“También debes saber esto: que en los postreros días
vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí
mismos... que tendrán apariencia de piedad, pero
negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2 Timoteo 3:
1, 2, 5)
***
Dirigiéndose a los fariseos y escribas, Jesús les increpó,
diciendo: “Hipócritas, bien profetizó de vosotros
Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos
de mí... Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los
fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra? Pero respondiendo
Él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada.
Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos
caerán en el hoyo” (Mateo 15: 7, 8, 12-14)
Jesús ofendió. Dios Hombre ofendió. Jesús es la Verdad, y la
verdad ofende a aquel que no anda conforme a ella. Jesús nos dio su mismo
ejemplo; así debemos andar los que somos de Él (1 Jn. 2: 6). Si a la postre
ofendemos con la verdad, agradamos al que es la Verdad, y todo ello, siempre en
el contexto del amor.
Amor sin verdad, es engaño.El andar de Cristo no es agradable en lo natural, pero es necesario. Todo aquel que quiera andar como Él anduvo, ofenderá a muchos, porque la misma esencia de la verdad es necesaria, pero es sumamente hiriente y molesta para los que la esquivan o eluden.
“La reconvención es molesta al que deja el camino; y el
que aborrece la corrección morirá” (Proverbios 15: 10)
Todo ofendido impenitente, es como planta que el Padre no plantó, y
que será desarraigada en su momento. Hermanos, más que nunca antes se hace necesario ser sal y luz, porque Él está ya a las puertas, y recordemos que viene a por una iglesia preparada... la iglesia – o asamblea – que esté andando en la luz de la verdad, que es Él mismo; no otra.
Entonces, ¡seamos sal y luz!
Es impresionante la manera como muchos conceptos de la Nueva Era se han introducido de forma tan subrepticia, y poquito a poco en el seno eclesial de un tiempo a esta parte, y muchos son los que no se han dado todavía cuenta de ello, y peor aún, los han adoptado incluso creyendo que son un don de Dios, ¡dando gracias a Dios por ello!
Lo que está envolviendo a la Iglesia de hoy en día, no es solamente la mera inmoralidad, “sino una forma aún más seductora y destructiva de mundanalidad: el cultivo de poderes ocultos atribuibles al potencial humano y su mal concomitante: la idolátrica deificación del yo” (énfasis nuestro) (1)
No es baladí el asunto, sino que obedece a una premisa muy bien diseñada y establecida; la de levantar la religión mundial del Nuevo Orden Mundial (New World Order), descrito en Ap. 13: 11ss. Dave Hunt, en su impecable libro “Más allá de la Seducción”, escribe así al respecto:
“El chamanismo de la Nueva Era que la sociedad secular ha
abrazado (especialmente sus formas hindú y budista), está seduciendo
poderosamente a la Iglesia... la unión del pseudo cristianismo con el
chamanismo es esencial para la formación de la venidera religión mundial del
Anticristo. Esto es sólo posible cuando, tal y como se tiende en la
actualidad, se descarta la sana doctrina bíblica para favorecer todo aquello
que “funcione”, y cuando la experiencia y la “nueva revelación” toman el puesto
de la Biblia” (énfasis nuestro) (2)
De forma absolutamente indubitable, esta amalgama de creencias y prácticas
ajenas a la Palabra de Dios, está de sobras ya en marcha, entre otras, por medio
de la creciente aceptación, promoción y práctica de las técnicas chamánicas
básicas descritas por los antropólogos: visualización, psicoterapia,
hipnoterapia, pensamiento positivo y confesión positiva (3)Como también dice Hunt, la imaginación está siendo más y más identificada con la revelación, y la visualización con la inspiración, aunque lo primero es iniciado por el hombre, y lo segundo por Dios (4)
De ese modo, ¡El engaño está servido en bandeja de plata!
“La Nueva Era (New Age), tiene muchos y
diferentes disfraces para poder llegar a todos, incluso a los verdaderos
cristianos. ¡Abramos bien nuestros ojos!”
Realmente se está cumpliendo a cabalidad el dicho divino: “El simple todo lo cree...” (Prov. 14: 15), a
diferencia del avisado, que ve el mal, y se aparta (Prov. 27: 12). Por todo
ello, es preciso “herir al escarnecedor, para que el
simple se haga avisado...” (Prov. 19: 25), que en este caso
significará colocar en la palestra todo lo que algunos pretendidos, y a todas
luces falsos maestros, enseñan como verdad de Dios, y a ellos mismos, aun y
lamentando la incomprensión y enfado de sus engañados correligionarios. La
defensa de la fe es una prerrogativa que está muy por encima de algunas humanas
consideraciones. El pueblo de Dios debe apartarse de todo aquello que Dios aborrece. El Señor no quiere que su pueblo sea destruido, por falta de conocimiento (Oseas 4: 6) como ocurrió tantas veces a lo largo de la historia. Ahora que ya estamos al final de los días, previos al Milenio, es preciso más que nunca, que la Iglesia se despoje de todo peso y del pecado que la asedia (He. 12: 1), dejando ya de una vez el ser como niños fluctuantes, llevados por doquier de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres, que para engañar emplean con astucia las artimañas del error (Ef. 4: 14)
Esos falsos maestros, utilizan, y no cabe mejor expresión que esta, la Biblia para expandir sus nocivas enseñanzas, pretendiendo encontrar en el Libro Santo el apoyo necesario para sus ardides y meros engaños, y así encantar o seducir a sus seguidores.
1. ¿Abraham visualizó?
Una de tantas espurias acciones espirituales que astutamente nos presentan como bíblicas es la visualización, y como no podía ser menos, apuntan bastante arriba, utilizando como presunto ejemplo a personajes insignes de la Biblia; en este caso al mismo Abraham, el padre de la fe.
“Abraham tuvo que contemplar las estrellas del
cielo y la arena del mar para ver su
descendencia. Es importante que haga cuadros con imágenes y fotografías
de aquellas cosas que anhela conquistar (espirituales, personales, familiares,
ministeriales y laborales), colóquelos en un fólder y ore por ellos a diario;
pues ver es poseer." (5) (énfasis nuestro)
¿Fue eso así con Abraham?... Antes veamos esa aludida escritura:
“Y [Dios] lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los
cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será
tu descendencia” (Génesis 15: 5)
No, no fue así como dice Claudia de Castellanos, sino todo lo contrario.
Abraham no contempló las estrellas para ver su descendencia, eso hubiera sido un
acto de hechicería. Tampoco las contó. El Señor le dijo que levantara su mirada
al cielo, a ver si las podía contar. De hecho, no pudo contarlas de
tantas que son, y esa fue la intención del Altísimo. Fue el ejemplo que le dio
el Señor, para hacerle entender que su descendencia sería asimismo incontable.
Extrapolar eso y llevarlo a cuestiones metafísicas es un pecado que a todas
luces conlleva una preclara y perversa intencionalidad, del cual muchos tendrán
que dar cuenta un día si no se arrepienten antes.El mismo apóstol Pablo en su epístola a los Romanos aclara todo ello, cuando dice:
“El [Abraham] creyó en esperanza contra esperanza, para
llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así
será tu descendencia” (Romanos 4: 18)
Abraham no vio, Abraham
CREYÓ. La Biblia nos enseña que no andamos por vista,
sino por fe: “porque por fe andamos, no por
vista” (2 Corintios 5: 7)La enseñanza en cuanto a Abraham, no es en cuanto a ver, es decir “visualizar”, sino a creerle a Dios, incluso y cuando en lo natural o meramente humano, es imposible que pueda llegar a producirse, en este caso, el milagro de la descendencia que llegó a recibir a causa de su FE, la cual fue también un don de Dios.
“Dios no le pidió un imposible a Abraham: que
debía contar las estrellas, sino que Le creyera cuando le dijo que en tal número
incontable sería su descendencia”
2. De regreso al paganismo
idolátricoVolvemos al texto anterior de la Castellanos para seguir analizándolo de cerca. Como ya vimos, ella escribe:
“...Es importante que haga cuadros con
imágenes y fotografías de aquellas cosas que
anhela conquistar (espirituales,
personales, familiares, ministeriales y laborales), colóquelos en un
fólder y ore por ellos a diario; pues ver es
poseer." (6) (énfasis nuestro)
¡No tiene ningún desperdicio la enseñanza de Claudia Rodríguez de
Castellanos! Requeriría yo de varios folios para argumentar minuciosamente sobre
lo que escribe, pero para no cansar al sufrido lector, me esforzaré en resumir
el asunto todo lo que pueda – cosa nada fácil, dadas las circunstancias.Sin ambages, la enseñanza de la Castellanos aquí, es absolutamente herética. Jamás ni el Señor, ni sus apóstoles, y menos todavía los profetas del A.T. enseñaron lo que esta mujer enseña, sino diametralmente todo lo contrario.
Para Israel, el hacerse imágenes de los objetos terrenales o celestiales, le era abominación, porque tal mandamiento había recibido de Dios:
“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté
arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la
tierra” (Éxodo 20: 4)
Para los primeros cristianos, y para los verdaderos de hoy en día, conlleva
la misma premisa. Leemos en 1 Corintios 10: 14; “Por tanto, amados míos, huid de la
idolatría”- Ver también – 1 Pedro
4: 3; Gálatas 5: 20; 1 Juan 4: 21, etc.El apóstol Pablo nos encarga que huyamos de la idolatría, y en cambio, la Castellanos nos encarga todo lo contrario: que hagamos “cuadros con imágenes...”...
Alguno podría aquí interrumpirme, diciendo que no es la intención de nadie el hacer ídolos de las cosas, sino sólo el mediar para conseguirlas; pero eso mismo sería también idolatría. La buena intención aquí, no es suficiente. La Biblia es clara al respecto, prestemos atención. Leemos en Colosenses 3: 5;
“Haced morir, pues, lo terrenal en
vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas,
malos deseos y avaricia, que es
idolatría” (énfasis nuestro)
En la dirección opuesta a la de la Castellanos, la Biblia nos exhorta a hacer
morir todo lo que es terrenal en nosotros. De esa lista que da ese versículo,
uno de los puntos es acerca de los “malos deseos” y la “avaricia”, y la señala
como idolatría. La cuestión es simple. Si uno eleva a los altares de la
carne de su corazón cualquier cosa que desea, buscando a ultranza conseguirla,
tal como en definitiva enseña Claudia – lea bien lo que ella escribe – está
haciendo todo lo contrario a lo que ese versículo que hemos leído nos enseña.
Lejos de hacer morir lo terrenal, lo está avivando en su corazón, hace que
crezca el deseo y la codicia de esas cosas, que aunque puedan ser legítimas
per se, se transforman en ilegítimas, al llegar a ser objeto de culto.
Ahora son malos deseos, porque se han transformado en objetos
codiciables, y por lo tanto, en ídolos sumergidos en la avaricia.Por lo tanto, la simple “mediación” para conseguir lo que se desea, tal y como propone la Castellanos, es meramente un proceso pagano e idolátrico. Es paganismo, por cuanto invita a la persona a ser un dios, por cuanto en sí misma, la persona pretende tener el control; y es idolatría, por cuanto de ese modo, transforma los objetos de su deseo, en meros ídolos.
Pero la oferta de soluciones fantásticas es cada vez mayor, conforme nos vamos acercando al fin de esta dispensación de la gracia y la verdad (Mt. 24: 11, 12), y si alguien nos ofrece una técnica garantizada para recibir respuestas por medio de visualización o de pensar o hablar “positivamente”, muchos cristianos están demasiado dispuestos a comprar el paquete, olvidando que esto, lo que en realidad hace, es transformar a Dios en un genio mágico a su servicio, cuando “frotan” la lámpara. (7)
“Claudia Rodríguez de Castellanos”
¿Ver es poseer?Claudia Rodríguez de Castellanos lanza un statement, es decir, una sentencia; y bien seria. Dice: “ver es poseer”. El psicólogo secular Orison S. Marden, escribió un libro que llegó a ser un best-seller, titulado “Querer es poder”; la misma sentencia que la Castellanos, o de su marido, César Castellanos con: “Sueña y ganarás el Mundo”:
Ver, querer, soñar...son todos ellos actos humanos, que en este caso son elevados a la categoría de lo divino, ya que se usan como medios para conseguir lo que se quiere, es decir, lo que es según la mera voluntad humana. Todo ello viene a ser un acto de deificación del hombre, en otras palabras, la soberbia del mismo puesta en acción.
Meditemos despacio. Según la Castellanos, ¿Querrá decir que todo lo que veamos, es decir, lo que deseemos ver, lo vamos a obtener? Desde luego, si queremos ser cristianos verdaderos, no. Pero, analicemos bien este asunto:
Efectivamente, Eva vio el fruto que Dios le prohibió, y lo llegó a poseer, pero con esa acción egocéntrica, se condenó a sí misma y al resto de la humanidad.
El diablo está muy interesado en darle a usted, todo aquello que ante sus ojos es deseable. Dios obra de un modo contrario, pero no olvide que el diablo le odia a usted, mientras que Dios le ama, esa es la abismal diferencia.
Alguno diría aquí - ¡un momento, ¿es que Dios no nos quiere dar las cosas que deseamos? – La respuesta es: ¡No siempre!; y desde luego, jamás nos las dará por el método expuesto por la Castellanos, o similares.
¡Piensen con la mente de Cristo!: ¿Qué ocurre si “elevamos a los altares de nuestro corazón por medio de nuestra visualización y de nuestra confesión, etc.” algo o mucho que, Dios en definitiva, no nos quiera dar? ¿No estaremos actuando en rebelión pretendiendo conseguir algo que a la postre, ha venido a ser ilegítimo para nosotros al prohibirlo Dios? ¿No nos estaremos de ese modo oponiendo al Señor?
Como cristianos, ¿Depende de nuestro deseo, visualización y confesión que podamos obtener las cosas que llegamos a anhelar, o más bien depende de que Dios nos la de, si Él quiere, cuando sola y simplemente se las pedimos? (ver Lc. 11: 9)
¿Es Dios, Dios, o lo somos nosotros?
Que quede claro: Ver NO es poseer, si es que no deseamos emular al Señor.
La enseñanza de la Castellanos, lo quiera o no, es una invitación a “ser como Dios” (Gn. 3: 5), ya que todo lo que queramos conseguir – o conquistar como ella dice - parte de nuestro supuesto, y desde luego inexistente, esfuerzo creador, a través de visualizar y confesar etc. como hacen los chamanes, y así enseñan a sus seguidores. Esta no es más que enseñanza de la anti cristiana Nueva Era.
Otra vez, se nos ha colado el diablo en la escena eclesial, esta vez vestido de “ángel de luz”, y no nos hemos percatado...y con eso me estoy refiriendo en mayor medida a toda esa espuria enseñanza, de la cual fue ineludible precursor el famoso y ocultista Conde de Saint Germain.
“Portada del libro de Claudia Rodríguez de
Castellanos; “La mujer en el ministerio”
3. El Conde de Saint GermainNi César Castellanos ni su mujer, Claudia Rodríguez de Castellanos aportan nada sensacional ni diferente acerca de conceptos de la metafísica, y en concreto, en cuanto a la manida visualización. Tal cuestión no es novedosa, siendo como es, un concepto budista, por tanto orientalista, muy antiguo; y tan antiguo como ilícito ante Dios.
Ya en el siglo XVIII, el Conde de Saint Germain, elevado por los ocultistas al rango de maestro ascendido, enseñaba abiertamente, siguiendo la dirección de sus espíritus guías (es decir, demonios), dicha cuestión.
El Conde de Saint Germain, el cual se llamó también en algún tiempo, conde de Surmont, y posteriormente, marqués de Monferrat, y general Welldone, fue sin duda, uno de los personajes más controvertidos y polémicos de la historia.
De lo poco que se sabe de su vida - a ciencia cierta - es que nació el 26 de mayo de 1696 en un castillo de los Montes Cárpatos, y que murió el 27 de febrero de 1784 en Eckenförde, Alemania.
“Retrato del histórico Conde de Saint
Germain”
“Efigie del Conde de Saint Germain, como lo
ven los ocultistas”
Este hombre embaucador, mago, estafador, ocultista, alquimista, metafísico y
definitivamente satanista, es en la actualidad sumamente venerado por muchos
seguidores y adherentes de la Nueva Era, teniéndole como un verdadero maestro
ascendido. Extraído de su libro “El libro de oro del Conde de Saint Germain”, este farsante y ocultista del siglo XVIII enseña del siguiente modo acerca de la visualización. Leemos así:
“La verdadera visualización (la imaginación) es un Don, un
atributo de Dios, y el Poder de la Visión obrando en la Inteligencia (espíritu)
del hombre. Cuando se representa en la mente consciente un deseo que se quiere
ver realizado, se emplea uno de los más poderosos medios que hayan sido dados al
hombre para hacer que se cumpla su deseo en su visible y
tangible realidad... Quiero daros un ejercicio por el que podéis
desarrollar conscientemente, controlar y dirigir vuestras visualizaciones con el
propósito de una realización determinada. Hay varias fases en este
método que cada estudiante puede emplear en todo tiempo y lugar. Este
procedimiento lleva a tangibles y visibles resultados cuando se aplica realmente
bien: La primera fase es la de fijarse, establecerse de una forma determinada
sobre un plan claramente definido o un deseo a realizar...”
(énfasis nuestro) (8)
Que el Conde de Saint Germain enseñe de ese modo, no nos tiene que
extrañar, ya que fue un hombre de lo oculto; pero lo que nos deja absolutamente
perplejos y sin palabras es que una persona que se confiesa evangélica, escriba
exactamente lo mismo, y todavía con más detalles. Claudia Rodríguez de
Castellanos, dice así:
“De acuerdo con lo que crea, visualice y
confiese, ese será el resultado de lo que obtenga”
(énfasis nuestro) (9).
“Octogon Mistic”, un centro ocultista espiritualista de la
Nueva Era, que trata sobre metafísica, reencarnación, cristales, reiki,
numerología, visualización, etc. enseña del siguiente modo sobre esta última:
“La visualización creativa es un proceso de formación de
imágenes o pensamientos, realizado de forma consciente, y que luego serán
trasmitidos a nuestras actitudes en forma de señales o mandatos”
(10)
Todo ello es exactamente lo que enseñan los Castellanos, que se dicen
pastores evangélicos; ¿cómo puede esto ser así? Así pues, de igual manera que enseñan los maestros de la Nueva Era como Saint Germain, Claudia Castellanos, una persona que de boca confiesa a Cristo, nos está diciendo que todo lo que lleguemos a obtener, va a depender de visualizarlo y confesarlo. En cambio mi Biblia me dice otra cosa:
“Y Yo os digo: Pedid y se os dará”
(Lucas 11: 9)
No dice que yo pueda conseguir y obtener las cosas por mí mismo como si yo
fuera el proveedor, sino que Dios es mi Proveedor, y no la supuesta y sin
paliativos, falsa fuerza de mi visión, o inexistente poder de
mi boca. La Biblia es demasiado clara para que entremos en discusión alguna acerca de estas cuestiones:
“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende
de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni
sombra de variación” (Santiago 1: 17)
“La bendición de Jehová es la que
enriquece, y no añade tristeza con ella” (Proverbios 10: 22)
Todo lo que es bueno es de Dios, y es Dios quien lo da, cuando y como Él
quiere; no lo traemos nosotros, a través de alguna fuerza extraña que podamos
canalizar a través de visualización o confesión
algunas. No provocamos nosotros el milagro, como enseña también César
Castellanos. (11)
“Una de las portadas del “Libro de oro del
Conde de Saint Germain”
Como el Conde de Saint Germain, así enseña Claudia de Castellanos
en este casoPero todavía más lejos Claudia Castellanos, dando mayores detalles y argumentos, en ese su mismo libro, en el cual escribe también:
“En este momento cierre sus ojos físicos y abra
los espirituales y visualice el milagro que necesita:
Vea que su jefe le asciende en el puesto, vea que va al banco y que allí
descubre que le aumentaron el sueldo, vea que recibe un trabajo mejor, vea que
paga todas sus deudas; visualícese sana, véase libre, vea que su familia va con
usted a la iglesia... ¡vea el milagro que necesita! La visualización es
muy importante. Es imprescindible que esa imagen clara ruede en su
mente, porque eso ayudará a su fe. Esto es algo que debe hacer todos los
días.” (énfasis nuestro) (12)
Analicemos bien de cerca todo este pasaje, que no tiene desperdicio. Desde
luego, si no supiéramos que Claudia de Castellanos dice ser evangélica, jamás lo
hubiéramos sabido por la lectura de ese párrafo, sino todo lo contrario. Bien se
muestra como una maestra más de la metafísica, comúnmente llamada en estos días,
Nueva Era (New Age).¿De qué ojos espirituales nos habla?
Tan fácilmente damos por sentado que lo que nos enseñan es verdadero, que no prestamos la suficiente atención. ¿Qué eso de “abrir los ojos espirituales” que dice la Castellanos? La expresión que encontramos en la Biblia más aproximada a esa, en cuanto a lo espiritual, es “abrir los ojos”, pero curiosamente, siempre es Dios quien lo hizo, de forma soberana, y nadie más; siempre en el contexto del Antiguo Testamento. Veámoslo:
“Entonces Dios le abrió los ojos, y vio
una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber al
muchacho” (Génesis 21: 19)
“Entonces Jehová abrió los ojos de
Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada
desnuda en su mano...” (Números 22: 31)
“Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus
ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y
miró...” (2 Reyes 6: 17)
“Y cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: Jehová,
abre los ojos de éstos, para que vean. Y Jehová abrió sus ojos,
y miraron...” (2 Reyes 6: 20)
¡¡Ningún cristiano puede abrir sus ojos espirituales!! El
ver o entrar en el mundo espiritual, sólo lo hacen los brujos
y satanistas. Es un acto de brujería como tal.El abrir los “ojos espirituales”, no nos hace sino recordar las palabras del propio Satanás, cuando en forma de serpiente le aseguró a Eva lo siguiente: “... el día que comáis de él – refiriéndose al fruto prohibido por Dios - serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” (Génesis 3: 5)
Todo ello, no es sino toda una invitación a controlar y dominar en lugar de Dios los entresijos de nuestra vida, y más allá. Es chamanismo; una invitación preclara a la rebelión. Es lo que los espiritistas y brujos quieren: poder, controlar y dominar.
La imaginación y la visualización
Parte del proceso de visualizar, consiste en imaginar. La imaginación en sí, no es mala, como don de Dios que es, y por tanto, implícita en nuestra humanidad. La imaginación es el ejercicio de abstracción de la realidad actual, que, usándola como es debido, nos ayuda a dar solución a cuestiones que debieran aclararse en nuestra mente; a plantear y resolver problemas, ayudándonos a pensar; en definitiva, a comprender mejor lo que nos rodea. Bien usada, es inferencia, y como simple juego o diversión, es fantasía.
Sin pretender aquí hacer un estudio exhaustivo sobre la imaginación, lo que sí podemos contundentemente declarar, es que tal don de Dios, no puede ni debe ser mal usado.
No debemos utilizar nuestra imaginación para proyectar un deseo que quisiéramos que se cumpliera, y pretender conseguirlo por ese medio, a través de ningún ritual de confesión, etc. Esa es una acción supersticiosa, por la cual el enemigo toma mucha ventaja.
Si alguno llega a conseguir por ese procedimiento “el milagro que necesita” – como dice la Castellanos - que no le quepa duda que lo habrá conseguido por el esfuerzo, no de su visualización o por el estilo, sino por el de los demonios, los cuales están más que encantados de poder engañar de este modo, principalmente a los verdaderos cristianos.
“Orar es lo que el cristiano debe hacer en
todo tiempo – 1 Ts. 5: 17 - rechazando toda propuesta egocéntrica, como la
visualización”
¿Orar o visualizar?La de Claudia Rodríguez de Castellanos, es en definitiva una invitación a dejar de orar al Padre para encerrarse en uno mismo, y pretendiendo “ayudar a la fe”, el hacer crecer cada vez más los codiciados deseos personales, los cuales, conforme se repite una y otra vez ese proceso de visualización, van siendo cada vez más objeto del deseo del que así hace.
Es una trampa.
Ineludiblemente, en cuanto a lo que estamos exponiendo, lo que enseñaba el Conde de Saint Germain, que no era siquiera ese su verdadero nombre, es lo que Claudia y César Castellanos enseñan también, y eso choca de pleno con la enseñanza de la Palabra, la cual nos insta a creerle a Dios, sin más, y esperar en Él (Is. 8: 17).
Contrariamente a lo que promulga Claudia de Castellanos, en cuanto a que hay que visualizartodos los días, la voluntad de Dios es que perseveremos en la oración. Ahora bien, la oración queda relegada a un segundo o tercer plano cuando el cristiano tiene que pararse a visualizar (no diferenciándose mucho de hecho de los yoghis que en actitud y postura inertes, se pasan horas meditando y visualizando)
Por practicar la visualización, lo que está ocurriendo es que muchos preciosos hermanos en todo el mundo están practicando magia blanca, y todavía no se han apercibido de ello. Suficientes datos hemos aportado ya en otros artículos en http://www.centrorey.org/
¡No visualice! ¡No cometa el pecado de realizar magia blanca, que es la visualización! ¡SÓLO CRÉALE A DIOS, y EL HARÁ!
“Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la
tierra, y te apacentarás de la verdad” (Salmo 37: 3)
4. Andando en el Espíritu y no en la
carneLa Biblia nos enseña clarísimamente a que debemos andar en el Espíritu, y no satisfacer los deseos de la carne (Gál. 5: 16). Andar en el Espíritu es andar en esta vida en obediencia a la voluntad del Padre, así como Cristo anduvo (1 Jn. 2: 6).
Los deseos de la carne que no hay que satisfacer en cuanto al cristiano, no son necesariamente deseos inmorales o ilegítimos, pero sí son deseos que parten de la propia opinión y entendimiento humanos, sin descartar los bien intencionados.
Pensemos de nuevo. Cuando uno de nosotros queremos algo, que en sí no es ilícito pero que no es la voluntad de Dios para nuestras vidas, o a través de nuestras vidas, eso, en la medida que sea, es carnal. Si buscamos el conseguirlo, ¿estamos andando entonces en el Espíritu? Obviamente, no; estamos intentando satisfacer los deseos de la carne. En este sentido, la Biblia sigue siendo indiscutiblemente clara:
“Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el
del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no
hagáis lo que quisiereis” (Gálatas 5: 17)
Reiteramos. Todo deseo que no provenga del Padre para nosotros, es carnal.
Los deseos nuestros, ¡cuántas veces no son en realidad deseos carnales! Por eso
es preciso esperar en el Señor una vez hemos orado y pedido, y no hacer nada por
nuestra propia cuenta, como visualizar, etc. Si resultaren de Dios, en
su tiempo Él nos lo dará, y si no, pues de eso que nos hemos librado.¿Sembrando para la carne o para el Espíritu?
Ahora bien, la visualización, promulgada por el Conde de Saint Germain, pretende conseguir lo que uno quiere, tal y como hemos leído arriba, y es exactamente lo mismo que enseñan los Castellanos en sus libros. No deja de ser eso una siembra, que en su tiempo habrá que segar (Gál. 6: 7), pero es una siembra para la carne, es decir, según su deseo, su intención, su entendimiento particular, y no según la perfecta voluntad de Dios, partiendo de la base de que Dios no quiere que intentemos conseguir las cosas – menos las Suyas – a través de procedimientos antibíblicos como la visualización, el soñar (que es lo mismo), y demás espurios procedimientos, que de alguna manera niegan la voluntad y soberanía de Dios y levantan al hombre como dios, que a la postre puede controlar y hasta pretendidamente “crear” con su palabra, simple palabra de hombre.
A la par, eso hace a la criatura que es el hombre, independiente de su Creador, en la medida en que supuestamente puede valerse exclusivamente por sí mismo, “creando” o destruyendo a su antojo y conforme a su propio sentido de lo bueno o de lo malo, por tanto, le constituye en pretendido juez de todas las cosas, en esa misma medida – de ahí el afán que tienen muchos de esos falsos ungidos en decretar juicios de maldición contra sus oponentes.
Recordemos que la Biblia nos enseña con total rotundidad que “el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna” (Gálatas 6: 8).
Insistimos en este punto. El sembrar para su carne es, entre otras acepciones, el obrar para que la voluntad de uno se haga, por encima de cualquier otra consideración, aún divina. El resultado es siempre, a la corta o a la larga: corrupción. La visualización es una herramienta para tal fin, se desee o no; se piense o no.
El que siembra para el Espíritu, no obstante, es el que busca siempre que Dios sea glorificado, porque sólo desea que Su voluntad sea hecha, aunque no siempre lo entienda, aunque él en primera instancia lo haría de otro modo (acordémonos de Pedro cuando le dice a Jesús que no fuera a la cruz). El que estrictamente vive para Dios, buscando el complacerle sólo a Él, conforme a Su voluntad expresada en Su Palabra, éste es el que siembra para el Espíritu. Este que así siembra en esta vida, segará vida eterna. Para eso, no hay nada que visualizar. La visualización sólo invita a hacerse tesoros aquí en la tierra.
“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el
orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan” (Mateo 6: 19)
“El andar en el Espíritu constituirá siempre
una siembra para el Espíritu, y ese es nuestro verdadero tesoro”
La visualización y la
apostasíaEscribe el pastor y apologista Joseph A. Holowaty en su artículo “Señales antes del fin”:
“La apostasía es otra de las señales características de los últimos días: “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía...” (2 Ts. 2: 3a). El cristianismo basado en experiencias está reemplazando a la Biblia como el estándar para la fe salvadora” (énfasis nuestro)(13)
Una de esas experiencias aludidas por Holowaty, es la visualización. La apostasía se produce también y de forma inequívoca, cuando el creyente llega a ser convencido de que en su mano está el cambiar las cosas, conseguirlas o destruirlas usando de su supuesto propio potencial, como la visualización, su visión, su pensamiento positivo – poder mental - , su confesión positiva, su actitud positiva, etc. etc. Al estar sembrando así para la carne, segando corrupción, se va produciendo imperceptiblemente en su vida un cambio de espíritu, siendo dirigido por “otro espíritu” (ver 2 Corintios 11: 4). Sin casi darse cuenta, se va creyendo dios de sí mismo – en la medida en que a través de esas espurias prácticas cree llevar el control de su vida y de lo que le rodea – y consecuentemente, parece ya no precisar de la guía del Señor.
Indicio muy claro de apostasía, resultado avanzado de andar en “otro espíritu”, es “cualquier intento de manipular la realidad (interna, externa, pasada, presente o futura) por varias técnicas de mente-sobre-materia que cubren la gama desde la alquimia y la astrología hasta el pensamiento positivo/posibilista.” (14)
Como el mismo autor de la anterior cita, Dave Hunt, también escribe:
“El ocultismo siempre ha envuelto tres
técnicas para cambiar y crear la realidad: pensar, hablar y
visualizar”. (énfasis nuestro) (15)
5. ConcluyendoIneludiblemente, la enseñanza y práctica de la visualización, el “Poder de la Visión” como Saint Germain enseña, así como increíble y lamentablemente los Castellanos también, sólo pretende alejar al creyente de Dios, y convertirlo en un autocomplaciente y falso pequeño dios, cumpliéndose así la oferta diabólica de la serpiente: “seréis como Dios, conociendo el bien y el mal” (Gen. 3: 5). Sin lugar a ninguna duda, y después de analizar las enseñanzas al respecto, la invitación del G12 es a ser uno, dios de sí mismo, pretendiendo lograr, sin conseguirlo por supuesto, lo que sólo Dios puede, si es Su voluntad, cuando lo es.
No exageramos un ápice. En este sentido, César Castellanos dirigiéndose a cada uno de los reunidos en la convención de Bogotá del 2005, les dijo a voz en cuello:
“Tu eres la voz de Dios, tu
reemplazas a Jesús en esta tierra” (énfasis nuestro)
(16)
Decir que el creyente es la voz de Dios, y que reemplaza a Cristo en esta
tierra, no es una exageración, sino una blasfemia y un total despropósito, no
obstante, es la filosofía engañosa de la serpiente en el Jardín del Edén. Damos gracias al Señor de que en estos últimos días, previos a Su venida, el Espíritu Santo está como jamás antes alertando a la Iglesia para que se afine con Él y Su Palabra.
No hay excusa pues, y tampoco verdadera confusión que llegue a perder al que de veras Le ama. Jesucristo esto último lo dejó muy claro ante Pilato: “Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz” (Juan 18: 37) ¡Bendito sea el Hijo de Dios!
Dios les bendiga.
¡Cristo viene pronto!
© Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey, Madrid, España
Diciembre 2007
http://www.centrorey.org/
- Dave Hunt, “Más allá de la Seducción”, pág. 8
- Ibidem, págs. 8 y 9
- Michael Harner, “The Way of the Shaman” (Harper and Row, 1980, p. 136, citado del libro de Dave Hunt, “Más allá de la Seducción”, pág 9)
- Dave Hunt, “Más allá de la Seducción”, pág. 206
- Claudia Rodríguez de Castellanos, “La mujer en el ministerio”, pág. 103
- Ibidem.
- Dave Hunt, “Más allá de la Seducción”, pág. 17
- www.eduardotarot.com/visualizacion.htm
- Claudia Rodríguez de Castellanos, “La mujer en el ministerio”, pág. 96
- Octogon Mistic www.octogonmistic.com.ar/viscreativa.htm
- Bogotá (Colombia), 10ª Convención Anual Internacional en Enero, del 24 al 30, del año 2005, “Restaurando el Altar de Dios”; cita en vivo de C. Castellanos.
- Claudia Rodríguez de Castellanos, “La mujer en el ministerio”, pág. 58
- Joseph A. Holowaty, en su artículo “Señales antes del fin”, http://articuloscristianos.blogdiario.com/
- Dave Hunt, “La seducción de la Cristiandad”, página 12
- Dave Hunt – su art. Occult Invasion
- Bogotá (Colombia), 10ª Convención Anual Internacional en Enero, del 24 al 30, del año 2005, “Restaurando el Altar de Dios”; cita en vivo de César Castellanos.
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