II. Sus Métodos – Su forma de operar y manipular
Buscan esclavizar a sus seguidores.
El cristiano según la misma Biblia,
tiene una relación con Dios en base a la libertad, y lo que esto
significa para el creyente, es que nuestras vidas no pueden estar
regidas por doctrinas o mandamientos de hombres las cuales por lo
general son muy asfixiantes y esclavizantes.
Gálatas 5:1 Estad, pues, firmes en la
libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al
yugo de esclavitud. 13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis
llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne,
sino servíos por amor los unos a los otros.
Dios nos enseña mayormente por medio de
principios generales y como hijos obedientes que amamos a Dios,
vivimos de acuerdo a esos principios para agradar Su corazón.
Lamentablemente el falso maestro busca sutilmente destruir esa libertad.
Él quiere controlar a sus seguidores, y no quiere que los cristianos
piensen y vivan por sí mismos.
Por lo general la forma de esclavizar
es imponiendo sus propias interpretaciones de la Palabra de Dios sobre
ciertos asuntos y doctrinas particulares que a el le interesan, sobre
todo las que tienen que ver con dinero y apoyo financiero. Para
fortalecer esa forma de operar resaltan su “autoridad” sobre los demás
anunciando de tiempo en tiempo que son la cabeza de los demás miembros
de la iglesia así como de todo su equipo ministerial porque ellos son
los ministros escogidos por Dios, de esta forma se logran imponer
induciendo en sus seguidores sus propios conceptos y planes.
Lamentablemente en esta manipulación
sutil, existen personas que se prestan a apoyarlos porque son “lideres”
que han sido elegidos, no porque tengan un conocimiento solido de la
Palabra de Dios, sino porque los falsos maestros saben que esas personas
al tener poca experiencia en el trato con la Biblia los dejaran operar
según sus propias agendas personales, también escogen mayormente a
personas pudientes de la congregación que saben que apoyan
financieramente a la iglesia. Los falsos se muestra como los “expertos”,
pero eso no significa que lo anuncien de esa manera a los cuatro
vientos, sino realizando preguntas y sugerencias para que los que
trabajan a su lado se dejen guiar por lo que el quiere, con esto opaca y
tira por la borda la verdad que afirma que Dios ha puesto el Espíritu
Santo en el corazón de cada creyente para activar y trabajar con la
conciencia, y entre los dos (Espíritu Santo y la conciencia) guiados por
la Palabra de Dios, el creyente pueda llegar a toda la verdad. El falso
maestro ministra con la presunción de que nadie menor a él puede
interpretar correctamente la palabra de Dios, ni mucho menos tomar
decisiones importantes.
Además de esa actitud y deseo
escondido, típicamente el falso maestro toma una posición de
“omnipotencia” sobre toda la congregación. No se puede hacer nada ni
decidir nada si el no está, los demás ancianos o lideres no están
calificados si su “jefe” no está presente. El falso maestro llega a ser
un dictador silencioso, donde solamente su propia opinión tiene la
fuerza de la ley. Esto se manifiesta muy frecuentemente induciendo
sutilmente en sus líderes a ser “leales” y “fieles” a Dios, es decir a
la obra de Dios, pero esto no es más que una máscara de engaño, porque
en realidad lo que el busca es lealtad de toda la iglesia a él mismo,
para lograr ese objetivo hacen un mal uso de lo que la Biblia dice sobre
las ovejas que deben estar sujetas a su pastores de modo que las abusa y
las engaña, así como las manipula a su antojo, logrando con creces
llevar a cabo su propia agenda y sus intereses.
Montar esa estructura y ese
entendimiento sobre sus seguidores los protege perfectamente porque
cuando los miembros ven que están actuando en forma indebida o están
pecando, entonces la estructura misma les imposibilita denunciarlos así
como Cristo denuncio la estructura montada de los lideres religiosos de
su época. Recordemos como Dios mismo castigaba todo lo indebido en Sus
hijos, y como en 1ª Corintios 5 Pablo nos manda disciplinar a los
hermanos que andan en pecado. Pero mayormente vemos que para ellos el
ser “leal y fiel cristiano” es ignorar, encubrir, y perdonar sin
consecuencias los pecados de los miembros y ni que decir de los lideres.
Pero todo lo contrario también ocurre y
es que cuando un falso maestro toma conciencia que dentro de sus
propias filas tiene lideres sólidos en la Palabra de Dios, busca por
todos los medios hacer uso de lo que le dicen en secreto pastoral para
desacreditarlos o indisponerlos frente a los demás líderes, esto es
debido a que sabe que esos líderes o ese líder no le dejará manejar la
iglesia a su antojo y será un estorbo en sus planes maquiavélicos,
cuentan que un predicador famoso cuando se le descubrió una relación
amorosa con su secretaria no quiso bajarse del pulpito ni admitir su
pecado, “¡Si yo caigo, el Fundamentalismo del mundo caerá!” Esto es el
opuesto a lo que vemos en la Biblia, en cuanto a los requisitos para los
ministros, que cuando están descalificados, deberían bajarse por sí
mismo, o por lo contrario que la iglesia donde ellos trabajan los
destituya. Pero como en la mayoría de los casos de las iglesias, las
cuentas bancarias de la iglesia y todos los recursos de la iglesia están
a nombre de uno o dos pastores por lo general parientes, entonces es
imposible obedecer el mandato bíblico. Esto se debe a que han montado
una estructura eclesiástica que haga imposible destituirlos, ya que
ellos son los dueños de la iglesia.
Sin embargo necesitamos recordar que la
Biblia afirma que Dios repartió dones a los creyentes para el buen
funcionamiento del cuerpo de Cristo, es decir de la Iglesia. Es como un
cuerpo literalmente hablando un miembro no es independiente del otro
porque todos los miembros son importantes dentro del cuerpo, estos se
apoyan entre si y así es con cada creyente cada uno tiene un don
específico, y no restringe o limita a los demás, todos trabajan
mancomunadamente. No andamos sobre las manos o las orejas, ni escuchamos
con la lengua ni probamos el sabor con los pies. Cada uno tiene su don,
y está puesto en el cuerpo de Cristo para ejercer su don, no existe
ningún tipo de dominio de un miembro sobre otro miembro del cuerpo, por
eso la Biblia enfatiza hasta el cansancio que la UNICA cabeza es Cristo,
meditemos en las mismas palabras de Cristo, sobre el gobierno de la
iglesia:
El les dijo: A la verdad, de mi vaso
beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados;
pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a
aquellos para quienes está preparado por mi Padre. 24Cuando los diez
oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos. 25Entonces Jesús,
llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se
enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas
potestad. 26Más entre vosotros no será así,c
sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro
servidor, 27y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro
siervo;d 28como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
La Iglesia de Cristo es una familia no es un negocio ni un ejercito
Efesios 2:19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de
la familia de Dios, 3:14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre
de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien toma nombre toda familia en
los cielos y en la tierra,
La Biblia afirma que los redimidos
(pastores, líderes y miembros de la iglesia local) y su relación con
otros miembros del cuerpo de Cristo son como los de una “familia” porque
todos son hermanos. El cuadro que Dios usa para mostrarnos como debería
ser la relación entre hermanos es la de una familia, donde hay personas
adultas y maduras, otros son jóvenes, y otros bebes. Un falso maestro
nunca va a dejar que un hermano maduro en la fe pueda cuestionar o pedir
cuentas con algo que ellos observan que está mal, ya sea en la vida del
ministro o de la iglesia, sin embargo la Biblia muestra lo siguiente:
Efesios 4:2 con toda humildad y
mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, 3
solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; 6
un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en
todos. 11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a
otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la
unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto(maduro), a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de
todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar
emplean con astucia las artimañas del error, 15 sino que siguiendo la
verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es,
Cristo,
Podemos ver con toda claridad que Dios
ha constituido la organización de la iglesia de modo que el objetivo que
se persigue es la madurez y no el cacicazgo o la jefatura de algunos
miembros, en esta organización como podemos leer también en 1 Corintios
sobre los dones, Dios a equipado a unos con dones de enseñanza, de
administración, etc. para poder manejar los asuntos de la iglesia local,
pero todo esto en el contexto de la familia de Dios, es decir los
hermanos en la fe, seguimos a Dios, y no a los hombres. Es verdad que
Dios ha dejado encargado hombres maduros para que no vayamos de una
doctrina a otra, por nuestra falta de discernimiento o entendimiento,
pero esto no significa que dichos hermanos tengan una posición superior o
de jefatura, sino que son simplemente funciones designadas por la
Cabeza que es Cristo.
Pero la autoridad que Dios ha concedido
a estos hombres no es para que se conviertan en los dueños o jefes de
la iglesia, sino para que cada cristiano individualmente sea maduro y
capacitado para ser un instrumento preparado para toda buena obra; es
decir un hombre maduro (en entendimiento y en su vida) como Jesucristo.
Es interesante estudiar como en el Nuevo Testamento no se nos indique el
nombre de un pastor o un anciano encargado como exclusivo de la
iglesia. Todos los líderes estaban bajo autoridad unos a otros y aunque
ministraban públicamente, su importancia entre los hermanos no era la de
jefes o dictadores. Además de eso las decisiones que se tomen deben ser
hechas en un cuerpo ministerial donde no exista una cabeza
autoritativa, es decir que es al final quien decide, ya sea manipulando o
sugiriendo, sino siendo guiados todos por los principios de la Palabra
de Dios y con la dirección del Espíritu Santo, esto es vital por las
advertencias que la Palabra de Dios nos hace respecto a los falsos
maestros:
Judas 1:4 Porque algunos hombres han
entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para
esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la
gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro
Señor Jesucristo.
“Libertinaje” es un desenfreno total de
la vida, donde se han quitado o ignorado las restricciones morales que
todo hijo de Dios debe observar, es decir estas personas permiten que se
haga lo que a la gente les venga en gana, aunque este mal o sea
incorrecto. Es verdad que ya no estamos baja la ley sino bajo la gracia,
pero eso no debe ser tomado como una licencia para hacer dentro y fuera
de la iglesia todo lo que la mente humana caída quiera o desee. Pero
esto se ve muchas veces dentro de muchas iglesias de hoy, donde muchos
falsos maestros que se hacen llamar pastores, incluso hasta apóstoles y
profetas, permiten fiestas y shows musicales al estilo del mundo dentro
de sus iglesias, permiten que se organicen espectáculos de pelea, mimo,
teatro mundano, etc.
Prácticamente hablando, los falsos
maestros a veces proclaman “libertad” a toda especie de mal y desechan
las restricciones de las normas cristianas para ellos mismos y para sus
seguidores. Es una abominación que se practique este tipo de cosas como
si fueran permitidas por Dios, es una jactancia y una rebelión muy
grandes hacer lo que a Dios le desagrada, la Biblia dice lo siguiente:
1° Juan 3:20 pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.
Debemos obedecer lo que Dios claramente
nos manda en la Biblia, y luego seguir nuestras conciencias, pero lo
que no podemos hacer es pensar que todo lo que el mundo hace lo podemos
hacer dentro de la iglesia. No podemos excusar nuestras acciones cuando
la Biblia indica que lo que se está haciendo no está aprobado por la
Biblia, por eso esa es otra de las marcas de los falsos maestros, que
han convertido la gracia de Dios en libertinaje, recordemos la
advertencia de Dios:
Santiago 3:1 Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario