El Movimiento Apostólico Y Profético
Como ya comentamos en otro
estudio sobre este mover apostólico y profético moderno, ahora vamos a
comentar que dicho movimiento ha surgido de la confusión de la
interpretación de Efesios 4:11 que dice: “Y El dio a algunos el ser
apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y
maestros”
La pregunta que debemos hacernos es la
siguiente: ¿en verdad existen en el día de hoy apóstoles y profetas?,
como podremos ver son estos dos ministerios sobre los que surgen
rechazos y muchas dudas, pero también es importante notar que no son
cuestionados los ministerios de evangelista, pastor, y maestro.
Sin embargo dándole una mirada al mundo
evangélico de hoy vemos que se han levantado grupos y personas que se
hacen llamar apóstoles y profetas, pero además de esto; ellos reclaman
de una u otra manera, por sus enseñanzas y comentarios ser las “cabezas o
autoridades apostólicas” de la iglesia. Esto los lleva a hablar de una
especie de cobertura espiritual especial en cada determinada ciudad o
región donde se presentan, las iglesias que les creen se proclaman
unidas bajo la “autoridad apostólica” y lo que les ha ocurrido a estas
iglesias es que han diluido la historia y las bases del cristianismo, en
otras palabras este movimiento satánico esta diluyendo las identidades
históricas del cristianismo en algunas iglesias endémicas que son
llevadas por cualquier viento de doctrina, pero no son las ovejas las
que son culpables directas, sino sus pastores que no han sabido
discernir los pasos del enemigo en esas enseñanzas y eso ha ocasionado
que naufraguen en cuanto a la fe.
Este naufragio se debe principalmente a
que cuando se ignora la historia del cristianismo, mostrado
primeramente en la Escritura y luego continuado por los padres de la
iglesia; uno se divorcia de la continuidad del obrar de Dios, por
ejemplo en una de las cadenas “cristianas” de televisión uno de los
defensores de este movimiento expreso lo siguiente:
“Creo que el gobierno de la iglesia
finalmente ha llegado al lugar que las escrituras afirman en Efesios 2
donde habla del fundamento de la iglesia que son los apóstoles y
profetas, previo a la década de los 80s y 90s estos fueron prácticamente
ignorados pero ahora por haberlo reconocido es la mayor razón por la
cual estamos entrando en un nuevo nivel de oración, de guerra
espiritual, de sanidad, milagros y liberación. Esta es una nueva era, yo
no se si es coincidencial a medida que entramos en un nuevo milenio”
Esa afirmación esta cargada de engaño y
de una intención muy maléfica ya que implica que la iglesia estuvo
estancada hasta los años 80s y 90s, como si estuviese esperando el
re-descubrimiento y re-lanzamiento del ministerio apostólico y
profético. Pero la historia de los últimos 20 siglos que tiene la
iglesia de existencia nos han mostrado que Dios en su soberanía y su
plan eterno siempre ha obrado y seguirá obrando su voluntad y nada se le
ha sido indiferente, al fin y al acabo la obra de Dios no depende de
los hombres. No hay duda que durante todos esos siglos hubo periodos de
oscuridad pero también tiempos de gran luz, tiempos de evangelización,
conversión y avivamientos genuinos en muchos lugares. Recordemos que fue
el mismo Señor Jesús quien dijo “Estableceré mi Iglesia y las puertas
del hades no prevalecerán contra ella”
Esa sola afirmación es tan clara y
contundente, ya que fue Dios mismo en la persona de Jesús que dijo:
Edificare mi Iglesia, es Dios mismo quien edifica la Iglesia, entonces
no puede ser que mas de 20 siglos han pasado y que el no hubiera
cumplido Su Palabra o que su Iglesia no recibiera edificación de parte
de Dios.
Entonces podemos ver que cuando estos
apóstoles modernos afirman: “La Iglesia finalmente ha llegado al lugar
que las escrituras afirman en Efesios 2” dan a entender conciente o
inconcientemente que la iglesia ha estado sin fundamento en estos 2,000
años de existencia o que el plan de Dios para con su iglesia no se ha
podido llevar a cabo, de ser así, entonces el evangelio seria el fracaso
mas grande que jamás haya existido en dos mil años. La verdad es que el
movimiento apostólico moderno ha torcido y mal interpretado Efesios Cap
2:19-20 donde literalmente se dice: “Así que ya no sois extranjeros ni
advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia
de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas,
siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo”
Notemos que estos versículos nos
hablan de nuestra posición en Cristo como creyentes y cuando se habla
del fundamento de apóstoles y profetas no se esta hablando de una
especie de autoridad jerárquica eclesiástica, sino mas bien se esta
hablando del crecimiento o madurez que el creyente logra cuando es
instruido (edificado) en la doctrina de los apóstoles y profetas es
decir en la doctrina de aquellos hombres, los profetas del Antiguo
Testamento y los apóstoles del Señor Jesús en el Nuevo Testamento los
cuales recibieron la inspiración divina, para redactar las Escrituras la
cual actualmente es la revelación de Dios para su Iglesia.
Esa inspiración es de la que Jesús
habló en Juan 15 cuando dijo “Tengo muchas cosas que decirles pero
todavía no la pueden llevar pero cuando venga el consolador el Espíritu
de Verdad, el tomara de lo mío y os lo hará saber” por eso Judas
cuando nos llama a “contender por la Fe dada una vez a los santos”
notemos que expresa claramente “una vez” es un fundamento y cuando dice
contender por la fe se refiere al conjunto de doctrinas que fue dada una
sola vez, no muchas veces sino una sola. Esa fe o doctrina, es el
fundamento de los apóstoles y profetas de los cuales nos habla Efesios
2:20
Como podemos apreciar la expresión
fundamento de apóstoles y profetas no se refiere al orden jerárquico
ministerial que pueda existir dentro de la iglesia sino al fundamento
doctrinal que fue traído por revelación directa a los profetas de oficio
del Antiguo Testamento y a los apóstoles que recibieron la inspiración
del Espíritu Santo para traernos la Biblia como la conocemos ahora, que
es la Palabra de Dios.
Esto quiere decir que todo lo que Dios
entendía que la iglesia necesitaba para vivir por fe aguardando el
glorioso regreso del Señor Jesús ya esta revelado en la Biblia y debe
ser interpretada y aplicada en un todo, no por interpretaciones
particulares o dogmáticas de ciertos lideres religiosos, que utilizan
textos bíblicos fuera de sus contextos o lo que es peor que ignoran que
la Biblia es un todo y que está por encima de los preceptos o ideas de
los hombres.
Como un ejemplo de lo que decimos leamos una de las enseñanzas de estos engañadores:
“Ellos (apóstoles y profetas)
frecuentemente son los primeros en predicar ciertas revelaciones que
Dios esta entregando a la Iglesia (Libro Movimiento Apostólico, pagina
45) “Un Apóstol puede venir y establecer una nueva revelación” (Pág. 46)
Como podemos ver lo que aquí se esta
señalando es que los nuevos “apóstoles y profetas” tiene tal autoridad
sabe Dios a saber de quien que pueden establecer principios doctrinales
bajo supuestas revelaciones, estas enseñanzas son la puerta a la entrada
de doctrinas de demonios porque se deja muy abierta la posibilidad de
contradecir incluso lo establecido por la palabra de Dios, que es La
Biblia. Como dice la Biblia esta es una estratagema de hombres
corruptos, réprobos en cuanto a la fe.
Las afirmaciones que hacen estos nuevos
apóstoles y profetas, tienen la intención sutil de otorgarse autoridad
conferida de parte de Dios para establecer nuevas revelaciones y con
ello doctrinas que a ellos les interesa promover para lograr adeptos y
seguidores, los cuales al quedar cautivos son una fuente de ingresos muy
sustancial, con ese accionar echan por la borda principios de
interpretación que están bien establecidos en la Palabra de Dios. Por
eso la siguiente pregunta es muy valida: ¿Actualmente aun teniendo la
Biblia, como la revelación total de Dios para la vida de fe de sus
hijos; se puede hoy establecer una nueva revelación?
Para poder tener un entendimiento cabal
de lo que la Biblia enseña podemos ver que la revelación siempre es una
iniciativa de Dios, en el AT por ejemplo Dios le dijo a Moisés: “Y
aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi
nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos” (Éx. 6:3). Nabucodonosor dijo a
Daniel: “Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los
reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este
misterio” (Dn. 2:47). En ese sentido la actividad profética es el
resultado de una revelación directa de Dios a un ser humano. Se dice de
Samuel, cuando era joven, “que no había conocido aún a Jehová, ni la
palabra de Jehová le había sido revelada” (1 S. 3:7). Y después de su
primera experiencia personal con Dios, se señala: “Y Jehová volvió a
aparecer en Silo; porque Jehová se manifestó [reveló] a Samuel en Silo
por la palabra de Jehová” (1 S. 3:21).
En el NT el sustantivo griego
apokalupsis y el verbo apokaluptö se traducen como revelación y revelar,
respectivamente. Se ratifica que el conocimiento de Dios sólo es
posible si él mismo inicia el proceso (“… y nadie conoce al Hijo, sino
el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el
Hijo lo quiera revelar” [Mt. 11:27]). Cuando Pedro dijo al Señor: “Tú
eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”, el Señor le respondió: “… no
te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos”
(Mt. 16:17).
Es por eso que decir o afirmar que uno
ha recibido una revelación de Dios es muy serio, no es en vano el
énfasis que la Biblia muestra en este hecho: Que es Dios quien se revela
a sí mismo. La razón humana no puede por su propio esfuerzo llegar a
conocer a Dios. Necesitamos recordar que toda revelación de parte de
Dios tiene su origen en Dios mismo.
El “instrumento” que Dios usa para su
revelación es el Espíritu Santo. Porque así como lo que sabemos de
nosotros mismos nos lo dice nuestro propio espíritu, lo que se quiera
saber de Dios tiene que ser revelado por el Espíritu de Dios, por eso la
Biblia dice: “¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el
espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas
de Dios, sino el Espíritu de Dios” [1 Co. 2:11]). Por eso el Señor Jesús
dijo a sus discípulos: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien
el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas” (Jn.
14:26). Como podemos ver pretender que se ha recibido una revelación de
parte de Dios es un tema muy delicado ya que Dios mismo ha dicho lo
siguiente:
(Heb 1:1) Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas,
(Heb 1:2) en estos últimos días nos ha
hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas,
por medio de quien hizo también el universo.
Cuando los hombres dicen que han
recibido una revelación contradicen estas escrituras y lo que están
haciendo es tomar el nombre de Dios en vano. Recordemos que toda la
revelación tocante a la vida y experiencia cristianas ya están plasmadas
en las Sagradas Escrituras, no hay nada que poner y no hay nada que
quitar.
Con respecto al tema de la inspiración,
Los profetas tenían la seguridad de que Dios hablaba por medio de
ellos, y que sus mensajes eran la «Palabra de Dios». Frases como «Habló
Dios a Moisés…» se hallan constantemente a través de los libros del
Éxodo al Deuteronomio. «Y fue a mí palabra de Jehová…», dice Ezequiel
para introducir los oráculos del Señor; también hallamos frases análogas
en Jeremías: «Palabra de Dios que fue a Jeremías profeta…» (Ez. 12:1,
Jer. 46:1). David también describe la manera en que la Palabra del Señor
vino a el, en 2 Samuel 23:2 y 3.
Podemos apreciar también como Los
apóstoles, escogidos por el Señor para proclamar con toda autoridad la
doctrina cristiana, también apelaban constantemente a las profecías y
demás escritos del Antiguo Testamento, y enseñaban que los autores eran
inspirados por Dios (1 P. 1:10–12; 2 P. 1:19–21). Así que la inspiración
y la divina autoridad del Antiguo Testamento forman parte de la «Fe que
ha sido una vez dada a los santos» (Jud. 3).
Los mensajes inspirados orales de los
profetas se pusieron por escrito por mandato y providencia de Dios, así
que los documentos también son inspirados, y son éstos que el Señor y
los apóstoles tenían delante al hacer las declaraciones que encontramos
registradas en el Nuevo Testamento. Hay una clara descripción de la
manera en que los mensajes fueron escritos en Jeremías 36:1–2 y 32.
Con respecto a la inspiración del Nuevo
Testamento este afirma que la fuente de toda autoridad y de toda verdad
se halla en el VERBO ENCARNADO. Él comisionó a los apóstoles y les hizo
depositarios de la verdad en cuanto a Su Persona, obra y enseñanza, de
modo que su autoridad apostólica se deriva de la del Señor mismo.
Jesús les indicó que la revelación
tenía que completarse y les prometió el Espíritu para guiarlos a toda
verdad. Así que, anticipadamente, garantizó la inspiración del Nuevo
Testamento. Los apóstoles sabían que Dios hablaba por medio de ellos, y
esperaban que los creyentes obedeciesen Sus mandatos (1 Co. 2:13; 1 P.
1:12; 2 Ts. 3:14; Jn. 14:26, 16:12 y 13, etc.). En ese sentido la
inspiración no es mecánica, como quien escribe a máquina, sino vital,
como el de un director de una orquesta que produce los efectos que
quiere de la totalidad de ella, respetando siempre las dotes especiales
de cada músico. Así, en las Escrituras, la personalidad del autor humano
no se aniquila, y el Espíritu aprovecha el carácter y los conocimientos
de cada uno, como también las circunstancias en las que los escritos se
produjeron, eso es muy importante recordar para no torcer las
escrituras.
Para ver como estos apóstoles y
profetas modernos ignoran estas grandes verdades leamos el articulo “Los
Nuevos Apóstoles y Profetas que lideraran la Iglesia publicado por Let
Us Reason Ministries” en la cual se dice algo que es espeluznante, este
articulo afirma que algunos lideres de este movimiento han dicho: “ la
iglesia del siglo 21 será irreconocible en comparación con la iglesia
del día de hoy, Los apóstoles y profetas de los últimos días que están
vivos en el día de hoy tomaran la iglesia a través de la transición de
la dispensación de la gracia a la dispensación del reino, de la
dispensación de la iglesia mortal a la iglesia inmortal. (Transcripcion
de Bill Hamon Titulado Batalla de las novias, Nov. 1997)
Todo este tipo de afirmaciones y
aseveraciones no son mas que la demostración de la ignorancia doctrinal
que poseen estos supuestos apóstoles y profetas ya que tienen la osadía
de enseñar que el plan de Dios ha cambiado y lo peor de todo es que al
ignorar la Palabra de Dios – La Biblia; están poniendo sus doctrinas por
encima de la autoridad infalible de Dios la cual ya ha sido revelada en
la Biblia.
Analicemos un poco más porque no es
posible el surgimiento de apóstoles con la autoridad y revelación que si
tuvieron los apóstoles del Señor Jesús ya que después de la muerte de
Juan el apóstol cerca del año 100 después de Cristo, Cristo mismo no
estableció nuevos apóstoles.
En el Libro de los Hechos capitulo 1 versículo 21 leemos lo siguiente:
“Es necesario, pues, que de estos
hombres que han estado junto con nosotros todo el tiempo que el Señor
Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de
Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea
hecho testigo con nosotros, de su resurrección”
En este pasaje se establece el criterio
y los requerimientos para el apostolado, los cuales eran haber sido
testigo ocular del ministerio de Jesús desde que fue bautizado en el río
Jordan hasta su traslado al cielo, además de eso debía ser testigo
ocular de de su muerte y de su resurrección, una aplicación clara de la
exigencia y del cumplimiento de estos requisitos la podemos ver en la
vida del apóstol Pablo que siempre defendió su apostolado dando
testimonio de haber visto a Jesús personalmente y no solamente esto sino
de haber aprendido el evangelio por instrucción (revelación) directa de
parte del Señor Jesús:
1Cor 9:1 “¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No soy vosotros mi obra en el Señor?
Galatas 1:11 “Mas os hago saber
hermanos, que el evangelio anunciado por mi no es según hombre; pues yo
ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de
Jesucristo”
En la actualidad nadie puede decir que
lo que aprendió del evangelio se lo predico o enseño directamente el
Señor Jesús. Sin embargo los apóstoles del Señor, tuvieron un
aprendizaje directo, aquellos que se sentaron a los pies de Jesús por 3
años y luego Pablo quien no pudo aprender en el ministerio terrenal del
Señor, no obstante, el tuvo instrucción directa del evangelio al igual
que los demás.
Pero para no dejar nada a la duda una
pregunta muy valida es la siguiente: ¿Por qué a Jacobo el hermano del
Señor se le llama apóstol en Gálatas 1:19 y también a Bernabé entre
otros?
Aquí necesitamos hacer una distinción
muy importante entre los apóstoles del Señor Jesús y los otros
apóstoles, ya que en sentido general un apóstol (gr. apostolos) es
alguien enviado como representante con autoridad y responsable ante el
que lo envía. En ese sentido los 12 apóstoles del N.T. fueron escogidos y
enviados por Cristo para una misión específica y con su autoridad (Mt
10:1–14; 16:19; 28:18–20; Jn 15:16; 20:21–23; Hch 1:8; 9:1–22;
10:41–42). La misión de ellos consistía principalmente en evangelizar,
discipular a los convertidos, entrenar líderes y establecer y
administrar iglesias locales (cp. Hch 2:14–28:31). Y en el caso de los
otros apóstoles la palabra para apóstol es usada en un sentido general
como “mensajero” (2 Co 8:23; Flp 2:25).
No hay duda entonces que la capacidad
para establecer doctrina, solamente fue dada una sola vez a aquellos
quienes recibieron la revelación y la inspiración del Espíritu Santo
para comunicar la verdad infalible de Dios, es decir las Escrituras.
Esta comisión de establecer el fundamento doctrinal fue limitada
solamente a los apóstoles que Jesús escogió directamente o que eran
escogidos bajo los estrictos requisitos que ya comentamos.
En el nuevo diccionario de Teología de Fegurson leemos lo siguiente:
“Ya que los apóstoles (excepto en el
sentido de los delegados de las iglesias) fueron testigos de la
resurrección y formularon el fundamento de la iglesia, resulta que su
puesto era un fenómeno de la primera generación y que no podía
repetirse; no tuvieron sucesores, y en principio no puede haberlos. No
obstante, la iglesia puede y tiene que ser apostólica todavía, en el
sentido que tiene que vivir de acuerdo con su enseñanza contenida en las
Escrituras del Nuevo Testamento, y tiene que seguir su ejemplo de
sufrir con su Señor. ….John Wesley declaro: “Algunos grupos episcopales
tienen dirigentes que se nombran apóstoles a si mismos, pero también
ellos no dejan de reconocer que el apostolado se asocia con ser testigos
originales de la resurrección” (Fegurson, Wright, Packer. Nuevo
Diccionario De Teología, CBP, Págs. 86 y 87)
Es contundente entonces tanto por el
testimonio y enseñanza de la Biblia como de una gran cantidad de autores
cristianos que prácticamente en todos los periodos de la iglesia se ha
considerado el tema y se concluye que los apóstoles originales son
insustituibles, que una vez que se cumplió su ministerio, este se ha
perpetuado en la iglesia, y la iglesia actualmente continua bajo la
autoridad de los apóstoles y profetas originales.
Con respecto a los profetas del Antiguo
Testamento muchas profecías se han cumplido y en el día de hoy son
históricas, otras están en cumplimiento o se cumplirán en un futuro
inmediato por lo tanto los profetas originales aun están vigentes, de
igual manera ocurre con los apóstoles, hombres inspirados para
establecer en Cristo el fundamento de la iglesia, sus escritos
inspirados no caducan porque es la Palabra de Dios por ende aun están
vigentes y son irremplazables.
Cuando el Nuevo Testamento usa el
término profeta, no lo usa de la misma manera que se usó en el Antiguo
Testamento, y lo sabemos por varias razones:
Lucas 16:16 establece que la Ley y los
profetas fueron hasta Juan el Bautista, el fue la última figura similar
al profeta del Antiguo Testamento y fue más bien una figura
transitoria.
Luego podemos ver claramente que 1 de
Corintios 14:29-30 dice: “Y que dos o tres profetas hablen, y los
demás juzguen”. Pero si a otro que está sentado le es revelado algo,
el primero calle”. La idea aquí es que no hay duda que un profeta
del Nuevo Testamento es posible pero lo que dice debe ser comprobado por
otros profetas que estén en la congregación o por las mismas personas
de la congregación de ahí que se dice que si dos o tres profetas hablan
que los demás juzguen; en otras palabras, se discierna lo revelado, como
podemos ver no existe la infalibilidad como la revelación del profeta
del Antiguo Testamento, donde no se instruye a juzgar lo que se dijo,
sino simplemente a esperar que lo que dice sea cierto o no sea cierto,
si era cierto el Señor había hablado por el, pero sino no era cierto
debía morir, eso nos muestras que lo que él decía era incuestionable
porque era Palabra de Dios.
Según Deuteronomio 18: 20-22 si un
profeta hablaba algo que no se cumpliera, eso lo calificaría de falso
profeta: “Pero el profeta que hable con presunción en mi nombre una
palabra que yo no le haya mandado hablar, o que hable en el nombre de
otros dioses, ese profeta morirá.”Y si dices en tu corazón: “¿Cómo
conoceremos la palabra que el SEÑOR no ha hablado?” Cuando un profeta
hable en el nombre del SEÑOR, si la cosa no acontece ni se cumple, ésa
es la palabra que el SEÑOR no ha hablado; con presunción la ha hablado
el profeta; no tendrás temor de él”.
Como esta infalibilidad profética no
existía en el Nuevo Testamento, obviamente cuando se traía alguna
revelación tenía que ser juzgada por los demás. De ahí una vez más la
expresión “que los demás juzguen”, podemos ver claramente entonces que
el don de profetizar del que se habla en el Nuevo Testamento no es
equivalente al oficio infalible del profeta del Antiguo Testamento.
Hoy en día muchos se la pasan
profetizando cosas que nunca se cumplen, pero nadie les llama la
atención, ni nadie le da seguimiento a sus profecías. Todo esto no
implica que Dios no pueda traer una revelación a través de alguien pero
eso no lo constituye en profeta. Obviamente esta revelación nueva no
puede ser doctrinal porque en ese caso tendríamos que actualizar la
Biblia continuamente.
En contraste con los verdaderos el
movimiento apostólico y profético del día de hoy no es otra cosa que
algo bien orquestado para servirse de la iglesia tomando control de
ella, como si eso fuera posible y es algo demoniaco porque lleva el
asunto a extremos extrabíblicos.
Veamos Ahora Efesios 4:11 Este es uno
de los versículos que con respecto al tema esta causando controversia “Y
el mismo constituyo a unos apóstoles; a otros profetas; a otros,
evangelistas; a otros pastores y maestros”.
Este versículo es utilizado por la
gente del movimiento apostólico y profético para afirmar que es bíblico
la función de los 5 ministerios en la iglesia de hoy, no obstante una
lectura cuidadosa de dichos pasajes escritúrales nos mostraran cuan
herradas son las afirmaciones que se hacen de los mismos cuando se les
trata de forzar en su interpretación contextual, veamos por ejemplo que
comenta Mattew Henry:
“El Apóstol nos dice lo que Cristo dio
en su ascensión: El dio a algunos ser apóstoles, de hecho ya había
establecido a algunos antes de su ascensión, Mateo 10:1-5, pero uno fue
añadido, Hechos 1:26. Y todos ellos fueron solemnemente instalados y
públicamente confirmados en su oficio, por la manifestación visible del
Espíritu Santo de una manera extraordinaria sobre ellos. Note, que el
gran don que Cristo dio a la iglesia a su ascensión fue el ministerio de
paz y reconciliación.
El don del ministerio es el fruto de la
ascensión de Cristo y los ministros tienen sus diferentes dones que fue
dado a ellos por el Señor Jesús. Los oficiales que Cristo dio a su
iglesia eran de dos portes —Unos extraordinarios, avanzados a un oficio
mayor en la iglesia: como fueron los apóstoles, profetas y evangelistas.
Los apóstoles eran los jefes. Estos fueron inmediatamente llamados por
Cristo, envestidos de extraordinarios dones y el poder para obrar
milagros y con la infalibilidad en la entrega de su verdad; y, ellos
fueron testigos de sus milagros y doctrina, El los envío a ellos a
expandir el evangelio y a plantar y crecer iglesias. Los profetas parece
que son aquellos escritores del Antiguo Testamento, quienes
identificaron las cosas que habrían de venir.
Los evangelistas eran personas
ordenadas (2Tim 1:6) quienes los apóstoles tomaron como compañeros en
sus viajes (gal 2:1) y eran enviados a permanecer y a establecer
iglesias como las que los apóstoles habían plantado (Hechos 19:22) estos
no estaban fijos en ningún lugar en particular y generalmente
continuaban hasta que eran reasignados, 2 Tim 4:9. —Luego en segundo
lugar vienen los ministros ordinarios empleados en una esfera mas
limitada; como los pastores y maestros. Algunos toman estos dos nombres y
lo asignan a un solo oficio, ambos son ordinarios y atañen al
ministerio de la iglesia; los pastores son fijos y cabeza particular en
las iglesias, designados para guiar, instruir y alimentar en la manera
en que han sido designados por Cristo. Estos frecuentemente son llamados
obispos y ancianos. Los maestros son aquellos que su trabajo es
predicar el evangelio e instruir a la gente por la vía de la
exhortación”
Esta explicación es contundente, sin embargo leamos cuidadosamente una vez más el versículo y su contexto:
(Eph 4:11) Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros,
(Eph 4:12) a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo;
(Eph 4:13) hasta que todos lleguemos a
la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la
condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud
de Cristo;
(Eph 4:14) para que ya no seamos
niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo
viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas
engañosas del error;
(Eph 4:15) sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo,
(Eph 4:16) de quien todo el cuerpo
(estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas
proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce
el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.
El versículo 11 dice claramente que las
designaciones de apóstoles, profetas, evangelistas, maestros y
pastores; primeramente son designaciones directas del Señor, son
específicas y únicas, quiero decir que no existe promoción ministerial,
es decir que un pastor pueda ser promovido a apóstol o que un profeta
pueda ser promovido a un evangelista, etc. para ejemplo basta con los
mencionados, esto en virtud que la iglesia del Señor no es democrática o
cualquiera otras cosa, sino que es Teocrática, es gobernada y dirigida
por Dios, no existen puestos de jefatura o cacicazgos, todos sus
servidores son siervos y la única cabeza es Cristo.
En ese sentido muchos de los falsamente
autodenominados apóstoles y profetas, eran pastores en sus inicios,
pero con la llegada de esta nueva corriente doctrinal fueron promovidos
sabe Dios a saber por quien a apóstoles o profetas, con lo cual
demuestran que no fue el Señor Jesús quien los designo inicialmente como
pastores sino que influenciados por este falso movimiento apostólico y
profético se han dejado seducir por hombres de entendimiento corrupto y
han demostrado con ese cambio de “posición” que nunca fueron llamados
por Cristo.
Por otro lado las funciones de estas
designaciones son claras y entre ellas están las de capacitar a los
creyentes para la obra del ministerio, el objetivo es la edificación del
cuerpo de Cristo, no traer nuevas revelaciones o nuevas doctrinas sino
edificar el cuerpo de Cristo sobre el fundamento establecido, nadie
edifica si no se ha puesto primero el fundamento, entender esta verdad
meridiana es de vital importancia porque de lo contrario corremos con el
riesgo de hacer precisamente lo que hacen estos apóstoles y profetas
modernos que piensan que son los llamados a establecer el fundamento o
las bases del movimiento cristiano, cuando ya hace mas de 2000 años Dios
mismo estableció cual es la base, es decir el fundamento donde los
edificadores deben edificar.
El versículo que sella como una piedra
de corona la verdad mostrada en la Biblia de que el fundamento ya esta
puesto es el siguiente:
(Eph 2:20) edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular.
No hay un solo versículo en toda la
Biblia que hable de establecer nuevas doctrinas o de traer revelaciones
sobre las cuales edificar la Iglesia y la razón mas contundente de que
sea así es que el fundamento ya fue puesto, por eso los versículos que
continúan dicen lo siguiente:
(Eph 2:21) en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor,
(Eph 2:22) en quien también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
En cuanto al evangelista, pastor y
maestro de los que habla Efesios 4:11-15, podemos ver por las
instrucciones que el apóstol Pablo le da a Timoteo y a Tito, sobre los
requisitos con los que debían contar los servidores de la iglesia, solo
se mencionan como ministerios a obispos y ancianos, lo cual nos muestra
que esos ministerios (apóstol, profeta, evangelista, maestro y pastor)
exactamente como tales fueron ministerios que al trascurrir los años de
la historia de la Iglesia fueron asumidos por los ancianos u obispos, lo
cual implica que están vigentes en la actualidad pero como funciones.
De hecho en 1 de Timoteo 3 una de las características de los ancianos es
que sean “aptos para enseñar”, ellos enseñarían La Palabra de Dios y en
ese sentido algunos también estarían evangelizando (entendemos con el
don de evangelismo) y otros estarían pastoreando y enseñando a la
Iglesia.
En realidad el término en el griego
para pastor, anciano, obispo es básicamente el mismo vocablo. La palabra
evangelista no define tanto una función dentro de la Iglesia, sino más
bien alguien que tienen el don del evangelismo. En cuanto a los
profetas, a diferencia de lo que pensamos hoy de que el profeta es
alguien que predice el futuro, lo cierto es que la función primaria del
profeta ha sido la de exponer la voluntad de Dios. Notemos como 1 de
Corintios 14:3 nos dice que el que profetiza lo hace para “exhortación,
edificación y consolación”. Aquí no aparece la palabra predicción en
ningún lugar y en cuanto al apóstol, decimos apóstol solo en el sentido
mas exacto que el Nuevo Testamento le da y es la de ser un hombre que es
enviado por una iglesia.
Como podemos ver hay una base muy
amplia para con firmeza rechazar este movimiento “apostólico y profético
moderno” que se ha levantado en los últimos años, es antibíblico en el
sentido interpretativo, según pudimos ver por los comentarios expuestos
respecto a los versículos comentados, en ese sentido Efesios 2:19-20
donde se habla de la iglesia basada en el fundamento de los apóstoles y
profetas, esta claro que se esta refiriendo a la línea profética venida
directamente del Antiguo Testamento, cuyas profecías son infalibles y
están en la Palabra de Dios hasta el día de hoy y cuando se refiere a
los apóstoles obviamente se refería a aquellos hombres escogidos para
establecer la iglesia de Jesucristo.
A manera de conclusión de los 5
ministerios mencionados en Efesios 4:11, los dos primeros oficios
ministeriales de apóstoles y profetas eran oficios extraordinarios,
limitados a un tiempo, es decir temporales sobre todo intransferibles;
los cuales estaban destinados a terminar cuado la iglesia hubiese sido
establecida y la Palabra de Dios ya hubiese sido dada. En ese sentido
este primer accionar en el establecimiento de la Iglesia terminó con la
muerte cerca del año 100 DC del último Apóstol de Jesucristo el apóstol
Juan. Los 3 ministerios restantes, evangelistas, pastores y maestros,
eran oficios ordinarios, no limitados al tiempo y transferibles
generacionalmente, por lo cual estos son permanentes pero solo como
funciones y existen hasta hoy, ejercidos por los ancianos u obispos. Por
tanto es un error tratar de implantar en la actualidad el oficio del
apóstol y el profeta, a la manera que existieron al comienzo de la
iglesia, los cuales son irremplazables y aunque estos ya murieron y su
oficio termino, no obstante el fundamento establecido por ellos aun esta
vigente y no se puede poner otro fundamento sobre el mismo.
Descubre lo que hay detrás de este “movimiento”:
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