La polémica que ha envuelto esta semana al obispo Eddie Long, un
carismático pastor baptista que ha construido un verdadero imperio en
Georgia, ya no resulta insólita. En los últimos años, han aparecido en
los medios de comunicación estadounidenses varios casos de religiosos
conservadores, con un discurso bordeando la homofobia, que han sido
acusados de abusos sexuales por parte de chicos jóvenes de sus
congregaciones.
Para Long, las acusaciones podrían significar el ocaso de una brillante carrera al frente de la parroquia de New Birth, en un barrio a las afueras de Atlanta. Cuando el pastor se hizo con el control de la congregación, a finales de los años 80, apenas tenía 300 feligreses. Ahora, ascienden a 25.000, goza de una enorme catedral, y varias organizaciones caritativas que mueven millones de dólares anuales. Además, sus sermones son retransmitidos en televisiones de más de 100 países diferentes.
En concreto, Long ha sido denunciado por cuatro jóvenes que formaban parte del “LongFellows Youth Accademy”, un “privilegiado” grupo de adolescentes que el propio pastor seleccionaba para proporcionarles una guía espiritual, lo que incluía recesos y viajes dentro de EEUU. Sin embargo, según los denunciantes, la creación del grupo servía realmente para proporcionar a Long amantes, a quienes recompensaba con joyas y coches, además de vacaciones pagadas.
Tras salir a la luz pública la existencia de las denuncias, el pastor negó las acusaciones en una carta enviada a una radio. En su primera aparición pública este domingo, en su iglesia, ante 10.000 feligreses que le expresaron su apoyo incondicional, Long se comparó con un David que lucha contra Goliath, y aseguró que “voy a luchar por esta”. “Nunca me he descrito como un hombre perfecto. Pero no soy el hombre que definen en la televisión”, proclamó.
“Cuando esto sale, al menos ofrece una percepción de hipocresía. El tema es: ¿Cómo se puede estar en contra de la homosexualidad cuando tu estás participando en ello? Es la personificación de la hipocresía”, admite el reverendo Timothy McDonald III un amigo de Long, y líder de otra iglesia baptista.
La iglesia de New Birth es conocida por atraer sobre todo a familias afroamericanas de clase media y alta. En parte, la razón es la visión positiva que transmite Long de la acumulación de riquezas. En numerosos sermones, el obispo ha llegado a afirmar que no es cierto que Jesucristo fuera un hombre pobre.
De hecho, Long predica con el ejemplo al llevar una vida privada de gran lujo, lo que ha sido motivo de controversia. Vive en una casa de más de 500 metros cuadrados que le costó 1,1 millones de dólares, se pasea con suntuosos automóviles, y es casi imposible verle vestido con ropa que no sea de marca. Eso sí, siempre bien ceñida al cuerpo para mostrar sus prominentes músculos.
Para Long, las acusaciones podrían significar el ocaso de una brillante carrera al frente de la parroquia de New Birth, en un barrio a las afueras de Atlanta. Cuando el pastor se hizo con el control de la congregación, a finales de los años 80, apenas tenía 300 feligreses. Ahora, ascienden a 25.000, goza de una enorme catedral, y varias organizaciones caritativas que mueven millones de dólares anuales. Además, sus sermones son retransmitidos en televisiones de más de 100 países diferentes.
En concreto, Long ha sido denunciado por cuatro jóvenes que formaban parte del “LongFellows Youth Accademy”, un “privilegiado” grupo de adolescentes que el propio pastor seleccionaba para proporcionarles una guía espiritual, lo que incluía recesos y viajes dentro de EEUU. Sin embargo, según los denunciantes, la creación del grupo servía realmente para proporcionar a Long amantes, a quienes recompensaba con joyas y coches, además de vacaciones pagadas.
Tras salir a la luz pública la existencia de las denuncias, el pastor negó las acusaciones en una carta enviada a una radio. En su primera aparición pública este domingo, en su iglesia, ante 10.000 feligreses que le expresaron su apoyo incondicional, Long se comparó con un David que lucha contra Goliath, y aseguró que “voy a luchar por esta”. “Nunca me he descrito como un hombre perfecto. Pero no soy el hombre que definen en la televisión”, proclamó.
“Cuando esto sale, al menos ofrece una percepción de hipocresía. El tema es: ¿Cómo se puede estar en contra de la homosexualidad cuando tu estás participando en ello? Es la personificación de la hipocresía”, admite el reverendo Timothy McDonald III un amigo de Long, y líder de otra iglesia baptista.
La iglesia de New Birth es conocida por atraer sobre todo a familias afroamericanas de clase media y alta. En parte, la razón es la visión positiva que transmite Long de la acumulación de riquezas. En numerosos sermones, el obispo ha llegado a afirmar que no es cierto que Jesucristo fuera un hombre pobre.
De hecho, Long predica con el ejemplo al llevar una vida privada de gran lujo, lo que ha sido motivo de controversia. Vive en una casa de más de 500 metros cuadrados que le costó 1,1 millones de dólares, se pasea con suntuosos automóviles, y es casi imposible verle vestido con ropa que no sea de marca. Eso sí, siempre bien ceñida al cuerpo para mostrar sus prominentes músculos.
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