martes, 4 de septiembre de 2012

Maestros del movimiento de la fe y la confesión positiva














¡Todas las fuerzas naturales y todas las circunstancias de nuestra vida son controladas por nuestra lengua! Cuando hablamos positivamente, una gran fuerza espiritual se genera dentro de nosotros, y esta cambia al mundo que nos rodea Las situaciones más difíciles pueden ser cambiadas por nuestra lengua. Si prosperan los malvados, es porque nosotros los cristianos hemos declarado que es así. Incluso la salvación de las almas depende de nuestra confesión positiva. Al no querer, podríamos estar echando una maldición a alguien, si declaramos que ese alguien está a punto de resbalar y, cuando lo hace, sería resultado de nuestra maldición, mas no profecía.Tales enunciados son medianamente representativos de las doctrinas de la Palabra de fe, acerca de la confesión con nuestra boca. Aunque parecen tremendamente extremas, aún hay más; por ejemplo, Charles Capps atribuye el nacimiento virginal de Cristo, a una declaración positiva de María. Ella recibió la palabra del ángel en su espíritu y luego esta se manifestó en su vientre
Cristo clarifica que todo lo que hagamos en nuestros ministerios, especialmente aquello de tipo milagroso, debe ser precedido por una absoluta dependencia de Dios. La iniciativa debe ser de Dios y no tenemos nosotros el derecho de soltar la lengua como nos plazca.
Si tuviéramos fundamento para sospechar que estos hombres solo están exagerando, podríamos ignorar sus enseñanzas. Pero hay iglesias, algunas grandes, dedicadas a enseñar estas doctrinas.
Para defender sus ideas, los líderes del movimiento se basan en los siguientes textos:
Marcos 11:22-24
"Respondiendo Jesús les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá."La confesión positiva es ciertamente mejor que la negativa. Pero sin una base bíblica sólida, puede llevar a una visión errada de la realidad. El pasaje mencionado nunca significó un cheque en blanco para cualquier cosa que deseemos o digamos. Es más un patrón básico de fe que puede ser ejercitada cuando el Señor nos da una promesa personal.
Hay que observar que el texto comienza con la frase "Tened fe en Dios.” El griego original es: exete pistin theou, que literalmente se lee como “tener fe de Dios.” Esto se conoce gramaticalmente como un genitivo absoluto y solo significa “tened fe en Dios.” Así se lo traduce correctamente en todas las versiones modernas.

De Jesús al Padre, Lucas 10:21.
No existe ni un solo rastro en la Biblia que apoye el uso de la palabra "confesión,” en el uso que le atribuyen los maestros de Palabra de fe.
Dos problemas graves
Aparte de la errónea aplicación de la Escritura, existen dos problemas graves en la enseñanza de la doctrina de la declaración positiva:
A. Énfasis excesivoLas epístolas fueron expresamente escritas para instruir a los creyentes sobre cómo vivir en forma victoriosa, pero no se ve un énfasis del tipo que da este movimiento en ninguna manera.
Además, a veces se encuentran algunas declaraciones supuestamente negativas pronunciadas por el mismo apóstol Pablo:

... pero Satanás nos estorbó. 1 Tesalonicenses 2:18.
Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte. Aun hay más ejemplos: que estamos atribulados en todo. 1 Corintios 4:9-8.
Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados y no tenemos morada fija. 1 Corintios 4:11.
Quienes llevan el ministerio de Dios con responsabilidad, no enseñan a su grey que se pueden desatar fuerzas espirituales negativas, solo con pronunciar ciertas palabras o frases comunes. Los apóstoles no vieron que la realidad de los hechos pudiera ser una declaración negativa, ni tuvieron temor de expresarla. Este tipo de temor no proviene de una fe bien sustentada, sino más bien de una falta de fe.
B. Generalización de casos particulares
De los dos problemas señalados, este es el más grave, pues es aquí donde se lastima a la gente. Como hemos estudiado, los maestros de Palabra de fe consideran la prosperidad y la salud del creyente como verdad absoluta: todo cristiano, sin excepción, debe estar y ser saludable y próspero al momento presente, ya que Dios ha declarado que así es Su Voluntad, según ellos. Por lo tanto, se considera innecesario orar o pedir revelación sobre estos dos aspectos.
A medida que veamos que esta premisa de Palabra de fe es insostenible, comprenderemos cuán peligroso es lanzarse a una fe así, sin sostenerse en la voluntad de Dios primeramente. Los que proceden de esa forma, se encontrarán de seguro con problemas y dolor.
Existe una trampa muy sutil en este aspecto. Supongamos que la voluntad de Dios es que el Sr. Fulano prospere, pero no busca la voluntad de Dios primeramente. Se lanza a la fe, siguiendo las fórmulas de los libros. ¿Los resultados? ¡Voilá! ¡Funciona! Así que Fulano asume que todo le funcionó porque los maestros de Palabra de fe están en la verdad, enseñando verdades absolutas que todos pueden llegar a experimentar. Fulano no considera que la voluntad de Dios para su vida se cumplió en él, de manera personal, no universal.
Ahora supongamos que Juan proclama estas buenas noticias a un hermano de la iglesia y este se lanza de similar manera que Juan, pero para él, todo termina en frustración y fracaso. Entonces, culpa a Dios, pierde la fe y entra en una crisis emocional. Si hubiera buscado primeramente la voluntad de Dios, habría podido escuchar algo como: "No, hijo, eso no es para ti. Esa fue Mi voluntad para Fulano, yo tengo algo mejor para ti. Quiero que me sirvas en la India y, si eres fiel, te consideraré digno de sufrir por el amor de mi nombre, e incluso que tu sangre sea sangre de mártir.”
¿Podríamos considerar a alguno de ellos superior al otro, si ambos encuentran la voluntad de Dios en sus vidas?
Los creyentes deben reconocer la soberanía de Dios
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Las Asambleas de Dios, la denominación pentecostal más grande del mundo, denuncian la enseñanza de la Palabra de fe sobre confesión positiva con estas palabras:
Hacer hincapié en la confesión positiva tiene la tendencia a incluir frases que parecen indicar que el hombre es soberano y Dios su siervo. Estas frases que exigen a Dios actuar, implican que Él ha entregado su soberanía; que no está en capacidad de actuar de acuerdo con su sabiduría y propósito. Se hace referencia a que­ la verdadera prosperidad consiste en ­usar el poder y­ la capacidad de Dios,­ para satisfacer ­necesidades, cualesquiera que estas sean. Así, se posiciona­ al hombre usando a Dios, en vez de que el hombre se rinda a ser usado por Dios.

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