"Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis
mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por
espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el
sentido de que el día del Señor está cerca.
Nadie
os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la
apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición" (2
Tesalonicenses 2:1-3)
Permítanme
comenzar este estudio, definiendo la palabra “apostasía”. Según su
etimología, en griego, “apostasía” es deserción, rebelión, abandono,
retirada, separación de aquello a lo que se ha acercado antes. Es así,
como en el contexto bíblico significa: cortar la relación salvadora de
uno con Cristo o apartarse de la unión vital con El y la verdadera fe en
El.
¿Qué
es un apóstata? Es alguien que cree que recibe la Palabra (aunque
superficialmente) aceptándola por un tiempo, y creyendo con su mente,
pero sin hacerlo algo personal, ni parte de su vida. Conoce la verdad
pero no la aplica.
El
apóstol Pablo define a los apóstatas como personas que escucharon el
Evangelio de la gracia de Dios, pero no recibieron el amor de la verdad
para ser salvos (2 Tesalonicenses 2:10) En otras palabras, lo que quiere
decir Pablo, es que estas personas no amaron suficientemente la Verdad
como para persistir en ella, y prevalecer hasta el fin con convicciones
firmes y profundas.
Por
estos días, los valores bíblicos son cada día más escasos. Lo verdadero
consiste simplemente en aquello que es ventajoso para los intereses
personales.
Los
valores de referencia para la gran mayoría de los creyentes, son el
éxito, la eficacia y lo que se supone sea logro o beneficio.
“Si
algo funciona bien y resulta, hazlo”, “el fin justifica los medios”,
son solo algunas de los tantos frases de moda que en un primer momento
utilizo el mundo, pero que hoy… utiliza el 80% del cristianismo actual.
El
pragmatismo proclama una verdad superior fuera de la verdad absoluta de
Dios. Precisamente es esta filosofía la que está llevando a las
iglesias y denominaciones a aflojar principios morales y espirituales.
Se
hacen enmiendas a Estatutos y Reglamentos, solo para mantener el
“honor, puestos, y calificaciones” de líderes supuestamente importantes,
útiles para sus instituciones, e irreemplazables por sus capacidades
académicas; pero que lamentablemente en la gran mayoría de los casos, su
vida moral es un escándalo y una vergüenza.
El
profeta Isaías dice: “¡Ay de los que traen iniquidad con cuerdas de
vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta!… ¡Ay de los que a lo
malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de
las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por
amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son
prudentes delante de sí mismos!” (Isaías 5:18, 20, 21)
La perversión dentro de la iglesia.
Hoy
en día, cada vez son más los países del Mundo que legalizan matrimonios
o uniones civiles entre homosexuales; pero lo alarmante de todo esto,
es que este movimiento inmoral, ha penetrado las barreras de la
Iglesia.
Ahora
no sólo se bendice esta forma de unión antibíblica, sino que además se
constituyen iglesias y pastores de esta línea. Cree que exagero…? Pues
entonces permítame darle como ejemplo a la Iglesia Metropolitan
Community Church, fundada por el reverendo: Troy Perry en los Ángeles,
el 6 de octubre de 1968 para integrar a los gays, lesbianas, bisexuales y
transexuales, la cual hoy en dia afirma tener 340 congregaciones
locales con unos 50,000 seguidores en 22 países.
Su
Declaración de Fe, revela lo aberrante de sus creencias en su primer
artículo, el cual textualmente se lee: “Creemos: En un Dios trino,
omnipotente, omnipresente y omnisciente, de una sola sustancia y en tres
personas: Dios, nuestro PADRE Y MADRE Creador; Jesucristo, el hijo
unigénito de Dios, Dios hecho carne y humano; y el Espíritu Santo,
nuestro Dios sostenedor”
La Iglesia está frente a una terrible y vergonzante apostasía, y rebelión contra Dios y su Palabra.
La
Biblia dice claramente que los que se entregan a esos vicios contra
naturaleza, están cometiendo “hechos vergonzosos” (Romanos 1:27) y que
los homosexuales no heredarán el Reino de los Cielos (1 Corintios 6:9).
Pero
esto, solo es uno de las tantas formas de apostasía de estos tiempos
peligrosos, ya que si continuamos viendo lo que sucede en las iglesias
actuales del mundo entero, podremos notar también cosas como el
ocultismo en sus diferentes y variadas formas.
El ocultismo dentro de la iglesia.
Hablar
de ocultismo, es hablar de lo “oculto”; y de aquello que no se puede
entender con facilidad, ni captar fácilmente, sino que implican la
acción o la influencia de agentes sobrenaturales, o de algún
conocimiento secreto de ellos.
Este
tema en otros tiempos era un tema desconocido y prohibido para un
pueblo que se identificaba con Dios y su Palabra; pero ahora,
paradójicamente, es un asunto de amplio conocimiento y práctica en
muchos sectores de la Cristiandad.
Hoy
en día, las doctrinas de la visualización, la sanidad interior, la
confesión positiva, etc, son doctrinas de completo dominio y habitual
uso dentro de las iglesias, aunque estas, solo sean “espiritismo con
ropaje cristiano”.
Este
fenómeno que funciona según fórmulas esotéricas establecidas, ya no es
una realidad oculta, sino que se ha convertido en prácticas habituales
que predicadores, pastores, profetas, apóstoles y todo tipo de ministros
que dicen ser ministros de Cristo, lo promueven, lo enseñan y lo
practican.
Aun la brujería que se ve en la película de Harry Potter se ha introducido en la Iglesia de manera escandalosa.
El
vicario Brian Coleman de la Iglesia Anglicana de Inglaterra, llevó a
cabo un servicio especial con el tema de “Harry Potter para la familia”
en la Iglesia de Todos los Santos en Surrey, Inglaterra, en donde
Coleman, vestido de una túnica de mago para el servicio, fue uno de los
principales actores. Este evento religioso fue puesto en Internet para
que otras iglesias lo vean, y lo copien. Coleman, argumentó que “la
gente joven está muy interesada en Harry Potter; por lo tanto, nosotros
estamos usando este interés para predicar la palabra”.
Pues, con esta mentalidad, al alcohólico habría que darle alcohol, al drogadicto droga, al adultero, sexo, etc, etc.
Todo
esto, sin ni siquiera mencionar el hecho de que, aquellos hombres y
mujeres que haciéndose llamar apóstoles y profetas, enseñan a hacer
viajes astrales en donde deben viajar al mundo espiritual a liberar las
almas de los pecadores de las cadenas del infierno, y veden los libros
que enseñan estas barbaridades dentro de las iglesias de todo el mundo. O
los que declaran cosas tales como: “A los que creen en la
sobrenaturalidad de Dios, en minutos nada mas por 24 horas proféticas se
abrirá un portal dimensional por la alineación profética del triple 11,
sobre ti bajaran ángeles de sanidad sacudirán tus aguas serás sano,
milagros financieros y legales serán ejecutados para ti, tendrás,
podrás, poseerás, la llave maestra del reino viene a ti, está en tu boca
ahora úsala” (esto fue copiado textualmente del muro de facebook de una
farsante que se autoproclama apostol.
¡Qué
gran confusión y que negra apostasía está envolviendo a la Iglesia!...
Aunque no a todos. La Iglesia Fiel sabe bien que la Biblia prohíbe todo
contacto con el mundo espiritual y maligno en cualquiera de sus formas
(Levítico 19:31; 20:6,27; Deuteronomio 18:10-14; Isaías 8:19,20;
Apocalipsis 21:8).
El humanismo, el ego, y el amor por si mismo dentro de la iglesia.
Desde
que el hombre pecó, seducido por Satanás, éste siempre se ha esforzado
por hacerle creer que puede llegar a ser como Dios. Pero es en estos
tiempos, principalmente, que hay un resurgimiento del culto al hombre,
de magnitudes trascendentales.
Muchos
reconocidos líderes “cristianos” se sienten y se autoproclaman
“dioses”, y esta idea, con más fuerza cada vez, va moldeando el
pensamiento y la doctrina de muchos cristianos.
Yo
mismo escuche decir a un Falsísimo apóstol de estos días, que: “Los
apóstoles somos como dioses en el mundo espiritual” Tomando como base
que Dios le había dicho a Moisés que sería como Dios para faraón
Los
pulpitos de las iglesias, y los grandes anfiteatros cristianos, están
llenos, de oradores y predicadores que predican constantemente que somos
dioses. Esta creencia es fundamental para las enseñanzas del Movimiento
de la Confesión Positiva.
El
hecho de que continuamente repitan que podemos “pronunciar la palabra
creativa” que debemos “llamar a aquellas cosas que no son como si
fueran”, y que debemos “decretar, y confesar positivo” del mismo modo
que lo hace Dios, es porque según ellos “somos dioses”
“Yo
soy un pequeño mesías caminando sobre la Tierra” es la declaración de
un famosísimo pastor conocido en todo el mundo, mientras que otro
declara: “Cuando yo subo a esta tribuna, ustedes no están mirándome a
mí, ustedes están mirando a Dios. Ustedes están mirando a Jesús”.
La
soberbia de estos hombres, no solo se agranda cada vez más cuando se
autorrevelan como dioses, sino que además se sienten los intocables.
Cuando
alguien les cuestiona son capaces de desencadenar muerte al instante.
Algunos de ellos han declarado públicamente cosas como: “Hubiera querido
volar las cabezas de mis hediondos enemigos con una ametralladora del
Espíritu Santo”. Mientras que otros, a través de las redes sociales,
videos, escritos, y audio, se la pasan tratando de “estúpidos” “idiotas”
“ratas” y todo tipo de insultos a quienes los cuestionan, o no están de
acuerdo con las doctrinas de demonios que ellos predican.
Esas
infaustas declaraciones dejan al descubierto lo que hay en el corazón
de estos “ungidos intocables” de los tiempos finales.
La
teología del “yoísmo” o la autoestima, no es otra cosa sino la gran
exaltación del ego y la vieja seducción de Satanás (Isaías 14:12-15;
Génesis 3:1-5).
El mercatilismo dentro de la iglesia.
En
el tiempo del papa católico romano León X (siglo XVI), un tosco y
carnal monje: Juan Tetzel fue el hábil mercader en la venta de
indulgencias para absoluciones especiales a fin de evitar el castigo por
el pecado en el purgatorio. Su pegajosa rima decía: “Tan pronto como la
moneda en el cofre suena, el alma saltando sale del purgatorio sin
pena”.
Hoy,
los mercaderes de la mal llamada Teología de la Prosperidad, quienes al
parecer tienen el espíritu de Tetzel, también riman de esta manera: “Si
tienes una necesidad, una semilla tienes que plantar”, “la semilla de
la dádiva es la semilla de la fe” o cosas similares a estas.
Plantar
una semilla (para ellos, no para la Biblia) es sinónimo de “envíame tu
dinero”. Con esta fórmula prometen recompensas centuplicadas, y por
supuesto, son ellos los únicos que se enriquecen a costa de la
ignorancia bíblica de los que les creen. Muchos de estos predicadores ya
han amasado millonarias fortunas, como por ejemplo: La famosa Cadena
televisiva de Costa Rica, conocida por todos como “el canal de los
pactos”, donde le dicen que para recibir la sanidad de Dios para su
vida, o cualquier otra cosa que usted necesite o desee, deben hacer un
pacto de dinero con Dios, enviándoles a ellos dicho pacto, para de esta
manera, lograr sembrar en el reino.
Si
usted es uno de los que les cree y le envía su dinero, permítame que le
cite unos versículos que echan por tierra todas sus falsas doctrinas:
“El sembrador es el que siembra la palabra” (Marcos 4:14) "Porque los
que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son
del Espíritu, en las cosas del Espíritu." (Romanos 8:5) "Porque la raíz
de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo
algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores." (1
Timoteo 6:10) "Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como
habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente
herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo
sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus
disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será
blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras
fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda,
y su perdición no se duerme." (2 Pedro 2:1-3)
Su
método de recaudar dinero ha sido motivo de una enérgica protesta
presentada por la Federación de Asociaciones Bautistas, y la Unión
Nacional de Iglesias Bautistas de Costa Rica. Pero lo peor de todo esto,
es la gran cantidad de personas que creen en lo que estos falsos
ministros de Dios enseñan, y les envían su dinero a “ellos” (no a Dios)
sin darse cuenta de tan grande estafa.
El negocio de la música cristiana dentro de la iglesia.
La
perversión y la apostasía que hoy en día existe en la música cristiana,
es una de las áreas en la cual es más evidente cada día la conspiración
contra Cristo y su Iglesia. Satanás está haciendo grandes estragos de
manera especial con la juventud. Este hermoso arte que se originó en el
Cielo, en la Tierra ha sido pervertido de manera espantosa, por aquél
que se rebeló en contra de su Creador.
Esta
música corrompida, ha penetrado en la Iglesia con tal fuerza, que ha
roto todas las barreras de lo sagrado, de lo espiritual y la moralmente
bíblico.
Las
instituciones eclesiásticas, ministerios y cristianos que se consideran
exitosos, han adoptan los métodos mundanos de mercadeo para vender su
música, no sólo a la Iglesia, sino al mundo mismo.
Uno
de los cantantes cristianos más famosos dijo: “No tenemos nada que
pedir, ni envidiar al mundo, ya que hoy en día estamos en el mismo nivel
de igualdad”. Ahora la pregunta es: En que parte de la Biblia está
escrito que debemos competir o estar a la altura del mundo…?
Todas
las grandes estrategias, utilizadas en el mundo para hacer negocio y
mercadotecnia, el diablo las está explotando dentro de la iglesia,
ayudado de quienes dicen ser ministros del Señor, desviando a jóvenes,
niños y adultos, tras un grupo selecto de elite, y vip, de la farandula
cristiana.
Grupos
juveniles roqueros o reguetoneros, hoy están liderando en las iglesias,
gracias al gran estímulo que sus líderes les brindan, a través de los
aplausos y premiaciones que reciben.
Los
propulsores de esta música pervertida y corrupta, totalmente carente de
santidad, que la componen, la fomentan y la comercializan, son cada dia
mas, y todos ellos han sido seducidos por las presentaciones en mega
auditorios, premiaciones, reconocimiento, fama y dinero.
Un
ejemplo concreto es el Premio Arpa, organizado por la Academia Nacional
de la Música y las Artes Cristianas, en donde se premia a lo mejor de
la música “cristiana” Este premio solo fomenta la competencia entre
cristianos, buscando cada uno de ellos se “el mejor” el más reconocido,
el más famoso, y quien mas cd’s venda.
John
MacArthur, pastor, maestro y escritor norteamericano, hace un profundo
análisis de la situación de la Iglesia en su libro “Avergonzados del
Evangelio” y dice: “Cuando la Iglesia va cuesta abajo, significa que
multitudes de individuos se encuentran al mismo tiempo en declive
espiritual”
Doctrina falsa y mundanalidad, son cosas, que de estar presentes en la Iglesia, infectan a todos los miembros del cuerpo.
La
filosofía contemporánea del ministerio, se ha envanecido por su apego a
normas mundanas del éxito. Las iglesias que hoy en día se consideran
exitosas, son grandes tanto en número de asistentes como en
instalaciones costosas. Pero los criterios externos tales como
propiedades, números, dinero o acogida del mundo, nunca han sido la
medida bíblica del éxito en el ministerio.
No
es propiedad, poder, preeminencia, popularidad o cualquiera otro
parámetro mundano el verdadero significado de éxito, sino que el éxito
real, es hacer la voluntad de Dios sin importar las consecuencias.
El
ministerio cristiano se ha enlazado con la filosofía del mercadeo y la
revolución que hoy en día se está viviendo dentro de la iglesia, ha sido
la prole monstruosa de tal unión.
El
argumento racionalista y mundano de estos tiempos para predicar la
palabra es: “Uno tiene que presentarles la religión de una manera
creativa y visual”.
Según
esta premisa pragmática, todo es considerado apropiado: clásicos de
rock and roll, rock pesado, rap, música bailable y discoteca, comedia,
payasos, mimos y hasta actos de magia son cosas que se han convertido en
parte del repertorio ministerial evangélico”
Para la gran mayoría, “Las personas son soberanas, y no el mensaje”
En
estos últimos tiempos, las iglesias del mundo entero prefieren ofrecer
entretenimiento y diversión, en lugar de estudio de la Biblia, y sana
doctrina, mostrando como una verdad irrefutable, que prefieren tomar en
cuenta los números y las cantidades de los congregantes, en lugar de a
los fieles que han nacido de nuevo, y que buscan la santidad de Dios
para sus vidas. Puede que todo esto sea Cristiandad en expansión, pero
no cristianismo en transformación. En muchos sentidos, la expansión de
la Cristiandad, se ha dado a costa de la pureza del Evangelio y del
orden y la vida de verdaderos cristianos.
La
Iglesia ha quedado infestada de creencias y prácticas paganas, y su
teología se caracteriza por el sincretismo. Grandes cantidades de
población, han aceptado una mezcla peligrosa entre Cristianismo y
paganismo
Por
estos días, muchos de los que se hacen llamar apóstoles o profetas,
pregonan que la Iglesia está disfrutando de un gran avivamiento
espiritual; pero por lo que sentimos, y nuestros ojos ven, es más bien
una Iglesia que se encuentra en una desastrosa y temible mundanalidad.
Pero como siempre decimos: no es lo que creamos, pensemos, imaginemos o
veamos lo que cuenta, sino lo que dice la palabra de Dios, y lo que en
ella está escrito para estos tiempos es lo siguiente: "Yo conozco tus
obras, que ni eres frío ni caliente. !!Ojalá fueses frío o caliente!
Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi
boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna
cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable,
pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro
refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para
vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus
ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que
amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete" (Apocalipsis 3:15-19)
Que debe hacer la verdadera iglesia de Cristo.
Ahora,
ante todos estos claros y visibles hechos de apostasía que hemos
mencionado, la pregunta es: Qué vamos hacer los cristianos, que por la
gracia y misericordia de Dios percibimos esta lamentable situación…?
¿Cuál es el rol de la Iglesia fiel, frente a esta real apostasía…?
Las
Sagradas Escrituras, como revelación de Dios, han de ser siempre la
autoridad suprema de fe y conducta. Ante el afán desleal y osado de los
apóstatas por restarle autoridad, la Iglesia fiel ha de mantenerse firme
en su defensa (Judas 3).
Ante
la terrible tergiversación de la Biblia por los liberales y “ungidos de
estos dias” es ineludible que la Iglesia se mantenga asida de la
Palabra de Vida (Filipenses 2:16), prestando toda la atención debida a
la exhortación del apóstol Pedro cuando dice: “Tenemos la palabra
profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una
antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el
lucero de la mañana salga en vuestros corazones” (2 Pedro 1:19). Y al
apóstol Pablo cuando dice: “Toda la Escritura, es inspirada por Dios, y
útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra” (2 Tesalonicenses 3:16-17).
Guiada
por la Palabra de Dios, la Iglesia fiel puede advertir y rescatar, tal
como nos exhorta Judas: “A algunos que dudan, convencedlos. A otros
salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con
temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne” (Judas 22,
23).
La
Iglesia, para cumplir su rol evangelizador, edificador y de defensa,
tiene que depender totalmente del poder del Espíritu Santo y la
autoridad de la Palabra de Dios. Sus ministros jamás deben inclinarse
por el uso de las fórmulas de la “mercadotecnia” que hoy están de moda, y
la oferta de un “evangelio fácil y barato”. “El Evangelio es poder de
Dios para salvación” (Romanos 1:16) y no necesita de ninguna estrategia
carnal para su efectividad. “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi
Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Zacarías 4:6).
Después
de todo, el “poder de Dios para salvación” no está en nuestras
anécdotas, aplicaciones, fórmulas, chistes, títulos llamativos,
bosquejos ingeniosos u otros dispositivos que inventemos, sino que es un
Evangelio eterno”. El Evangelio, en el sentido en que Pablo y los
apóstoles emplearon la palabra, incluye toda la verdad revelada acerca
de Cristo (Romanos 1:1-6; 1 Corintios 15:3-11) Por lo tanto, el rol de
la Iglesia Fiel es predicar todo el consejo de Dios (Hechos 20:27).
La
Iglesia del Señor, está compuesta por todos los que han sido
regenerados por el Espíritu Santo, ya que solo los que han nacido de
nuevo, llegan a ser verdaderos hijos de Dios, y de éstos Cristo dice:
“Vosotros sois la sal de la tierra y la luz del mundo” (Mateo 5:13-16).
La
Iglesia fue colocada en el mundo para desempeñar un rol doble: Como sal
para detener el proceso de descomposición social, y como luz para
deshacer las tinieblas.
Ser
sal en la tierra significa que debemos ser sinceros, francos y
valientes predicando contra el mal. El reformador Martín Lutero decía:
“La sal arde. Aunque ellos nos critiquen…”. Cristo dijo “Vosotros sois
la sal”. Él no dijo vosotros sois el caramelo o la miel del mundo. La
sal arde, porque la vida y el mensaje que la Iglesia predica, siempre
está contrapuesto con la filosofía carnal de esta sociedad.
La
Iglesia como luz, significa que nuestras obras son conocidas por la
sociedad, Cristo dijo que sus discípulos serían reconocidos por sus
“buenas obras”, esto es claro que es una expresión que generaliza todas y
cualquier manifestación externa y visible de la fe cristiana.
Cristo
dijo: “Vosotros sois la luz del mundo”. Él no dijo: Vosotros sois
antorchas humeantes o luces de bengala. Los cristianos somos puestos
para brillar como luminares en el mundo, en medio de una generación
maligna. Los cristianos debemos ser como Juan Bautista que era “antorcha
que ardía y alumbraba” (Juan 5:35).
El
rol de la Iglesia Fiel es ser sal y luz en cualquier tiempo, lugar y
circunstancia. Es su ineludible responsabilidad y es su gran privilegio.
La
apostasía, en estos días, está alcanzando dimensiones alarmantes, la
Iglesia profesante ha caído víctima del sopor maligno del engaño de
Satanás. Está dormitando, no percibe ni se da cuenta de su trágica
situación. Sus líderes se precian de ser los “conquistadores de este
mundo”, y por la algarabía de un avivamiento falso no perciben las
maniobras del diablo en la conformación de la súper iglesia mundial del
Anticristo.
El
sincretismo religioso avanza vertiginosamente mezclando la verdad
bíblicamente revelada con las distintas tesis y prácticas de religiones
paganas, en aras de una gran unidad ecuménica.
Las
doctrinas místicas de la Nueva Era han sido tan bien recibidas por los
maestros de la fe, que lo enseñan y predican con cálido “fervor
cristiano”.
El
pragmatismo relativista está haciendo tabla rasa de todos los
principios morales y espirituales y se acepta sus avances como
“modernidad cristiana”, como “juvenilización” de la Iglesia.
El
ocultismo dejó de serlo como tal y ahora se le ve de cuerpo entero en
todas sus manifestaciones, formas y matices. Ahora hay tanta hechicería
en la Iglesia como nunca antes.
La
idolatría y el mercantilismo religioso, con un evangelio falso de
“éxito y prosperidad” o “salud y riqueza”, hacen una buena mezcla para
engrosar el ego y multiplicar la fortuna de sus propulsores.
La
llamada “música cristiana contemporánea” es tan pervertida y profana
que hasta el mismo diablo es invocado en algunas canciones de moda, de
manera subliminal e imperceptible.
En
fin, la iglesia formalista y nominal no necesita los moldes de este
mundo porque ya los tiene todos y puede vivir como quiera según la
carne; pero la pregunta es ¿bajo qué autoridad y sirviendo a qué dios…?
La
Iglesia Fiel está frente a una gran apostasía. Es una realidad
insoslayable. Es mucho más de lo que se ve y se dice; aquí se ha dicho
sólo algunos tópicos, pero según las Sagradas Escrituras, sabemos que
esta situación irá cada vez de mal en peor, antes que pueda tener lugar
el arrebatamiento de la Iglesia fiel (2 Tesalonicenses 2:3-6).
Entretanto
que este suceso ocurra, la Iglesia de Cristo tiene que seguir
predicando sin descanso y combatiendo con denuedo (Judas 3).
Tiene
que asumir su rol (Filipenses 1:27), depender de Dios, y guiada por la
verdad bíblica, vivir separada del pecado, consecuentemente con lo que
predica. (2 Corintios 6:14-7:1).
“Yo
conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta,
la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has
guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. Por cuanto has guardado
la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la
prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que
moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes,
para que ninguno tome tu corona. Al que venciere, yo lo haré columna en
el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él
el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva
Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo” (Apocalipsis 3:8, 10-12).
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