miércoles, 12 de septiembre de 2012

EL «APÓSTOL» GUILLERMO MALDONADO ANUNCIÓ CAMBIOS, Y EL PAÍS EMPEORÓ, SEÑALA TEÓLOGO




Nicaragua

MANAGUA, Nicaragua (El Nuevo Diario) Tras la cruzada del llamado “apóstol” Guillermo Maldonado, quien aseguró traer la palabra de Dios para “cambiar” a Nicaragua, el país entró en una de sus peores crisis, con el nivel de inflación más alto de la región y una huelga de transportistas que duró doce días con violencia, lo que comprueba que el promocionado “ungido” es un falso profeta.

Ésta es la consideración del teólogo bautista y catedrático Carlos Villagra, quien demandó a las autoridades y sectores demandantes en esta problemática del transporte, el diálogo y encontrar una salida negociada.

Villagra dijo que tras la cruzada del llamado “apóstol” Guillermo Maldonado, las cosas empeoraron en Nicaragua. El tele evangelista aseguró que venían tiempos de cambios para el país y que adonde iba, las naciones experimentaban transformaciones.

La llegada de Maldonado y su prédica se caracterizaron por hacer anuncios muy atractivos para el pueblo y crearon falsas expectativas, indicó Villagra. La realidad es otra, aquí no hay signo de mejoría, nada cambia sin un cambio personal primero, expuso.

Carlos Villagra
“Aquí aparecen charlatanes a decir cualquier cosa, y lo triste es que hay gente ingenua que no quiere leer la Biblia y acepta todos esos disparates. Estos llamados apóstoles son gente sin ningún nivel ni preparación, mucho menos respaldo moral para decir todos esos disparates”, dijo a el Nuevo Diario.

Precisamente cuando Maldonado llegó al aeropuerto, el teólogo Villagra se encontraba ahí esperando a un pastor. En la terminal estaba un mariachi para recibir al “apóstol”. Entonces, relata, cuando él ingresó con todo su séquito, el mariachi empezó a entonar una ranchera, y aquel fulano pasó sin hacerles caso, con una pedantería horrorosa. Se montó en una camioneta de 80 mil dólares, seguido por otros que hacen la comparsa, y el mariachi quedó burlado, cantándose solo sus canciones. Aquello fue una demostración de soberbia terrible.
El costo de la venida de Maldonado fue de 100 mil dólares, según los mismos organizadores, que se han jactado de que el séquito del “apóstol” no gastó un solo centavo. Además, fue alojado en una suite presidencial, en un hotel de cinco estrellas, y viajó en primera clase. (QUE HUMILDAD VERDAD, ESTO ES COSECHA MIA)
“Mi mente no concibe a estos falsos apóstoles y falsos pastores que han surgido de la noche a la mañana si ningún compromiso con el reino de Dios y este pueblo sufrido. Considero que esa gente se dedica a engañar y a hacer negocio. Son gente que no quiere trabajar”, señaló.
Por otra parte, Villagra dijo que el pueblo ha entrado a una etapa de desesperanza, y deploró que el gobierno hasta la fecha no ha ofrecido un informe sobre cómo se reparten los petrodólares que le entran al país por la vía Albanisa.

Desde hace varios meses “estamos observando en el país ciertos ambientes nada equilibrados, donde se adoptan posiciones intransigentes”, indicó.

“Estas actitudes no ayudan a mantener un ambiente de concordia, de entendimiento, y, por el contrario, propician que surjan posiciones más extremas”, expresó.

“Aunque dicen que el actual problema es político y otros que es económico, lo cierto es que se conjugan los dos fenómenos”, dijo el catedrático de la Upoli de Rivas.

“Todo esto en nada contribuye a la estabilidad de nuestro país”, sostuvo. “Lo más indicado, y lo más sensato es que el gobierno dé la pauta a estas demandas que han surgido, y que por cierto, de una u otra forma nos afectan a todos, de aquí nadie se escapa de la crisis que se vive”, sostuvo.

Frente a esta realidad que se ha tornado insostenible, lo más indicado es que quien tiene la dirección del país, la sartén por el mango, debería convocar, explicar, exponer de una manera clara, y muy cristalina, cómo es que se están manejando esos famosos fondos petroleros, expresó.

Si llega el momento de explicar bien, que ingresa tanto y estamos en capacidad de hacer esto o no estamos percibiendo nada, que se explique de una manera, muy evidente, cristalina, dijo.

“Creo que eso contribuiría a que haya una negociación más flexible, donde las partes podrían entenderse mejor, especialmente la parte demandante, sobre cuál es la realidad, si se puede congelar, si es viable o no”.
Adujo que mientras el pueblo de Nicaragua no vuelva su mirada a Dios, vamos a estar en problemas siempre. “Nos hemos olvidado de Dios, aquí hemos caído en una religiosidad, en apariencias, en manifestaciones muy cosméticas y cuando un pueblo no toma en cuenta a Dios, las cosas se complican. Humillémonos, confesemos todas las barbaridades que hemos cometido”.

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