cuando una iglesia alcanza esta condición, es importante recordar que cada cristiano es personalmente responsable ante Dios el Padre y Jesucristo por estar estudiando continuamente la Palabra y “probando todas las cosas” (II Tesalonicenses 5:21). No podemos culpar a otros por engañarnos si fallamos para edificarnos en la Palabra de Dios. Dios le ha dado a cada cristiano la responsabilidad personal de aferrarse a la Verdad, de crecer en gracia y conocimiento, de seguir lo bueno, de amarlo con todo el corazón, toda la mente, toda el alma y todas las fuerzas.

Capítulo Ocho
Cada cristiano debe estar preparado para defender la Verdad

¿Cuál es nuestro deber cristiano delante de Dios cuando escuchamos falsas doctrinas siendo predicadas? ¿Debemos someternos a los líderes de la iglesia aun cuando estén promoviendo falsas doctrinas que niegan a Dios el Padre y a Jesucristo? ¿Deberíamos permanecer en silencio mientras ministros y hermanos están siendo arrastrados a oscuridad espiritual y apostasía? ¿Qué hicieron los hermanos en el primer siglo cuando las iglesias de Dios fueron asaltadas por las maniobras satánicas de engaño y apostasía?

El apóstol Judas escribió a los cristianos fieles de su tiempo y les proclamó que debían combatir las fuerzas malignas de apostasía. Judas dirigió su epístola a los “llamados santos”—todos quienes fueron llamados por Dios el Padre para recibir salvación a través de Jesucristo. Su carta advierte de una conspiración sutil por falsos maestros obrando dentro de las iglesias en un intento de pervertir las verdaderas doctrinas de Jesucristo. Judas amonesta a cada cristiano a defender las verdaderas doctrinas de Dios las cuáles fueron traídas por Jesucristo y enseñadas por Sus verdaderos apóstoles.

La carta de Judas contiene palabras de consejo enfáticas y fuertes a los cristianos sobre que hacer para vencer asaltos espirituales por falsos maestros con sus doctrinas seductoras. Judas declara que estos falsos maestros no son guiados por el Espíritu de Dios sino motivados por poderes síquicos o satánicos (versículo 19). Nos exhorta a ayudar a nuestros hermanos que están siendo atrapados en el engaño y apostasía de Satanás (versículos 22-23). Las palabras de Judas claramente muestran que los cristianos tienen una responsabilidad personal de asistir a sus hermanos para salvarlos de destrucción espiritual. Aquí está la traducción del texto griego de la epístola de Judas por parte del autor.

La Epístola de Judas
1. Judas, un siervo de Jesucristo y hermano de Santiago, a los llamados santos, santificados por Dios el Padre y guardados en Jesucristo:
2. Misericordia y paz y amor sean multiplicadas a ustedes.
3. Amados, cuando estaba personalmente ejerciendo toda mi diligencia para escribirles concerniente a la común salvación, fui impulsado a escribirles, exhortándolos a pelear fervientemente por la fe, la cual una vez por todo tiempo ha sido entregada a los santos.
4. Porque ciertos hombres se han deslizado sigilosamente, aquellos de quienes hace tiempo ha sido escrito, condenándolos a este juicio. Ellos son hombres impíos, quienes están pervirtiendo la gracia de nuestro Dios, convirtiéndola en libertinaje, y están personalmente negando al único Señor Dios y a nuestro Señor Jesucristo.
5. Pero yo mismo quiero recordarles, aunque ustedes una vez entendieron esto, que el Señor, después de salvar un pueblo fuera de la tierra de Egipto, la segunda vez destruyó a aquellos que no creyeron.
6. Y los ángeles que no guardaron su propio dominio original, sino desertaron su habitación, El está reteniéndolos en cadenas eternas bajo oscuridad hasta el juicio del gran día.
7. Exactamente como Sodoma y Gomorra—y las ciudades rodeándolas, en la misma manera como ellas—habiéndose dado así mismas a libertinajes sexuales, y habiendo ido tras carne diferente… [bestialismo sexual]…, están ellas mismas exhibidas como un ejemplo perpetuo de  sufrir el castigo del fuego eterno, 
8. En la misma forma también, estos soñadores de sueños inmundos están profanando la carne, y están declarando como inválido el señorío de Dios, y están blasfemando los poderes divinos.
9. Pero Miguel el arcángel, cuando estaba personalmente teniendo problema con el diablo, disputando acerca del cuerpo de Moisés, no presumió para pronunciar un juicio de maldición contra él, sino dijo, “¡El Señor Mismo te reprenda!”
10. En cuanto a estos, cualquier cosa que no entienden, blasfeman; pero cualquier cosa que entienden por instinto, como brutas bestias irracionales, están corrompiéndose así mismos en estas cosas.
11. ¡Ay de ellos! Porque han caminado en el camino de Caín; y por ganancia, se han abandonado totalmente así mismos al engaño de Balaam, y han muerto en la rebelión de Coré.
12. Estos son manchas subversivas en sus fiestas de amor, festejando en persona junto con ustedes; sin miedo están alimentándose así mismos. Son nubes sin agua, siendo llevadas por los vientos; árboles de otoño tardío, sin ningún fruto, desarraigados, dos veces muertos;
13. Olas furiosas del mar, lanzando como espuma su propia vergüenza; estrellas errantes, para quienes ha sido reservada ¡la mas negra oscuridad para siempre!
14. Y Enoc, el séptimo desde Adán, también profetizó de estos, proclamando, “He aquí, el Señor viene con diez mil de Sus santos
15. Para ejecutar juicio contra todos, y condenar a todos quienes son impíos de todas sus obras de impiedad que han cometido impíamente, y de todas las duras cosas que pecadores impíos han hablado contra Él.”
16. Estos son quejumbrosos y criticones, que están caminando tras sus propias lujurias personales, mientras sus bocas están hablando grandes palabras infladas, halagando personas por el amor de la ventaja.
17. Pero ustedes, amados, recuerden las palabras que fueron habladas antes por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo;
18. Porque ellos les dijeron que en los últimos tiempos habrían burladores, que estarían egoístamente caminado de acuerdo a sus propias lujurias impías.
19. Estos son aquellos que causan división; son síquicos, no teniendo el Espíritu de Dios.
20. Pero ustedes, amados, estén edificándose así mismos en su fe mas santa, orando en el Espíritu Santo,
21. Para que se guarden así mismos en el amor de Dios mientras están personalmente esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo hacia vida eterna.
22. Entonces por un lado, muestren misericordia a aquellos individuos que están dudando;
23. Pero por otro lado, protejan a otros con temor, arrebatándolos del fuego, odiando aun el vestido que ha sido profanado por la carne.
24. Entonces para El Quien es capaz de guardarlos de caer, y traerlos a la presencia de Su propia gloria, sin culpa en gozo excesivo,
25. Al único Dios sabio nuestro Salvador, sea la gloria y grandeza, el poder y autoridad, aun ahora, y en todos los siglos de la eternidad. Amen.

Debemos escoger individualmente permanecer en la Verdad

Las palabras inspiradas de Judas revelan que somos individualmente responsables como cristianos para mostrar a nuestros hermanos que están siendo engañados por falsos maestros que sus “maravillosas doctrinas nuevas” son contrarias a las Escrituras. Debemos rogar a nuestros hermanos volverse de su error y arrepentirse, tal como Judas nos instruye en los versos 22-25. Porque no es posible arrepentirse mientras se continúa teniendo compañerismo con una iglesia apostata, debemos animarlos a retirarse ellos mismos y confiar en Dios en fe.

Aquellos que verdaderamente desean caminar en la luz de la Palabra de Dios no pueden tener compañerismo con aquellos que están siendo segados por oscuridad espirituales. ¡Dios ordena a Su pueblo separarse ellos mismos de las mentiras seductoras y prácticas pecaminosas de Babilonia la Grande! En el libro de Apocalipsis leemos, Sal de ella, Mi pueblo, para que no tengas parte en sus pecados, y no recibas de sus plagas, porque sus pecados han llegado tan lejos como el cielo, y Dios ha recordado sus iniquidades. Háganle a ella como ella les ha hecho a ustedes; y denle el doble, incluso de acuerdo a sus obras. En la copa que ella mezcló, devuélvanle el doble.(Apocalipsis 18:4-6).

Los verdaderos cristianos son ordenados a salir de Babilonia la Grande, la madre de mitos seductores, fornicación espiritual y las abominaciones del mundo. Aquellos que adoran a Dios en Espíritu y en Verdad no pueden tener nada que ver con las doctrinas engañosas de Babilonia la Grande, la alimentadora de todas las mentiras satánicas. Los verdaderos creyentes no pueden tener compañerismo con aquellos que enseñan tales mitos. Si los recibimos, somos partícipes de sus frutos malos y no podemos permanecer en la gracia de Dios el Padre. Si aceptamos y practicamos las doctrinas impías de la madre adultera y sus hijas rameras, recibiremos sus plagas de castigos de las manos de Dios. Perderemos el regalo de la vida eterna que Dios ha prometido a todos quienes que son fieles a Él.

Dios lo ha hecho Su responsabilidad traernos a la salvación a través de Jesucristo, para darnos Su Espíritu, darnos Su entendimiento, llenarnos con Su amor, si tenemos hambre y sed de esto. Pero Dios no interviene personalmente para guardarnos de estar expuestos a las falsas doctrinas. Sino, Él nos ha dado la Verdad de Su Palabra para que podamos reconocer las falsas doctrinas y rechazarlas. Él ha provisto el “Espíritu de Verdad” para dirigirnos, guiarnos y enseñarnos la verdad de todas las cosas pertenecientes a la vida eterna a través de Jesucristo. No seremos engañados por falsas doctrinas si estamos estudiando seriamente y buscando la Verdad de la Palabra de Dios con la ayuda del Espíritu Santo de Dios. Aunque no entendemos todas las cosas perfectamente, estaremos creciendo en la gracia y conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Dios nos ha dado la libertad de escoger vida o muerte, bien o el mal. Ya que Él nos ha dado libre albedrío, Dios no nos detendrá que tomar nuestras propias elecciones. Si escogemos pecar, esa es nuestra elección. Si los ministros de más alto rango en una iglesia de Dios escogen pecar, Dios les permite hacerlo así. Dios no corregirá personalmente los líderes de la iglesia si ellos escogen apartarse de la Verdad. Dios no prevendrá la corrupción desde adentro de una organización de iglesia si sus líderes escogen abrazar falsas doctrinas y practicar costumbres paganas. Si no hay deseo de amar a Dios y Su Verdad, y de guardar Sus mandamientos, entonces Dios dejará a aquellos líderes, y a todos quienes escojan seguirlos, caer en el hueco de oscuridad espiritual, porque ellos lo han abandonado. Ese es el juicio de Dios.

Como cristianos individuales, necesitamos tomar acción a las amonestaciones y advertencias de nuestro Señor Jesucristo y Sus verdaderos apóstoles. Necesitamos estar encallados y edificados en la Palabra de Dios para resistir las influencias corruptas de falsas doctrinas. Es nuestra responsabilidad cristiana individual estudiar diligentemente la Palabra de Dios para discernir Verdad del error, para que no seamos engañados en aceptar falsas doctrinas.

Pablo amonestó a los hermanos Hebreos porque ellos estaban flojos y negligentes en su responsabilidad cristiana personal. Estos cristianos estaban espiritualmente inmaduros en su entendimiento porque no se habían diligentemente encallados así mismos en la Palabra de Dios. Pablo declaró, “Porque verdaderamente, por este tiempo ustedes debían ser maestros, pero en lugar de esto necesitan tener a alguien que les enseñe otra vez que son los principios iniciales de los oráculos de Dios, y han llegado a ser aquellos en necesidad de leche, y no de comida sólida. Porque todo el que esta participando de leche es inepto en la palabra de justicia porque es un infante.  Pero la comida sólida es para aquellos que están complemente crecidos[maduro espiritualmente]…, quienes a través de repetida practica han tenido sus sentidos entrenados para discernir entre bien y mal.” (Hebreos 5:12-14).

Es el propósito de Dios traernos a madurez espiritual, conformándonos totalmente al carácter perfecto de Jesucristo, para qué también podamos ser nacidos dentro de Su familia divina y ser Sus hijos para siempre. Pero no podemos llegar a ser espiritualmente maduros si continuamos alimentándonos solamente de la “leche” de la Palabra de Dios. Debemos seriamente buscar entender la Verdad completa de Su Palabra—toda palabra de Dios—para poder crecer espiritualmente. Entonces seremos capaces de discernir entre el bien y el mal, y no seremos engañados por argumentos astutos y razonamientos sutiles de falsos maestros. Seremos capaces de reconocer sus falsas doctrinas y refutarlas. Si amamos a Dios y Su Verdad, retiraremos el compañerismo de aquellos que están enseñando y aceptando falsas doctrinas bajo el disfraz de “nuevo entendimiento.” Sabremos que estos cambios doctrinales no están siendo inspirados por Dios.

El compañerismo del verdadero cristiano es con Dios el Padre y Jesucristo

¡En todo el conflicto y confusión sobre los cambios doctrinales en las iglesias de Dios, Dios está obrando Su propósito! Dios el Padre y Jesucristo nunca abandonarán a aquellos que aman la Verdad. Dios el Padre nos traerá a madurez espiritual si somos fieles a Su Palabra. Jesucristo no nos abandonará si escogemos dejar una organización apóstata para que podamos aferrarnos a Sus enseñanzas y guardar Sus mandamientos. Recuerde este testimonio: ES MEJOR VIVIR LA VERDAD SOLO, QUE VIVIR UNA MENTIRA EN COMPAÑERISMO CON OTROS.

El compañerismo del verdadero cristiano empieza con la comunión personal con Dios el Padre y Jesucristo a través del poder del Espíritu Santo de Dios. El apóstol Juan escribió, “Eso que hemos visto y hemos oído estamos reportándoles para que también puedan tener compañerismo con nosotros; porque el compañerismo—ciertamente, nuestro compañerismo—esta con el Padre y con Su propio Hijo, Jesucristo.” (I Juan 1:3).

Debemos “adorar a Dios en Espíritu y en Verdad” porque Dios es Espíritu. Este verdadero compañerismo espiritual no es un evento de una vez a la semana sino una relación constante mientras buscamos vivir diariamente por cada palabra de Dios. Jesús dijo, “… ‘Esta escrito, “El hombre no vivirá por pan solamente, sino por cada palabra que procede fuera de la boca de Dios.” ’ ” (Mateo 4:4).

El compañerismo con Dios el Padre y Jesucristo no puede ser otorgado por ninguna organización de iglesia. Este compañerismo a través del Espíritu Santo es un regalo directo de Dios para cada cristiano verdadero. Está basado en el pacto personal con Dios en el que cada verdadero creyente entra en el bautismo.

Esta relación espiritual con Dios transciende cualquier pacto terrenal. No es una unión carnalmente temporal, como el pacto de matrimonio, sino una unión eterna espiritual en la cual nuestros corazones y mentes llegan a ser uno con Dios el Padre y Jesús a través del poder del Espíritu Santo. Este compañerismo espiritual íntimo con Dios es Su regalo para cada cristiano, pero es nuestra responsabilidad mantenernos en ese compañerismo al continuar caminando en la luz de Su Palabra. Entonces estamos verdaderamente en unión espiritual con Dios el Padre y Jesucristo.

         Esta relación espiritual personal en la cual cada cristiano está individualmente unido a Dios el Padre y Jesucristo es llamado el Nuevo Pacto. Este es renovado individualmente cada año en la Pascua del Nuevo Testamento cuando cada creyente participa de los símbolos del cuerpo y sangre de Jesucristo. Jesús dijo, “… “Verdaderamente, verdaderamente les digo, a menos que coman la carne del Hijo de hombre, y beban Su sangre, no tienen vida en si mismos. Aquel que come Mi carne y bebe Mi sangre tiene vida eterna, y Yo lo levantaré en el ultimo día. Porque Mi carne es verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida. Aquel que come Mi carne y bebe Mi sangre esta viviendo en Mi, y Yo en él. Como el Padre vivo Me ha enviado, y Yo vivo por el Padre; así también aquel que Me come vivirá por Mí.” (Juan 6:53-57).

La ceremonia de la Pascua es la renovación del pacto eterno entre cada cristiano y Jesucristo y Dios el Padre. Esta relación del pacto, la cuál es la base para nuestro compañerismo, es hecha posible a través del amor de Dios el Padre por nosotros. “Porque Dios amó tanto al mundo, que dio Su único Hijo engendrado, para que todo el que crea en El no pueda morir, sino pueda tener vida eterna.” (Juan 3:16).

¡La plenitud del amor de Dios es expresada en el sacrificio de Su único Hijo engendrado, quien voluntariamente se entregó el mismo por nosotros! Jesucristo mismo, en la noche anterior a Su crucifixión, dejó absolutamente claro que el Padre nos ama. Jesús declaró, “En ese día, ustedes pedirán en Mi nombre; y no les digo que rogaré al Padre por ustedes, Porque el Padre mismo los ama, porque ustedes Me han amado, y han creído que salí de Dios. Yo salí del Padre y he venido al mundo; otra vez, estoy dejando el mundo y voy al Padre.’ ” (Juan 16:26-28).

         ¡Dios el Padre envió a Jesucristo para ser nuestro Salvador porqué Él nos ama! Dios el Padre personalmente nos ha invitado para recibir salvación a través de Su Hijo. Jesús dijo, “Nadie puede venir a Mí a menos que el Padre, Quien Me envió, lo llame…” (Juan 6:44). ¡Piense en esto! ¡Dios el Padre, el Ser más grande en el universo, nos ha llamado personalmente para heredar vida eterna como Sus hijos! ¡Él mismo nos ha engendrado con las arras de vida eterna por Su Espíritu Santo! El apóstol Pablo escribió, “… en Quien también, después de creer, fueron sellados con el Espíritu Santo de la promesa, el cual es las arras de nuestra herencia (Efesios 1:13-14).

El apóstol Juan expuso esta verdad en su primera epístola: “En esta manera el amor de Dios fue manifestado hacia nosotros: que Dios envió Su único Hijo engendrado al mundo, para que pudiéramos vivir a través de El. En este acto esta EL AMOR—no que nosotros amamos a Dios; sino, que El nos amó y envió a Su Hijo para ser la propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos amo tanto, nosotros también estamos obligados a amarnos unos a otros… Y hemos conocido y hemos creído el amor que Dios tiene hacia nosotros. Dios es amor, y aquel que vive en amor esta viviendo en Dios, y Dios en el. Por esta relación espiritual, el amor de Dios es perfeccionado dentro de nosotros, para que podamos tener confianza en el día de juicio porque incluso como El es, así también somos nosotros en este mundo. No hay temor en el amor de Dios; sino, el perfecto amor hecha fuera el temor porque el temor tiene tormento. Y aquel que teme no ha sido perfeccionado en el amor de Dios.  Nosotros Lo amamos porque El nos amó primero.(I Juan 4:9-11;16-19).

Si continuamos en ese compañerismo verdadero con Dios el Padre y Jesucristo, necesitamos no temer. Dios no nos abandonará mientras permanezcamos fieles a Su Verdad. Si defendemos la Verdad, quizás tendremos que permanecer solos por un tiempo, pero siempre tendremos compañerismo con el Padre y Jesucristo. Dios nos ama y estará con nosotros. Cuando unos pocos hermanos son capaces de tener compañerismo y estudiar la Palabra de Dios juntos, Dios estará con ellos. Jesucristo ha dado Su promesa que donde estén dos o tres reunidos en Su nombre, ahí estará Él en medio de ellos (Mateo 18:20).

¿Seremos contados entre los fieles?

En el tiempo presente Dios está juzgando Sus iglesias y separando las ovejas de los carneros. Esta separación debe tomar lugar para preservar la Verdad entre aquellos que aman a Dios y escogen permanecer fieles a Su Palabra.

Cada verdadero cristiano está siendo probado para ver si verdaderamente ama a Dios el Padre y Jesucristo. Jesús dijo, “Quien tiene Mis mandamientos, y los está guardando, ese es quien Me ama; y quien Me ama será amado por Mi Padre, y Yo lo amaré, y Me manifestaré Yo mismo a él..... Si alguno me ama, guardará Mi palabra; y Mi Padre le amará, y Nosotros vendremos a él, y haremos Nuestra morada con él. Quien no Me ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que ustedes escuchan no es Mía, sino del Padre, Quien Me envió.” (Juan 14:21, 23-24).

Jesucristo nos ha dado las verdaderas doctrinas de Dios. Si Lo amamos, permaneceremos firmes en Sus enseñanzas, sabiendo que estamos edificando sobre el  único fundamento seguro. Pablo muestra que solo podemos recibir el don de vida eterna edificando sobre el fundamento establecido por Jesucristo. “Porque nadie es capaz de colocar ningún otro fundamento además de ese que ha sido colocado, el cual es Jesucristo. Entonces si cualquiera edifica sobre este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera, heno o rastrojo, La obra de cada uno será manifestada; porque el día de prueba la declarará, porque será revelada por fuego; y el fuego probará que clase de obra es la de cada uno. Si la obra que cualquiera ha edificado perdura, recibirá una recompensa. Si la obra de cualquiera es quemada, sufrirá perdida; pero el mismo será salvo, sin embargo a través de fuego” (I Corintios 3:11-15).

Las palabras inspiradas de Pablo revelan que estamos siendo juzgados individualmente como cristianos de acuerdo a las obras que estamos edificando ahora sobre el fundamento de Jesucristo. Dios no nos dará una recompensa eterna si no estamos edificando verdaderas obras de justicia que resistirán las feroces pruebas que Él permite que vengan sobre nosotros para probarnos.

El apóstol Pedro escribió sobre estas pruebas, “Amados, no estén sorprendidos en la prueba feroz entre ustedes la cual esta teniendo lugar para probarlos, como si alguna cosa extraña estuviera pasándoles. Pero al grado que ustedes tienen una parte en los sufrimientos de Cristo, alégrense; para que, en la revelación de Su gloria, ustedes puedan también alegrarse excesivamente. Si son insultados por el nombre de Cristo, son benditos porque el Espíritu de gloria y el Espíritu de Dios esta descansando sobre ustedes; por parte de ellos El es blasfemando, pero por parte de ustedes El es glorificado. Ciertamente, ninguno de ustedes sufra como un asesino, o un ladrón, o un malhechor, o como un señoreador entrometido en las vidas de otras personas. Con todo si cualquiera esta sufriendo como cristiano, no debería estar avergonzado; sino glorifique a Dios por causa de esto, porque el tiempo ha venido para comenzar el juicio con la familia de Dios; y si primero comienza con nosotros, ¿cual será el fin de aquellos que no obedecen el evangelio de Dios? Y si los justos son salvos con mucha dificultad, ¿que vendrá a ser del impío y el pecador? Por esta razón también, aquellos que sufran de acuerdo a la voluntad de Dios comprometan sus almas en hacer el bien, como para un Creador fiel.” (I Pedro 4:12-19).

Pedro nos dice que no estemos desanimados o descorazonados por estas pruebas feroces. No debemos dejar que nada nos aparte de seguir a Jesucristo. Si sufrimos porque escogemos permanecer fieles a Sus enseñanzas, seremos ricamente recompensados a Su venida. ¡Alégrese en esta promesa!

Pedro nos recuerda que Jesucristo mismo sufrió porque fue obediente a la Verdad, y que nosotros también deberíamos estar deseosos de padecer persecución. Si somos verdaderos cristianos, seguiremos el ejemplo de nuestro Señor y Maestro. “Porque esto es aceptable: si, por amor de consciencia hacia Dios, cualquiera soporta dolores, sufriendo injustamente. ¿Por qué que elogio hay si, desobedeciendo y siendo golpeados, lo soportan? Pero si mientras hacen bien soportan sufrimiento, esto es aceptable con Dios; Porque para esto fueron llamados porque Cristo también sufrió por nosotros, dejándonos un ejemplo, que deberían seguir en Sus pasos” (I Pedro 2:19-21).

¿Está usted deseoso de seguir el ejemplo de Jesucristo permaneciendo fiel a la Verdad de Dios, aun si esto trae persecución de sus más cercanos amigos y miembros de su propia familia? ¿Está usted deseoso de aferrarse a las verdaderas enseñanzas de Jesucristo aun si debe dejar el compañerismo con sus hermanos de la iglesia local que están dejando la Verdad? ¿Es su membresía en una organización de iglesia más importante para usted que adorar a Dios el Padre en Espíritu y Verdad?

¡Dios está probando a cada verdadero cristiano para ver si cada uno verdaderamente lo ama más que a cualquier otra persona o cualquier otra cosa en su vida! ¡Cada uno de nosotros debe hacer la elección! Dios nos dará la fuerza y nos ayudará a través de cualquier prueba que podamos experimentar, si escogemos permanecer fieles a Él y a Su Palabra.

Que requiere Dios de Sus ministros

Dios también está probando a cada ministro para determinar quién verdaderamente lo ama a El y a Su Palabra. Dios está separando entre aquellos ministros que predican fielmente Su Palabra en verdad y amor, y aquellos que son asalariados buscando posición y poder.

Cada ministro de Jesucristo necesita examinar su propio corazón y mente para honestamente evaluar sus propios motivos personales por estar en el ministerio. Este es el auto-examen por el que el apóstol Pedro tuvo que someterse. Cada ministro debería aplicar esta prueba Bíblica a sí mismo y a sus propias circunstancias, y preguntarse las mismas preguntas que Jesús le preguntó al apóstol Pedro: “Por tanto, cuando  habían terminado de comer, Jesús le dijo a Simon Pedro, ‘Simon, hijo de Jonás, ¿Me amas[ágape, significa amor divino]… mas que a estos [los otros apóstoles y discípulos]…?’ Y él le dijo, ‘Si, Señor. Sabes que Te amo[filoo, significa un profundo amor personal]….’ El le dijo, ‘alimenta Mis corderos.’ El le dijo de nuevo una segunda vez, ‘Simon, hijo de Jonás, ¿Me amas[ágape, significa amor divino]…?’ Y él le dijo, ‘Si, Señor. Sabes que Te amo[filoo, significa profundo amor personal]….’ El le dijo, ‘Pastorea Mis ovejas.’ El le dijo la tercera vez, ‘Simon, hijo de Jonás, ¿Me amas[filoo, significa profundo amor personal]…?’ Pedro estaba afligido porque El le dijo la tercera vez, ‘¿Me amas[filoo, significa profundo amor personal]…?’ Y él le dijo, ‘Señor, Tu sabes todas las cosas. Sabes que Te amo[filoo, significa profundo amor personal]….’ Jesús le dijo, ‘alimenta Mis ovejas.”  (Juan 21:15-17)

A cada ministro que tiene el Espíritu de Dios le ha sido dado esta comisión, exactamente como Jesús le encargó a Pedro. Cada ministro necesita saber que la misma razón de su llamado es alimentar las ovejas de Dios—¡los hermanos de Jesucristo! ¡Si cualquier hombre es un ministro por otras razones, su ministerio será vano y vacío!

Cada ministro de Jesucristo será juzgado según sus obras. Si él está predicando fielmente la Verdad de Dios, recibirá una recompensa eterna. Si él esta comprometiendo la Verdad para proteger su posición, prestigio, salario o pensión, tendrá que rendirle cuenta a Jesucristo.

Aquellos ministros que verdaderamente aman a Jesucristo continuarán fielmente predicando la Verdad de Dios aun en el riesgo de pérdida personal y privación. Ellos seguirán el ejemplo del apóstol Pablo, quien fielmente enseñó el verdadero Evangelio de Jesucristo porque valoró el bienestar espiritual de sus hermanos más que su propia vida física. Pablo soportó gran persecución y difíciles condiciones para impartir a sus hermanos la Verdad de Dios que lleva a vida eterna. Aquí están las sentidas palabras de Pablo a los hermanos de Corintios: “Porque aquellos de nosotros… [los ministros]… que estamos viviendo somos siempre… [continuamente]… entregados a muerte por amor de Jesús, para que la vida de Jesús pueda ser también manifestada en nuestra carne mortal. Así entonces, de un lado, la muerte esta trabajando en nosotros… [ministros]…; y de otro lado, la vida esta trabajando en ustedes… [hermanos].Porque todas las cosas son por el bien de ustedes, para que la abundante gracia pueda hacer rebosar el agradecimiento de muchos hacia la gloria de Dios. Por esta razón, no nos desanimamos; sino que si nuestro hombre exterior esta siendo traído a decadencia, aun así el hombre interior esta siendo renovado día a día. Porque la ligereza momentánea de nuestra tribulación esta trabajando por nosotros una inmensurablemente mas grande y eterna plenitud de gloria; mientras consideramos no las cosas que son vistas, sino las cosas que no son vistas. Porque las cosas que son vistas son temporales; pero las cosas que no son vistas son eternas.” (II Corintios 4:11-12, 15-18).

El apóstol Pablo fue fiel al encargo que recibió de Jesucristo. Como un verdadero ministro de Dios, él alimentó el rebaño con las puras doctrinas de la Palabra de Dios. ¡Su recompensa es segura! ¡Pablo heredará vida eterna con gloria y poder en el Reino de Dios, sirviendo al Padre y a Jesucristo en amor eterno! Esta es la recompensa que Dios le ofrece a cada ministro que fielmente predica la pura Verdad de Su Palabra, mas allá de una organización corporativa o afiliación de iglesia.

Los cristianos que comprometen la verdad
 deben arrepentirse individualmente

Cuando los líderes de alto rango en las iglesias de Dios organizadas se alejan de las verdaderas doctrinas de Jesucristo y empiezan a abrazar falsas doctrinas, los ministros y los miembros en esas iglesias están bajo poderosa presión para someterse. Muchos de estos ministros y miembros han sucumbido a la presión, temiendo las consecuencias de ir en contra de la avalancha de cambios doctrinales. Algunos son engañados a creer que perderán la salvación si se oponen a aquéllos en autoridad. Otros tienen miedo de ser vistos como “herejes” por hermanos que han conocido por años. Muchos están comprometiendo la verdad simplemente porque han llevado largas amistades con otros miembros de la iglesia que no desean dejar.

¡Si usted ha estado comprometiendo la Verdad de Dios para permanecer en buena posición como ministro o miembro de una iglesia organizada, ¡usted está en gran peligro espiritual! La Palabra de Dios claramente muestra que un cristiano que sabiendo, perdona pecado y error, está profanando su conciencia. Una conciencia profanada crecerá eventualmente callosa e indiferente al poder condenatorio del Espíritu Santo.

El apóstol Pablo describe el resultado final de rendirse a la presión de falsas doctrinas: “Ahora en Espíritu nos dice explícitamente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, y seguirán espíritus engañadores y doctrinas de demonios; hablando mentiras en hipocresía, sus conciencias habiendo sido cauterizadas con un hierro caliente” (I Timoteo 4:1-2).

Cada cristiano que ha estado comprometiendo la verdad a sabiendas, rindiéndose a falsas doctrinas, está en peligro de terminar en esta condición espiritual no regenerable. Es la condonación continua y aceptación del pecado y error la que lleva a la pérdida de la salvación. Oponerse a falsas doctrinas—aún cuando son promovidas por las autoridades en la iglesia—nunca hará que un cristiano pierda su salvación.

Todos los cristianos que han estado comprometiendo la Verdad al aceptar falsas doctrinas necesitan arrepentirse y regresar a Dios y a Su gracia y amor. Dios el Padre limpiará a todo el que verdaderamente se arrepiente con humildes suplicaciones. Cada uno debe volver a Dios individualmente con todo su corazón. Solo entonces puede él ser restaurado en amor y fe a Dios el Padre y crecer en la gracia y conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Aquellos cristianos que han estado comprometiendo la verdad, están poniendo en peligro su salvación si esperan un movimiento general hacia arrepentimiento entre las iglesias de Dios. ¡Es un grave error esperar nuestro arrepentimiento personal cuando el Espíritu Santo nos condena de pecado y error en nuestras vidas!

David, un hombre conforme al corazón de Dios, fue inmediato y sincero en su arrepentimiento cuando el Espíritu de Dios lo condenó de pecado. Cuando David había pecado grandemente contra Dios, esta fue su oración de arrepentimiento: “Dije, “SEÑOR, se misericordioso a mi; sana mi alma, porque he pecado contra Ti.’ ” (Salmo 41:4). Nuevamente, cuando arrepentido de su adulterio con Betsabé y el asesinato de su esposo Urías, David le pidió a Dios, “Ten misericordia de mi, Oh Dios, de acuerdo a Tu bondad; de acuerdo a la multitud de Tus tiernas misericordias, borra mis transgresiones. Lávame totalmente de mi iniquidad, y límpiame de mi pecado, porque reconozco mis transgresiones, y mí pecado esta siempre delante de mí. Contra Ti, contra Ti solamente, he pecado, y he hecho mal a Tu vista, para que pudieras ser justificado cuando hablas y ser claro cuando juzgas. He aquí, fui dado a luz en iniquidad, y en pecado mi madre me concibió. He aquí, Tú deseas verdad en las partes internas; y en la parte oculta Me harás conocer sabiduría. Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve… Oculta Tu rostro de mis pecados, y borra todas mis iniquidades. Crea en mí un corazón limpio, Oh Dios, y renueva un espíritu firme dentro de mí. No me eches de Tu presencia, y no saques Tu Santo Espíritu de mí.” (Salmo 51:1-11).

Cada cristiano que ha pecado contra Dios por comprometerse con falsas doctrinas necesita tener esta actitud de profundo arrepentimiento espiritual y humildad. ¡Cada uno necesita pedirle a Dios que limpie su corazón del pecado de haber echado la Verdad de Dios a un lado y haber creído mentiras! Cada uno necesita pedirle a Dios que sane su mente de haberse comprometido con el mal y haberse rendido a las fuerzas de apostasía. ¡Cada uno necesita pedirle a Dios que sane su espíritu de las heridas infligidas por los feroces y poderosos dardos de engaño de Satanás! Dios escuchará y contestará. Dios sanará y perdonará. Dios fortalecerá y  bendecirá.

Jesucristo dio esta amonestación a la iglesia de Laodicea: “Les aconsejo que compren de Mi oro purificado por fuego para que puedan ser ricos; y ropas blancas para que puedan estar vestidos, y la vergüenza de su desnudez no pueda ser revelada; y unjan sus ojos con colirio, para que puedan ver. A tantos como amo, regaño y castigo. Por tanto, sean celosos y arrepiéntanse. He aquí, Me paro a la puerta y golpeo. Si alguien oye Mi voz y abre la puerta, Yo entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. A aquel que venza le daré autoridad para sentarse conmigo en Mi trono, así como Yo también vencí, y Me senté con Mi Padre en Su trono. Aquel que tenga oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. (Apocalipsis 3:18-22).

Pueda Dios otorgarle los oídos para oír, el corazón para arrepentirse, y el valor para pararse por la Verdad. Pueda Dios otorgarle el entendimiento que necesita para cumplir su obligación cristiana personal de defender la fe una vez dada a los santos. Pueda Dios otorgarle amor por sus hermanos en las iglesias de Dios para que comparta este libro con ellos, con la esperanza de que puedan también escapar de la trampa de Satanás el diablo.

Dios ha prometido  recompensar ricamente a todos aquellos que permanecen fieles a Su Verdad en las pruebas y persecuciones. La promesa de Dios de una herencia eterna para aquellos que son fieles es segura y firme. Si guardamos nuestras mentes fijas en la esperanza que Él ha colocado delante de nosotros, seremos capaces de soportar toda prueba feroz. Recordemos estas palabras de ánimo del apóstol Pablo:
… deseando mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la naturaleza inmutable de Su propio propósito, lo confirmó por un juramento; para que por dos cosas inmutables, en las cuales era imposible para Dios mentir, nosotros quienes hemos huido por refugio pudiéramos tener fuerte ánimo para echar mano de la esperanza que ha sido colocada delante nuestro; tal esperanza tenemos como un ancla del alma, segura y firme, y la cual entra en el santuario dentro del velo; donde Jesús ha entrado por nosotros como un precursor...” (Hebreos 6:17-20).

¡Pueda Dios el Padre llenarlo con Su fuerza, Su amor, Su gracia, Su Verdad, y Su fe para mantenerlo en la gloriosa esperanza de nuestro Señor y Salvador Jesucristo!

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