viernes, 21 de septiembre de 2012

!!POR FIN REVELADO!! LAS TÉCNICAS DE MANIPULACION DE LAS ESCRITURAS PARA PEDIR DINERO



Si en verdad somos hijos de Dios, sí Jesús es el Señor de mi vida y yo me he entregado a él con toda el alma y con todo el corazón, el dar y el darme no sea problema, porque uno de los frutos del Espíritu es el amor y éste nos mueve a darlo todo por amor a su nombre. Así que cuando en una iglesia la mayordomía cristiana anda mal, es porque la vida espiritual de esos “supuestos mayordomos” no está acorde con la palabra de Dios. Cuando se pierde la experiencia, y reina tan solo las emociones o la religiosidad, se necesita de métodos humanos para producir efectos que podrían ser una “falsa espiritualidad”, siendo estas acciones persuasivas y manipuladoras.

Esta realidad ha dado origen a metodologías para mover a la gente a dar bajo ciertas acciones que pasan de lo manipulativo hasta lo especulativo. Algunos predicadores, que han leído libros relacionados con el “éxito y la prosperidad” como los escritos por Napoleon Hill[1] han desarrollado, con algunos textos bíblicos mal aplicados, conceptos y mecanismos para pedir dinero que se sale de lo ético y bíblico, para entrar en lo carnal y humano, desarrollando una fe mágica.
Enumeraré brevemente los mecanismos persuasivos y de intimidación usados para pedir dinero, y los clasificaré en tres grupos:

1ro- Los que apelan a la ambición, usando el chantaje y la oferta mágica.

2do- Los que apelan al temor, usando el juicio y el castigo (intimidación) para el que no ofrende.

3ro -Los que apelan al uso de objeto (fetiche) para trasmitir bendición a través de una inversión en determinado “punto de contacto”.

EL QUE APELA A LA AMBICIÓN.

El método que apela a la ambición alienta la avaricia, con una oferta multiplicadora en el acto de dar.
La especialista en enseñar y difundir esta idea fue Gloria Copeland con su enseñanza sobre la “centuplicación” y difundida por John Avanzini, el cual promueve en un libro las 24 cosas que pueden traer bendición a tu vida, y casi todas tienen que ver con el “dar y el prosperar”.
Este principio toma el hecho del texto que dice “El que siembra escasamente cosechará escasamente, y el que siembra con generosidad también con generosidad cosechará” (2 Corintios 9:6) y lo juntan con Lucas 8:8 “Y otra parte cayó en buena tierra, y cuando creció, llevó fruto a ciento por uno” para entonces pedirle a la gente que dé diez, para que Dios le devuelva mil, y con este llamado a “invertir en la bolsa de valores de Dios” se desencadena la ambición por dar tan solo para recibir la bendición de la multiplicación. Esta es una clara manipulación, y ninguna enseñanza bíblica respalda que hay que dar para obligar a Dios a que nos devuelva lo dado, multiplicado.
La Biblia promete que “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, sacudida y rebosante se os dará en vuestro regazo. Porque con la medida con que medís, se os volverá a medir” (Lucas 6:38) pero esta acción de dar no puede ser originada por un interés, porque en tal caso, Dios es como un banquero, los predicadores, los promotores de la bolsa de valores, y lo cristianos inversionistas.
Jesús condenó públicamente la avaricia: “Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de bienes que posee” Lucas 12:15 y sin embargo ¿No promueve esta modalidad de pedir el deseo de tener y el interés por poseer? Jesús elogió a la viuda porque al dar todo lo que tenía no esperaba nada a cambio, esto es sinceridad, lo contrario es interés, y jamás Dios bendice los actos interesados. Dios bendice, pero nuestra acción no debe ser para comprar la bendición de Dios.

APELAR AL TEMOR PARA PEDIR

De la misma manera en que algunos le prometen la multiplicación al que dé, otros intimidan al que no da, anunciándole juicio, calamidad y enfermedad. Podemos poner el ejemplo de un predicador que por televisión dijo: “Si tu no envías ahora mismo tu ofrenda a esta causa, Dios puede pasarte la cuenta a través de alguna enfermedad, y gastarás más de lo que ahora Él te está pidiendo”. Un especialista en esta técnica es Oral Roberts, pues en una ocasión envío una carta a sus admiradores y televidentes diciéndoles que; “Una prueba le sobrevendrá con enfermedad, pero usted puede evitar esta calamidad, enviando una semilla de fe y no tan solo le permitirá detener a Satanás en el odio con que quiere aplastarlo, sino que también le proporcionará ayuda de una devolución centuplicada”
Es indudable, que el que no anda conforme a lo ordenado por Dios, puede sufrir las consecuencias de su pecado, pero ¿De qué vale dar dinero para comprar protección, si andamos fuera de la voluntad de Dios? Este tipo de oferta Coercitiva me suena a las indulgencias de la edad media, en donde por miedo al infierno o purgatorio se pagaban dispensas y bulas a la Iglesia a fin de obtener el favor de Dios. Esta práctica además de ser indecorosas está contra toda enseñanza bíblica en la forma en que se aplica, aun-que los que la predican saben muy bien manipular algunos textos para apoyar sus pretensiones, y no podemos negar que la intimidación produce buenos resultados principalmente en aquellos que no están muy seguros de su salvación y de la verdad bíblica. Lo triste es que detrás de todo esto se esconden “hombres amadores de los deleites más que de Dios” (2 Tim 3:4) por los cuales han venido escarnios y afrentas a la iglesia del Señor

EL USO DE OBJETOS COMO PUNTO DE CONTACTO.

Este método, muy antiguo y de práctica común en la edad media, ha resurgido acompañado con uno que otro versículo bíblico. La “Iglesia Universal” de Brasil lo practica, pero mucho antes de que este grupo lo adoptara, como método atractivo y de rentabilidad, los tele-evangelistas lo comenzaron a utilizar, entre ellos hemos mencionado la oferta de Robert Tilton y su gran maestro Oral Roberts. Tilton, además de hacer un poste suyo con su foto y su mano, para trasmitir bendición, explotó en su tiempo el paño de tela verde que enviaba por correo a los que se lo pidieran, claro está, con una ofrenda de fe. De igual forma Oral Robets, y su hijo Richard, ofrecieron una foto de ambos a aquellos que les escribieran haciendo una petición de fe (acompañada la carta de una buena ofrenda) y por medio de la foto recibirán la unción.
Hay que sumar las ofertas del aceite de Jerusalén, con poderes milagrosos, agua del Jordán y un sin número de supuestos objetos portadores de bendición, prosperidad, salud y poder. Este método, que deja buenas utilidades, y que es un culto a ídolos con poderes mágicos, está de moda en las iglesias que tienen la doctrina del “punto de contacto” como medio para recibir bendición. Tú compras tal objeto y por medio del mismo llevas la bendición a tu casa, o envías una ofrenda con una petición, o con una foto, y de igual forma “el ungido” ora por ti, para que el todopoderoso te bendiga. ¿No suena esto a un mercantilismo idolátrico, antibíblico y que tiene pinta de ser más negocio, que Palabra de Dios.
Pudiéramos citar otras muchas metodologías fraudulentas que tratan de obtener dinero, beneficios, dícese que “para la obra de Dios”, pero la Biblia establece que serán nuestras ofrendas y diezmo traídos a la congregación, y dados con alegría y corazones sinceros y rectos, los que harán que Dios bendiga su obra, y extendamos así el reino de los cielos en la tierra. Cualquier otra técnica que no sea esta, lo siento mucho, pero es contraria a las enseñanzas bíblicas. Las bendiciones vienen por la obediencia, no por chantaje. A Dios no se le compra, ni el especular con sus bendiciones. Las actitudes cuentan más que las acciones.

Y por último, siento tristeza cuando públicamente se piden ofrendas partiendo de grandes cantidades -”Quien da mil, un aplauso, y quinientos, ahora valientes que den 200, y otros que den 100” y los que solo pueden dar 5 ó 10 se sienten humillados frente al auditorio, pero los que dieron más, hasta se les exaltan. Como aplicar aquí aquel texto que dice;“Pero cuando tú hagas obras de misericordia, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, de modo que tus obras de misericordia sean en secreto. Y tu Padre que ve en secreto te recompensará” (Mateo 6:3-4). Algunos dirán, “aquí se refiera a dar limosna” pero no, de forma global, el dar es una acción íntima con Dios y con mi Iglesia. No obedece a ninguna otra oferta fuera de estas bases, que son Bíblicas.
No dejemos de dar lo que es necesario dar, tu vida, tus bienes, tu tiempo, pero dadlo a causas justas, con amor, y por medio de tu congregación. Se íntegro y serás bendecido. No hagas nada por competencia, por presunción, o por interés, pues en tal caso pierdes la bendición de dar. Evita la manipulación y reprende el chantaje. Da con convicción, “Trae tus diezmos al alfolí” y veras la bendición como fruto de obedecer la Palabra de Dios. AMEN
Por Mario E. Fumero

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